Fue un piloto alemán que abatió 352 aviones durante la Segunda Guerra Mundial, cifra que le encumbró como el mayor as de la contienda.
Todos sus derribos tuvieron lugar en el Frente del Este, donde lideró la Jagdgeschwader 52, una de las unidades más célebres de la guerra.
Su apodo, puesto por los rusos por la pintura negra del morro de su BF-109.
Durante los meses de enero y febrero de 1944 Hartmann logró 50 victorias en 60 días, en el curso de ese año Hartmann reivindicó 172 victorias, dicha cifra levantó sospechas entre el alto mando de la Luftwaffe y sus reclamos de victorias fueron cuidadosamente analizados.
Finalmente el 8 de mayo de 1945 alcanzó su última victoria, la 352, cuando derribó un Yak-9 cerca de Brno, República Checa.
Erich Alfred Hartmann fue apodado "Bubi" por sus camaradas y "Diablo Negro" por sus adversarios.
Fue piloto de caza durante la II Guerra y también en la posguerra.
Es considerado hoy "El As de Ases" de la historia.
Derribó su primer avión cuando contaba con 22 años.
Con tres en la Luftwaffe (1942/1945) participó en 1404 misiones, 825 combates y derribando 352 aviones.
Tuvo catorce aterrizajes forzosos con su "Bf 109" debido a los daños recibidos por fragmentos de aparatos que él mismo había destruido o por fallas mecánicas.
Nunca fue derribado ni forzado a saltar en paracaídas y tampoco a aterrizar debido al fuego enemigo.
Terminada la guerra fue recluido por los soviéticos en campos de trabajos forzados en Siberia hasta 1955, año en el que regresó a Alemania.
Volvió a pilotar aviones en la Luftwaffe hasta el año 1970 en el que se retira.
Fallece en 1993 en Alemania a los 71 años
Fue piloto de caza durante la II Guerra y también en la posguerra.
Es considerado hoy "El As de Ases" de la historia.
Derribó su primer avión cuando contaba con 22 años.
Con tres en la Luftwaffe (1942/1945) participó en 1404 misiones, 825 combates y derribando 352 aviones.
Tuvo catorce aterrizajes forzosos con su "Bf 109" debido a los daños recibidos por fragmentos de aparatos que él mismo había destruido o por fallas mecánicas.
Nunca fue derribado ni forzado a saltar en paracaídas y tampoco a aterrizar debido al fuego enemigo.
Terminada la guerra fue recluido por los soviéticos en campos de trabajos forzados en Siberia hasta 1955, año en el que regresó a Alemania.
Volvió a pilotar aviones en la Luftwaffe hasta el año 1970 en el que se retira.
Fallece en 1993 en Alemania a los 71 años
Erich "Bubi" Hartmann, llegó a ser conocido por sus adversarios como «el diablo negro».
El avión de Hartmann, el mítico Messerschmitt Bf 109, tenía marcas distintivas que lo hacían reconocible y temible ante los pilotos soviéticos: el morro pintado de negro en forma de tulipán y un corazón atravesado por una flecha en la que había escrito el nombre de su novia: Úrsula, en el fuselaje llevaba pintado un Nº1.
Realizó su primera misión en el Frente Oriental en octubre de 1942, con 20 años. Su primera victoria la obtuvo un mes después al derribar un caza Sturmovik Il-2 soviético. En julio de 1943, durante la batalla de Kursk, abatió siete aviones en un solo día. Terminó el año con 159 victorias y, en 1944, ya acumulaba 172, lo que le valió para ser condecorado personalmente por Hitler con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro
El día 20 de agosto de 1943, al piloto de la Luftwaffe Erich Hartmann se le encomendó la misión de escoltar a la escuadrilla del piloto Hans-Ulrich Rudel en una misión de contraataque en el frente soviético. Todo iba bien hasta que en medio del combate, trozos del fuselaje de uno de los dos aviones que había derribado impactaron contra su aparato y tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia. Los rusos ven la maniobra de Hartmann y envían a un grupo de soldados a capturarlo. En cuanto Hartmann ve que se acercan, simula estar herido y es montado en un camión. Cuando se ponen en marcha, los Stukas de la escuadrilla de Hans Rudel les atacan y Hartmann aprovecha el desconcierto para escapar del camión y esconderse durante todo el día en un campo cercano de girasoles. Cuando cae la noche, sale de su escondite y empieza a caminar hacia posiciones alemanas. Después de un buen rato, un centinela alemán le da el alto y dispara fallando el tiro. En ese momento, Hartmann le dijo al centinela “Por Dios, no mates a tus camaradas”. Por suerte para él, no hubo un segundo disparo y pudo llegar sano y salvo de vuelta hasta su base.
Erich Hartmann (1922-1993) es considerado todavía hoy el mejor piloto de caza de la historia y, por lo tanto, el más letal y temido de todos los que participaron en la Segunda Guerra Mundial. Combatió siempre en el Frente Oriental y llegó a ser conocido por sus adversarios como «el diablo negro». Consiguió un récord impresionante: derribar 352 aviones enemigos sin que él fuera derribado jamás. Tan solo se vio obligado a estrellar su aparato contra el suelo en 14 ocasiones debido a fallos mecánicos o a los daños recibidos por los trozos de los aparatos que él abatía.
El piloto alemán había aprendido a volar casi de niño, instruido por su madre, una de las primeras mujeres piloto de Alemania. Los Hartmann, de hecho, tenían su propio planeador, que tuvieron que vender por la mala situación económica de la familia. Cuando Hitler llegó al poder en 1933, sin embargo, las clases de vuelo se pusieron de moda y decidieron crear una escuela. Para el año 1936, con solo 15 años, el pequeño Erich ya era instructor de planeadores.
El piloto alemán había aprendido a volar casi de niño, instruido por su madre, una de las primeras mujeres piloto de Alemania. Los Hartmann, de hecho, tenían su propio planeador, que tuvieron que vender por la mala situación económica de la familia. Cuando Hitler llegó al poder en 1933, sin embargo, las clases de vuelo se pusieron de moda y decidieron crear una escuela. Para el año 1936, con solo 15 años, el pequeño Erich ya era instructor de planeadores.
Realizó su primera misión en el Frente Oriental en octubre de 1942, con 20 años. Su primera victoria la obtuvo un mes después al derribar un caza Shturmovik Il-2 soviético. En julio de 1943, durante la batalla de Kursk, abatió siete aviones en un solo día. Terminó el año con 159 victorias y, en 1944, ya acumulaba 172, lo que le valió para ser condecorado personalmente por Hitler con la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro.
El último derribo
El avión de Hartmann, el mítico Messerschmitt Bf 109, tenía marcas distintivas que lo hacían reconocible y temible ante los pilotos soviéticos: el morro pintado de negro en forma de tulipán y un corazón atravesado por una flecha en la que había escrito el nombre de su novia: Úrsula. Y en el fuselaje llevaba pintado un número 1, para que no quedara duda de quién era el líder de su escuadrón.
Al final de la guerra, en mayo de 1945, el piloto alemán desobedeció la orden de volar al sector británico y abandonar a sus hombres para evitar que fuera capturado por los soviéticos. Decidió permanecer con su unidad y consiguió su último derribo, el número 352: un caza ruso Yakovlev Yak-9. Solo tenía 24 años, pero no le tembló la mano al ordenar que se destruyeran los 25 aparatos de su legendario escuadrón, el JG52, poniendo fin a la unidad más exitosa de la historia de la aviación militar. Después se rindió a los estadounidenses, que entregaron al prisionero a los rusos en aplicación de los acuerdos de Yalta.
Maintaining the legendary ace's warbird is no easy task. Heinz Mertens, the devoted mechanic for Erich Hartmann, takes a well-earned nap on the Bf 109's propeller blades
Foto única. Ases de la Luftwaffe, izquierda número 1 Mayor Erich Hartmann con 352 derribos, derecha número 2 teniente coronel Gerhard Barkhorn con 302 derribos
En la fotografía el primer teniente Walter Krupinski y el teniente Erich Hartmann bromeando después de recibir las hojas de roble, marzo de 1944
Si ves aviones enemigos, no es necesario dirigirte directamente hacia ellos y atacarles. Espera, observa y usa la razón. Mira el tipo de formación y tácticas que están empleando. Mira si hay algún rezagado o algún piloto inseguro entre ellos. Dicho piloto siempre sobresale. Derríbale. Es más importante precipitar a uno de ellos envuelto en llamas hacia el suelo, de forma que todos los pilotos enemigos puedan ver la pérdida y experimentar sus efectos psicológicos, que enzarzarse en un dogfight de veinte minutos en el que nada ocurre.
Erich "Bubi" Hartmann, Luftwaffe, el mayor as de todos los tiempos con 352 derribos
Erich "Bubi" Hartmann, Luftwaffe, el mayor as de todos los tiempos con 352 derribos
En la foto podemos ver a Erich Hartmann siendo registrado luego de ser liberado de un gulag soviético donde estuvo en cautiverio por diez años y medio, Alemania occidental, octubre de 1955.
Hartmann fue entregado por los aliados occidentales a los soviéticos de acuerdo a los acuerdos de Yalta, ya prisionero y conociendo su calidad los soviéticos trataron de convencerlo para que sirviera a su lado, trataron de convencerlo que se volviera comunista, incluso amenazaron a su esposa de muerte, pero nada sirvió, por lo que fue enviado a un gulag donde sufrió mucho maltrato, luego de su liberación se volvió en uno de los padres de la nueva Luftwaffe donde alcanzó el rango de general retirándose con todos los honores
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=4854681967959299&set=g.489226501546424
https://www.facebook.com/photo/?fbid=364558975676269&set=gm.3139406806337033
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Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial
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Pedro Pablo Romero Soriano PS








