El maestro de los ataques de choque rápido. El dinámico y carismático Kurt Meyer inspiró a sus hombres con su mera presencia. Su penetrante sentido táctico y la flexibilidad mental le hizo ganarse el sobrenombre "Schnelle Meyer [Meyer el Rápido]". Posteriormente sería llamado "Panzermeyer"
El maestro de los ataques de choque rápido. El dinámico y carismático Kurt Meyer inspiró a sus hombres con su mera presencia.
Durante tres años él luchó en Rusia alcanzando el punto más avanzado conquistado por fuerzas alemanas, en el remoto Cáucaso. Tres veces fue completamente rodeado por fuerzas rusas, durante la retirada y regresó combatiendo con un puñado de supervivientes... Para él la batalla de Caen-Falaise fue magnífica en la mejor tradición wagneriana.
Como él describe sus acciones y las de sus hombres, da la impresión de que le gustara considerarse como un Sigfrido conduciendo a sus guerreros a su muerte.
Con los rigores de Segunda Guerra Mundial surgió una generación de comandantes jóvenes de las Waffen-SS, cuyos poderes de mando eran incomparables en el Ejército alemán. El autor Gerald Reitlinger representó a estos líderes como los generales SS de leyenda, idealistas, jóvenes y fanáticos. Ellos fueron personificados por tales hombres como Kurt Meyer. Como sus pares, Meyer era infinitamente diferente de los carniceros que condujeron el Einsatzgruppen y unidades de guardias de campos de concentración.
En todos los teatros de operaciones a los que lo condujo su carrera de combate él luchó duramente, luchó bien, y luchó con caballerosidad. Meyer luchó con distinción en Polonia y fue transferido para comandar una compañía de reconocimiento (motocicletas) en el Oeste y luego el batallón de reconocimiento de la Leibstandarte en Balcanes y Rusia. Era un motociclista arriesgado y se rompería aproximadamente dieciocho huesos, sufriendo cuatro conmociones cerebrales antes de la conclusión de la guerra. Fue en Francia donde Meyer demostró primero su instintivo conocimiento de las tácticas de guerra móvil. Su penetrante sentido táctico y la flexibilidad mental le hizo ganarse el sobrenombre "Schnelle Meyer [Meyer el Rápido]". Posteriormente sería llamado "Panzermeyer".
En Grecia, él encabezó el asalto sobre el Paso de Klissura contra un enemigo bien defendido. Meyer y sus soldados se encontraban bajo un pesado fuego de ametralladoras, tuvo que lanzar una granada en los talones de sus propios hombres para forzarlos a atacar en campo abierto. Esta acción cuestionable sin embargo causó la conquista del objetivo y la captura de más de mil prisioneros, sufriendo la pérdida de sólo seis hombres de la Leibstandarte, entre muertos y heridos. Un día más tarde, Meyer capturó a otros 11.000 prisioneros. Sus métodos poco ortodoxos fueron probados en una escala superior en el Este, donde él y sus tropas se aventuraban lejos detrás de líneas enemigas. Antes de principios de 1943, este temerario aunque sumamente eficaz estilo de combate ya le había hecho ganar la Cruz de Hierro de Primera y Segunda Clase, la Cruz del Caballero, y las Hojas de Roble a la Cruz del Caballero.
Después de la terminación de un curso de entrenamiento para comandantes regimentales en agosto de 1943, Meyer fue transferido a la División de Hitlerjugend (12ª SS Panzerdivision). Después de la muerte de Fritz Witt el 14 de junio de 1944, él tomó el mando de la 12ª SS, haciéndose el comandante de división más joven en las fuerzas armadas alemanas. La defensa de Meyer en Normandía aumento su fama legendaria. Los soldados adolescentes de su unidad continuamente frustraron los esfuerzos de los británicos. La carrera militar de Meyer termina bruscamente con su captura por partisanos franceses en septiembre de 1944. Después de la capitulación de Alemania, fue enjuiciado y acusado del asesinato de prisioneros de guerra canadienses. Su pena de muerte fue conmutada, y Meyer fue liberado en 1954.
El día 23 de diciembre de 1961, durante la celebración de su 51º cumpleaños Meyer sufrió un ataque al corazón y falleció. Le sobrevivieron su esposa y cinco hijos.
SS-Standartenführer Kurt Meyer (Kommandeur 12ª División Panzer SS "Hitlerjugend") en una foto tomada en Normandía y fue tomada el 28 de julio 1944 después de la ceremonia del des eisernen Kreuzes a SS-Sturmbannführer Erich Olboeter (Kommandeur III. [Gepanzerte ] Bataillon / SS-Panzergrenadier-Regiment 26), a la que asistieron SS-Obergruppenführer und general der Waffen SS Josef "Sepp" Dietrich (Kommandierender general I. Panzer SS "Leibstandarte"). En esta foto "Panzermeyer" vistiendo ropa de camuflaje italiana "Telo Mimetico M29". Mimetico este patrón merece atención por dos razones: en primer lugar, ya que se introdujo en 1929 y luego pasó a la historia como el primer camuflaje utilizado ampliamente. En segundo lugar, a medida que el marco de tiempo para su uso desde 1929 s / d en 1992, se convirtió en el más largo de camuflaje patrón Telo Mimetico utilizado por el Ejército del Tercer Reich y al mismo tiempo con el desarme del Ejército italiano en 1943. División Panzer 1.SS "Leibstandarte SS Adolf Hitler" y División Panzer 12.SS "Hitlerjugend" participó en este proceso de desarme, y por lo tanto, no es sorprendente que muchos miembros de estas dos divisiones de tanques SS llevara Mimetico Telo, ya sea la primera versión o una versión posterior. Además de ellos, también aparece como el usuario es 29.Waffen-Grenadier-Division der SS ("Italienische Nr.1"), las unidades de la Wehrmacht que operaron en los Balcanes e Italia, así como algunos aliados europeos de Alemania
Kurt Meyer aparece con una Feldbluse hecha con camuflaje Italiano telo mimetico M29. Tiene rango de SS- Standartenführer acá otra toma de ese día donde se ve mejor su Armdienstgradabzeichen zur Fliegersonderbekleidung (Insignia de rango de brazo para ropas especiales). La foto fue tomada en Normandía
Kurt "Panzermeyer" comenzó la guerra al mando de un batallón de reconocimiento motorizado (motocicletas – Kradschützen). Sus avances durante la campaña de Francia y los Balcanes son espectaculares. Hoy le vamos a ceder la palabra para que explique como se dispone a tomar una ciudad rusa con un golpe de mano, momento que aprovecha para reflexionar sobre cuales son las cualidades que debe tener un oficial para llevar a cabo por propia iniciativa una acción de este tipo
"Nuestro progreso hacia el sur continuaba sin obstáculos. Mis hombres me sonreían cuando pasaba junto a ellos, también me traían comunicados de radio. Como perros viejos, por supuesto, se dieron cuenta de que no estábamos realizando tareas de reconocimiento, sabían que tramábamos uno de nuestros tejemanejes.
En los informes de la Wehrmacht las acciones de esa naturaleza eran denominadas golpes de mano, ahora bien, estos llamados golpes de mano estaban lejos de ser cosa de chicos impulsivos o de oficiales temerarios. ¡No!, el golpe de mano era, en la mayoría de los casos, una operación planeada con bastante antelación por un comandante responsable que tenía la visión operativa y que estaba absorto en la consecución de un gran éxito a través de una planificación juiciosa, atrevida y audaz, y una actuación rápida. Los prerequisitos de esta manera de hacer la guerra eran, aparte de las capacidades militares, unas cualidades humanas extraordinarias. El oficial al mando debe poseer una confianza absoluta en sus soldados, y debe ser, en el más estricto sentido de la palabra, el soldado líder de la unidad.
Un golpe de mano no podía ser ordenado por la superioridad. Los cuarteles generales y las planas mayores carecen de la capacidad de hacer juicios intuitivos y objetivos sobre el terreno. Los requisitos para dar un golpe de mano solamente se pueden gestar en la mente de un líder militar. A menudo, una acción fulgurante parece la operación temeraria de un oficial particularmente favorecido por la suerte, pero la realidad es muy diferente. Un oficial de este tipo se pone a sí mismo en el lugar del oponente. Es consciente de los reveses y del sentimiento derrotista que afectan al enemigo. Sabe de la tensión física y mental en la que se haya su oponente; conoce bien sus fortalezas y sus debilidades.
No depende de los informes de inteligencia de las instancias superiores. Estos sólo proporcionan un marco general para la operación que se planea, y nada más. Es el propio oficial el que se prepara su propia evaluación de la situación. De mil datos de información, él es capaz hacerse una composición del enemigo al que se enfrenta. Sabe interpretar el terreno operativo como si fuera un libro. Instintos del subsconciente profundo emergen. Es capaz de ver y oler al enemigo. Las caras de los prisioneros le revelan más que páginas y páginas de información obtenida de interrogatorios. No se trata de un oficial superior, sino de alguien que lidera con el ejemplo. Su voluntad es la voluntad de sus tropas. Saca sus fuerzas de los granaderos que creen en él y que lo seguirán al infierno.
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=169700311793766&set=g.493048587912963
JO Rodríguez
Fuente: del libro de memorias de Kurt "Panzer" Meyer.
Pedro Pablo Romero Soriano PS