Alemania declara la guerra a los Estados Unidos

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Día de efemérides, un día como hoy hace 80 años, cuatro días después del ataque japonés a Pearl Harbor, Alemania con Adolf Hitler a la cabeza declaraba la guerra a los Estados Unidos. El gobernante alemán encarga al ministro de Relaciones Exteriores del Reich, Joachim Ribbentrop, que entregue una declaración formal de guerra al Encargado de Negocios de los Estados Unidos en Berlín, Leland B. Morris. La razón principal de esto, como se indica en el texto del documento de la declaración, es la orden dada por el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt el 11 de septiembre de 1941 para que los buques de guerra estadounidenses "disparen contra" los buques de guerra alemanes "a la vista". Adolf Hitler da un largo discurso en el Krollöper explicando esta decisión.
Se considera que la determinación de declarar la guerra fue hecha casi en su totalidad por Adolf Hitler, sin consulta previa. Hitler no había recibido ninguna notificación previa de los japoneses sobre el ataque a Pearl Harbor. Aunque él y su ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop, habían expresado verbalmente que estaban dispuestos a unirse a Japón en la guerra contra Estados Unidos, aunque esta ya era una realidad, Alemania y su líder no tenían ninguna obligación formal de declarar la guerra a los Estados Unidos.
La decisión de Hitler de hacer la guerra contra los estadounidenses, ha suscitado desde entonces no poco desconcierto. ¿Qué motivos pudo tener el Führer para añadir voluntariamente un enemigo más a su lista de adversarios en el preciso instante en que sus fuerzas armadas se enfrentaban a la inmensidad del reto que suponía la guerra en el Frente Oriental? ¿Qué expectativas tenía Hitler y Alemania respecto a la participación del Japón en su lucha contra el bloque aliado? Hay consenso en que los Estados Unidos y Roosevelt anhelaban tomar parte de la guerra en el teatro europeo. De no haber surgido este "favor" de Adolf Hitler, ¿De qué otra forma los Estados Unidos hubiera logrado su objetivo de ser un formal beligerante en Europa contra el Eje? Parte de las respuestas pueden sustentarse en lo siguiente:
Hitler era, como Stalin, un dirigente político al que la retórica no había hecho perder el contacto con la realidad, y sabía muy bien que iba a ser inevitable enfrentarse a los Estados Unidos. El momento decisivo de la sucesión de acontecimientos que desembocó en la guerra no se había dado en Pearl Harbor, sino algunos meses antes, cuando Roosevelt había enviado buques de guerra para que acompañaran a los convoyes británicos a la mitad del océano que separaba a las dos naciones. Tal como lo expresó Churchill, en agosto de 1941, cuando se celebró la Conferencia del Atlántico, Roosevelt estaba resuelto “a hacer la guerra, aunque no a declararla”. A esa misma conclusión había llegado también el almirante alemán Erich Raeder, quien, meses antes del ataque a Pearl Harbor, había hecho saber al líder alemán que, a menos que permitiera a los sumergibles germanos hundir barcos de guerra estadounidenses, jamás se haría con la victoria en la batalla del Atlántico. Era inevitable que a la decisión de Roosevelt de mandar embarcaciones destinadas a patrullar las aguas occidentales del océano para escoltar a los convoyes siguiese una serie de incidentes, entre los que cabe destacar la agresión sufrida por el buque estadounidense “Greer” a manos de un submarino alemán, en septiembre, y el hundimiento, en noviembre, del “Reuben James”, que causó la muerte de más de un centenar de marineros de Estados Unidos.
En consecuencia, llegado el mes de diciembre, Hitler debió de pensar que, declarando la guerra a esta última, no estaba haciendo mucho más que aceptar lo ineludible, con la ventaja que le proporcionaba el hecho de dar la impresión de que conservaba el dominio de la situación. Por otra parte, daba por sentado que su entrada inmediata en el conflicto no iba a suponer un cambio sustantivo, antes de que transcurriese, cuando menos, un año, en el curso de los combates empeñados en la Unión Soviética, y al cabo, estaba persuadido de que habría de ser aquella contienda contra Stalin la que decidiese el resultado de las hostilidades, fuera éste cual fuere. Además, confiaba [seguramente] en que los japoneses iban a mantener ocupados a los norteamericanos en el Pacífico además de amenazar los intereses británicos en Extremo Oriente.


El 11 de diciembre de 1941, el Encargado de Negocios estadounidense Leland B. Morris, el diplomático estadounidense de más alto rango en Alemania, fue convocado a la oficina del Ministro de Relaciones Exteriores, Joachim von Ribbentrop, donde Ribbentrop leyó a Morris la declaración formal 17.​
El texto era:
SEÑOR ENCARGADO DE ASUNTOS:
El Gobierno de los Estados Unidos ha violado de la manera más flagrante y en medida cada vez mayor todas las reglas de neutralidad a favor de los adversarios de Alemania y ha sido continuamente culpable de las provocaciones más severas hacia Alemania desde el estallido de la guerra europea. provocado por la declaración de guerra británica contra Alemania el 3 de septiembre de 1939, finalmente ha recurrido a actos de agresión militar abiertos.
El 11 de septiembre de 1941, el Presidente de los Estados Unidos declaró públicamente que había ordenado a la Marina y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos que dispararan a la vista a cualquier buque de guerra alemán. En su discurso del 27 de octubre de 1941, una vez más afirmó expresamente que esta orden estaba en vigor. Actuando bajo esta orden, los buques de la Armada estadounidense, desde principios de septiembre de 1941, han atacado sistemáticamente a las fuerzas navales alemanas. Así, los destructores estadounidenses, como por ejemplo el Greer, el Kearney y el Reuben James, han abierto fuego contra los submarinos alemanes de acuerdo con el plan. El mismo Secretario de la Armada estadounidense, Sr. Knox, confirmó que los destructores estadounidenses atacaron submarinos alemanes.
Además, las fuerzas navales de los Estados Unidos, por orden de su Gobierno y en contra del derecho internacional, han tratado y confiscado los buques mercantes alemanes en alta mar como barcos enemigos.
Por lo tanto, el Gobierno alemán establece los siguientes hechos:
Aunque Alemania, por su parte, se ha adherido estrictamente a las normas del derecho internacional en sus relaciones con los Estados Unidos durante cada período de la guerra actual, el Gobierno de los Estados Unidos de las violaciones iniciales de neutralidad finalmente ha procedido a abrir actos de guerra contra Alemania. El gobierno de los Estados Unidos ha creado virtualmente un estado de guerra.
El Gobierno alemán, en consecuencia, interrumpe las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos de América y declara que, bajo estas circunstancias provocadas por el presidente Roosevelt, Alemania también, a partir de hoy, se considera en estado de guerra con los Estados Unidos de América.
Acepte, Sr. Encargado de Negocios, la expresión de mi alta consideración.

11 de diciembre de 1941.
Ribbentrop.



El 4 de abril de 1941, el ministro de Asuntos Exteriores del Imperio japonés Yosuke Matsuoka visitó Berlín, donde se reunió con Adolf Hitler para analizar las relaciones entre ambas potencias. En un momento de la conversación, el Führer reiteró su idea de apoyar al país asiático si este entraba en guerra con Estados Unidos. Incluso aseguró a su interlocutor que los U-boote y la Luftwaffe atacarían objetivos en suelo estadounidense.
¿Una bravuconada de Hitler? Puede parecer descabellado, pero detrás de las palabras del líder germano estaba el trabajo de su industria aeronáutica para dotar a la Luftwaffe de un bombardero estratégico de largo alcance. La gran aspiración era atacar territorio continental de EE. UU. y arrasar objetivos emblemáticos, como Nueva York o los grandes centros industriales de la costa este.
El conflicto con EE. UU. estalló el 11 de diciembre de 1941, cuatro días después del ataque japonés a Pearl Harbor. Alemania declaró la guerra en una decisión personal de Hitler. En ese contexto, Willy Messerschmitt le dijo al Führer que su prototipo de bombardero estaba en fase avanzada. Tenía la designación de Me 264, y el ingeniero aseguraba que poseía una autonomía de 11.600 kilómetros, suficientes para un vuelo de ida y vuelta a Nueva York.
En la primavera de 1942, la Luftwaffe encargó al coronel Dietrich Schwenke, al frente de los vuelos de prueba, elaborar un informe sobre las posibilidades de contar con un aparato para atacar EE.UU.
A partir de entonces, este proyecto se conoció como “Amerikabomber”. No se otorgó directamente a Messerschmitt, pese a su buena sintonía con Hitler.
El proyecto “Amerikabomber” se mantuvo en el campo teórico y en los sueños de los jerarcas alemanes que esperaban un milagro en los compases finales de la guerra. Se habló del desarrollo de modelos aún más avanzados que el Me 264 y el He 277, como el bombardero a reacción Arado E.555 o el ala volante Ho H. XVIII diseñada por los hermanos Horten.
Otro de estos diseños novedosos fue el cohete bombardero Silbervogel (pájaro de plata) del ingeniero Eugen Sänger. Se trataba de avión suborbital que, en teoría, podía alcanzar una velocidad de más de 21.000 km/h en la estratosfera. La guerra acabó para Alemania en mayo de 1945. Ningún prototipo de “Amerikabomber” llegó a producirse en masa.

FUENTES:
https://www.facebook.com/historiasgm/photos/a.105107930962361/475727193900431/

Historia de la Segunda Guerra Mundial

“A Puerta Cerrada – Historia oculta de la Segunda Guerra Mundial” de Laurence Rees (2009)
https://www.facebook.com/photo?fbid=4533810196668043&set=gm.1304922166643516
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Claudio a Aguirre
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Pedro Pablo Romero Soriano PS

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