LOS COMBUSTIBLES EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (ALEMANIA)
Una pregunta que hay que hacerse es ¿Cuán estratégicos son los combustibles?. Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial Alemania tenía petróleo asegurado desde las refinerías rumanas; EE.UU. tenía su propio petróleo y el crudo más barato suministrado por los países latinoamericanos; Gran Bretaña mantenía la hegemonía sobre el petróleo de Medio Oriente, con explotaciones en Canadá, Papúa, Sudamérica, África y Europa; y Japón lo obtenía en un 80% de EE.UU. y un 20% de los campos petrolíferos de las Indias Holandesas en el Sureste Asiático.
Pese a ser un mediocre estratega militar, Adolf Hitler tuvo una comprensión de los fundamentos económicos de la guerra a gran escala al igual que el alto mando alemán.
A su llegada al poder en 1933, Hitler empezó la búsqueda de métodos para aumentar la exploración y producción de petróleo, a pesar de todas estas medidas, no había suficiente petróleo disponible en Europa para satisfacer las enormes necesidades de una fuerza mecanizada al servicio de un país con objetivos expansionistas.
Una división panzer normalmente consumía 1.000 galones (aprox. 30 barriles) de combustible por milla recorrida. Por lo tanto, a pesar de las medidas draconianas practicadas por la Wehrmacht, rápidamente se hizo evidente que las tácticas alemanas debían ser modificadas para funcionar dentro de los límites de los recursos disponibles.
La guerra en el oeste de Europa, 1940 -1941 El Ejército alemán y la fuerza aérea habían aprendido durante la campaña polaca la necesidad de acumular reservas de combustibles para la guerra en el Oeste.
Al final de la campaña contra Francia, la Wehrmacht había capturado a más de 20 millones de barriles de petróleo de los franceses, belgas y holandeses y dado que habían utilizado sólo 12 millones de barriles a través de la campaña, tuvieron una ganancia neta de 8 millones de barriles.
Sin embargo, y para mostrar la precaria situación de los combustibles en Alemania, los Estados Unidos produjeron en 1937 más de un millón de barriles por día, y ni hablemos de la falta de combustible del Afrika Korps, petróleo y la Operación Barbarroja contra la Unión Soviética.
Los motivos por los cuales Hitler decidió atacar a la Unión Soviética aún se debaten hoy, pero es evidente que las preocupaciones por el suministro de petróleo jugaron al menos una parte en esa decisión.
La mayor parte del crudo de Hitler provenía de los campos rumanos en Ploesti, y al avanzar los soviéticos cerca de la frontera con Rumanía, el Ejército Rojo quedó muy cerca de las líneas de suministro críticos alemanes.
Fue en ese momento que Hitler decidió invadir la Unión Soviética. Por supuesto, Hitler tenía objetivos políticos y militares en su invasión, así, a saber, la destrucción del régimen soviético y del Ejército Rojo.
Estos objetivos entran en conflicto con la necesidad de obtener petróleo una vez que comenzó el ataque.
A principios del otoño, Maikop estaba en manos de los alemanes, y en diciembre de petróleo fluía una vez más de ella, a pesar de los esfuerzos de partisanos soviéticos y saboteadores por impedirlo.
Sin embargo, el Grupo de Ejércitos A nunca llegó a Grozny o Bakú. Hitler perdió de vista su objetivo material y lo cambió por el de Stalingrado que sólo tenía importancia simbólica.
Hitler transfirió ocho divisiones del Grupo de Ejércitos A al B, y con su parque vehicular debilitado, el Grupo A no pudo ingresar a la zona montañosa y tampoco pudo resistir el posterior contraataque soviético cuando llegó. Finalmente Maikop fue retomado por los soviéticos en enero de 1943.
Una campaña que debía haber durado sólo unas semanas se había extendido por meses y luego por años. La mitad de las reservas de petróleo de Alemania se consumieron en el Frente Oriental.
A principios de 1942, Hitler dijo: "Si no consigo el petróleo de Maikop y Grozni, entonces tengo que poner fin a la guerra." Debió de haber aceptado su propio consejo.
Entre mayo y septiembre de 1944, los bombardeos aliados redujeron la producción alemana de combustible sintético en un 85 por ciento.
En una sólo ataque el 12 de mayo, 935 bombarderos tipo Flying Fortress y Libertador atacaron las instalaciones petroleras en Zwickau, Leuna, Brux, Lutzendorf y Bohlen. Cada instalación fue dañada, y la mitad de ellos fueron cerrados.
Como una nota final, poco después de la rendición del Japón, un destacamento de marineros estadounidenses fue a arrestar el general Hideki Tojo por crímenes de guerra.
Él intentó suicidarse, y se necesitaron dos horas para encontrar una ambulancia con suficiente combustible para llevarlo a un hospital.
Un oficial naval americano, testigo de los hechos reflexionó: "Lo que aprendí entonces fue que no se debe perder una guerra, y la manera de perder una guerra es quedarse sin petróleo".
La guerra se decidió por los motores y el octanaje." - Joseph Stalin.
"Por encima de todo, la gasolina controla cada movimiento." - Winston Churchill.
ALEMANIA EN 1943, EL PROBLEMA DEL COMBUSTIBLE
A partir de 1943, el suministro de combustible se convirtió en una de los más graves problemas de Alemania, en especial de la PanzerWaffe.
Hasta entonces el Heer dispuso de suficiente combustible para cumplir con sus requerimientos operativos (salvo casos puntuales como el Teatro Africano o Stalingrado).
Antes de la ejecución de Barbarossa, Alemania obtenía su combustible, principalmente del comercio con la URSS. El acuerdo comercial entre ambas naciones convirtió el bloqueo británico en una medida inútil.
Sin embargo tras el inicio de la invasión, el petróleo soviético dejó de fluir. Los únicos pozos capturados por los alemanes en el Cáucaso, en Maykop, apenas suministraron unos cuantos barriles de petróleo, gracias a la cuidadosa labor de demolición hecha por los ingenieros del Ejército Rojo.
Lo que dejó el abastecimiento alemán reducido a dos fuentes: Los yacimientos de Ploesti en Rumania y las plantas de hidrogenación (Buna) que permitían obtener combustible del carbón.
Así las cosas Alemania no estaba inmediatamente amenazada de verse colapsada por falta de combustible, pero tampoco estaba en condiciones de dilapidarlo.
En esa situación, lo esperable hubiera sido que los diseñadores alemanes hubieran prestado especial atención al ahorro de gasolina, trabajando en motores con un rendimiento más eficaz, con una buena relación consumo/distancia.
Sin embargo eso no fue así.
Si nos fijamos en las características de los diseños alemanes que entraron en servicio hasta 1943, veremos que en general el rendimiento de los vehículos alemanes era bastante razonable.
Tomemos como parámetro de comparación los carros soviéticos, cuyos motores demostraron ser los más eficientes en términos de consumo de toda la guerra.
Conociendo el público general más de uno me responderá “No puedes comparar un motor diésel y uno de gasolina” lo que realmente es una asunción equivocada.
Ciertamente un motor diésel debe tener por regla un consumo inferior a un motor de gasolina, pero para ello, dicho motor debe ser diseñado en pro de dicha eficiencia, en contrapartida a esta idea tenemos al M4A2 (240 kms) y M4A4 (190 kms), ambas versiones del carro norteamericano usaban un motor diesel los cuales tenían un consumo de combustible de 2.65 y 2.78 litros por kilómetros respectivamente, un consumo similar al que tenía el carro pesado Tiger I, equipado con motor de gasolina, y esto fue así en los vehículos anglo británicos, debido a que en la filosofía que dictó el desarrollo de sus motores nunca se previó una falta de combustible.
Todas las distancias van referidas a circulación por carretera, no campo a través y a la versión más común en servicio.
T-34/76: 790 Litros para 465 km por carretera = 1.69 litros/km
KV-1: 600 Litros para 335 km por carretera = 1.79 litros/km
SU-76: 420 Litros para 320 km por carretera = 1.31 litros/km
Los carros alemanes medios y pesados diseñados y/o puestos en servicio hasta comienzos de 1943 son los Panzer III, IV, Tiger I (P) y Tiger I (H).
Igualmente podemos incluir en esta lista a los StuG, Sturm 33 y Nashorn (ya que éste empleó un chasis diseñado con anterioridad, el híbrido III/IV).
No he añadido los Marder pues fueron improvisaciones.
Panzer III: 320 Litros para 165 km por carretera = 1.93 litros/km
Panzer IV: 470 Litros para 200 km por carretera = 2.35 litros/km
VK 4501 Tiger Porsche: 520 Litros para 80 km por carretera = 6.50 litros/km
Tiger I: 534 Litros para 195 km por carretera, = 2.73 litros/km
STUG III: 310 Litros para 155 km por carretera = 2 litros/km
Sturm 33: 320 Litros para 110 km por carretera = 2.9 litros/km
Nashorn: 470 Litros para 235 km por carretera = 2 litros/km
Como muestra la tabla, los carros de la primera generación de panzer tienen todos unos consumos apenas superiores al de los carros soviéticos, lo que puede considerarse como un gran logro ya que sus carros lograban un rendimiento más que excelente al ser motores de gasolina al ser comparados con los ahorradores motores diesel, a excepción del Tiger I, que aumenta su consumo un 50% más que el KV-1, y el Sturm 33, que fue un diseño fallido y pronto se desechó.
Ahora bien, las cifras del carro pesado de la Porsche son asombrosas: El Tiger (P) consume casi tres veces más que el carro pesado soviético.
Parece que el concepto AHORRO no estaba en la lista de prioridades del buen Dr Porsche.
En cualquier caso, dado que el Tiger (P) no entró en servicio (sólo dos unidades serían terminadas como Tiger P), podemos concluir entonces, que el consumo de los panzer alemanes no era excesivo, por el contrario, aprovechaban muy bien cada litro gastado en su funcionamiento, esto al menos durante la primera mitad del conflicto.
¿Qué podemos decir de las siguientes generaciones de panzer?
Veamos los carros soviéticos que entraron en servicio a partir de 1943.
T-34/85: 810 Litros para 350 km por carretera = 2.31 litros/km
IS-2: 820 Litros para 270 km por carretera = 3.41 litros/km
ISU-152: 555 Litros para 220 km por carretera = 2.52 litros/km
SU-122: 860 Litros para 500 km por carretera = 1.72 litros/km
Como vemos este sería el consumo más alto alcanzado por los carros soviéticos en la guerra.
El rendimiento empeoró ligeramente aumentando el consumo en los carros medios y caza-carros, y bastante en los carros pesados.
Eso se debió, entre otras cosas, a que de 1943 en adelante la URSS mejoró mucho su suministro de combustible gracias a la ayuda norteamericana y la reconstrucción de sus propias infraestructuras industriales.
El combustible no era ya una limitación para el Ejército Rojo, y no lo fue para sus diseñadores.
¿Y los alemanes?. Entre 1943 y 1945 se diseñaron y pusieron en servicio los Ferdinand (los incluyo aquí ya que su planta motriz se reformó en 1943, instalando una diferente a la del Tiger P), Panther, Tiger II, Brümmbar, StuG IV, JagdPanzer IV, JagdPanther, Hetzer, JagdTiger y SturmTiger.
Veamos sus cifras:
Ferdinand /Elephant: 950 Litros para 150 km por carretera, = 6.33 litros/km
Panther Ausf G: 730 Litros para 250 km por carretera, = 2.92 litros/km
JagdPanther: 700 Litros para 160 km por carretera, = 4.37 litros/km
Tiger II: 860 Litros para 170 km por carretera, = 5.05 litros/km
JagdPanzer IV: 470 Litros para 210 km por carretera, = 2.23 litros/km
JagdTiger: 865 Litros para 170 km por carretera, = 5.08 litros/km
SturmTiger: 540 Litros para 120 km por carretera, = 4.50 litros/km
Brümmbar: 470 Litros para 210 km por carretera, = 2.23 litros/km
StuG IV: 430 Litros para 210 km por carretera, = 2.04 litros/km
Hetzer: 320 Litros para 177 km por carretera, = 1.80 litros/km
Queda claro que la eficiencia de los motores no era una prioridad para los diseñadores alemanes.
Los únicos vehículos que mantienen un consumo moderado son los derivados del Pz IV y el Hetzer, que a su vez es un derivado del modelo checo Panzer 38T (LT vz. 38), es decir, son vehículos que emplean la mecánica de la primera generación.
En cambio, los modelos de nuevo diseño presentan unos niveles de consumo que duplican, e incluso cuadruplican al consumo mostrado en los primeros Panzer.
Dicho sea de paso, está claro que la leyenda del Tiger I consumiendo litros y litros de gasolina se cae por su peso: consumía, pero no en exceso.
En cambio el Tiger II si es una maquina devoradora de combustible.
Dado que la mayoría de esos vehículos entraron en servicio cuando Alemania ya experimentaba serios problemas con el abastecimiento de combustibles, debido sobre todo a la destrucción de las comunicaciones gracias al bombardeo aliado y luego la situación se agravó a finales de 1944 cuando Ploesti cayó y los bombarderos norteamericanos se centraron en las plantas de hidrogenación, está claro que la política de introducción de nuevos modelos por parte de WaPrüff 6 no tuvo demasiado en cuenta las limitaciones logísticas, lo que demuestra una grave falta de previsión y/o una enorme corrupción en la escogencia de dichos diseños.
Los caza-carros pesados son de lejos los vehículos más problemáticos al respecto, debido en especial a su enorme peso, el consumo del Jagdtiger es más de cuatro veces superior al del Hetzer.
El mito de la eficiencia alemana, se evapora tan rápido como se agotaba su combustible.
La situación no sólo afectaba a las unidades en el Frente, sino que dejó bastante incapacitadas a las escuelas de formación.
Ante la falta de combustible era imposible que los futuros conductores de panzer se adiestraran el manejo de los Panther y Tiger, limitándose a tener que entrenar con carros Pz III y IV (carros de la primera generación, como vimos muy ahorradores).
Cuando llegaban a las unidades, los tripulantes debían adaptarse a sus carros partiendo prácticamente desde cero.
Eso repercutiría en un aumento del volumen de averías y redujo la capacidad operativa de las fuerzas acorazadas, ya que la eficacia táctica de los panzer disminuyó proporcionalmente a la impericia de sus tripulantes.
Para terminar este apartado, y a título de curiosidad, citaré las características de rendimiento del proyecto Pz VIII Maus y el E-100.
El carro súper pesado de la Porsche tenía una capacidad de combustible de nada menos que 2.600 litros, lo que le permitía funcionar sin reaprovisionar la gran distancia de… 160 km.
El consumo, pues, era de 16.25 litros por kilómetro (En comparación convertía al Tiger II con sus 5.05 litros/km es un vehículo económico).
Por el otro lado tenemos al E-100 que tenía una capacidad de 2.050 litros para una distancia similar 160 km, lo que daba un consumo ligeramente mejor, 12.8 litros por kilómetro.
De dónde pensaban sacar los alemanes las asombrosas cantidades de combustible requeridas para mover a estos monstruos es algo que sólo podemos dejar a la imaginación, y demuestra hasta qué punto de irracionalidad se llegó en el diseño de los medios acorazados alemanes.
Los entusiastas de los carros gigantes (que los hay) deberían fijarse bien en esas cifras antes de ponerse a imaginar sobre lo que hubiera hecho Alemania de haber podido construir algunos centenares de esos absurdos gigantes.
FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica_energ%C3%A9tica_de_Alemania_en_la_Segunda_Guerra_Mundial
https://es.wikipedia.org/wiki/Pol%C3%ADtica_energ%C3%A9tica_de_Alemania_en_la_Segunda_Guerra_Mundial
https://www.facebook.com/StrategicCoHistoryOnWar/posts/177147053205863?__xts__%5B0%5D=68.ARDCIQyBswDHsVdQvnzYbF3nvJcQaAbSYVdFs9_-TD0FabnfuI6NXo40t4FpP9bs5ryjQtbe3bvyHw0mUKbYI4GMWrtjWzY7osPjwxFP8IhAlZRgrcqSiFRSmsy6qZ4VWVSddsxozz7oAcaRDoR8PlMBe-SYIK1MLhM2EvILhwewtClBwcCeMUmEEUaVX94aeQT6mu8V_uAKt7IZevDUVFrW_SmIet8dcjB1dT812BRiDhMdRl2yvhA4OjRt4RZn5WqCz_3nJDhfagp2X4xpxycWasDELYGPP2CfYlMXwa6d3R6xZvlxGTrktqBo1mB5T6KYLUBO5-qOGZISIYZODFI&__tn__=K-R
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Pedro Pablo Romero Soriano PS