Infantería alemana montada en un Sturmgeschütz StuG III Ausf. B en algún lugar de la Unión Soviética durante la 'Operación Barbarroja' en el verano de 1941. (Color by Irootoko jr)
Soldados alemanes durante la Tercera Batalla de Jarkov, 1943
Unteroffizier Heer- Wehrmacht Hans Heinz Rehfeldt Panzerkorps "Großdeutschland" in Russland, Ungarn, Litauen und im Kampf um Ostpreußen, 1941-45
Skijäger-Division (Wehrmacht) en Pripet. Ucrania, Febrero de 1944
Portrait of a German soldier in Russia - winter 1943 or 1944
Señalizando para la Luftwaffe la zona alemana en el Frente Oriental en 1942
Frente Oriental
"Con ojos ansiosos escanean los campos cubiertos de nieve en busca del enemigo. Los fuertes vientos enmascaran los sonidos del motor y perturban la suave nieve creando una pantalla blanca que refleja la luz solar y ciega a los defensores.
Si el T-34 logra acercarse lo suficiente, la suerte estará echada..."
Medio escondido detrás de una ‘ishba’ (vivienda típica rusa), un cazacarros alemán Nashorn (presumiblemente adscrito al 519° Batallón de Cazacarros Pesados) espera pacientemente.
Durante el invierno de 1943/44, en la estepa rusa casi infinita, el cañón PaK43 L71 de 8,8 cm del Nashorn estaba en su elemento.
La potencia de fuego, el alcance y la óptica superiores marcaron la diferencia y, como resultado, entre el 20 de diciembre de 1943 y el 22 de febrero de 1944, el 519° contaban 290 victorias por sólo 29 derrotas.
Con el verano llegó el empuje final soviético hacia Berlín. La operación Bagration aplastó todo a su paso, incluido al 519°.
En julio, todos los caza-carros se habían perdido, la debacle total alemana era cuestión de tiempo
Frente Oriental
(Diciembre de 1943)
Infantería alemana avanzando por la estepa cubierta de nieve en Ucrania.
Van provistos de indumentaria invernal, de la que no dispusieron en el invierno del 41; al menos los supervivientes de Barbarroja
Frente Oriental. Blindados soviéticos del 2° Frente Báltico avanzan a través de una región boscosa en Letonia (Latvia), 1944. En primer plano un cañón autopropulsado SU-152 y al fondo, lo que parecer ser un tanque Matilda de fabricación británica
Frente Oriental.
StuG III Ausf. B del Hauptmann Franke 3ª Batería de Sturmgeschütz, 244° Batallón rueda al centro de Stalingrado (posiblemente en Kurskaya Ulitsa). Septiembre de 1942. Aunque el batallón estaba equipado principalmente con cañones de asalto de cañón largo, la grave escasez de municiones para los 7.5cm L / 43 KwK 40 de este vehículo obligó a los cañones de asalto de cañón corto más antiguos a desplegarse continuamente en la lucha callejera
Der Ostfront in Rußland
En este frente perdieron la vida 27 millones de soviéticos, 6 millones de alemanes y aliados del Eje y casi 6 millones de polacos (más de la mitad eran polacos judíos), más de un 60% de las víctimas de esa guerra en todo el mundo.
Se estima que en el Frente Oriental murieron el 73% de los soldados alemanes que murieron en la guerra. Convendría ser un poco rigurosos y decir que el esfuerzo alemán se volcó ampliamente casi en un 80% en el Frente Oriental, en el oeste en cambio, fue mucho menor.
Y fue allí, en el Frente Oriental, donde se decidió la guerra, esto es como una corta información académica para tener en cuenta.
Enfrentado a una guerra total, Stalin no dudó en practicar la táctica de tierra quemada ya probada contra Napoleón en 1812, en organizar una guerra de guerrillas, en trasladar todas las industrias a la retaguardia y en sacrificar a todos los hombres que fuesen necesarios.
Tras la paralización de la ofensiva alemana en diciembre de 1941 y con la ayuda de los aliados occidentales, la Unión Soviética pudo reconstruir su ejército, movilizar a todo el país en nombre de defensa de la patria, y para 1942 la producción de armamento soviética ya era superior a la alemana.
Los países que enviaron cantidades importantes de sus ejércitos a este frente fueron: Alemania, Finlandia, Hungría, Italia, Polonia, Rumania y la Unión Soviética, en esta última se incluyen las tropas de Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania, Mongolia y Ucrania. Tropas o voluntarios de Croacia, Bélgica, Eslovaquia, España, Grecia, y otros países aliados de las Fuerzas del Eje también participaron, si bien sus contribuciones no fueron determinantes.
Ostfront, foto coloreada por Doug Banks
Después de la rendición del 6º Ejército Alemán en Stalingrado el 2 de febrero de 1943, el Ejército Rojo lanzó ocho ofensivas durante el invierno. Muchas estaban concentradas a lo largo de la cuenca del Don cerca de Stalingrado.
Estos ataques resultaron en ganancias iniciales, hasta que las fuerzas Alemanas fueron capaces de tomar ventaja de la sobre extensión y debilitada condición del Ejército Rojo, y lanzar un contraataque para recapturar la ciudad de Jarkov y áreas circundantes.
Esta sería la última victoria estratégica importante de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial.
Dos soldados alemanes toman algo de tiempo para sentarse y descansar detrás de un tanque pesado soviético de kv-1 y tener un cigarrillo. Frente Oriental, 1943
Las lluvias de primavera impidieron las operaciones en la Unión Soviética, pero ambos lados usaron este tiempo para prepararse para la inevitable batalla que llegaría en el verano.
La fecha del comienzo de la ofensiva se había movido repetidamente, debido a que retrasos en su preparación habían forzado a los alemanes a posponer el ataque.
El 4 de julio, la Wehrmacht, después de reunir la concentración de poder de fuego más grande de toda la Segunda Guerra Mundial, lanzó su ofensiva contra la Unión Soviética en el saliente de Kursk.
Un prisionero de guerra soviético con armadura identificada como sn-42 es curiosamente observado por un soldado alemán, Frente Oriental 1942.
Las estimaciones del rendimiento de la armadura de los soldados de primera línea fueron variadas, recibiendo comentarios tanto positivos como negativos.
Los comandantes de la unidad y los soldados dijeron que la coraza funcionaba bien en los combates callejeros y en otros tipos de combate cuerpo a cuerpo, y además del casco de acero, era un método bueno y confiable de protección contra bayonetas, balas y metralla.
También es necesario señalar el valor moral de la coraza. Los soldados equipados con las corazas que habían experimentado su fiabilidad entraron en batalla con calma y seguridad.
Sin embargo, en el campo donde los equipos de asalto a menudo tenían que rastrear las corazas eran solo una carga innecesaria
Frente Oriental.
Panzer VI "Tiger I" (231) de la 2ª Compañía / 503° Batallón de Tanques Pesado durante la "Operación Zitadelle" en el área de Bélgorod, Rusia, a inicios de agosto de 1943.
El 503° (adjunto al XI. Armeekorps), participó en la "Operación Zitadelle", una operación ofensiva destinada a destruir el saliente de Kursk. Cuatro días antes del comienzo de "Zitadelle", el batallón informó que 42 de sus 45 tanques Tiger estaban operativos.
Los Tiger del 503º tuvieron un buen desempeño en la ofensiva, perdiendo tres Tiger durante la operación y cinco más durante la retirada posterior. Del 5 de julio al 17 de agosto, la unidad reclamó la destrucción de 385 tanques, 4 cañones de asalto y 265 cañones antitanque
Los soviéticos conocían sus intenciones, y se apresuraron a defender el saliente con un sistema enorme de defensas en el terreno. Los alemanes atacaron a la vez desde el norte y el sur del saliente y esperaban encontrarse en el medio, cortar el saliente y atrapar a 60 divisiones soviéticas.
La ofensiva alemana en el sector Norte fue abortada cuando consiguieron realizar muy pocos progresos a través de las defensas Soviéticas, pero en el sector Sur hubo verdadero peligro de producirse una penetración Alemana.
Los soviéticos trajeron entonces sus reservas para contener el empuje alemán en el sector Sur, y la consiguiente Batalla de Kursk, llegó a ser la batalla de tanques más grande de la guerra, cerca de la ciudad de Prokhorovka.
Los alemanes ya no tenían reservas de consideración, habiendo agotado sus fuerzas acorazadas y no pudieron parar la contraofensiva soviética que los lanzó de vuelta a sus posiciones de partida.
Soldiers of Leibstandarte SS Adolf Hitler somewhere on the Eastern Front
Los soviéticos capturaron Jarkov después de su victoria en Kursk, y con la amenaza de las lluvias del otoño, Hitler estuvo de acuerdo en una retirada general a la línea del Dnieper en agosto.
A fines de septiembre, los alemanes encontraron la línea del Dnieper imposible de sostener cuando crecieron las cabezas de puente soviéticas. Ciudades importantes del Dnieper empezaron a caer, siendo la primera Zaporozhye, seguida por Dnepropetrovsk.
A principios de noviembre los soviéticos penetraron a través de sus cabezas de puente a ambos lados de Kiev y recapturaron la capital ucraniana.
El 1er Frente Ucraniano atacó en Korosten en Nochebuena, y el avance soviético continuó a lo largo de la línea del ferrocarril hasta que se alcanzó la frontera polaco-soviética de 1939.
Los soviéticos lanzaron su ofensiva de invierno en enero de 1944, en el sector norte y liberaron el brutal sitio de Leningrado.
Los alemanes hicieron una retirada ordenada desde el área de Leningrado a una línea más corta, basada en los lagos del sur.
Para marzo los soviéticos golpearon en Rumanía desde Ucrania. Las fuerzas soviéticas rodearon al 1º Ejército Panzer, al norte del río Nistru.
Los alemanes escaparon de la bolsa en abril, salvando a la mayoría de sus hombres pero perdiendo su equipo pesado.
Durante abril, el Ejército Rojo lanzó una serie de ataques cerca de la ciudad de Iaşi, Rumanía, con el objetivo de capturar el sector, estratégicamente importante, que esperaban usar de trampolín para lanzarse hacia Rumanía para una ofensiva de verano.
Cuando lanzaron el ataque a través del bosque de Târgu Frumos los soviéticos fueron rechazados por los alemanes y las fuerzas rumanas, al defender con éxito las fuerzas del Eje el sector a través del mes de abril.
Un Feldwebel médico alemán, se prueba unas chanclas de paja tejidas por un campesino ucraniano. Ucrania, febrero de 1942
Cuando las tropas soviéticas se acercaron a Hungría, las tropas alemanas ocuparon Hungría el 20 de marzo. Hitler pensó que el líder húngaro, el Almirante Miklós Horthy ya no podía considerarse un aliado fiable.
Otro de los aliados del Eje, Finlandia, había buscado una paz separada con Stalin en febrero de 1944, pero no aceptaron los términos iniciales que se les ofrecieron.
El 9 de junio, la Unión Soviética comenzó la cuarta ofensiva estratégica en el Istmo de Karelia que, después de tres meses, forzó a Finlandia a aceptar un armisticio.
Antes que los soviéticos pudiesen comenzar su ofensiva de verano hacia Bielorrusia, tenían que limpiar la península de Crimea de fuerzas del Eje.
Restos del 17º Ejército alemán del Grupo de Ejércitos Sur y algunas fuerzas rumanas, habían sido aisladas y dejadas atrás en la península cuando los alemanes se habían retirado de Ucrania.
A principios de mayo, el 3er Frente Ucraniano del Ejército Rojo atacó a los alemanes y la consiguiente batalla fue una victoria completa para las fuerzas soviéticas, fracasando un chapucero esfuerzo de evacuación a través del Mar Negro por parte de los alemanes.
Soldado de las Waffen SS en el Frente Ruso en noviembre de 1944
Con Crimea limpia, la largamente esperada ofensiva soviética de verano, de nombre en código, Operación Bagration, comenzó el 22 de junio de 1944, con 2,5 millones de hombres y 6.000 tanques.
Su objetivo era limpiar Bielorrusia de tropas alemanas, y aplastar al Grupo de Ejército Centro alemán que estaba defendiendo ese sector. La ofensiva se organizó para coincidir con los desembarcos Aliados en Normandía, pero retrasos hicieron que la ofensiva tuviese que ser pospuesta por algunas semanas.
La subsiguiente batalla resultó en la destrucción del Grupo de Ejército Centro Alemán, y en unas 800.000 bajas Alemanas, la derrota más grande de la Wehrmacht durante la guerra.
Los soviéticos continuaron imparables adelante, alcanzando los alrededores de Varsovia el 31 de julio.
La proximidad del Ejército Rojo, hizo que los polacos de Varsovia pensasen que serían liberados pronto. El 1 de agosto, se rebelaron como parte de la más amplia Operación Tempest. Casi 40.000 luchadores de la resistencia polaca tomaron el control de la ciudad. Los soviéticos, sin embargo, no avanzaron más.
La única ayuda que recibieron los polacos fue fuego de artillería, cuando unidades del ejército alemán, que se movían dentro de la ciudad para acallar la revuelta, recibieron disparos de artillería soviética. La resistencia acabó el 2 de octubre. Después unidades alemanas destruyeron la mayor parte de lo que había quedado de la ciudad
Después de la destrucción del Grupo de Ejército Centro Alemán, los soviéticos atacaron a las fuerzas alemanas en el sur a mediados de julio de 1944, y en el plazo de un mes habían limpiado Ucrania de la presencia alemana, inflingiéndoles graves pérdidas a los alemanes.
Una vez que Ucrania fue limpiada, las tropas soviéticas golpearon en Rumanía. El 2º y 3er Frentes Ucranianos del Ejército Rojo, se enzarzaron con el Heeresgruppe Südukraine alemán, que estaba constituido por formaciones alemanas y rumanas, en un operación para ocupar Rumanía y destruir las formaciones Alemanas en el sector.
El resultado de la Batalla de Rumanía fue una victoria completa para el Ejército Rojo, y significó el paso de Rumanía desde el campo del Eje hacia el campo Aliado. Bulgaria se rindió al Ejército Rojo en septiembre.
Siguiendo a los alemanes en retirada desde Rumanía, los soviéticos entraron en Hungría en octubre de 1944 pero el 6º Ejército Alemán rodeó y destruyó tres cuerpos del Grupo Pliyev del Mariscal Rodion Yakovlevich Malinovsky cerca de Debrecen, en Hungría.
Los soviéticos habían esperado con su rápido asalto la captura de Budapest, pero fueron rechazados y Hungría permanecería como aliada de Alemania hasta el fin de la guerra en Europa. Esta batalla sería la última victoria alemana en el Frente Oriental.
Infantería Soviética marchando en el Frente Oriental
Los soviéticos se recobraron de su derrota en Debrecen, y las columnas adelantadas del Ejército Rojo colaboraron con los Partisanos yugoslavos en la liberaron Belgrado a últimos de noviembre y alcanzaron Budapest el 29 de diciembre de 1944, rodeando la ciudad y atrapando unas 188.000 tropas del Eje, incluyendo muchas Waffen-SS alemanas.
Los alemanes aguantaron hasta el 13 de febrero de 1945, y el asedio se convirtió en uno de los más sangrientos de la guerra. Mientras tanto el 1er, 2º y 3er Frentes del Báltico del Ejército Rojo entablaron combate con los restos del Grupo de Ejército Centro y del Grupo de Ejército Norte para capturar la región báltica de manos alemanas en octubre de 1944.
El resultado de la consiguiente serie de batallas fue la pérdida permanente de contacto entre los Grupos de Ejército Norte y Centro, y la creación de la bolsa de Courland en Letonia, donde los ejércitos alemanes 16º y 18º fueron atrapados, con un total de unos 250.000 hombres, y allí permanecerían hasta el final de la guerra.
EL INVIERNO RUSO DE 1941...
El 22 de junio de 1941 se inicia por orden del propio Hitler la Operación Barbarroja. En pocos meses la Wehrmacht se desparrama por todo el oeste de la antigua URSS. En octubre del mismo año, sólo separan al ejército alemán de Moscú unos 200 kilómetros. Ese mismo mes las lluvias otoñales (Rasputitza) convirtieron los caminos rusos en inmensos lodazales donde los vehículos terminaban atascándose.
Normalmente la nieve comienza a mediados de noviembre en el centro de Rusia y el frío intenso la segunda quincena de diciembre. Pero en 1941, la temperatura bajó a niveles bajo cero en noviembre, lo que contribuyó a facilitar el avance de las unidades blindadas.
El General von Bock, comandante del grupo de Ejércitos Centro, dice en su diario que el 5 de noviembre de 1941 la temperatura bajó a -29°C.
El día 17 de noviembre una división entera del Ejército alemán se derrumbó completamente ante un ataque organizado por los blindados soviéticos T-34. Un joven oficial de las SS escribió: "Hace un frío terrible... Para arrancar los motores, tenemos que calentarlos encendiendo una hoguera debajo del cárter. El combustible está medio congelado, y no tenemos anticongelantes... las armas automáticas suelen dejar de funcionar en cuanto se atascan los obturadores".
La situación meteorológica evolucionó en días sucesivos de manera que el 1 de diciembre una baja se instaló en los Urales mientras una alta en Escandinavia hizo canalizar sobre el frente de batalla un flujo del norte que llegaba directamente del Polo.
Las nevadas copiosas hicieron su aparición.
Los soldados sufrían terriblemente. El pan, la grasa y la mantequilla se transforman en una masa dura incomestible.
A todo ello había que añadir la falta de prendas de abrigo por parte del Ejército alemán. Se contaron por centenares los casos de congelación.
A este respecto, el teniente de una unidad acorazada, Kurt Grumann escribió: "Hoy ya han traído a 80 hombres y la mitad de ellos presentan congelación de segundo y tercer grado.
Traen las piernas hinchadas y cubiertas de ampollas, transformadas en una masa informe más que en extremidades. También se han dado casos de gangrena y todo esto: ¿Para qué?".
Tres semanas después el General Guderian le informaba a Hitler que la ropa de invierno no había llegado a sus unidades y que había perdido más del doble de sus hombres debido al congelamiento, que debido a las acciones del enemigo.
Al finalizar el año, la Wehrmacht sufrió 100.000 mil casos de congelamiento, más de 14 mil con necesidad de amputación y al finalizar ese invierno las bajas alemanas sumaban 250.000 mil, con más del 90% por casos de congelamiento de segundo y tercer grado. A eso se sumaron miles de casos de neumonía, gripe y pie de trinchera.
El impacto de esas cifras fue enorme, aunque los rusos habían perdido 1 millón de hombres, entre muertos, heridos y capturados para diciembre de 1941, todavía eran capaces de obtener reemplazos de su enorme población asiática.
Por el contrario, las bajas alemanas, al 26 de noviembre, fue de 375.000 mil muertos, perdidos en acción e incapacitados y eran irreemplazables.
Soldados del Grupo de Ejércitos Centro, región de Rzhev, febrero del año 42, durante la primera ofensiva de invierno soviética
Soldados alemanes en las inmediaciones de Stalingrado el 7 de octubre de 1942. Soldados alemanes de la 24 ª División Panzer durante la lucha por la estación sur de Stalingrado, 15 de septiembre de 1942
La Política de Tierra Quemada en el Frente Oriental
A pesar de sus mejores esfuerzos, el Consejo para la Evacuación de la Unión Soviética no pudo reubicar todas las industrias.
En el caso de las minas de Donbás, que producían 60% del suministro de carbón de la Unión Soviética, la evacuación fue imposible.
En tales casos, el régimen soviético no sólo tuvo que sobrevivir sin instalaciones y recursos, pero tenía que asegurar que los invasores no pudieran convertir esas instalaciones y recursos para su propio uso.
Los frutos cosechados dolorosamente de los planes quinquenales de Stalin tuvieron que ser destruidos o desactivados en su lugar.
Gran parte de la autodestrucción soviética se centró en el transporte y la energía eléctrica. Locomotoras de ferrocarril y talleres de reparación de locomotoras que no pudieron ser trasladados con frecuencia eran saboteados, un hecho que resultó importante en el clima invernal, cuando las locomotoras de fabricación alemana carecían de suficiente aislamiento para mantener la presión del vapor.
La presa hidroeléctrica del río Dniéper fue parcialmente inhabilitada por las tropas soviéticas y los trabajadores al eliminar o destruir componentes clave de las hidroturbinas y generadores de vapor en toda la región.
En el campo, el alcance de la destrucción de edificios y cultivos variaba considerablemente de una región a otra.
En general, Rusia propiamente dicha tenía más tiempo para prepararse para tal destrucción que las partes occidentales de Bielorrusia y Ucrania.
El éxito de Moscú en la evacuación o destrucción de gran parte de su desarrollo industrial fue importante, algo que tanto les costó establecer a los planificadores económicos alemanes, que contaban con el uso de recursos soviéticos para cumplir con los objetivos de producción de Hitler y sus propias demandas de consumo doméstico.
Las materias primas soviéticas como el cromo, el níquel y el petróleo fueron vitales para continuar la guerra alemana. La producción y las fábricas soviéticas capturadas habían prometido una solución fácil al hacinamiento y la escasez de mano de obra en Alemania.
Además, la exitosa evacuación de los ferrocarriles soviéticos obligó a los alemanes a conseguir 2.500 locomotoras y 200.000 vagones para apoyar las tropas en el este.
Esto, a su vez, significaba que los alemanes tenían que convertir grandes porciones de la red ferroviaria capturada en su propio ancho de vía, en lugar de utilizar el estándar ruso que era más amplio.
Por lo tanto, el esfuerzo de evacuación soviético no sólo preservó el potencial industrial para el futuro campañas, también afectó en forma continua a la economía alemana.
Aún a pesar de todos los esfuerzos, una parte considerable de la planta industrial y la cosecha cayó en manos alemanas.
Hitler definió sus objetivos para 1941 en términos de aprovechar recursos económicos adicionales, y el avance alemán buscó satisfacer esos objetivos.
"Los ataques soviéticos fueron llevados a cabo por masas de hombres que no hicieron ningún intento real de ocultación. En su lugar, confiaron en el peso de los números para cargarnos.
En uno de estos ataques, las líneas de los hombres se extendieron desde la derecha y la izquierda del frente de nuestro regimiento; ¡superponiéndose completamente!.
Toda la masa de tropas rusas deambula implacablemente hacia adelante!. Fue una vista increíble!. Un blanco soñado de ametralladoras.
Hay rumores de que los comisionados habían calculado el número de ametralladoras que teníamos, multiplicado por el número de disparos que podíamos disparar, calculado cuántos minutos le tomaría a un cuerpo de soldados moverse por el área, y sumado al total de un par de miles de hombres, para que algunos hombres pasaran por nuestra línea.
A 600 metros abrimos fuego. Partes enteras de su línea simplemente desaparecieron. Saliendo de aquí y de allá, un extraño sobreviviente seguía caminando hacia adelante. Era extraño. No puedo creerlo.
Inhumano. Ningún soldado de armas habría seguido avanzando solo!. Las ametralladoras se calentaron tanto, que no se podían tocar!.
El número, la duración y la furia del ataque nos habían dejado completamente paralizados. Para no ocultar la verdad, nos asustó".
Soldados alemanes se rinden a soldados soviéticos en Prusia Oriental, 1945
La Ofensiva de Prusia Oriental fue una ofensiva estratégica del Ejército Rojo contra el Ejército alemán en el Frente Oriental. Tuvo lugar del 13 de enero al 25 de abril de 1945, aunque algunas unidades alemanas no se rindieron hasta el 9 de mayo. La batalla de Königsberg constituyó la parte esencial de la ofensiva, que culminó con una contundente victoria para el Ejército Rojo.
El ingreso de las tropas soviéticas en Prusia supuso un sálvese quien pueda para los civiles alemanes hacia el oeste, a pesar de que las autoridades no habían preparado un plan de evacuación al considerarlo una medida "derrotista". Los trenes con refugiados que abandonaron la región atestados de personas, y debido a las muy bajas temperaturas, los niños a menudo se congelaron hasta morir durante el viaje; El último tren de refugiados salió de Königsberg el 22 de enero de 1945.
Sin embargo, ante el hundimiento del frente y la avalancha de civiles hubieron de organizar convoyes navales de la Kriegsmarine para evacuar a civiles y heridos a los puertos del oeste de Alemania, en la que se denominó Operación Aníbal, por órdenes del Gran Almirante Karl Dönitz. El Gauleiter de Prusia Oriental, Erich Koch, a su vuelta de una visita en Berlín, se instaló en Pillau por la seguridad relativa a esta ubicación ofrecida, y desde allí colaboró en la evacuación de civiles, militares y heridos. Durante 15 semanas, cerca de 1 080 embarcaciones de todo tipo, incluidos pesqueros, se encargaron de las operaciones.
Mencionar que en plena evacuación, el 30 de enero, fue hundido el transatlántico de línea MV Wilhelm Gustloff, con la pérdida de cerca de 9 300 personas (al parecer torpedeado por un submarino ruso) constituyendo uno de los mayores desastres navales de la historia moderna.
FUENTES:
El Ejército Rojo en la Gran Guerra Patriótica. Steven J. Zaloga & Ron Volstad.
Soviet Rifleman 1941-1942. Gordon L. Rottman & Howard Gerrad.
World War II Soviet Armed Forces (1) 1939-1941. Dr. Nigel Thomas.
World War II Soviet Armed Forces (2) 1942-1943. Dr. Nigel Thomas.
World War II Soviet Armed Forces (3) 1944-1945. Dr. Nigel Thomas.
Winter War 1939-40. Finnish Soldier vs Soviet Soldier. David Campbell.
Hitler vs Stalin. The Second World War on the Eastern Front in photographs. John & Ljubica Erickson.
Battle of Stalingrad. Russia’s Great Patriotic War. I.M. Baxter & Ron Volstad.
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David Jordan y Andrew Weist (2005). Atlas de la Segunda Guerra Mundial. Editorial LIBSA. p. 49. 84-662-1226-4.
Toland, John (2003). The Last 100 Days. Modern Library. pp. 9-10. 0-8129-6859-X.
Rűdiger Overmans, Deutsche militärische Verluste im Zweiten Weltkrieg. Oldenbourg 2000. ISBN 3-486-56531-1
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Raus, Erhard “Operaciones Panzer, Memorias del Frente del Este del general Raus 1941-1945” Ediciones Platea mayo 2015 pág 174
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Zaloga, Steven (1996). Bagration 1944. Osprey Publishing. pp. 7,10. 1855324784.
David Bernaldo de Quirós Arias. Revista virtual El Catoblepas, n° 29, Julio 2004, ISSN 1579-3974. Oviedo, España.
Alexander Porras.
Pedro Pablo Romero Soriano PS