Botín de guerra: carros y tanques soviéticos capturados a lo largo de una carretera en un bosque cubierto de nieve el 17 de enero de 1940. Las tropas finlandesas acababan de dominar una división soviética completa
Estado geopolítico en el Norte de Europa en noviembre de 1939
Finlandia había formado parte del Reino de Suecia hasta que el Imperio ruso la conquistó en 1808 y la convirtió en un Estado colchón entre ambos reinos con la finalidad de proteger la capital rusa de la época, San Petersburgo
Las hostilidades cesaron en marzo de 1940 con la firma del Tratado de Paz de Moscú. Finlandia cedió el 11 por ciento de su territorio que representa el 30 por ciento de su economía a la Unión Soviética. Las pérdidas soviéticas fueron grandes y la reputación internacional del país se vio mermada. Las ganancias soviéticas excedieron sus demandas de antes de la guerra y recibió un territorio sustancial a lo largo del lago Ládoga y en el norte de Finlandia. Por su parte, Finlandia conservó su soberanía y mejoró su reputación internacional. El pobre desempeño del Ejército Rojo alentó a Adolf Hitler a pensar que un ataque contra la Unión Soviética sería exitoso y confirmó las opiniones negativas de Occidente sobre el Ejército soviético. Después de 15 meses de paz provisional, en junio de 1941, Alemania comenzó la Operación Barbarroja y comenzó la Guerra de Continuación entre Finlandia y la Unión Soviética
Unidad de artillería soviética dirigiéndose hacia el frente de batalla
Soldados finlandeses marchando a la guerra
Estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia, la URSS fue expulsada de la Sociedad de Naciones el 14 de diciembre. La guerra duró 105 días, hasta marzo de 1940, cuando se firmó un tratado de paz por el que Finlandia cedía cerca del 10 % de su territorio, un 20 % de su capacidad industrial y el 33 % de sus instalaciones productoras de energía hidroeléctrica, entre otras cosas, a la Unión Soviética.
Pese a todo, el resultado de la guerra se puede considerar complejo ya que aunque la URSS logró satisfacer sobradamente sus demandas iniciales con la cesión por parte de Finlandia de los territorios de Petsamo, Salla y la mayor parte de Karelia, sus pérdidas para superar las defensas finlandesas fueron tremendas y no cumplieron con su objetivo de conquistar todo el país. Además, su posición internacional sufrió considerablemente y fue puesta en duda la destreza combativa del Ejército Rojo tras las purgas políticas, un hecho que contribuyó fuertemente a la decisión de Hitler de lanzar la Operación Barbarroja.
Por otra parte, aunque los finlandeses lograron retener su soberanía y atraerse la buena voluntad internacional, las duras condiciones de paz impuestas por la Unión Soviética provocaron en la población finesa su deseo de revancha y su acercamiento a la Alemania de Hitler, que se plasmaría en la Guerra de Continuación.
La Guerra de Invierno fue un desastre militar para la Unión Soviética. No obstante, sirvió para que el Kremlin hiciera autocrítica interna e iniciara el proceso de reinstaurar a oficiales cualificados y modernizar a sus fuerzas, una decisión que a la larga permitiría a los soviéticos resistir la invasión alemana.
FUENTES:
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Apocalipsis: la Segunda Guerra Mundial™
(Claudio A Aguirre)
Pedro Pablo Romero Soriano PS