Vista del Cañón MI de 90 mm en las Islas Solomon en Noviembre de 1943

El problema más complicado consistía en replegar la cureña y la plataforma sobre un un eje. Poco después de iniciarse la producción del M1 comenzó la del M1A1 en el que se había previsto la incorporación de un cargador de muelles. En la práctica, este cargador fue más perjudicial que otra cosa y habitualmente era desmontado del complejo.

Cañón AA de 90 mm en Okinawa, en 1945

La cureña M2 tenía un diseño totalmente diferente con una plataforma de tiro bajo montada sobre cuatro patas cuando disparaba; sin embargo, el cambio principal afectaba al cañón, que se convirtió en el M2, en el que la munición se cargaba mediante un nuevo cargador y un nuevo graduador de la espoleta mucho mas rápido y acertado, que le daba una cadencia de tiro de 27 disparos por minuto. Algunos fueron dotados también con un pequeño escudo protector.

Dirección de Tiro M7 utilizados por las piezas de 90 mm

Cañones M2 de 90 mm en Corea

El cañón de 90 mm también se utilizaron como defensa costera exclusivamente, con un montaje sobre una torreta blindada especial y, durante cierto tiempo, se propuso que estas torretas llevaran incluso sus propios cargadores automáticos, lo que disminuía el numero de hombres necesarios para su servicio, ya que podía ser cargado y disparado por control remoto.

También fue usado en los carros cazacarros M36 que empleaban chasis de carros Sherman; asimismo hubo diversos diseños avanzados para producir un cañón contracarros remolcado de 90 mm, pero ninguno llegó a entrar en servicio. La pieza normalizada utilizaba tres tipos de proyectil, los M58, M71 y M82.

Un M2 de 90 mm conservado en el United States Army Ordnance Museum

Un M1 de 90 mm conservado en el Airborne Museum, en Sainte-Mère-Église, Francia

Un 90 mm M1 en Guadalcanal, en 1942

Infantes de Marina del Batallón de Defensa Nº 51 en Montford Point, Camp Lejeune, antes de su despliegue en la Guerra del Pacífico

Un 90 mm M1 en la Base CFB Borden, Ontario (Canadá)

Grupo de artillería antiaérea funcionando un cañón de 90 mm M1, ??cerca de la costa de Inglaterra, abril de 1944

Cañón MI de 90 mm sobre cureña M1A1 esta emplazado en un pozo para participar en defensa de una playa

Un Cañón 90 mm M1 en acción

5. VÍDEO

6. FUENTES

El cañón se asentaba en un afuste sobre una plataforma en forma de cruz y se transportaba al sujetarle un armón con 2 ruedas en cada extremo. Al parecer lo proyectaron ingenieros alemanes que trabajaban en la Bofors y luego pasaron a la Krupp. El Flak 18, fabricado unos años después, tenía un aire en ciertos aspectos a este cañón.

Parece ahora casi seguro que ocurrió algún tipo de intercambio entre las dos compañías, ya que casi al mismo tiempo el equipo Krupp produjo un cañón de 75 mm que llevaría posteriormente a desarrollar el famoso 88 alemán y la Bofors produjo su Modelo 1929 de 75 mm.

Un Bosfors M1929 en Finlandia

Un Bofors M1929 en Suecia

Las versiones de exportación fueron vendidas a Argentina, China, Finlandia, Grecia, Hungría, y Tailandia, algunos con calibre 75 mm y otros con 80 mm.

Uno de los compradores más importantes fue Hungría, que recibió cañones de 80 mm, usados ampliamente durante el periodo en el que el Ejército húngaro estuvo aliado con el alemán en el Frente Oriental desde 1941 a 1944 quedando muchos para la defensa antiaérea del territorio. En Hungría el Modelo 1929 fue conocido como el 29M 8 cm. Otro comprador de cañones de 80 mm fueron las Indias Orientales Holandesas, pero pocas piezas sobrevivieron a 1942.

Un Bofors M1929 en Tailandia

Cañón antiaéreo Bofors 75 mm tailandés

4. FUENTES

Batería de QF 3.7 en Hyde Park, London en 1939

La causa principal de esta lentitud fue la cureña del cañón que, a diferencia de la boca de fuego moderna y relativamente simple, era de una gran complejidad. La intención fue asignar el cañón al ejército de campana para lo que debería ser totalmente móvil, pero la pieza final sólo resultaba semi-móvil.

Cañón, cuña y resbaladeras se sustentaban sobre una amplia plataforma de tiro que, en combate, se apoyaba a su vez sobre cuatro patas. Las ruedas delanteras podían ser bajadas hasta el suelo durante el ataque para que proporcionasen algún tipo de contrabalance debido al peso del propio cañón, mientras que el eje trasero se desmontaba completamente.

Un AEC Matador transportando un QF 3.7 en Caen en 1944

Cuando las piezas comenzaron a ser distribuidas por primera vez, los artilleros no las acogieron con simpatía ya que preferían el manejable y familiar cañón de 76,2 mm, pero luego apreciaron las prestaciones del cañón de 94 mm que excedían con mucho las del anticuado cañón. De hecho, la pieza de 94 mm tenia unos servicios excelentes a pesar de que su transporte y emplazamiento no fuera siempre fácil.

El problema del Transporte, era siempre un problema

El cañón de 94 mm fue utilizado también como arma contracarros en la campaña del desierto del África Occidental, pero su peso y volumen lo hicieron poco adecuado para esta misión, aunque la pieza todavía fuera capaz de destruir cualquier carro de combate de aquella época. En cambio, continuó siendo utilizado como pieza antiaérea y por ello, nunca tuvo realmente oportunidad de mostrarse como el equivalente británico del 88 alemán.

Un QF 3.7 conservado en Batey ha-Osef Museum, Tel Aviv, Israel

Los alemanes la emplearon en este último tipo de misiones, tras haber capturado algunos ejemplares en Dunquerque, pues apreciaron la eficacia del arma, designada como Flak Vickers M.39(e) de 9,4 cm, de tal modo que llegaron a fabricar municiones tanto para función contracarros como para la defensa costera: en concreto, estos cañones fueron particularmente efectivos en Walcheren, donde llegaron a hundir varias barcazas de desembarco aliadas.

El cañón continuó prestando servicio en el Ejército británico hasta que el Mando de la Defensa Antiaérea fue disuelto en los cincuenta. Muchas piezas fueron vendidas o cedidas a otras naciones y algunas son utilizadas todavía en Sudáfrica y Birmania.

Un Cañón de QF 3,7 de 94 mm emplazado en una improvisada posición en el desierto, hecha con cajas de municiones italianas rellenas con piedras. La boca de fuego está provista con alzas de parrilla con to que no hay duda de que el cañón está operando lejos de su emplazamiento normal

Una batería completa de doce cañones de QF 3,7 de 94 mm dispara una salva para festejar la victoria en mayo de 1945 en Larkhill, Salisbury

Un QF 3.7 conservado en el Museo de la RAF en Duxford

Un QF 3.7 conservado en el US Army Ordnance Museum

Un QF 3.7 conservado en Batey ha-Osef Museum, Tel Aviv, Israel

4. VÍDEO

5. FUENTES