Antti Sokka Lahti con el rifle antitanque L-39 cerca de Petrozavodsk el 27 de septiembre de 1941.
Durante la fase ofensiva de la Guerra de Continuación, Sokka sirvió como teniente como el líder del equipo de rifles antitanque en JR 50 en misiones antitanques. Su arma era el rifle antitanque Lahti L39 Antti Soka recibió la Cruz de Mannerheim en septiembre de 1941, Sokka fue nombrado Caballero 23 de la Cruz Mannerheim el 12 de octubre de 1941
Durante la fase ofensiva de la Guerra de Continuación, Sokka sirvió como teniente como el líder del equipo de rifles antitanque en JR 50 en misiones antitanques. Su arma era el rifle antitanque Lahti L39 Antti Soka recibió la Cruz de Mannerheim en septiembre de 1941, Sokka fue nombrado Caballero 23 de la Cruz Mannerheim el 12 de octubre de 1941
El Lahti L-39 era un diseño de rifle antitanque de 20 mm finlandés autóctono utilizado durante la "Guerra de Invierno" de la Segunda Guerra Mundial. El sistema fue diseñado en 1939 y producido en unos 1.900 ejemplares al final de su carrera, expandiéndose para incluir el variante antiaérea L-39/44 completamente automática.
Durante un tiempo, el arma mostró ser efectiva para combatir el blindaje soviético en el frente, pero a medida que el grosor del blindaje de los nuevos tanques soviéticos aumentó, el Lahti L-39 fue relegado a otros usos en el campo de batalla según las necesidades.
Había dos tendencias en el uso del antitanque en Finlandia. Por un lado, había quienes creían en la efectividad del cartucho más pequeño de 13 mm unido a una acción de tipo ametralladora de disparo rápido, proporcionando un mejor valor de penetración a través de una mayor velocidad de boca. Del otro lado estaban los que creían en un rifle de 20 mm de mayor calibre. Aunque el disparo fuese más lento, el proyectil de 20 mm tenía inherentemente beneficios suficientes para poder penetrar los espesores del blindaje conocidos de los tanques enemigos.
El finlandés Aimo Johannes Lahti (1896-1970), el diseñador de armas autodidacta, intentó resolver el debate, él mismo eligió el uso del proyectil de 20 mm más grande.
Lahti se propuso diseñar una ametralladora antitanque de 13,2 mm y un rifle antitanque de 20 mm. La evaluación pronto revelaría que la munición de 20 mm era el idóneo en ambos casos.
En la práctica, el Lahti L-39 demostró ser bastante efectivo desde el principio. Quizás lo que más se sumó a su legado fue el hecho de que el L-39 era igualmente efectivo en atacar a cualquier tipo de objetivo soviético bajo el sol de Finlandia, ya sea blindado o no blindado.
El L-39 se usó contra emplazamientos de búnkeres, aviones enemigos de bajo vuelo y tropas enemigas, incluidos otros equipos de francotiradores enemigos. Una variante completamente automática, la L-39/44, se introdujo en 1944 en cantidad limitada para servir como un sistema de armas antiaéreas, que puede verse incluso después de la Segunda Guerra Mundial. En cualquier caso, el poder de ataque de largo alcance y los valores de penetración fueron un regalo del cielo para la defensa de la frontera finlandesa.
Durante un tiempo, el arma mostró ser efectiva para combatir el blindaje soviético en el frente, pero a medida que el grosor del blindaje de los nuevos tanques soviéticos aumentó, el Lahti L-39 fue relegado a otros usos en el campo de batalla según las necesidades.
Había dos tendencias en el uso del antitanque en Finlandia. Por un lado, había quienes creían en la efectividad del cartucho más pequeño de 13 mm unido a una acción de tipo ametralladora de disparo rápido, proporcionando un mejor valor de penetración a través de una mayor velocidad de boca. Del otro lado estaban los que creían en un rifle de 20 mm de mayor calibre. Aunque el disparo fuese más lento, el proyectil de 20 mm tenía inherentemente beneficios suficientes para poder penetrar los espesores del blindaje conocidos de los tanques enemigos.
El finlandés Aimo Johannes Lahti (1896-1970), el diseñador de armas autodidacta, intentó resolver el debate, él mismo eligió el uso del proyectil de 20 mm más grande.
Lahti se propuso diseñar una ametralladora antitanque de 13,2 mm y un rifle antitanque de 20 mm. La evaluación pronto revelaría que la munición de 20 mm era el idóneo en ambos casos.
En la práctica, el Lahti L-39 demostró ser bastante efectivo desde el principio. Quizás lo que más se sumó a su legado fue el hecho de que el L-39 era igualmente efectivo en atacar a cualquier tipo de objetivo soviético bajo el sol de Finlandia, ya sea blindado o no blindado.
El L-39 se usó contra emplazamientos de búnkeres, aviones enemigos de bajo vuelo y tropas enemigas, incluidos otros equipos de francotiradores enemigos. Una variante completamente automática, la L-39/44, se introdujo en 1944 en cantidad limitada para servir como un sistema de armas antiaéreas, que puede verse incluso después de la Segunda Guerra Mundial. En cualquier caso, el poder de ataque de largo alcance y los valores de penetración fueron un regalo del cielo para la defensa de la frontera finlandesa.
FUENTE:
https://www.facebook.com/photo?fbid=316377643827736&set=a.131347705664065
Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial
Pedro Pablo Romero Soriano PS
