Francia y la ocupación. La Résistance que no resistió

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Miembros de las fuerzas de la Francia Libre, montados en un semioruga alemán capturado, pasan junto a dos soldados norteamericanos tras la liberación de la ciudad de Besançon en Francia el 8 de septiembre de 1944. Tras tres días de combates, las Fuerzas Francesas Libres, tuvieron 60 combatientes muertos, y las fuerzas estadounidenses 80 soldados muertos. Unos cincuenta civiles franceses fallecieron en el fragor de la batalla. Las bajas alemanas en Besançon se cifran en alrededor de 250 soldados de la Wehrmacht muertos

Paisanos franceses junto a sus liberadores, las tropas del General Lecrerc, montados en un jeep, en la Rue Mercière, en Estrasburgo, Francia, Noviembre de 1944. La calle es un mirador popular desde el que fotografiar la catedral de Estrasburgo, al fondo de la imagen

Partisanos corsos examinando equipos abandonados por los alemanes. La fotografía podría ser tomada en Córcega entre Septiembre y Octubre de 1943

Foto: Miembros de la Resistencia francesa detenidos por la Milicia Francesa

La Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial fue un conjunto de organizaciones y movimientos que se opusieron a la ocupación alemana de Francia mediante asesinatos y actos de terrorismo que el propio Charles de Gaulle llegaría a declarar ilegítimo. Entre sus miembros destacados se contaron con el militante comunista Paul Rassinier y el banquero, izquierdista de origen judío, Sthephane Hessel. Tal y como lo admite la historia oficial una elevada proporción de sus integrantes eran de origen judío y de ideologías social-comunistas.
La estrategia que usarían sería la de asesinar por la espalda a militares alemanes y vishystas franceses, esto pondría nerviosa a la Wehrmacht que tomaría represalias contra presos. De esa manera la población quedaría horrorizada y así la pondrían en contra de los ocupantes. Lo que no sabían los agitadores es que en Francia, después de una ocupación pacífica, se pasaría a vivir en una guerra de terrorismo y contra-terrorismo, en la cual pagaría en su mayor parte las vidas de los civiles franceses que nada tendrían que ver con aquella guerra. El propio Charles de Gaulle condenaría los actos innobles de la llamada Resistencia Francesa, y es que los resistentes galos, a diferencia de la Resistencia Polaca o los partisanos soviéticos que tuvieron un gran papel en la caída del Tercer Reich, no aportaron prácticamente nada a la victoria de los Aliados, sólo una matanza innecesaria que podría haberse evitado.
Las actividades de los resistentes no pasaron a ser más que simples sabotajes y voladuras de trenes, las cuales para matar a los pocos alemanes que iban a bordo tenían que morir un montón de franceses inocentes. Para los meses previos al Desembarco de Normandía, la resistencia efectuó un total de 1.751 atentados, de los cuales 1.472 fueron dirigidos contra franceses, y sólo 307 contra los alemanes. La estadística que elaboró el gobierno francés, es que la llamada "resistencia francesa", mataba a un 83% de franceses, frente a un 17% de alemanes.
Después de la guerra se intentó mitificar a la Resistencia Francesa con la definición de "héroes", pero la verdad es que no se parecieron en nada a las otras resistencias de Europa, como la polaca que luchaba por su patria; ya que estuvieron más preocupados en matar franceses que alemanes, y en sustituir la ocupación alemana por la soviética en lugar de liberar el país.

Fuente: Caballero Jurado, Los mitos de la Resistencia: Francia 1940-1941




El 16 de junio de 1940 en el marco de la Segunda Guerra Mundial, el mariscal Henri Philippe Pétain se convierte en jefe de estado de la Francia de Vichy







LOS NUMEROS
Para empezar a tratar el tema de la importancia del movimiento de Resistencia en Francia, sin duda el primer dato a tener en cuenta, es el cuantitativo. ¿Cuántas personas integraron la Resistencia?, ¿Cuántas colaboraron con los ocupantes? Ian Sumner en The French Army 1939–45, Escribiría:
Después de los desembarcos en Normandía y Provenza, los componentes paramilitares de “La Résistance” se organizaron más formalmente, en una jerarquía de unidades operacionales conocidas colectivamente como las Fuerzas Francesas del Interior (Forces francaises de l'Intérieur). Con fuerzas estimadas a los 100.000 miembros en junio de 1944, el FFI creció rápidamente y alcanzó aproximadamente 400.000 en octubre de ese año. Aunque en algunos casos la creación de la FFI estaba plagada de dificultades políticas, tuvo éxito en última instancia y permitió a Francia reconstruir el cuarto ejército más grande del teatro europeo (1.2 millones de hombres) para el Día de la Victoria en mayo de 1945.
Otros datos tomados del libro De Gaulle and The World, del autor W.W. Kulski, ofrece una interesante estadística acerca de las bajas francesas durante la guerra, que sirve para establecer términos comparativos al respecto:
- Bajas en la campaña de 1939-40: 92.000
- Bajas de los Franceses Libres (hasta 1945): 58.000
- Bajas de la Resistencia: 24.000
- Bajas Francesas En El Frente Oriental (38.000)
- Muertos en campos de prisioneros: 43.000
- Muertos entre deportados (incluyendo judios): 200.000
- Ejecutados por los alemanes: 30.000
- Victimas de operaciones militares y/o bombardeos: 133.000
Basándonos en estos datos podemos notar, que más franceses murieron en el Frente Oriental combatiendo junto a las Werhmacht, que las bajas sufridas por la Resistencia en la lucha contra el ocupante y unas 5 veces más morirían civiles franceses en bombardeos o como víctimas colaterales de los combates, que los que perecieron luchando junto a la Resistencia. Unas cifras que el autor considera que “hablan por sí mismas”.
Es decir, que, confrontando datos, podemos concluir que la Resistencia tuvo, en sus momentos de mayor apogeo, entre 100.000 y 200.000 miembros, un porcentaje muy bajo de la población, por lo que entre 1940-43, seguramente esa cifra rondaría entre los 30.000 y 60.000. Igualmente afirma que el número total de resistentes armados por los Aliados cuando se produjo la liberación de Francia ascendía a 140.000 hombres y mujeres. Lo que es una cifra nada impresionante para un país con una población de 40 millones de habitantes.
Sobre el espíritu combativo de los franceses, Kulski cita como ejemplo el hecho de que un Decreto de fecha 23 de Agosto de 1944, que obligaba a los integrantes de las FFI a aceptar el alistamiento para continuar combatiendo hasta el final de la guerra, causó una ola de deserciones, las unidades de las FFI perdieron un 35% de sus efectivos. Luego al menos las estadísticas son claras en un punto: un porcentaje muy pequeño de la población francesa estuvo realmente involucrada en la resistencia (y muchos únicamente lo hicieron cuando se hizo evidente la derrota de los alemanes) e incluso en 1944 muchos franceses no deseaban continuar la lucha, después de la liberación de su país.
EL VALOR MILITAR DE LA RESISTENCIA
Pasamos ahora al aspecto de la valoración del movimiento de Resistencia desde el punto de vista militar. En otras palabras ¿Cómo de efectiva fue la contribución de la resistencia al esfuerzo bélico de los Aliados?. La conclusión casi unánime es que la contribución militar de la Resistencia a la victoria aliada, e incluso a la liberación de Francia fue marginal, aunque desde el punto de vista moral y político sí que tuvo una significancia muy importante, sobre todo en la fase final de la guerra. Pero la gran mayoría de los autores coinciden en señalar que las actividades de los distintos movimientos de Resistencia franceses fueron para los alemanes más una molestia que un problema militar de envergadura.
Aquí podemos ver algunas citas del libro European Resistance in the Second World War:
El aspecto de la efectividad (militar de la Resistencia) sigue siendo muy discutido. Aunque militarmente la Resistencia Francesa tuvo generalmente una significación marginal, y raramente supuso una amenaza real para los ocupantes, haciendo únicamente una contribución menor para la liberación de Francia, fue vital sicológicamente y desde el punto de vista moral, salvaguardando el honor nacional, y crucial en el aspecto político, facilitando una relativamente suave transición de poderes tras la liberación.
Mientras que el estereotipo popular del joven partisano vestido con un pañuelo y armado una subfusil Sten enfatiza e incluso glorifica la acción militar, la mayor parte de la Resistencia no participó en acciones de sabotaje, asesinatos o guerra de guerrillas. La Resistencia adoptó muy diversas formas. Se establecieron rutas de evasión a lo largo de toda Francia para facilitar la huida de pilotos aliados derribados y soldados para atravesar la línea de demarcación entre la zona ocupada y la zona de Vichy, facilitando su huida a través de los Pirineos. Unos 33.000 miembros del personal de servicio aliado fueron devueltos a Inglaterra gracias a las líneas de evasión. Cada retorno tenía tenía una significación tanto militar como económica, ya que el entrenamiento necesario para adiestrar a un piloto británico por ejemplo tenía un coste aproximado de 15.000 Libras esterlinas, muy superior al coste de fabricación de un Spitfire, que en 1940 era de 10.000 Libras.
Un nueco estracto, esta vez tomado del libro France and the Second World War: Occupation, Collaboration and Resistance, y señala la poca actividad combativa de la resistencia en el periodo anterior a 1943:
Incluso a finales de 1942, no puede hablarse de eficacia militar en la resistencia francesa. Aunque el SOE (Special Operations Executive) llevó a cabo algunas operaciones de sabotaje aisladas como, por ejemplo, la espectacular destrucción de la estación eléctrica de Pessac, lo cierto es que la Resistencia se encontraba sin armas y más grave aún, sin el apoyo de la población. Si los informes alemanes contemporáneos pueden servir de indicación, la resistencia organizada en Francia virtualmente no se encontraba en ninguna zona antes de 1943. La conmoción causada por el asesinato (por la Resistencia) del Guardiamarina Moser y el Sargento Hoffman demuestra lo inusual de ese tipo de incidentes. El hecho de que el asesinato de un simple cadete de la academia naval llamara la atención de Hitler y Keitel, mientras manejaban una guerra enorme en el este, revela lo poco común que era la actividad de la resistencia por esas fechas. Paris no era un sitio peligroso para el soldado alemán. Los informes oficiales calificaban el sabotaje como “poco frecuente” y “no particularmente preocupante para las tropas”.
Esta otra cita, extraída del ensayo, Military Resistance in France: 1940-1944, va en la misma línea, señalando que los logros reales de la resistencia en el aspecto militar fueron bastante limitados, especialmente en el periodo 1940-42, pero incluso después la eficacia de la resistencia en su aspecto puramente militar no resultó demasiado impresionante:
“En el cómputo final, la Resistencia Francesa se quedó lejos de los objetivos fijados por sus propios jefes, y aquellos planificadores aliados que tuvieron fe en esta resistencia y se quedó bastante lejos de los logros a los que aspiraba la Leyenda Nacionalista Francesa, promulgada en cabeza de De Gaulle en la postguerra. De 1940 a 1942, la resistencia resultó ineficaz y se movió sólo en los márgenes de la sociedad francesa. Desde principios de 1943 en adelante, se vio engrosada con un flujo de hombres que buscaban en ella refugio frente al STO (Servicio de trabajo obligatorio, que promulgaba en enlistamiento y deportación de trabajadores franceses hacia Alemania), pero carente de las armas que se necesitaban para convertir a esos hombres en soldados. Tras el Día D, tuvo algún efecto sobre los desplazamientos de unidades alemanas hacia el Teatro de Normandía, pero a menudo desperdició sus fuerzas en inútiles intentos de entablar batallas campales. Muchos de los objetivos del “plan verde” fueron atacados con éxito, pero el esfuerzo resistencia en realizar acciones de sabotaje siguiendo el 6 de junio, decepcionaron a los alemanes. Rundstedt informó el 13 de junio que las acciones de sabotaje se habían incrementado, pero no tanto como su Estado Mayor había anticipado.
De acuerdo con la investigación del historiador Philippe Buton, la Resistencia únicamente tuvo éxito en la liberación de 5 de los 212 grandes centros urbanos franceses. El resto fueron liberados por los Aliados o simplemente abandonados por las tropas alemanas.
Es decir, que a instancias de la glorificada imagen del resistente francés armado, puede concluirse inequívocamente, que la Resistencia Francesa fue más efectiva en labores de apoyo y tareas secundarias, como tareas de información, organización de rutas de evasión, inteligencia militar... etc, que en el aspecto puramente militar, en el que la conclusión prácticamente unánime es que su incidencia fue prácticamente nula.



FUENTE:
https://www.facebook.com/Detr%C3%A1s-del-Mito-La-Segunda-Guerra-Mundial-2200784176654021/photos/pcb.4287791477953270/4287789724620112

Detrás del Mito: La Segunda Guerra Mundial

Fuente: Caballero Jurado, Los mitos de la Resistencia: Francia 1940-1941






































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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