Los soldados de la Wehrmacht salen del área de Ámsterdam y pasan junto a algunos lugareños cerca de Gooi. Los soldados todavía tienen que entregar sus armas y equipo en un punto de recogida. La rendición de las Fuerzas alemanas en los Países Bajos se negoció la víspera del 5 de mayo de 1945 (tres días antes de la capitulación general de Alemania), en el Hotel Wereld de Wageningen
Bicicleta alemana de la Primera Guerra Mundial: Victoria Springwheel 11.
(Llantas de resorte)
Bicicleta militar con rueda de resorte. Principios de 1900.
Esta, es una bicicleta Herrenrad Victoria Model 12 de 1905 con un rifle Mauser GEW 88 adjunto. Es una bicicleta alemana que se usó en la Primera Guerra Mundial. Debido a la escasez de caucho generada por la Primera Guerra Mundial, se usaba la rueda con resortes como reemplazo de la "goma"
En su época de soldado, Adolf Hitler se desempeñaba como mensajero y atravesaba los campos de batalla montado en una indestructible bicicleta Herrenrad Victoria Modelo 12, fabricada por Max Frankenstein Burger y Max Ottenstein
Los berlineses se familiarizan con los recién llegados soviéticos; una mujer sostiene su bicicleta mientras un soldado ruso forcejea con ella. No conocemos las circunstancias exactas que acontecían en aquel momento, pero esta fotografía es una de las icónicas de la Segunda Guerra Mundial
Truppenfahrrad, empleadas masivamente por el Ejército alemán a partir de 1939. Se desconoce la cantidad precisa de Truppenfahrrad construidas, (varios millones) pero si la cantidad de fabricantes, unas 36 empresas. Construidas en acero, entre otras cosas, contaban con faros y un dinamo Bosch, y existía una variante plegable para las tropas de paracaidistas, y era la Fallschirmjäger Fahrrader.
El armamento que el Ejército alemán solía transportar en ellas era la ametralladora MG-34 o basta un arma antitanque Panzerschreck.
Las bicicletas facilitaron la movilidad de las tropas pero nada se podía hacer en la densa nieve y el lodo. Hacia el final de la guerra fueron en parte empleadas por las milicias civiles alemanas reclutadas a las fuerza, el Volkssturm, para la defensa de Berlín contra los soviéticos a fines de abril e inicios de mayo de 1945. Actualmente, estas bicicletas son piezas de museo y coleccionistas.
Esta foto proviene de una serie, publicada como postales (probablemente 1939 durante la movilización) y muestra el único y "Mundo famus Cycling Music Corps holandeses" el único en el mundo.
El 1 er Regimiento de ciclistas estaba destinado en Fort Isabella en Hertogenbosch. El cuerpo musical se estableció en 1927, formado principalmente por reclutas. De la fundación al cierre en mayo de 1940, luego sargento - trompetista P. Borstlap actuó como maestro de capilla.
Las bicicletas estaban equipadas con accesorios de codo soldados al manubrio para que los músicos pudieran tocar su instrumento con ambas manos. Algunos conocidos músicos holandeses sirvieron en esta banda durante sus años de servicio como Lou van Rees como saxofón.
Durante la movilización de 1939, tanto los ' Regimiento Wielrijders ' (RW) como los ' Eskadrons Wielrijders ' se convirtieron en unidades de combate activas. El número de infantes en la bicicleta (pero también en la motocicleta!) era de unos 5.600 hombres.
En mayo de 1940, ambos regimientos de ciclistas lucharon principalmente en Dordrecht y la zona circundante. Las unidades de ciclistas se han distinguido especialmente en la feroz lucha alrededor de la 'Grebbeline'
El 1 er Regimiento de ciclistas estaba destinado en Fort Isabella en Hertogenbosch. El cuerpo musical se estableció en 1927, formado principalmente por reclutas. De la fundación al cierre en mayo de 1940, luego sargento - trompetista P. Borstlap actuó como maestro de capilla.
Las bicicletas estaban equipadas con accesorios de codo soldados al manubrio para que los músicos pudieran tocar su instrumento con ambas manos. Algunos conocidos músicos holandeses sirvieron en esta banda durante sus años de servicio como Lou van Rees como saxofón.
Durante la movilización de 1939, tanto los ' Regimiento Wielrijders ' (RW) como los ' Eskadrons Wielrijders ' se convirtieron en unidades de combate activas. El número de infantes en la bicicleta (pero también en la motocicleta!) era de unos 5.600 hombres.
En mayo de 1940, ambos regimientos de ciclistas lucharon principalmente en Dordrecht y la zona circundante. Las unidades de ciclistas se han distinguido especialmente en la feroz lucha alrededor de la 'Grebbeline'
Desfile del Regimiento de ciclistas del Ejército holandés. En las gradas (de izquierda a derecha): la Princesa Juliana, el Comandante del Ejército, la Reina Guillermina y el príncipe Bernardo. La Haya, 1939
Lo que hoy parece un vehículo inofensivo para movernos por la ciudad, antes era utilizado como una verdadera arma militar. Sí, estoy hablando de la bicicleta. Durante la Segunda Guerra Mundial, los ejércitos de ambos bandos utilizaron las dos ruedas para mover rápidamente sus tropas: en el bando del eje, era el transporte favorito de los espías hitlerianos en los años previos a la guerra, y durante la batalla, los paracaidistas británicos surcaban los cielos con bicis plegables para poder pedalear en tierra.
La bicicleta ofrecía un desplazamiento económico y rápido, lo que la convertía en el mejor transporte para hacer recados, repartir el correo, transportar armas y municiones, patrullar, o incluso para disparar. Sólo hay que ver los artilugios que se acoplaban a las bicis para poder llevar armas o misiles.
La mayoría eran bicicletas de caballero, con un marco triangular fuerte, tubos de mayor dureza y unos enormes neumáticos de 28 pulgadas. En la parte trasera se solía llevar una caja de herramientas y un portamaletas, además de dos suspensores montados en la barra, donde podía caber hasta una tienda de campaña. Muchas de las bicicletas utilizadas en la guerra eran requisadas a los judíos o a los ciudadanos de los países conquistados.
La bicicleta más famosa de la Segunda Guerra Mundial era la “NSU Wehr Sport”, aunque con el aumento de la motorización de las tropas, las unidades de soldados con bicicletas se fueron poco a poco disolviendo. Solo en los últimos años de la guerra (1944-1945) y la falta de combustible para los vehículos a motor, se empezaron a utilizar de nuevo las bicis.
El bando aliado también tenía sus propias bicis militares: las BSA británicas. Pero además tenían entre sus filas unas pequeñas bicis plegables (‘Folding Military Bicycle’) concebidas como un rápido y ligero medio de transporte para las tropas aéreas. Estas bicis aumentaban la capacidad de reagruparse de estos soldados. Su diseño permitía plegarlas por la mitad, llevarlas encima durante el salto en paracaídas y una vez en tierra poder pedalear.
En Los Países Bajos, la producción anual de la industria de la bicicleta en los años 40 alcanzó las 471.000 unidades, una cifra que se vio rápidamente mermada a partir de 1942 con el auge del tráfico motorizado. Desde el Ayuntamiento de Ámsterdam, se pedía que todos los propietarios de una bicicleta de caballero, llevaran su vehículo a las estaciones para destinarlas a las fuerzas armadas alemanas. Había incluso graves castigos para aquellos que no obedecieran. Este hecho se consideraba como una acción de ‘préstamo’, aunque las bicis nunca fueron devueltas. Y la verdad es que esto no sentó nada bien a los holandeses, ya que les habían quitado su principal medio de transporte. De hecho, hoy no lo tienen completamente olvidado: cuando el equipo nacional de fútbol holandés se enfrentó a los alemanes en la semi-final de la Eurocopa 1988, los aficionados entonaron unas canción en Hamburgo que decía: “Devolvernos nuestras bicicletas!”
Poco tiempo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, era habitual ver por tierras británicas a grupos de hombres jóvenes y rubios pedaleando en pantalones cortos. Eran alemanes. Con cámara en mano, fotografiaban el paisaje inglés, sus torres, puentes e iglesias. Y no eran precisamente turistas, sino miembros de las Juventudes Hitlerianas con una misión: espiar y reconocer el terreno. Se les conocía como ‘spyclist’. Las rutas ciclistas que encubrían este espionaje fueron promovidas por la organización de los ciclistas alemanes. Tanto era el miedo de los británicos, que la policía comenzó a seguir la pista de todos los estudiantes alemanes que llegaban a Inglaterra de vacaciones con su bicicleta. Según el archivo secreto del Gobierno británico (MI5), se llegaron a identificar hasta cinco grupos diferentes de ciclistas formados por 20 hombres cada uno que visitaban lugares como Cambridge, Oxford y Londres. Durante sus viajes, los espías alemanes intentaron incluso hacer amistades con los Boy Scouts británicos.
La bicicleta fue también muy utilizada en otros conflictos bélicos, como en la Revolución rusa de octubre del 1917, cuando el Palacio de Invierno del entonces Petrogrado, donde estaba reunido el Gobierno, fue rodeado por un batallón ciclista. El régimen zarista dimitió y cedió el poder al Soviet de Petrogrado, presidido por Lenin.
A lo largo de la historia moderna los ejércitos han utilizado las tecnologías más avanzadas del momento. En ocasiones son precisamente las guerras las que provocan su desarrollo, y otras veces se han adaptado herramientas ya existentes a los nuevos usos militares. Las bicicletas son un buen ejemplo, empleadas ya por el 25 Cuerpo de Infanteria Ciclista norteamericano en 1890, y más recientemente por el el Regimiento Ciclista Suizo, que lo hizo por lo menos hasta 2001.
Uno de los usos más curiosos de las bicicletas en la guerra se produjo durante la Segunda Guerra Mundial. El día D durante la operación Overlord paracaidistas británicos fueron lanzados tras las líneas alemanas llevando consigo bicicletas plegables. Y no eran precisamente ligeras, ya que pesaban alrededero de diez kilos y medio cada una.
Fueron utilizadas por británicos y canadienses durante todo el conflicto, incluyendo el mencionado día D y también la batalla de Arnhem.
El motivo de dotar a los paracaidistas con bicicletas se debía a que de ese modo podían cubrir largas distancias tras tocar tierra, al mismo tiempo que les permitía permanecer indetectados y desplazarse silenciosamente
En ocasiones las bicicletas eran abandonadas cuando resultaban más una molestia que una utilidad.
Pero no solo los paracaidistas portaban bicicletas el día D. Algunos soldados, como la 9ª Brigada de Infanteria Canadiense desembarcaron directamente montados en ellas. Ya lo habían hecho anteriormente en la invasión de Sicilia en 1943
En 1942 las tropas japonesas conseguían avanzar grandes distancias en Malasia transportando además pesadas cargas, gracias a las bicicletas. Y ya los alemanes las habían utilizado en la conquista de Polonia en 1939.
Con todo, la invasión de Normandía fue la operación en que las bicicletas se usaron a una escala masivas y determinante.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
Detalle de una Truppenfahrrad Wanderer 1940 de 28″ de la Wehrmacht, con su caja cargada con 3 Stielhandgranate M24 y un cargador de tambor para ametralladora
Un poquito de chanza también es saludable
FUENTES:
Las bicis de la guerra. El rincón de la bicicleta Almudena Martín.
https://elrincondeschlosser.wordpress.com/2017/01/09/las-bicicletas-de-la-guerra/
PIEZA DE COLOR O JAKE
https://www.facebook.com/HistoryisallaboutColour/
Fuente: NIMH, Colecciones Digitales
Texto: https://www.saxrep.nl/
https://www.facebook.com/HistoryisallaboutColour/
Fuente: NIMH, Colecciones Digitales
Texto: https://www.saxrep.nl/
Pedro Pablo Romero Soriano PS