Que significó la batalla de Kursk...Conclusiones

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Al atardecer del 12 de julio se quebró la ofensiva de la Wehrmacht a Kursk desde el sur. Los intentos de proseguir solo fueron locales. Sin alcanzar su objetivo el Grupo de Ejércitos Sur empezó a replegarse. Las tropas soviéticas lo fueron persiguiendo y al caer el sol el 23 de julio retornaron a las posiciones que ocuparan antes del inicio de Ciudadela.
El Panzerkeile fue una catástrofe incalculable porque los rusos dividieron a la infantería y los acorazados alemanes destruyendo primero a los más débiles. Sin el apoyo necesario los Tigres y Ferdinand fueron luego cazados uno a uno, sin importar el costo. Las pérdidas en ambos bandos fueron enormes y Hitler decidió que estando la situación en Italia como estaba, era mejor mover divisiones al sur, pese a que Manstein le prometía una victoria y estaba casi a punto de lograrlo. Pero el 10 de julio había caído Sicilia y la rendición de Italia era inminente.
Hitler cortaría por lo sano y concluiría por decidir el abandono de la operación. No tanto presionado por la situación local o de la ofensiva desencadenada por los rusos contra el saliente de Orel, como obligado por el desembarco anglo-americano en Sicilia.
Según el mariscal von Manstein, el Führer se mostraba muy pesimista respecto al futuro inmediato de este campo de operaciones: "La situación empezaría declarando a los dos mariscales había llegado a ser muy seria en Sicilia. Los italianos no resisten. La isla sería pérdida con toda probabilidad y, a continuación, los occidentales podrían desembarcar en los Balcanes o en Italia meridional. Había que desplazar pues nuevos ejércitos hacia estas regiones, sacándolos del frente oriental. Detener, en resumen, Citadelle". El 25 de julio fue cancelada la Operación Zitadelle y los refuerzos comenzaron a marchar a Italia para reemplazar a las fuerzas italianas. Por su parte los rusos habían iniciado la ofensiva que culminará el 18 de agosto en el norte, al replegarse los alemanes a la Línea Hagen y en el sur el 23 de agosto, con la ocupación desde la ciudad de Járkov hasta el río Psiol.
Desde la ofensiva alemana: 5-16 de julio de 1943 y el contraataque soviético: 12 de julio-23 de agosto de 1943 días de incesantes combates, el ejército Alemán sufrió costosas pérdidas, en vidas y sobre todo sufrieron grandes destrozos las tropas acorazadas, en las que Hitler y su generalato habían puesto las mayores esperanzas.
En otro orden de cosas, Franco retiraba a la División Azul del Frente del Este para permanecer manifiestamente neutral por el resto de la guerra y despidió a los agentes alemanes de España, pero manteniendo las relaciones y el intercambio de suministros.
Las noticias de Stalingrado primero y luego de Kursk causaron profunda consternación en el bando del Eje.
Que a partir de 1943, todos los satélites del Reich pensaron y empezaron a sondear a las potencias aliadas sobre la posibilidad de firmar la paz por separado.
El resultado fue un empate técnico entre ambos contendientes (o quizá “victoria frustrada” para el Eje), con la diferencia de que para Alemania significó la última gran ofensiva desencadenada sobre el Frente Oriental en la Segunda Guerra Mundial y su incapacidad para realizar más operaciones de envergadura en Rusia salvo el planteamiento de aquellas que tuviesen un carácter defensivo.
Tampoco para la Unión Soviética las cosas fueron mejor porque el encuentro en Kursk significó unas bajas gigantescas y una catástrofe en tanques debido a que perdieron 23 veces más blindados que los alemanes.
No obstante y a pesar de estas cifras en hombres y blindados que los recursos humanos y la industria de la URSS a medio plazo podría cubrir, el Ejército Rojo llevaría la iniciativa en lo que las tropas soviéticas bautizaron como “Gran Guerra Patria”, retomando una actitud ofensiva y de progresivo avance que culminaría con la caída de Berlín y la derrota del Tercer Reich en 1945.
La Unión Soviética por su parte sufrió muchas más bajas que los Alemanes y grandiosas perdidas en maquinaria de guerra.
La batalla de Kursk también supuso una seria prueba para los soldados soviéticos.


Según los documentos secretos revelados recientemente y las últimas investigaciones, la victoria de la URSS no fue tan brillante y evidente. Ha sido una operación militar duradera y extenuante en resultado de la cual la URSS obtuvo la supremacía estratégica. Hasta el día de hoy la valoración de aquella batalla entre los historiadores militares no es unívoca, pero Rusia salió ganadora en aquella guerra.
No se puede echar la culpa por los fracasos del Ejército Rojo sólo a los jefes militares.
En el año 1943 la Wehrmacht representaba una perfecta máquina de guerra, mientras que la mayoría de los jefes militares rusos no tenía suficiente experiencia por aquel entonces. Todos, desde los soldados hasta los generales, combatían como podían, cometiendo errores que a menudo se corregía a costa de mucha sangre derramada, gracias al enorme coraje de los soldados soviéticos.
La batalla del ‘arco de Kursk’ cambió el rumbo de la guerra. Los vencidos tuvieron que reconocerlo. Más tarde el mariscal de campo Erich von Manstein, el diseñador y jefe de la ‘Operación Ciudadela’, escribió: “Esta operación ha sido el último intento de conservar nuestra iniciativa en el Este.
Tras el fracaso de la misma la iniciativa definitivamente pasó a manos de la parte soviética. Por lo tanto, la ‘Operación Ciudadela’ es un punto clave y decisivo de la guerra en el frente del Este”.
Por otra parte el secretario general del Partido Comunista y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Unión Soviética, Joseph Stalin comentó: “Si la Batalla de Stalingrado anunció el ocaso del Ejército alemán, la Batalla de Kursk lo colocó al borde de la catástrofe.

FUENTE:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=5033297540097740&set=gm.1037153626925561
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Álvaro Núñez de Pazos 

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