Como apasionado de la Historia y en particular de un período tan trascendental como la Segunda Guerra Mundial, desde una edad bien temprana comencé a interesarme por el mayor conflicto bélico que hasta la fecha ha conocido la Humanidad.
No tiene nada de extraño ni sorprendente a mi entender, que haya empleado parte de mi tiempo en pensar e investigar sobre lo que fue un suceso tan colosal, y de tanta envergadura como la Segunda Guerra Mundial.
Parece fácilmente explicable, el deseo de aunar lo que anda esparcido en torno a este inquietante y al tiempo apasionante acontecimiento, y más cuando considero (quizá erróneamente) que, existen motivos suficientes, elementos de convergencia y trama que, de divergencia o desate.
Soy plenamente consciente de la modestia de mi trabajo, pensar en un análisis histórico de lo que fue este hecho tan transcendental para la Humanidad, aparte de un desafío personal, exige muchas más aptitudes, capacidades y conocimientos de los que poseo. La ocupación y también la preocupación que aquí quedan reflejadas, se justifican en una cualidad que sí creo poseer, la sinceridad.
Insisto, no hago propaganda de ningún tipo, sólo muestro los múltiples puntos de vista respecto al tema de la Segunda Guerra Mundial. Ustedes deciden que actitud tomar sobre este inquietante y al tiempo controvertido mundo. Y aclaro, pues tal vez sea necesario hacerlo, que uno ni es dueño de la verdad, ni busca imponer ningún punto de vista sobre alguna cuestión sujeta a debate a nadie. Sólo me interesa el hecho histórico.
Sólo pretendo mostrar información sobre la historia de la Segunda Guerra Mundial y en ningún caso crear polémica ni decantarme por ningún bando o ideología y desde el respeto a todos los soldados caídos durante el conflicto sean del bando que sean. Todos y cada uno de ellos merecen el máximo respeto.
En el capítulo de colaboraciones y agradecimientos quiero mostrar mi gratitud personal a Sandra Fabiana Álvarez Pelillo por la humildad, la gentileza y por la disposición plena que ha tenido conmigo desde el principio de todo, y a la hora de aportarme todo el soporte digital informático, así como citas, datos, y muchas de las fotos que ahora se publican.
Quiero darte las gracias Fabiana, por tu excelente trabajo, serio, prolijo, muy cuidado y bastante ameno. Pero sobre todo, quisiera darte las gracias por creer en mí, nada grande se ha hecho en el mundo sin una gran pasión, muchas gracias por tu trabajo y por quererlo compartir conmigo. Un gusto y una suerte haber podido contar contigo al emprender esta emocionante y excitante aventura.
Evidentemente, por supuesto, quiero dar las gracias a los administradores D. Álvaro Núñez de Pazos y D. Pál Maléter de las páginas Historia de la Segunda Guerra Mundial, Así fue la Segunda Guerra Mundial, Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial, Apocalipsis: la Segunda Guerra Mundial™, y Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial, por darme todas las facilidades para que yo pudiera realizar con entera satisfacción mi humilde trabajo. Agradecimientos y créditos a quien realmente los merece, de antemano, muchísimas gracias.
Quedan los agradecimientos que por obligados no dejan de ser sinceros. El presente trabajo se ha beneficiado de la agudeza de mi mujer, que tiene que soportar lo que no está en los escritos, y a la que estoy eternamente agradecido, y de mi hija Irene, por soportar ausencias y aguantarme, puede decirse que este trabajo nunca habría sido posible, sin la maravillosa ayuda recibida de ellas.
Por fuerza y por razón, les dedico una simple palabra de agradecimiento por el amor, la ayuda, y por permitirme vivir a la vez en el presente y en el pasado.
Pedro Pablo Romero Soriano PS