7 de noviembre de 1944, el comandante John Knox, con el general Daser como prisionero de guerra, abandona el cuartel general alemán en Middelburg. Provincia de Zeeland, Países Bajos.
Los alemanes se rinden ante un "falso" coronel.
El derrotado comandante del Ejército alemán en Middelburg se rindió oficialmente el 7 de noviembre.
Para ello fue necesario un truco: el general Daser, sensible al estatus, no quería rendirse ante nadie con un rango inferior al de coronel, pero los libertadores no tenían ningún coronel a sus órdenes.
El comandante Johnston "tomó prestada" la insignia que le faltaba a otro oficial para la ocasión y se presentó a Daser como coronel. Cumplido el protocolo, el general aceptó rendirse y entregó su pistola.
Y once botellas de champán, Veuve Clicquot de un buen año, que el general aún tenía en su habitación.
Los aliados tomaron la ciudad el 6 de noviembre sin disparar un solo tiro.
Los 2.000 alemanes de la ciudad se apresuraron a rendirse ante los 200 soldados británicos que llegaron.
El general Daser, sin embargo, siguió resistiendo. Estuvo toda la noche en la cama con dolor de cabeza. Con aspirinas y una manta de plumas sobre la cabeza, dice un soldado inglés que vigilaba en su puerta.
Sus hombres tuvieron que pasar la larga y fría noche en Demarkt. Congregados y desarmados, fueron vigilados bajo el cielo estrellado con ametralladoras y luego trasladados al campo de prisioneros de guerra de Amberes. Se los llevan en barco.
A los soldados capturados de la 70ª División se les conoce también como la División del "dolor de estómago", porque todos tenían problemas estomacales.
Al poner a los soldados todos juntos, se les podía tratar más fácilmente y todos recibían una ración especial, por ejemplo con pan blanco.
Al igual que sus soldados, Daser va a un campo de prisioneros de guerra en Amberes. Cuando sube a un velero que le va a llevar al otro lado, intenta ocultar su rostro, que delata un mal humor.
Pero el capitán del velero hizo girar el barco para que los fotógrafos pudieran seguir viendo la cara de Daser.
Daser volvió a darles la espalda. El juego se prolongó durante un rato, y los alemanes que estaban en el muelle se rieron de ello.
Los alemanes se rinden ante un "falso" coronel.
El derrotado comandante del Ejército alemán en Middelburg se rindió oficialmente el 7 de noviembre.
Para ello fue necesario un truco: el general Daser, sensible al estatus, no quería rendirse ante nadie con un rango inferior al de coronel, pero los libertadores no tenían ningún coronel a sus órdenes.
El comandante Johnston "tomó prestada" la insignia que le faltaba a otro oficial para la ocasión y se presentó a Daser como coronel. Cumplido el protocolo, el general aceptó rendirse y entregó su pistola.
Y once botellas de champán, Veuve Clicquot de un buen año, que el general aún tenía en su habitación.
Los aliados tomaron la ciudad el 6 de noviembre sin disparar un solo tiro.
Los 2.000 alemanes de la ciudad se apresuraron a rendirse ante los 200 soldados británicos que llegaron.
El general Daser, sin embargo, siguió resistiendo. Estuvo toda la noche en la cama con dolor de cabeza. Con aspirinas y una manta de plumas sobre la cabeza, dice un soldado inglés que vigilaba en su puerta.
Sus hombres tuvieron que pasar la larga y fría noche en Demarkt. Congregados y desarmados, fueron vigilados bajo el cielo estrellado con ametralladoras y luego trasladados al campo de prisioneros de guerra de Amberes. Se los llevan en barco.
A los soldados capturados de la 70ª División se les conoce también como la División del "dolor de estómago", porque todos tenían problemas estomacales.
Al poner a los soldados todos juntos, se les podía tratar más fácilmente y todos recibían una ración especial, por ejemplo con pan blanco.
Al igual que sus soldados, Daser va a un campo de prisioneros de guerra en Amberes. Cuando sube a un velero que le va a llevar al otro lado, intenta ocultar su rostro, que delata un mal humor.
Pero el capitán del velero hizo girar el barco para que los fotógrafos pudieran seguir viendo la cara de Daser.
Daser volvió a darles la espalda. El juego se prolongó durante un rato, y los alemanes que estaban en el muelle se rieron de ello.
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=335211691944331&set=a.131347705664065
Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial
Colourised PIECE of JAKE
Pedro Pablo Romero Soriano PS
