12 de marzo de 1942, ceremonia de entrega de la Ritterkreuz (Cruz de Caballero) al Teniente General Agustín Muñoz Grandes, comandante de la 250ª División de Infantería (más conocida como la División Azul). El oficial que aparece otorgando la medalla es el General der Kavallerie Georg Lindemann, comandante del 18º Ejército alemán, adscrito al Grupo de Ejércitos Norte. La foto fue tomada por el Kriegsberichter Hausen
Soldados españoles de la 250. Infanterie-Division, mejor conocida como 'División Azul', de la Wehrmacht alemana, estudian el diccionario ruso-alemán. Óblast de Nóvgorod, URSS
Tras el ataque alemán a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, hubo grandes concentraciones en España bajo el lema: "¡La culpa es de Rusia!". (En referencia a la Guerra Civil española). Hasta qué punto estos mítines fueron espontáneos o iniciados por círculos interesados no se puede decir hoy con certeza. Lo que sí es seguro es que el gobierno aprovechó el entusiasmo de los falangistas, en su mayoría jóvenes, para presentar ese mismo día al enviado alemán la oferta de asociaciones de voluntarios para la "lucha contra el comunismo". Tras breves negociaciones, se decidió enviar una división de infantería de voluntarios, formada por cuadros del ejército y voluntarios de toda España. Esta División Española de Voluntarios constaba de cuatro regimientos de infantería (bautizados con los nombres de sus comandantes Pimentel, Vierna, Esparza y Rodrigo) y un regimiento de artillería, y tenía una dotación de 640 oficiales, 2.272 suboficiales y 14.780 soldados rasos. La prensa destacó el carácter voluntario de la unidad, pero de hecho todos los puestos importantes estaban ocupados por personal del ejército que era sustituido periódicamente. Además de los motivos anticomunistas, la mejora de las oportunidades profesionales desempeñó un papel importante en el alistamiento voluntario de los oficiales, por ejemplo, el período de servicio en la Unión Soviética contaba el doble.
Como unidad alemana, los miembros de la división vestían el uniforme de la Wehrmacht, pero con una insignia en la manga con los colores españoles, rojo y dorado, y la inscripción "España". La 'División Azul' recibió su nombre del color de las camisas azules de la Falange que se llevaban en lugar de las camisas del uniforme normal.
Esta es la historia de unos españoles que, durante un período de sus vidas, impulsos de juventud, quisieron ser soldados, de las razones que, en un tiempo distante y por ello a veces incomprensible para el hombre actual, los llevaron a luchar contra el comunismo en el lejano Frente Oriental, durante la Segunda Guerra Mundial, en las filas de la División Azul.
La 250. Einheit Spanischer Freiwilliger de la Wehrmacht, más conocida como la División Azul, fue una unidad española de voluntarios que sirvió entre 1941 y 1943 en el Ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial, principalmente en el Frente Oriental contra la Unión Soviética. Aunque España no intervino oficialmente en la Segunda Guerra Mundial del lado de Alemania, el general Francisco Franco envió a voluntarios españoles para que se unieran al Ejército alemán. De este modo, podía mantener la neutralidad española mientras simultáneamente compensaba a Hitler por su ayuda durante la Guerra Civil Española.
º 5.600 divisionarios lucharon contra 44.000 soldados soviéticos.
º Evitaron la ruptura del frente a un alto precio de vidas.
º El que diga que no tiene miedo, miente’, afirma un veterano.
º Otro se alistó con 15 años: dijo que iba a un campamento.
º Había falangistas, aventureros, gente que necesitaba el dinero.
º Recuerdan el cariño de los rusos cuando regresaron en los noventa.
Hace setenta años, el 10 de febrero de 1943, unos 5.600 hombres de la División Azul hicieron frente a 44.000 soldados, casi un centenar de tanques e innumerables piezas de artillería del 55º Ejército de la Unión Soviética. Fue la batalla de Krasny Bor, el combate más duro de los españoles en el ‘Ostfront’.
“Fuimos a luchar contra el comunismo, no contra los rusos”, afirma Juan Serrano Mannara, veterano granadero del 262º Regimiento ‘Pimentel’. Estuvo hasta 1944 en la Unión Soviética, pero no combatió en Krasny Bor. Siete décadas después, apenas quedan algo más de 400 veteranos de los 45.000 hombres que lucharon en la División Azul. Y de aquel pueblo a las afueras de San Petersburgo, la antigua Leningrado, quedan muchos menos: hubo 3.645 bajas y 300 capturados en la batalla, un millar de ellos muertos sólo el primer día.
En Leningrado murieron más de un millón de civiles durante los 900 días que duró el asedio de la Wehrmacht, según algunos estudios, aunque las fuentes oficiales rusas calculan algo menos de 700.000, sin contar la marcha de refugiados. El Ejército alemán llegó a las puertas de la ciudad en septiembre de 1941 y no fue expulsado hasta 1944. Sin embargo, lo más duro tuvo lugar hasta enero de 1943: fue cercada al sur por los alemanes y al norte por los finlandeses para dejarles morir de hambre y frío por orden de Hitler. El único corredor para hacer llegar comida y combustible a la ciudad era el congelado lago Ladoga, el ‘camino de la vida’.
La 250. Einheit spanischer Freiwilliger llegaría al sector de Krasny Bor en otoño de 1942. En enero del siguiente año, mientras caía el ‘Kessel’ alemán de Stalingrado, el Ejército soviético logró conquistar un pequeño corredor por tierra hasta Leningrado. La operación ‘Estrella Polar’, continuación de la ‘Operación Chispa’, debía ampliar este camino y romper rápidamente las líneas de la División Azul para envolver al 18 Ejército alemán. La ‘Blau division’ lo evitó.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
Tras el inicio de la invasión alemana de Rusia el 22 de Junio de 1.941, en España comenzó a fraguarse la idea de enviar voluntarios a luchar en aquel frente. Rápidamente se formaron los banderines de enganche repartidos por todo el país. Se pone al frente de la nueva unidad al General Agustín Muñoz Grandes
Los supervivientes del II.º Batallón del Regimiento 269.º en la batalla de Posselok fueron objeto de un emocionado homenaje tras recibir una bandera honorífica, que porta el teniente Soriano – el único oficial ileso de todo el batallón – desfilaron ante el general Esteban Infantes
Entre los días 14 y 20 de Julio de 1941, los voluntarios fueron enviados por ferrocarril a Alemania, al cuartel de Grafenwöhr en Baviera. Tras una instrucción acelerada, el 31 del mismo mes juran lealtad al Führer y el 10 de Agosto parten en dirección al frente
Tras una larga caminata de cuarenta días, la 250ª División de la Wehrmacht llega a Vitebsk. Es asignada al Grupo de Ejércitos Norte de Von Leeb y se le asigna un sector del frente en la orilla oeste del río Volchov, al suroeste de Leningrado. El despliegue se produce el 12 de Octubre
Comienzan las operaciones y el día 18 se cruza el río estableciendo la cabeza de puente del Volchov donde los soldado españoles cosecharán numerosos éxitos sufriendo importantes bajas. La cabeza de puente es mantenida hasta final de año
A primeros de 1.942 una guarnición alemana queda cercada al sur del lago Ilmen; se pide a los españoles que acudan en su ayuda. El 9 de enero se forma la Compañía de esquiadores con la misión de cruzar el lago helado a pie para socorrer a los alemanes. La misión se cumple sufriendo los españoles un 90 por ciento de bajas
Extraordinariamente duros para las privaciones y ferozmente indisciplinados…
En Marzo los rusos rompen el frente por las líneas alemanas de las divisiones 215 y 116 llegando hasta la retaguardia. Los alemanes estrangulan la penetración formándose lo que se llamará la bolsa del Volchov que las unidades españolas se encargarían de aniquilar terminando en Junio de 1942
El frente se estabiliza y los españoles mantienen las posiciones. En Mayo del 42 llegan los primeros relevos que se sucedieron hasta Marzo del 43. En Agosto de 1.942, la División cambia de despliegue incorporándose al frente de Leningrado con el fin de participar en la ofensiva que tomaría definitivamente la ciudad. Se produce el fracaso de Stalingrado y la ofensiva es suspendida sine die
Los españoles ocupan un sector defensivo entre Pushkin y Kolpino en una antigua zona residencial de los zares, terminando la toma de posiciones el 7 de Septiembre. El nuevo frente es muy diferente al anterior: más pequeño, rigurosamente atrincherado y con el enemigo muy cerca. La artillería rusa y los francotiradores causan numerosas bajas al contingente español. En Diciembre de 1.942 se produce el relevo en la cabeza de la División asumiendo el mando el General Emilio Esteban Infantes
En Enero comienza una enorme ofensiva rusa sobre el lago Ladoga para aliviar el cerco de Leningrado. El 2/269 es adscrito a los alemanes del sector de Mga luchando en Posselok hasta quedar casi aniquilado
El día 10 de Febrero de 1.943 se produce el más sangriento e importante hecho de armas en que intervino la D.E.V.: la batalla de Krasni Bor. Una enorme preparación artillera arrasa todo el sector español. Se producen cerca de 4.000 bajas entre los españoles aunque se consigue detener el avance ruso. En estas acciones unos trescientos españoles caen prisioneros. Pasa el verano sin grandes acciones pero con bastantes golpes de mano
El 18 de Julio de 1.943 los rusos bombardearon el Cuartel General de la División con ocasión de encontrarse reunidos casi todos los generales y jefes del XVIII Ejército festejando el Alzamiento nacional español
Clamor popular. Cada uno de los convoyes que salían hacia Alemania fue objeto de una clamorosa despedida
La larga marcha hasta el frente, en la que se recorrieron mil kilómetros a pie, puso a prueba a la División Azul. Pese a su dureza, los españoles supieron conservar durante ella su optimismo
Aunque escasamente populares entre los demás soldados, los miembros de la Feldgendarmerie, desarrollaron un papel fundamental. En el desempeño de su función quedaban identificados por el uso de una llamativa gola metálica
Pese a estar integrada en la Wehrmacht, la División Azul siempre fue una unidad militar pura y genuinamente española. La bandera nacional española presidía todos los actos
“Los españoles son un puñado de guarros. Contemplan el fusil como un instrumento que no debería ser limpiado bajo ningún pretexto. Sus centinelas sólo existen en teoría. No ocupan sus posiciones, o si lo hacen, se duermen. Cuando llegan los rusos, los nativos tienen que despertarlos. Pero los españoles no han cedido nunca una pulgada de terreno… No puedo imaginar a personas más valientes, apenas se cubren, desafían a la muerte. Sé que, de todas formas, nuestros hombres están siempre encantados de tener a los españoles como vecinos en su sector . Extraordinariamente valientes, duros contra las privaciones pero terriblemente indisciplinados “.
Los primeros pasos en la andadura de la División Azul fueron acompañados por un tremendo eco. En España, cada uno de los movimientos de los voluntarios iba acompañado del fervor popular. Y en cuánto penetraron en la Europa ocupada por el III Reich, despertaron la curiosidad de los soldados alemanes
Como a todas las demás divisiones de Infantería alemanas que estaban tomando parte en la campaña de la URSS, a la División Azul le iba a tocar alcanzar las lineas del frente en una larga marcha a pie. El hecho causó sorpresa entre los españoles, que ignoraban hasta que punto la Wehrmacht carecía de motorización. El estado de la red ferroviaria soviética impidió un traslado por ferrocarril
Repatriados en el viaje de vuelta aprovechan para retratarse junto a la Torre Eiffel, en París. Pero la experiencia más profunda era el reencuentro con las familias. ¡Habían sobrevivido!
Los despojos de las grandes derrotas soviéticas de aquel verano de 1941, como este carro de combate T-26, eran una buena ocasión para una foto de recuerdo
Miembros de “la escuadrilla azul” condecorados
Divisionarios momentos antes de partir de España, son objeto de una última revista. La pobreza de su equipamiento se hizo evidente en cuánto entraron en Alemania al compararlo con el equipo de los soldados alemanes
El recuerdo al hermano caído. Con la División Azul desplegada en el frente de Leningrado, uno de sus oficiales, el teniente Ángel E. Gil, logró un permiso para visitar el cementerio del frente del Voljov, donde yacía enterrado su hermano Marcelino. El asistente del teniente clavó sobre la cruz el escudo de la División Azul
General der Kavallerie Phillip Kleffel, comandante de L. Armeekorps, saluda a un grupo de oficiales españoles de la Spanische Freiwilligen Division
Clamor popular. Cada uno de los convoyes que salían hacia Alemania fue objeto de una clamorosa despedida
Los elementos catalogados como “fuerzas rápidas” de las divisiones de Infantería alemanas estaban dotados…¡con bicicletas! También esto fue una gran sorpresa para los españoles
En Octubre de 1.943 se anuncia el regreso de la División a España quedando una pequeña fuerza de unos 1.800 hombres llamada Legión Azul al mando del Coronel García Navarro. El 3 de Marzo de 1.944 llega la orden de repatriación
Primer contacto. Las estaciones de ferrocarril de la Francia ocupada fueron escenario para el primer contacto entre los españoles y la maquinaria militar germana
Los primeros pasos en la andadura de la División Azul fueron acompañados por un tremendo eco. En España, cada uno de los movimientos de los voluntarios iba acompañado del fervor popular. Y en cuánto penetraron en la Europa ocupada por el III Reich, despertaron la curiosidad de los soldados alemanes
Entraron en combate en multitud de ocasiones e, ideologías aparte, tuvieron un desempeño militar muy notable
FUENTES:
https://www.facebook.com/historiasgm/photos/a.105107930962361/205972124209274/
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Pedro Pablo Romero Soriano PS