En la fotografía coloreada, Panzer V Panther Nº152 del 1° Regimiento Panzer de la 1ª División Panzer SS LAH (Kampfgruppe Peiper), destruido en Ligneuville, Bélgica, en el inicio de la ofensiva alemana en la región de las Ardenas. El comandante del blindado, SS-Untersturmführer Arndt Fischer resultó gravemente herido, él y la mayoría de su tripulación pudieron escapar pero el conductor Wolfgang Simon murió al interior del Panther
General der Panzertuppe Hasso-Eccard Freiherr von Manteuffel (Kommandeur del 5. Panzerarmee) (Izquierda) conversando con el Generalleutnant Horst Stumpf (Inspektor der Panzertruppen en el Frente Occidental) (Centro) y el Generalfeldmarschall Otto Moritz Walter Model (Kommandeur del Heeresgruppe B) (Derecha). Foto sacada durante los eventos en las Ardenas
Para el 25 de enero de 1945, las líneas alemanas habían retrocedido a su punto de partida inicial. La última apuesta de Hitler en el Occidente de Europa había terminado en un fracaso. El Tercer Reich enfrentaba ahora la agonía final de la maquinara de guerra del Eje, apenas quedaba algo en Hungría y era cuestión de unos meses antes de que colapsara por completo por la arremetida aliada que convergía desde todos los lados con la mira puesta en Berlín. Las estimaciones de bajas para la batalla varían ampliamente. Según el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, las fuerzas estadounidenses sufrieron 89.500 bajas, entre ellas 19.000 muertos, 47.500 heridos y 23.000 desaparecidos. Un informe oficial del Departamento del Ejército de los Estados Unidos enumera 105.102 bajas, incluidas 19.246 muertos, 62.489 heridos y 26.612 capturados o desaparecidos, aunque esto incorpora las pérdidas sufridas durante la ofensiva alemana en Alsace, la denominada Operación "Nordwind".
Un informe preliminar del Ejército restringido al 1° y 3° Ejércitos de los Estados Unidos enumeró 75.000 bajas (8.400 muertos, 46.000 heridos y 21.000 desaparecidos). La Batalla de las Ardenas fue la batalla más sangrienta para las fuerzas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial. Las bajas británicas totalizaron 1.400 con 200 muertes. El Alto Mando alemán estimó que perdieron entre 81.834 y 98.024 hombres en las Ardenas entre el 16 de diciembre de 1944 y el 28 de enero de 1945; la cifra aceptada fue de 81.834, de los cuales 12.652 fueron muertos, 38.600 heridos y 30.582 desaparecidos. Las estimaciones de los aliados sobre las bajas alemanas oscilan entre 81.000 y 103.000.
Ahora, según un resumen realizado por el Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas, los alemanes sufrieron las siguientes pérdidas en todo el frente occidental durante el período del 16 de diciembre de 1944 al 25 de enero de 1945: 12.652 muertos, 30.582 desaparecidos, 38 600 heridos, dando en total 81.834. Se puede suponer que ambos bandos sufrieron bajas similares en la Batalla de las Ardenas. Una comparación entre ambos contendientes indica que cada lado sostuvo mayores pérdidas, como promedio por día, cuando estaba a la ofensiva: los alemanes en diciembre de 1944 y los estadounidenses en enero de 1945.
En cuanto a las pérdidas de materiales, los alemanes informaron que destruyeron 1.742 tanques y cañones antitanque aliados y capturaron otros 91 en las Ardenas entre el 16 de diciembre de 1944 y el 25 de enero de 1945. Las pérdidas estadounidenses en vehículos blindados en las Ardenas en diciembre de 1944 probablemente ascendió a alrededor de 600 Sherman, 200 tanques ligeros (principalmente M5 Stuart), 100 destructores de tanques y 400 carros blindados M8 y M20. Según estimaciones realizadas por Richard C. Anderson, el 1° Ejército estadounidense perdió 152 Sherman entre el 29 de diciembre y 28 de enero de 1945. Según George Patton, las pérdidas de tanques medianos durante la batalla de las Ardenas entre el 23 de diciembre de 1944 y el 29 de enero 1945 ascendió a 264 Sherman. Ya que 130 de estos últimos ocurrieron en diciembre 1944, las pérdidas totales de los EE. UU. En cuando a los tanques Sherman en las Ardenas en enero de 1945 se pueden estimar en alrededor de 270.
Las pérdidas en batalla de vehículos blindados alemanes fueron significativamente menores. Según el historiador militar suizo Eddy Bauer, los alemanes perdieron 324 tanques en combate en las Ardenas. Entre el 16 de diciembre de 1944 y el 15 de enero de 1945, las unidades Panzer en la Batalla de las Ardenas registraron la pérdida de 196 tanques Panther. Las relaciones entre el número de pérdidas de Panzer IV y las pérdidas de tanques Panther en diciembre de 1944 estaban en una proporción de 1 a 2, y las pérdidas de Tiger con relación a las pérdidas del Panther fueron de 1 a 10. Por lo tanto, esto parece confirmar las cifras de Bauer. A estas cifras habría que sumar un estimado de 150 cañones de asalto y cazacarros perdidos en combate durante la batalla de las Ardenas.
Sin embargo, el número total de vehículos blindados alemanes perdidos en las Ardenas fue significativamente más alto. En el área recapturada por el VIII Cuerpo de Ejército estadounidense después de la Batalla de las Ardenas, se encontraron 322 tanques alemanes destruidos o abandonados. Los alemanes emplearon en total más de 1.800 tanques y cazacarros/cañones de asalto en la batalla de las Ardenas (incluidos 340 reemplazos por pérdidas). Unos 800 fueron transferidos al Frente Oriental en enero de 1945. Las unidades Panzer que tomaron parte en la Batalla de las Ardenas y no fueron transferidos al Frente Oriental, reunieron un total de 250 tanques (151 Panther y 62 Panzer IV) y 137 cazacarros/cañones de asalto, en total poco menos de 400, el 5 de febrero de 1945. Esto indica que un total de casi 600 tanques y cazacarros/cañones de asalto fueron perdidos en las Ardenas. El Instituto Dupuy ha llegado a un número de recuento de estas pérdidas entre 527 y 554.
SS-Obersturmführer Leidreiter y SS-Sturmbannführer Knittel, comandante de Kampfgruppe Knittel, cerca de Stavelot. Sin caras sonrientes y heroicas de propaganda. La foto fue tomada 2 días desde el inicio de la ofensiva. Lo más probable es que no hayan dormido durante 48 horas
En la fotografía, tomada en la localidad de Amel, también llamada Amblève, ubicada sobre la ruta principal de avance del Kampfgruppe Hansen durante la ofensiva de las Ardennas, es decir la “Rollbahn E”, vemos a un miembro del US Army revisando un bote de goma que encontró dentro del desmantelado SdKfz 251/7, que era la configuración para ingenieros del popular semioruga. No obstante, el vehículo podría igualmente pertenecer al Kampfgruppe Peiper, cuyos elementos de retaguardia utilizaron también esta ruta en la tarde del 17 de diciembre de 1944
¿Porqué fracasó la ofensiva de las Ardenas? o, al menos, ¿A que la atribuyeron con posterioridad a su derrota, los jefes alemanes que participaron de esta operación?. Aquí algunos testimonios.
- General der Panzertruppe Hasso von Manteuffel: Señaló primero a la aviación aliada, que limitó libertad de movimientos durante el ataque; a la carencia de combustible y al terreno inadecuado para la guerra blindada.
- SS Obergruppenführer Josef Dietrich: Responsabilizó a una mala planificación, carencia de combustible y suministros, carencia de entrenamiento y terreno inadecuado. Su jefe de estado mayor, el SS-Brigadeführer Fritz Kraemer, señaló la dificultad del terreno y los efectos de la aviación aliada como las causas para no poder reabastecer de combustible y munición a sus formaciones.
-General der Panzertruppe Erich Brandenberger: Apuntó hacia fuerzas insuficientes, superioridad aérea aliada, inadecuados suministros de munición y combustible, y pocos medios de transporte motorizado.
- General der Infanterie Baptist Kneiss: Subrayó la debilidad de sus fuerzas, combustible y munición insuficientes, falta de apoyo aéreo y pérdidas de medios de transporte.
La pregunta obvia es: ¿No conocían acaso de antemano los planificadores germanos todas estas circunstancias? ¿Podía ser una novedad que los caminos de las Ardenas eran un horror, sobre todo en invierno y que los aliados tenían “una cierta” superioridad aérea? Por supuesto que tanto en el OKW como en el OKH se sabía de antemano que había fuerzas insuficientes y que gran parte de ellas no estaban entrenadas adecuadamente; la logística, también se sabía, no solo era insuficiente sino que iba a depender del terreno y la aviación aliada, etc. Todo lo que con posterioridad se alegó como causa del fracaso, se conocía perfectamente de antemano. En otras palabras, no hay otra forma de verlo que concluir que fue una ofensiva que respondía a la desesperación del momento, una jugada más de Hitler de escapar hacia adelante, de intentar retrasar en algo el irremediable final, pero que nunca estuvo en condiciones de dar vuelta seriamente la comprometida (comprometidísima) situación estratégica en la que Alemania se encontraba sumergida desde hacía ya un buen rato.
- General der Panzertruppe Hasso von Manteuffel: Señaló primero a la aviación aliada, que limitó libertad de movimientos durante el ataque; a la carencia de combustible y al terreno inadecuado para la guerra blindada.
- SS Obergruppenführer Josef Dietrich: Responsabilizó a una mala planificación, carencia de combustible y suministros, carencia de entrenamiento y terreno inadecuado. Su jefe de estado mayor, el SS-Brigadeführer Fritz Kraemer, señaló la dificultad del terreno y los efectos de la aviación aliada como las causas para no poder reabastecer de combustible y munición a sus formaciones.
-General der Panzertruppe Erich Brandenberger: Apuntó hacia fuerzas insuficientes, superioridad aérea aliada, inadecuados suministros de munición y combustible, y pocos medios de transporte motorizado.
- General der Infanterie Baptist Kneiss: Subrayó la debilidad de sus fuerzas, combustible y munición insuficientes, falta de apoyo aéreo y pérdidas de medios de transporte.
La pregunta obvia es: ¿No conocían acaso de antemano los planificadores germanos todas estas circunstancias? ¿Podía ser una novedad que los caminos de las Ardenas eran un horror, sobre todo en invierno y que los aliados tenían “una cierta” superioridad aérea? Por supuesto que tanto en el OKW como en el OKH se sabía de antemano que había fuerzas insuficientes y que gran parte de ellas no estaban entrenadas adecuadamente; la logística, también se sabía, no solo era insuficiente sino que iba a depender del terreno y la aviación aliada, etc. Todo lo que con posterioridad se alegó como causa del fracaso, se conocía perfectamente de antemano. En otras palabras, no hay otra forma de verlo que concluir que fue una ofensiva que respondía a la desesperación del momento, una jugada más de Hitler de escapar hacia adelante, de intentar retrasar en algo el irremediable final, pero que nunca estuvo en condiciones de dar vuelta seriamente la comprometida (comprometidísima) situación estratégica en la que Alemania se encontraba sumergida desde hacía ya un buen rato.
Fotografía: Prisioneros de guerra alemanes, batalla de las Ardenas, enero de 1945. George Silk The LIFE Picture Collection/Imágenes Getty. (FGF Colourised)
Un niño belga hace el signo de la victoria a un grupo de soldados norteamericanos montados en un jeep que le devuelven el saludo, durante la batalla de las Ardenas. Principios de 1945
El martes 2 de enero de 1945 fue una "mañana fría" con cielo despejado, pero los meteorólogos advirtieron que el mal tiempo venía. El general alemán von Manteuffel pidió al General Model que aceptara que Bastogne ya no podía ser tomada. Tuvieron que dar marcha atrás, pero Model sabía que Adolf Hitle/r nunca estaría de acuerdo. El general Lüttwitz también quería retirarse al este del Ourthe, reconociendo que los restos de la 2ª División Panzer y la división Panzer-Lehr en Saint-Hubert y al este de Rochefort eran extremadamente vulnerables. Los batallones de la brigada del Führer Begleit contaban con menos de 150 hombres y sus comandantes resultaron todos heridos. Además, no había suficiente combustible para remolcar los tanques dañados. La respuesta de Adolf Hitle/r fue simple, quería que otro ataque fuera lanzado el 4 de enero de 1945 y prometió la 12ª División Panzer de la Juventud Hitle/r y una nueva división Volksgrenadier. Mientras tanto, el 2º Batallón del 506º Regimiento, 101ª División Aerotransportada, cuyas posiciones han sido tomadas por el 1.er Batallón, avanza a través del bosque hacia 'Bois St. Jacques', entre Foy y Michamps. Al principio los alemanes ofrecieron una resistencia, pero luego se retiran inesperadamente, dejando atrás treinta soldados muertos y siete prisioneros.
Créditos del Texto: Joël Stoppels Battlefield Tours
El Tiger '213' fue uno de los tanques del schwere SS-Panzer-Abteilung 501 adjunto a la 1. SS-División Panzer ' Leibstandarte Adolf Hitler ' durante la ofensiva de las Ardenas. Este último esfuerzo del Tercer Reich vio el reclutamiento de tres ejércitos: 6º SS-Panzerarmee, 5º Panzerarmee y 7º Armee. El 16 de diciembre de 1944, estos ejércitos atacaron la posición aliada a lo largo de un frente de 100 kilómetros de largo entre Monschau y Echternach. Su objetivo era cruzar el río Mosa y dirigirse a Amberes para aislar al grueso de los ejércitos aliados en el Frente Occidental. Hitler estaba convencido de que cortar a los ejércitos aliados en los Países Bajos los obligaría a entablar negociaciones de paz
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=563078479176665&set=pb.100064235526662.-2207520000.
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Fuente: “Ardennes 1944-1945 Hitler´s Winter Offensive” de Christer Bergstrom (2014)
https://www.facebook.com/photo/?fbid=489170392646809&set=gm.1337428603392872
Fuente: “Ardennes 1944-1945 Hitler´s Winter Offensive” de Christer Bergstrom (2014)
Pál Maléter
https://www.facebook.com/photo?fbid=4726364900757259&set=gm.4932273633485768
Estudiosos de la Segunda Guerra Mundial
(Joaquín Pérez)
https://panzerplace.eu/king-of-the-bulge/
https://www.facebook.com/photo/?fbid=141198668293576&set=gm.4665403006910373
Facundo Colourised
Pedro Pablo Romero Soriano PS