Erich von Manstein y el análisis de la batalla de Stalingrado

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"La razón de que perdiéramos nuestro 6º Ejército hemos de verla, naturalmente, en el hecho de que Hitler se negase al abandono espontáneo de Stalingrado, sin duda por consideraciones de prestigio ante todo.
Pero la de que dichas fuerzas llegasen a meterse en semejante atolladero venía ya del error operativo cometido previamente por el mando supremo alemán al planear la forma de emprender nuestra ofensiva de 1942, así como llevarla a la práctica, pero, sobre todo, al del momento en que esta acción de extinguió.
De la situación operativa a que esta serie de errores o error continuado llevaron al ala sur del frente oriental alemán a últimos del otoño de 1942, habremos de hablar más largamente cuando tratemos de la campaña de invierno de 1942-1943. Por el momento me limitaré a señalar los aspectos que decisivamente influyeron en la suerte del 6º Ejército. Nuestra ofensiva de 1942 fue lanzada en dos direcciones divergentes, el Cáucaso y Stalingrado, como consecuencia de la determinación de objetivos que Hitler elegía principalmente por consideraciones de economía de guerra. Luego vino en secuela obligada el hecho de que al relajarse el ataque alemán, la vastedad del frente era tal que las fuerzas disponibles en modo alguno podían bastarnos para mantenerlo. Nuestro mando no contaba con la reserva operativa indispensable para esta ala del frente total, una vez que había desperdigado al 11º Ejército, disponible tras la ocupación de Crimea, acudiendo aquí y allá con sus distintas unidades.
Teníamos, en efecto, que el Grupo de Ejércitos A se hallaba en la parte norte del Cáucaso, entre el Mar Negro y el Caspio, con frente hacia el sur. El Grupo de Ejércitos B, en cambio, formaba un frente dirigido a este y nordeste, que, apoyándose en el Volga al sur de Stalingrado, torcía luego al norte de la ciudad hacia el curso medio del Don y discurría ya a lo largo de este río hasta el norte de Vorónezh. Ambos grupos de Ejércitos tenían a su cargo frentes tan dilatados, que las fuerzas de que disponían se hacían evidentemente escasas para cubrirlos y sostenerse en ellos. Porque, además, el ala sur enemiga no había sido realmente derrotada, sino que había sabido esquivar el golpe decisivo y salvarse del desastre, aunque para ello hubiese satisfecho un elevado tributo en bajas. Por otra parte, el enemigo contaba con importantes reservas operativas tanto en los demás sectores del frente como en el interior.

El intento de mantener consolidado este prolongado frente constituyó la primera de las equivocaciones, para no mencionar ya el erróneo planteamiento y ejecución de la ofensiva estival, por las que el 6º Ejército había de verse en una situación desesperada a fines de noviembre de 1942.

La segunda equivocación, más funesta todavía, estuvo en que Hitler obligara al Grupo de Ejércitos B a inmovilizar frente a Stalingrado y dentro de la ciudad sus principales fuerzas de choque, integradas por el 6º Ejército y por el 4º Ejército Panzer. Con ello dejaba de cobertura del profundo flanco norte del Grupo en el Don a cargo del 3º Ejército rumano, de uno italiano y otro húngaro y del débil 2º Ejército alemán en el sector de Vorónezh. Hitler, sin embargo, tenía que saber que los ejércitos aliados no iban a poder, ni aun aposentados tras del Don, resistir un ataque soviético a fondo. Y lo mismo hemos de decir del 4º Ejército rumano, al que se había confiado de protección del flanco derecho descubierto del 4º Ejército Panzer.

El intento de tomar Stalingrado en un ataque metódico para conseguir el dominio del Volga una vez que la ciudad había sido ocupada sólo parcialmente en la primera acometida, no parece que hubiera sido imposible en un período relativamente corto. Dejar, en cambio, el grueso del Grupo de Ejércitos B en Stalingrado durante semanas enteras, insuficientemente asegurado en sus flancos, suponía un error fatal, por el que se le cedía al enemigo la iniciativa a la que habíamos renunciado en toda el ala sur para aferrarnos a la ciudad. Invitación más patente a que aprovechase la ocasión de embolsar a nuestro 6º Ejército, no era posible hacerla".


FUENTES:
https://www.facebook.com/historiasgm/photos/a.105107930962361/508024484004035/

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Extracto de “Victorias Frustradas”, las memorias de Erich von Manstein


 
















Pedro Pablo Romero Soriano PS

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