Tobruk, "Tierra de Nadie"

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En la imagen; Zapadores del Ejército alemán esperando el inicio de un ataque nocturno durante el asedio de Tobruk en África. El asedio de Tobruk fue supervisado por el general Erwin Rommel. El asedio duró más de 241 días, del 10 de abril de 1941 al 27 de noviembre de 1941


El asedio de Tobruk. 1941

Hasta 1941 el Ejército alemán había resultado imbatible al ocupar Polonia, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Francia, Grecia, Yugoslavia y por supuesto en el Norte de África cuando el Tercer Reich envió al Afrika Korps del general Erwin Rommel con el fin de socorrer a las maltrechas tropas del Ejército italiano en Cirenaica. No obstante y apenas sin poder imaginárselo las fuerzas del Eje, iba a ser en este último teatro de operaciones donde por primera vez la «Guerra Relámpago» o «Blitzkrieg» iba a ser detenida frente a las murallas de Tobruk.
A mediados de abril de 1941, tras haber conquistado, “gloriosamente”, la Cirenaica excepto Tobruk y haberse plantado en la frontera Egipcia, Rommel, con sus líneas de suministro estiradas al límite y con sus tropas dispersas por todo el este de Libia, se vio metido en un aprieto. Así, mientras la propaganda del régimen empezaba a crear el mito del invencible Rommel y su Deutsches Afrika Korps, el general, sobre el terreno, empezó a temer la posibilidad de un ataque británico en su flanco sur, desde la profundidad del desierto, y solicitó que se le enviaran tropas de refuerzo.
Esta situación no solo se oponía a la letanía de victorias que cantaba el ministerio de Göbbels, sino que también contradecía rotundamente los motivos alegados en su momento por Rommel para desencadenar una ofensiva que iba mucho más allá de los ataques limitados que se le había autorizado a llevar a cabo, saltándose “a la torera” la misión fundamental de las tropas germano-italianas en Libia: defender Tripolitania.
En primera instancia se le denegó la petición del ambicioso plan.
Sin embargo, Hitler pronto dio una vuelta de timón y ordenó el envío de un regimiento motorizado mientas que Göring, el comandante en jefe de la Luftwaffe, ordenó a sus cuerpos aéreos que apoyaran el ataque de Rommel hasta el canal de Suez.
Pero ordenar el envío de tropas no era todo, también había que poder efectuar la operación. En este campo, el problema fue que ni alemanes ni italianos tenían capacidad de transporte suficiente como para trasladar más unidades a la vez, con lo cual lo que se enviara a África tendría que esperar a que partiera con dirección al sur la 15.ª División Panzer, cuyo grueso debía desembarcar en África el 5 de mayo.
Dado que nada podría llegar de Alemania a corto plazo, Rommel se giró hacia el alto mando italiano, al que tanto le gustaba maltratar cuando le venía bien, para solicitar el envío de dos grandes formaciones. Sin embargo, los italianos se negaron alegando razones muy similares a las que había empleado Berlín: la falta de capacidad de transporte.
Se abría pues una ventana llena de posibilidades para los británicos, que efectuaron, de hecho, un raid el 23 de abril contra las posiciones alemanas en la frontera egipcia, para retirarse al día siguiente. El ataque tuvo consecuencias inesperadas pues es posible que Rommel perdiera incluso los nervios, enviando a Berlín informes sumamente alarmantes en los que no solo solicitaba aún más tropas, sino también que se reforzara la presencia de la Luftwaffe con el envío de más cazabombarderos e incluso que se destacaran submarinos junto a las costas norteafricanas.
Ese mismo día 23 Halder, harto de la situación, se quejó formalmente de que no recibía informes fiables de África, de que las tropas alemanas en la región habían sido dispersadas y habían perdido buena parte de su capacidad de combate, y de que nadie parecía ser capaz de tener una visión de conjunto de lo que sucedía en África. Por todo ello, decidió enviar al general Paulus para evaluar la situación, explicar a Rommel la imposibilidad de enviarle más tropas y averiguar cuáles eran sus intenciones, dadas las circunstancias.
Finalmente a últimos de Septiembre de 1941, los Aliados aliviaron el cerco en torno a Tobruk después de varios intentos por parte de los Alemanes de tomarlo, cuando la 9ª División de Infantería Australiana fue relevada y sus hombres evacuados gracias a que la Luftwaffe había dejado de acosar los muelles por hallarse concentrada en plena «Operación Barbarroja» sobre la Unión Soviética.

Hombres de la 9ª División de Infantería Australiana custodian a prisioneros alemanes e italianos que fueron capturados durante la guerra en el norte de África, después del primer asalto fallido del General Rommel a Tobruk, en 1941. La 9ª División de Infantería Australiana se ganó gran prestigio durante la Segunda Guerra Mundial

Según el general Erwin Rommel describió a los australianos en una clara referencia al papel desempeñado por la 9ª División de Infantería Australiana en la defensa de Tobruk, sus palabras fueron las siguientes: «son los guerreros de élite del Imperio Británico». Y su frase sin duda no fue ninguna mentira, pues fueron estos combatientes venidos de una tierra tan alejada como Australia, los primeros en detener por un tiempo la hasta entonces imparable «Guerra Relámpago» o «Blitzkrieg» durante la Segunda Guerra Mundial.



Tobruk 1942.
Fotografía coloreada de un carro ligero italiano L3

Soldados australianos en Tobruk (Agosto 1941)
Australianos esperando en una sección caliente del frente, a 400 yardas del enemigo. Esta fotografía se reprodujo en la historia de la unidad 'Purple and blue: the history of the 2/10th Battalion' publicada en 1958. Los hombres fueron identificados en la historia de la unidad como, de adelante hacia atrás, como: VX35964 Soldado (Pte) William John Goodgame ', VX36671 Pte Gordon James Watkins y SX1412 Pte Charles George Stening'. Los tres fueron ascendidos al rango de Lance Corporal durante su servicio. Lance Corporals Goodgame y Watkins murieron en acción en Buna, Papua, el 24 de diciembre de 1942.
Créditos: AUSTRALIAN WAR MEMORIAL / Accession Number 009514 (FGF Colourised)
Nota: El soldado del frente porta un Subfusil Thompson versión M1928, con un cargador tambor para 50 cartuchos, mientras que atrás se ven dos rifles SMLE No.4.Mk.1.

Una pequeña patrulla del 2/3 batallón de infantería australiana se detiene en una zanja antitanque cerca del perímetro de las defensas australianas alrededor de Tobruk. Estos portan subfusiles Thompson M1928A1, y fusiles de cerrojo Lee-Enfield. 09/08/1941 Tobruk, Libia. (FGF Colourised)
Créditos: Australian War Memorial / Número de acceso 020779

Soldados polacos pertenecientes a la Polish Independent Carpathian Rifles Brigade, en un puesto de ametralladoras Bren antiaéreas en Tobruk, el 12 de septiembre de 1941. Los soldados de la Brigada se distinguieron durante el asedio de Tobruk y se ganaron el apodo de "las ratas de Tobruk"




El 30 de abril, los tanques y la infantería del Afrika Korps atravesaron el perímetro suroeste de Tobruk. Aunque estuvieron contenidos en más intensos combates, tomaron un terreno importante, abriendo una brecha, llamada "el Saliente", en el territorio de los Aliados. Incluso los contraataques fuertes no lograron cambiarlos y solo lograron pequeños avances. A menos que las fuerzas aliadas que avanzaran desde Egipto pudieran relevar a Tobruk, la guarnición tendría que resistir, con la esperanza de que pudieran seguir siendo abastecidos por mar. Durante meses, la marina se convirtió en el salvavidas de la guarnición. Mientras tanto, mientras se quedaran, los defensores de Australia, India, Polonia y Gran Bretaña serían una espina clavada en el costado de Rommel. Más importante aún, se le negaron las mejores instalaciones portuarias para sus futuras operaciones. Las orgullosas comparaciones con la defensa de Anzac en Gallipoli, durante una etapa similar de la guerra anterior, 26 años antes, eran inevitables. Tobruk se convirtió rápidamente en un nombre familiar en Australia.
Con el enemigo rodeando a Tobruk, patrullar era vital. Los australianos no tenían ninguna intención de quedar atrapados detrás de su cable perimetral. Ya fuera de reconocimiento o acción agresiva, las patrullas mantuvieron al enemigo fuera de balance. Morshead recordaba muy bien el éxito que tuvieron los australianos en Francia en 1918 con sus patrullas de combate y sus incursiones. Entonces, su llamada "penetración pacífica" no solo trastornó la moral del enemigo: en algunas ocasiones se ganó un terreno considerable. Ahora, hablando de Tobruk, el general dijo: "Desde el primer día decidí que la tierra de nadie sería nuestra tierra". Era importante poner a los alemanes a la defensiva y mantenerlos al menos más allá de su alcance de morteros y ametralladoras. Solo alrededor del Saliente, donde el enemigo era una amenaza constante y peligrosa, podían permanecer cerca.

El comandante del DAK Generaloberst Erwin Rommel posa con los brazos extendidos sobre un recién capturado AEC Dorchester. Tobruk, junio de 1942


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=680955824055596&set=pb.100064235526662.-2207520000&type=3

Historia de la Segunda Guerra Mundial

-Tácticas Acorazadas en Tobruk, Dick Taylor Revista Desperta Ferro Contemporánea Nº25 (2018)
-Erwin Rommel el Zorro del Desierto, David Fraser 2004
https://www.gehm.es/tag/tobruk/
https://segundaguerramundial.es/batallas/tobruk/
https://www.eurasia1945.com/.../contienda/asedio-de-tobruk/
https://www.facebook.com/photo/?fbid=140131588400284&set=g.4051594701624543
https://www.facebook.com/photo/?fbid=212501824496593&set=gm.5727544407362889&idorvanity=4051594701624543

Facundo Colourised

https://www.facebook.com/106584924079900/photos/a.106625880742471/726247188780334/
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Fotografías de la Segunda Guerra Mundial















 









Pedro Pablo Romero Soriano PS

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