Operación Tifón en 1941

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En el frente, el Grupo de Ejércitos Centro de Bock contenía casi dos millones de hombres cuyas necesidades básicas apenas podían ser cubiertas por el flujo de suministros que llegaban al frente. Como resultado, hubo un almacenamiento extremadamente limitado para la Operación Tifón, y los informes alemanes ya antes del inicio de la operación dejaron en claro que no sería posible respaldar un avance más allá de las batallas de cerco anticipadas.
Llegar a Moscú, por tanto, estaba descartado desde un punto de vista logístico desde el principio. Los camiones y los tanques no
solo fueron obstaculizados por "el país" hacia el que avanzaban, sino que también fueron restringidos por la falta de combustible y municiones.
Los ferrocarriles, cuyo trabajo consistía en suministrar esos elementos esenciales, se vieron obstaculizados por las vastas distancias y las condiciones que encontraban en el suelo.
Los ferrocarriles no pudieron avanzar lo suficientemente lejos, lo suficientemente rápido para apoyar las demandas de la campaña.



Sin embargo, desde Hitler en el OKW (Oberkommando der Wehrmacht - Alto Mando de las Fuerzas Armadas) hasta Halder en el OKH y Bock en el Grupo de Ejércitos Centro, no hubo pérdida de entusiasmo por la Operación Tifón.


El ejército puede haber estado sufriendo los mismos factores de resistencia que habían plagado a los invasores anteriores, pero para
la mente nacionalsocialista, el poder de la "voluntad" individual equivalía a la determinación de superar todos los obstáculos y fuerzas opuestas.
No hacerlo fue un reflejo del individuo, no de las circunstancias. Por tanto, se concedió una importancia decisiva a la «voluntad» necesaria para ejecutar una orden o alcanzar un objetivo.
La logística había sido un problema importante para el Ostheer a lo largo de la campaña de verano, pero el hecho de que los objetivos más inmediatos pudieran cumplirse permitió al alto mando alemán pasar por alto la gravedad del problema.



Al ordenar otra ofensiva a gran escala hacia el este, simplemente retrasaron lo peor de la crisis logística, y eso fue todo antes de que el clima afectara el movimiento de manera tan adversa.
Las lluvias de otoño no crearon la crisis de suministro detrás del Frente Oriental; solo intensificaron un problema predeterminado, que el mando alemán no había podido prever.



Operación Tifón, los últimos progresos de la ofensiva alemana

Si bien hubo algunos indicios para sugerir una posible contraofensiva soviética alrededor de Moscú, no era una perspectiva que se tomara en serio dentro del mando alemán. Después de todo, si la batalla por Moscú iba a ser decidida por el último batallón soviético, era simplemente inconcebible para cualquiera en una posición de autoridad que el Stavka podría poseer la fuerza tanto para soportar el peso del Grupo de Ejércitos Centro, mientras que al mismo tiempo organizaba las reservas para una ofensiva sustantiva propia. Los informes de inteligencia compilados por la sección Fremde Heer Ost (Ejércitos Extranjeros del Este) de Eberhard Kinzel también descartaba la perspectiva de una gran ofensiva soviética al concluir el 22 de noviembre y que el movimiento de las fuerzas soviéticas indicaba que el Frente Occidental soviético "probablemente no tenía más reservas disponibles aparte de las que ya habían sido traídas del Lejano Oriente".
Zhúkov declaró después de la guerra que la "contraofensiva había sido preparada durante las acciones defensivas", mientras que las fuerzas alemanas habían sido "desangradas” por sus constantes ataques. De hecho, en la última semana de noviembre la Stavka comenzó a transportar cinco de los nuevos ejércitos de reserva, formados detrás el río Volga, a las líneas del frente. Tres de estos, el 24°, 26° y 60°, tomaron posiciones al este de Moscú, mientras que los dos restantes fueron enviados al sur. El 10° Ejército fue desplegado al oeste del río Oka, río abajo de Kashira, para defender tanto Kolomna como Riazán del ejército Panzer de Guderian, mientras que el último ejército soviético, el 61°, fue posicionado detrás del flanco derecho del Frente Sudoeste.
La existencia de estos ejércitos seguía siendo desconocida para el alto mando alemán e, incluso sin ellos, Halder predijo en una presentación a Hitler el 19 de noviembre que el Ejército Rojo llegaría a unas 150 divisiones junto con veinte a treinta brigadas de tanques para 1942. Al mismo tiempo, se predijo que el Ostheer totalizaría sólo unas 122 divisiones (infantería, motorizados, Panzer, SS, montaña y de seguridad).
Si bien el despliegue de los ejércitos de reserva soviéticos fue dictado principalmente por el plan de Zhukov para la próxima ofensiva de invierno, había también una necesidad provisional de contrarrestar algunas de las puntas de la lanza alemanas más amenazantes. La defensa de Kashira, por ejemplo, adquirió una importancia vital una vez que Guderian recuperó los nervios y encargara al Kampfgruppe Eberbach el ataque para llegar a la línea ferroviaria entre Kolomna y Riazán.
Eberbach había abierto un agujero en la línea soviética y su avance tuvo buen progreso el 25 y 26 de noviembre a pesar de contar con solo un puñado de tanques operativos en la 17ª División Panzer de Licht. Mientras que el logro de Eberbach se veía bien en el mapa, casi no había fuerzas que lo secunden, y como señaló Bock el 26 de noviembre, "los soviéticos se están movilizando con fuerzas de todos los lados contra la Brigada Eberbach que avanza hacia Kashira”. Como se pudo esperar de las tropas blindadas de Guderian, el evidente peligro no fue motivo para abandonar la operación y el Kampfgruppe de Eberbach cargó de cabeza en la batalla con los soviéticos numéricamente superiores en efectivos. El resultado se registró en el diario de Bock el 27 de noviembre: "¡Día negro para el 2° Ejército Panzer!" …El enemigo empujó muy fuerte desde el norte a través de Kashira contra la punta de lanza de la Brigada Panzer Eberbach". La ofensiva se detuvo en seco y la división Panzer de Licht pronto estaría librando una batalla defensiva en marcha por la ruta de su reciente avance. Tampoco fue solo el final del viaje en Kashira lo que causó consternación a Bock. Un intento de cerco de la siberiana 239ª División de Fusileros cerca de Stalinogorsk se había roto con un gran número de bajas, cuando los soviéticos cargaron contra las delgadas líneas de la 29ª División de Infantería Motorizada del mayor general Max Fremeyer.



FUENTES:
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-106890305037109/photos/pcb.157761243283348/157761203283352/
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-106890305037109/photos/pcb.157761243283348/157761076616698
https://www.facebook.com/Soldados-de-la-Segunda-Guerra-Mundial-WW2-106890305037109/photos/pcb.157761243283348/157761009950038
Stahel, D. (2018). Operación Tifón: La marcha de Hitler sobre Moscú, octubre de 1941. Páginas 21-22.
https://www.facebook.com/photo/?fbid=978644657620043&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fuente: “Battle for Moscow” de David Stahel (2015)




























 



Pedro Pablo Romero Soriano PS

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