"La Danza de los Generales", el relevo de Gerd von Rundstedt

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Llega el mes de diciembre, mes de las movidas en el seno de los altos mandos militares alemanes destacados en el Frente Oriental. La retirada al Mius de las tropas adscritas al Grupo de Ejércitos Sur alemán era prácticamente un hecho consumado cuando Adolf Hitler regresaba de los funerales de Ernst Udet y Werner Molders muertos recientemente. Es el 1 de diciembre de 1941 y desatando toda la ira que lo desborda después de la retirada no autorizada de las tropas alemanas desde Rostov y tratar en vano de detenerlas en seco, Adolf Hitler ordena la defensa a ultranza y montar un contraataque hasta el último hombre.
Gerd von Rundstedt se sintió agobiado y se ofreció a renunciar, lo que Hitler aceptó de inmediato. De esta forma es despedido el comandante del Grupo de Ejércitos Sur, a primeras horas del 1 de diciembre. En un teletipo de ese mismo día, Hitler nombraba a von Reichenau comandante conjunto del Grupo de Ejércitos y del 6° Ejército (ambos cuarteles estaban en Poltava) y le ordenó que detuviera la retirada de von Kleist. Von Reichenau transmitió la orden al cuartel general del 1° Ejército Panzer y apeló al sentido del deber de von Kleist. Pero el experimentado comandante Panzer sabía mejorar las implicaciones estratégicamente desastrosas de hacer retroceder a sus ejércitos ante los soviéticos, y tenía en mente el bienestar de sus tropas cansadas. Von Reichenau cedió tarde ese día y confirmó la orden de retirada. Por la noche, después de hablar acerca de lo que Hitler quiere, Reichenau permite que las tropas que se retiran continúen hacia el oeste hasta la nueva línea del río Mius.
Para investigar personalmente, Hitler hizo el movimiento sin precedentes de volar al frente el 2 de diciembre. Con von Reichenau y su jefe de estado mayor voló a Mariupol para encontrarse con von Kleist y el comandante de la 1° LSSAH, Sepp Dietrich. Hitler no pudo ignorar la unanimidad de los dos comandantes militares. El testimonio de Dietrich sobre el sufrimiento de las SS y el apoyo incondicional de sus superiores del Heer impresionaron al Führer. Hitler se fue al día siguiente, nuevamente volando a través de Poltava. Allí se encontró con von Rundstedt, reconoció el servicio del mariscal de campo y prometió reintegrarlo después de un descanso. Luego de este encuentro el mariscal de campo von Rundstedt parte de su cuartel general con su rango intacto a bordo de su tren de mando personal, su reputación y estima intactas a pesar de su despido.
Esto fue lo más cerca que estuvo Hitler de admitir un error ante uno de sus generales. A finales de noviembre, las esperanzas del Grupo de Ejércitos se basaban en el 1° Ejército Panzer. Sin embargo, gravemente debilitado por cinco meses de lucha, al final de una débil cola logística y pobremente apoyado por sus unidades del flanco norte, von Kleist no podía esperar capturar Rostov y mantenerlo por más de una semana. Mientras al otro lado del frente, la contraofensiva de Timoshenko no sería la última vez que el Ejército Rojo explotara un avance alemán demasiado extendido. El Grupo de Ejércitos Sur tuvo la suerte de que von Rundstedt y von Kleist fueran tan hábiles en la defensa como en la ofensiva.
Si bien el despido de von Rundstedt no es un evento decisivo en el curso de la Operación Barbarroja, es una señal muy significativa de problemas más profundos en la campaña alemana. Von Rundstedt es el primer comandante del grupo de ejércitos en ser relevado, pero los otros dos, Fedor von Bock en el Grupo de ejércitos Centro y Ritter von Leeb en el Grupo de Ejércitos Norte, también están en la mira. Los tres se han enfrentado a las mismas decisiones extremadamente difíciles acerca de intentar llevar operaciones demasiado agresivas en consonancia con la disminución de las capacidades a medida que se acerca el invierno. Detenido en Leningrado, von Leeb ha ordenado a sus tropas de avanzada en Tijvin que marchen hacia el norte hasta el lago Ladoga, pero hoy 1 de diciembre, el Ejército Rojo también detiene este avance en Voljov, a 50 km al sur del lago.
El mariscal de campo von Bock, por su parte, envía al comandante en jefe del OKH en Alemania, el mariscal de campo Walter von Brauchitsch, un teletipo temprano en la mañana reiterando sus preocupaciones expresadas en una conversación telefónica el 30 de noviembre y agrega la conclusión de que podrían esperar un “fantasioso” inminente colapso del Ejército Rojo. Además, la Operación Tifón, la ofensiva final sobre Moscú, había perdido "todo sentido y propósito" y era hora de ponerle fin porque las tropas estaban agotadas. La conclusión, es que el Grupo de Ejércitos Centro se iba a ver obligado a pasar el invierno al aire libre "a las puertas de Moscú" y este era un problema muy real que debía abordarse.

El mariscal de campo alemán Gerd von Rundstedt, ya como prisionero de guerra de los Aliados. A su derecha el Oberleutnant Hans Gerd von Rundstedt (Su hijo) y a su izquierda, el Major General estadounidense Frank William Milburn. Se puede observar que von Rundstedt no lleva las “Kragenpatten”, propias del generalato alemán y sí lleva las propias del ejército prusiano, al igual que el bastón de Generalfeldmarschall. Fue capturado el 1 de mayo de 1945 en Bad Tölz por integrantes de la 36° División de Infantería estadounidense

"Tres factores nos derrotaron en el Oeste, donde yo estaba al mando. Primero, la superioridad inaudita de su fuerza aérea, que hizo imposible todo movimiento durante el día. Segundo, la falta de combustible para motores -petróleo y gas-, de modo que los Panzer e incluso la Luftwaffe eran incapaces de moverse. Tercero, la destrucción sistemática de todas las comunicaciones ferroviarias, de modo que fue imposible hacer cruzar por el Rin un solo tren".
-Gerd von Rundstedt
Rundstedt fue cesado después de la derrota alemana en Normandía en julio de 1944, pero fue nuevamente llamado como Comandante en Jefe en Occidente en septiembre en reemplazo de W. Model. Fue relevado por Adolf H. del mando una vez más en marzo de 1945, tras expresar ante Wilhelm Keitel que Adolf H. debía firmar la paz con los Aliados en lugar de seguir embarcado en una guerra sin esperanzas.








FUENTE:
“Operation Barbarossa 1941 – Army Group South” de Robert Kirchubel (2003)
https://www.facebook.com/cronicampsgm/photos/a.100906571299955/728874215169851/

Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial

The Battle of the Bulge: Hitler's Final Gamble




















Pedro Pablo Romero Soriano PS

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