Friedrich August Freiherr von der Heydte
Friedrich August Freiherr von der Heydte
Su nombre y apellidos denotaban el abolengo de un oficial prusiano al que la juventud había abandonado en las húmedas trincheras de la Gran Guerra. Pero Friedrich August Freiherr von der Heydte, todo un barón con el sonoro y codiciado «von» en su apellido, iba más allá de lo que su título indicaba. Era algo elitista, pero solo con los combatientes curtidos que se habían ganado a pulso y sangre el título de «Fallschirmjäger». Así se lo hizo saber a sus superiores cuando, debido a la falta de hombres, reforzaron a los paracaidistas con soldados novatos: «Estas nuevas “divisiones” paracaidistas no son más que agrupaciones de tropas antiaéreas de segunda clase».
Nacido en 1907, en junio de 1944 sabía que la Segunda Guerra Mundial tocaba a su fin. Sin embargo, eso no le impidió defender el nudo de carreteras de Carentan durante varios días con su bisoño 6º Regimiento Fallschirmjäger. Ante él tuvo a una de las mejores unidades del Ejército estadounidense, la mítica 101ª División Aerotransportada, así como todo el empuje de unos aliados ansiosos por tomar Francia tras el Desembarco de Normandía. Resistió hasta que sus fuerzas estuvieron tan mermadas que desoyó las órdenes de Adolf Hitler y abandonó su posición. Con todo, el valor demostrado hizo que su unidad pasara a la historia como «Los leones de Carentan».
Lo paradójico, incluso más que la poca importancia que le otorgaba a la aristocracia, es que von der Heydte, el que fuera uno de los mejores oficiales de la «Wehrmacht», fue siempre un ferviente antinazi.
Finalmente, la víspera de Navidad de 1944, se rindió a los Aliados.
Después de la guerra, Heydte se convirtió en profesor de universidad especializado en derecho constitucional e internacional y paralelamente siguió dentro de Ejercito Federal de Alemania, el Bundeswehr. Incluso llegó a militar en política dentro del CSU. Murió en 1994 en Aham, Landshut tras una larga enfermedad.
Friedrich August Freiherr von der Heydte
Verano de 1942, refuerzo para el Generalfeldmarshall Rommel. El Major Friedrich August Freiherr von der Heydte subido en el sidecar de una BMW R75, con su nuevo uniforme del Afrika Korps, comandante del Kampfgruppe von der Heydte (L/FJR3), comandante del Fallschirm-Lehrbataillons aus Döberitz y parte de la Fallschirmjäger-Brigade Ramcke, está listo para partir hacia el norte de África.
El Comandante Friedrich August Freiherr von der Heydte, quien comandó el Fallschirm-Lehrbataillon, parte de la Brigada de Paracaídas Ramcke en Libia en 1942, posteriormente asignado a la 2.Fallschirmjäger Division bajo el mando del General Hermann-Bernhard Ramcke.
El barón von der Heydte provenía de una antigua estirpe bávara católica y estaba emparentado con la mayoría de las grandes familias de Europa. Su rostro extraño y alargado, casi ascético, y sus pronunciados incisivos frontales, encajaría de forma natural bajo el yelmo de un caballero cruzado con la misma naturalidad que bajo el casco de borde liso de los paracaidistas alemanes.
Friedrich August Freiherr von der Heydte (1907-1994) fue un oficial paracaidista alemán que participó en la Segunda Guerra Mundial que posteriormente sirvió en las fuerzas armadas de Alemania Occidental, alcanzando el rango de general
El aristócrata bávaro ya sabía que la Operación Stößer era un fracaso total. Todos los esfuerzos y sacrificios habían sido en vano. La última operación paracaidista alemana de la Segunda Guerra Mundial era un fiasco. Con el brazo roto, los pies helados y el estómago hambriento, llegó a la conclusión de que sólo le quedaban dos opciones: retirarse hacía sus propias líneas o rendirse.
El desembarco paracaidista del barón von der Heydte fue, desde el punto de vista militar un fracaso total, pero su efecto psicológico fue enorme. A todo lo largo del Frente Fantasma y hasta lo más profundo de la retaguardia aumentó todavía más la confusión que ya había causado el contraataque por sorpresa, y enervó aún más a unos ya abrumados Estados Mayores. Los oficiales y soldados aliados comenzaron a ver paracaidistas alemanes hasta en el último rincón de los campos helados
Diciembre 1944 Operación Stösser. Paracaidista alemán capturado por soldados estadounidenses
Fallschirmjäger en una foto antes de participar en la Unternehmen “Stößer”
El 17 de diciembre de 1944, durante la Ofensiva alemana de las Ardenas, poco después de la media noche, 112 aviones de la Luftwaffe despegaron en medio de una fuerte tormenta de nieve con 1.300 paracaidistas a bordo. Estos tenían que tomar tierra a 11 kilómetros de Malmedy, en Bélgica. En realidad tenían que haber despegado 24 horas antes, pero los aviones no estuvieron a punto. Los pilotos carecían de experiencia, la mitad nunca había volado en combate, y mucho menos de noche.
Muchos de los aviones se salieron de la ruta original, unos 200 paracaidistas aterrizaron cerca de Bonn, otros no llegaron a lanzarse y muchos de los que fueron lanzados más o menos cerca de la zona prevista fueron arrastrados por los fuertes vientos a bastante distancia. Los paracaidistas competían con los pilotos en falta de experiencia. Muchos se lesionaron o incluso murieron al tomar tierra. Algunos cadáveres se encontrarían en la primavera siguiente, cuando se derritió la nieve.
Por otra parte, como los paracaidistas se habían dispersado tanto, los estadounidenses informaron de su presencia en una zona amplísima, y creyeron que una división entera había aterrizado detrás del frente. Un Regimiento de la 1ª División de Infantería de Estados Unidos y un mando de combate de la 3ª División Blindada de Estados Unidos (unos 5.000 soldados y 300 tanques) fueron destinados a buscar a los paracaidistas, cuando en realidad a mediodía apenas 300 de ellos se habían agrupado, con municiones para un solo día de combates. La misión de estos hombres era tomar un cruce de caminos al norte de Malmédy y mantener la posición durante 24 horas hasta que la 12ª División Panzer SS los relevase, con el objetivo de obstaculizar el flujo de refuerzos y suministros aliados.
Muchos de los aviones se salieron de la ruta original, unos 200 paracaidistas aterrizaron cerca de Bonn, otros no llegaron a lanzarse y muchos de los que fueron lanzados más o menos cerca de la zona prevista fueron arrastrados por los fuertes vientos a bastante distancia. Los paracaidistas competían con los pilotos en falta de experiencia. Muchos se lesionaron o incluso murieron al tomar tierra. Algunos cadáveres se encontrarían en la primavera siguiente, cuando se derritió la nieve.
Por otra parte, como los paracaidistas se habían dispersado tanto, los estadounidenses informaron de su presencia en una zona amplísima, y creyeron que una división entera había aterrizado detrás del frente. Un Regimiento de la 1ª División de Infantería de Estados Unidos y un mando de combate de la 3ª División Blindada de Estados Unidos (unos 5.000 soldados y 300 tanques) fueron destinados a buscar a los paracaidistas, cuando en realidad a mediodía apenas 300 de ellos se habían agrupado, con municiones para un solo día de combates. La misión de estos hombres era tomar un cruce de caminos al norte de Malmédy y mantener la posición durante 24 horas hasta que la 12ª División Panzer SS los relevase, con el objetivo de obstaculizar el flujo de refuerzos y suministros aliados.
Las disminuida fuerza alemana estaba bajo el mando de Friedrich August Freiherr von der Heydte, un destacado oficial de la Wehrmacht, experto en paracaidismo con una hoja de servicio intachable en Francia, Creta, África del Norte, Italia y la campaña de Normandía. A dicho oficial le habían dado sólo ocho días para entrenar al equipo, pero para mantener el secreto de la operación no le habían permitido transportar a su unidad, sino que había tenido que usar hombres de diversos regimientos, y cada regimiento había aprovechado para desprenderse de lo peor que tenía. Von der Heydte no había tenido ocasión de protestar por estas condiciones, porque era primo del coronel Claus von Stauffenberg.
Aislados, sin suministros y perseguidos por fuerzas superiores, von der Heydte ordenó a sus hombres que atravesaran las líneas aliadas e intentaran llegar al frente alemán. Von der Heydte llegó a Monschau el 21 de diciembre con un brazo fracturado. Dos días después, hizo que el hijo de un maestro de escuela enviara una nota de rendición a los aliados. Estuvo detenido como prisionero de guerra en Inglaterra hasta el 12 de julio de 1947.
Aislados, sin suministros y perseguidos por fuerzas superiores, von der Heydte ordenó a sus hombres que atravesaran las líneas aliadas e intentaran llegar al frente alemán. Von der Heydte llegó a Monschau el 21 de diciembre con un brazo fracturado. Dos días después, hizo que el hijo de un maestro de escuela enviara una nota de rendición a los aliados. Estuvo detenido como prisionero de guerra en Inglaterra hasta el 12 de julio de 1947.
Uno de los Ju-52 abatidos sobe Jülich, entre cuyos restos se recuperaron los cadáveres de sus tripulantes y 17 Fallschirmjäger
La Operación Stösser (en alemán, Unternehmen Stößer) fue una operación consistente en el lanzamiento de paracaidistas en la retaguardia estadounidense en la zona de Hautes Fagnes (Hohes Venn en alemán) durante la batalla de las Ardenas. Su objetivo era tomar y retener el cruce "Baraque Michel" hasta la llegada de la 12.SS-Panzer-Division. La operación fue dirigida por Oberst Friedrich August Freiherr von der Heydte. La mayoría de los paracaidistas y pilotos asignados a la operación eran novatos. La misión, que fue el único lanzamiento nocturno de paracaidistas alemanes en la Segunda Guerra Mundial, se saldó con un sangriento fracaso. Los aviones de transporte levantaron vuelo durante la noche del 16 al 17 de Diciembre de 1944. El Feldwebel Lingelbeck se encuentra a bordo de uno de ellos. Los Fallschirmjäger van armados con pistolas, granadas y cuchillos. El resto del armamento será arrojado en contenedores junto con ellos. Llega el momento de saltar y Lingelbeck se arroja al vacío y comienza a observar el terreno, que avanza rápidamente hacia él: La ruta no está; el río tampoco; la topografía no se parece en nada a la que han estudiado, y los pinos ya están casi sobre él. La razón es simple: El lanzamiento se ha efectuado demasiado atrás de las líneas americanas, sobre el bosque cerrado, y ello tendrá consecuencias catastróficas para los paracaidistas germanos. Ya casi sobre los árboles, una fuerte ráfaga de viento lo estampa contra un grueso pino, en medio de un estruendo de ramas rotas y el particular sonido de la seda que se va rasgando a medida que va cayendo, para quedar finalmente colgado a unos dos metros del suelo. Buscando desembarazarse de su paracaídas, intenta mover el brazo izquierdo, que no le responde. En un segundo intento, una violenta puntada de dolor le atraviesa el pecho hasta la base del cráneo: El brazo está inutilizado, ya que tiene el húmero partido en dos. Luego de varios intentos logra zafar de su paracaídas, cae al suelo y sale en busca de otros paracaidistas. A poco de andar se encuentra con un compañero, tendido al pie de un árbol con las dos piernas rotas. Escenas parecidas se repiten decenas de veces en esa noche trágica, ya que el lanzamiento ha sido un fracaso casi completo. Solo algunos aviones lograron acertarle a la zona de lanzamiento, prevista entre Eupen y Malmedy. El resto (la mayoría), fue lanzado en medio del bosque cerrado y muchos resultarían gravemente heridos durante el aterrizaje, básicamente por fracturas de miembros. Algunos murieron rápidamente; los más afortunados, después de una horrible odisea terminarían cayendo prisioneros (como el caso de Lingelbeck) y los más desgraciados se arrastraron penosamente durante días para ir muriendo lentamente de frío, hambre y agotamiento. Con posterioridad, una gran cantidad de cadáveres fueron recuperados y, hasta bien entrados los años ´60, era bastante habitual que las cuadrillas de trabajadores madereros encontraran esqueletos, con restos de uniformes y equipo, pertenecientes a aquellos infortunados hombres. Para los que cayeron en la zona correcta, la suerte tampoco fue demasiado buena: Aislados y sin posibilidad alguna de recibir refuerzos o pertrechos, unos 300 Fallschirmjäger se rindieron a las fuerzas de la US Army el 20 de Diciembre de 1944.
Friedrich August von Der Heydte durante la ofensiva de las Ardenas en Diciembre de 1944
Una patrulla conformada por hombres de la F Company, del 18th Infantry Regiment de la 1st US Infantry Division, rastrilla el bosque en la zona de Belle-Croix (sobre la N68), ubicada entre Eupen y Bütgenbach, Bélgica, buscando rastros de los paracaidistas. alemanes
Una patrulla del 18º Regimiento de Infantería estadounidense recorre los bosques entre Eupen y Butgenbach, Bélgica en busca de paracaidistas alemanes que fueron arrojados allí durante la Operación Stößer
FUENTES:
https://www.facebook.com/150899208797807/photos/a.943172132903840/992434787977574/
(Historia)
https://www.facebook.com/photo?fbid=4726976617362754&set=pcb.4932897813423350
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Estudiosos de la Segunda Guerra Mundial
(Joaquín Pérez)
Pedro Pablo Romero Soriano PS
