Reuniones de familia, encuentros en La Mancha, y siempre presente la caldereta de carne. Siempre la sartén, una buena parrillada o el perol dispuestos para acompañar momentos familiares que quedan impregnados en el alma. Después de la suculenta pitanza una visita a la casa-museo de un entrañable amigo. Les dejo una pequeña nota sobre el paseo.
Este lujoso coche de color negro fue un regalo que hizo a Carrillo el que fuera presidente de Rumanía, Nicolae Ceauçescu. Anteriormente, el vehículo había pertenecido al rey rumano Miguel I y pasó al presidente con el ascenso del comunismo en el país
El coche tiene aún más historia propia, ya que Ceauçescu sufrió un atentado estando dentro del Cadillac.
Prueba de ello son las marcas de bala que aún están en el cristal del conductor
Pedro Pablo Romero Soriano PS