Hans-Joachim Marseille

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La personalidad de uno de los mejores pilotos de caza alemanes y su peculiar amistad con un prisionero de guerra africano.

Hans-Joachim Marseille, con 21 años de edad, se convirtió en el piloto de caza alemán con más derribos confirmados de aviones occidentales. Su avión sufrió severos fallos técnicos en septiembre de 1942 y falleció a consecuencia de ello, pero, aun así, sus números son sencillamente notables, y más aun si se considera que sus derribos fueron contra los expertos y bien entrenados pilotos de la Real Fuerza Aérea británica y de las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos y que, además, se dieron en un período relativamente corto de servicio en la Luftwaffe.
Curiosamente, su mejor amigo en el Afrikakorps alemán era un prisionero de guerra sudafricano llamado Mattew Letuku, quien era su conductor y asistente personal en el norte de África.


Y es que Marseille era un personaje bastante curioso. Sus principales características eran su indisciplina, su rebeldía, su amor por el alcohol y las mujeres, y, por supuesto, su rapidez mental y habilidad. Afirmaba que el alcohol ayudaba a luchar en el aire.
Cuando Marseille conoció a Hitler en 1942, no se formó una impresión positiva. Después de regresar a África, Eduard Neumman recordó: Tras su primera visita a Hitler, Marseille regresó y dijo que pensaba que 'el Führer era un tipo bastante raro'.
En la visita, Marseille también dijo algunas cosas poco halagadoras sobre Hitler y el Partido. Varios oficiales superiores, entre los que se encontraban Adolf Galland y Nicolaus von Below, escucharon sus comentarios durante una de las ceremonias de entrega de premios.



Von Below le preguntó a Marseille si se uniría al Partido y, a oídos de los demás, Marseille respondió "que si viera un partido al que mereciera la pena unirse, lo pensaría, pero que tendría que haber muchas mujeres bonitas en él".
Buen pianista y amante del blues y el jazz, género aborrecido por el partido, le pidieron que tocara en una reunión en la casa de Willy Messerschmitt, a la que había acudido gran parte de la jerarquía del III Reich y tras interpretar a Beethoven se lanzó un tema de jazz para horror de los presentes.
Hitler salió apresuradamente de la habitación. A Magda Goebbels le pareció divertida la broma y Artur Axmann recordó cómo se le "heló la sangre" cuando escuchó esa música de Ragtime delante del Führer.
Volviendo a su amistad con el prisionero de guerra sudafricano Mattew Letuku, ambos eran sencillamente inseparables.



A Marseille le preocupaba el trato que recibiría Mattew si iba a un campo de prisioneros alemán y en una ocasión comentó: "Donde voy yo, va Mattew".
Marseille, consiguió que su comandante superior, Neumann, le prometiera que si le ocurría algo, Mattew se quedaría en la unidad.
De hecho, uno de los mejores amigos de Marseille, el piloto alemán Ludwig Franzisket, se encargó de proteger a Mattew tras la muerte de Marseille en septiembre de 1942.
Mattew permaneció en la unidad de su difunto querido amigo, el ala de cazas JG-27, hasta su liberación a mediados de 1944 y fue invitado a las reuniones de posguerra de los veteranos del Afrikakorps alemán hasta su muerte.

En la fotografía el Hauptmann Hans-Joachim Marseille en la cabina de su Messerschmitt Bf-109 en Libia, 1 de junio de 1942

Todo un legendario "as" de caza, un personaje peculiar, no en vano realizaron esta película sobre él. Se caracterizó por su indiferencia ante los ideales castrenses, siendo siempre informal y desenfadado ante la disciplina y el protocolo militar, se reía de todos y de todos, hacía chistes sobre Goering (comentó delante de Goering y de Hitler, que el mariscal le parecía que era homosexual), pero su valía como piloto, era intocable. Anécdotas sobre su persona, bastantes: una de ellas, en 1938, en un vuelo de pruebas, aterrizó en una autopista alemana, porque tenía la necesidad de "evacuar"; al recibir una condecoración de Rommel, la recibió en traje de faena. Otra vez, en África, cogió el coche de su comandante, para irse de juerga, volvió al día siguiente, con dos señoritas a la base, completamente borracho, a su ayudante negro, le llamaba "Mathias". Su padre era general.



El Messerschmitt Bf 109 F-4/trop (Nº de Serie 8673) 3./JG27 del capitán Hans-Joachim Marseille en septiembre de 1942, el "14" amarillo


Una pirámide fue construida en memoria de Marseille en el lugar en que falleció: Sidi Abd el-Rahman, Egipto





FUENTE:
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-106890305037109/photos/pcb.136495015409971/136494542076685/
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-106890305037109/photos/pcb.136495015409971/136494835409989

(Soldados de la Segunda Guerra Mundial WW2)

John Weal (1999). Bf 109 F/G/K Aces of the Western Front. Osprey Publishing.
Colin Heaton y Anne-Marie Lewis (2012). The Star of Africa: The Story of Hans Marseille, the Rogue Luftwaffe Ace.































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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