18 de diciembre de 1940: Directiva N° 21 “Operación Barbarroja”

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El 28/08/1941, cuando habían transcurrido poco más de 2 meses desde el inicio de la ofensiva, el Mariscal de Campo von Bock llamó al jefe del Estado Mayor Gral. Franz Halder, para soltarle a bocajarro que las defensas de su Grupo de Ejércitos estaban a punto de sucumbir y que sólo se podía evitar ese desastre con el envío de más vehículos blindados. Pero el estado de situación de tanques en las formaciones de los 4 Grupos Panzer es revelador ya en fecha tan temprana



Incluso antes de la "gran conferencia" en el Berghof del 31 de julio de 1940, cuando Hitler anunciaba por primera vez su intención de enfocarse sobre la Unión Soviética para la primavera siguiente, los órganos de planificación de la Wehrmacht habían realizado algunos trabajos preliminares por su cuenta. El comandante en jefe del ejército alemán, Generaloberst Walther von Brauchitsch, a punto de convertirse en mariscal de campo junto con un número de otros altos generales, (su recompensa por la victoria sobre Francia) había ordenado a su plana mayor en el OKH para que “haga un poco de reflexión operativa” sobre tal posibilidad; es más, la agencia del ejército responsable de evaluar la inteligencia militar sobre la Unión Soviética, recibió la orden de investigar la distribución de las fuerzas del Ejército Rojo frente a Alemania. Tras la decisión de Hitler, el trabajo sobre una posible guerra contra la Unión Soviética prosiguió tomando más fuerza.
El 6 de diciembre de 1940, el general Alfred Jodl solicitó al general Walter Warlimont que redactara una directiva para la campaña contra Rusia sobre la base del plan preliminar que había sido aprobado por Hitler. El teniente coronel Bernhard von Lossberg redactó el documento, encargado por Warlimont, y el primer borrador se presentó a Jodl para su revisión el 12 de diciembre de 1940. Jodl amplió los detalles para incluir algunos asuntos de importancia secundaria, pero aceptó en sustancia las conclusiones básicas del proyecto. El mismo día, la Armada presentó un informe en el que subrayaba el peligro de iniciar una guerra en un segundo frente mientras las fuerzas navales de Alemania estaban plenamente comprometidas en la lucha contra Gran Bretaña. El texto fue devuelto a von Lossberg el 14 de diciembre para su modificación y reenviado a Jodl el 16 de diciembre para su aprobación final. Durante su conferencia, Jodl y Warlimont discutieron los peligros de una guerra en dos frentes y los graves problemas que implicaría. El 17 de diciembre Jodl le llevó el texto a Hitler, quien, como era de esperar, ordenó "una considerable alteración” El nuevo texto, en consonancia con los pronunciamientos del Führer del 5 de diciembre.
Los cambios implementados por el gobernante alemán, básicamente se referían a la misión de los dos grupos de ejércitos que se iban a desempeñar al norte de las marismas del Prípiet. Se debía dar prioridad a la captura de Leningrado y Kronstadt ya la destrucción de las fuerzas enemigas en los Estados bálticos. El avance sobre Moscú no se reanudaría hasta que se hubieran alcanzado estos objetivos. Solo si la maquinaria militar rusa colapsara antes de lo previsto, se permitiría al Grupo de Ejércitos Centro avanzar simultáneamente a Leningrado y Moscú. Después de que se hubieran incorporado los cambios necesarios en la directiva, Hitler firmó el 18 de diciembre y se distribuyó a los servicios bajo el nuevo nombre “Unternehmen Barbarossa”.

La idea de trasladar el ataque principal del Grupo de Ejércitos Centro hacia el norte no se originó con Hitler, sino que formó una parte integral del “Estudio Operacional Este” trabajado por von Lossberg. Esto ha planteado algunas preguntas sobre si Hitler alguna vez vio el estudio de Lossberg o si de hecho llegó a esta conclusión por su propia voluntad. Asimismo, el papel de Jodl en asesorar a Hitler sigue siendo un punto de conjetura, ya que sin duda estaba al tanto de la situación del “Estudio Operacional del Este” de Lossberg y podría haber presentado la idea a Hitler y apoyarla nuevamente durante su reunión del 17 de diciembre. Un informe de von Lossberg de la discusión de Hitler con Jodl del 17 de diciembre de 1940 volvió sobre muchos de los puntos principales establecidos por su propio “Estudio Operacional del Este”, incluido el cambio de fuerzas blindadas al norte para ayudar en la limpieza de los Estados Bálticos. antes de que se emprendiera el avance sobre Moscú.
Con “Barbarroja” su clara intención era destruir el Ejército Rojo en lugar de asegurar un terreno específico u objetivo político: “La masa del Ejército [Rojo] estacionado en Rusia occidental será destruida en operaciones audaces que implican penetraciones profundas por puntas de lanza blindadas, y la retirada de los elementos capaces de combatir en la extensa tierra rusa. deben ser prevenida. Por medio del avance rápido, entonces debe alcanzarse una línea desde más allá de la cual la fuerza aérea rusa ya no será capaz de atacar los territorios alemanes”.

Dos semanas antes, en una de las muchas conferencias de planificación para Barbarroja, Hitler había notado que, en comparación con el objetivo de destruir las fuerzas armadas soviéticas fuerzas, “Moscú [no es] de gran importancia” Tanto él como sus asesores militares confiaban en que, si sus fuerzas destruían al Ejército Rojo, la fuerza del régimen comunista de Stalin en Rusia colapsaría, replicando el caos de 1918. Esta suposición, como sabemos, subestimó el control del dictador soviético sobre la población y la capacidad del Ejército Rojo para movilizar reservas estratégicas con fines de reemplazar aquellas fuerzas que los alemanes destruyeran en sus cercos vitales iniciales. Sólo más tarde, en 1941, después de que el Ejército Rojo y el gobierno soviético mostraran capacidad de adaptación, resistencia, elasticidad, solidez frente a verdaderas catástrofes sin paliativos, se puso en consideración que la captura de Moscú era la clave para lograr la victoria temprana.
En el recuento, la global justificación política de la decisión del 31 de julio de 1940 de atacar a la Unión Soviética en la primavera de 1941 no debe llevarnos a pasar por alto los vínculos entre el cálculo y el dogma, entre la voluntad de poder y la ideología, en la política bélica de Hitler. El giro hacia el este no fue ni el paso final, como era lógico, en el camino hacia la creación de un imperio colonial alemán autárquico. El programa de espacio vital de Hitler debe ser visto como una base igualmente sustantiva para su decisión de aferrarse a las fuerzas armadas e iniciativa política para aplastar a la Unión Soviética como lo fue, por sus directivas de marzo de 1941, para llevar a cabo la Operación Barbarroja como una guerra intransigente de aniquilación.

No es así como un ejército moderno ha de conquistar el país más grande del mundo, una columna alemana tirada por jamelgos rusos avanza hacia el este en el frio invierno ruso, pese a su experiencia en el este durante la Primera Guerra Mundial, Alemania desatendió la logística en favor de la planificación operacional. Un error cuyas consecuencias se pusieron de manifiesto el primer día de la campaña



FUENTES:
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Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fuentes:
“The German Campaign in Russia-Planning and Operations (1940-42)” - Department of the Army Pamphlet of United States (1955)
“Operation Barbarossa – Hitler´s Invasion of Russia 1941” - David M. Glantz (2011)
“Operation Barbarossa and Germany’s Defeat in the East”- David Stahel (2010)
“The First Day in the Eastern Front – Germany Invades the Soviet Union June 22, 1941” de Craig Luther (2019)
“Germany and the Second World War – Vol. 4” Editado por the Militärgeschichtliches Forschungsamt (Research Institute for Military History), Potsdam, Germany. 


 
































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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