Patton el 3º Ejercito y la desastrosa misión de liberar a su yerno

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En la imagen; Dos francotiradores alemanes se rindieron a las tropas del Tercer Ejército de los Estados Unidos en Koblenz, 26 de marzo de 1945. El Tercer Ejército de Patton cruza el Mosela cerca a Koblenz 14 de abril de 1945


En febrero de 1945, los alemanes estaban en completo retiro. El 23 de febrero de 1945, la U.S. 94ª División de infantería cruzó el Saar y estableció una cabeza de puente vital en Serrig a través de que Patton empujado unidades en el Saarland. Patton había insistido en un cruce inmediato del río Saar contra el Consejo de sus oficiales. Historiadores tales como Charles Whiting han criticado a esta estrategia como innecesariamente agresivo.
Una vez más, sin embargo, Patton encontró otros medios dada la necesidad de gasolina y suministros.
Para obtener éstos, unidades de artillería del 3º Ejército se hicieron pasar como personal del 1º Ejército y en un incidente se aseguraron miles de galones de gasolina de una reserva del 1º Ejército.
Entre el 29 de enero y el 22 de marzo, el tercer ejército tomó Trier, koblenz, Bingen, Maguncia, Kaiserslautern, y Ludwigshafen, matando o hiriendo a 99.000 y captura 140.112 soldados alemanes, que representan prácticamente todos los restos de la Primero alemán y séptimo ejércitos.
Un ejemplo de ingenio sarcástico de Patton cuando recibió órdenes de que para capturar Tréveris (en alemán, Trier) como se había decidido que se necesitarían cuatro divisiones. Cuando el mensaje llegó, Trier ya había caído.
Patton algo cáustico respondió: "han tomado Trier con dos divisiones. ¿Quieres darle la vuelta?"
El Tercer ejército comenzó a cruzar la Río Rin después de construir un puente del pontón en 22 de marzo y deslizaron una división a través del río esa noche. Patton después se jactaba que había orinado en el río que cruzó.
En marzo del 45 la guerra en Europa daba sus últimos coletazos y el general Patton fue informado de que su yerno, el coronel Waters, se hallaba prisionero en el campo de Hammelburg (Oflag XIII-B).
El 26 de marzo de 1945, Patton envió con una Fuerza al capitán Baum, que consistía en 314 hombres, 16 tanques y una variedad de otros vehículos, 50 millas (80 kilómetros) detrás de líneas alemanas para liberar un prisionero de guerra campamento, OFLAG XIII-B cerca de Hammelburg.
Patton sabía que uno de los internos era su yerno, el teniente coronel John K. Waters.
Ya una carta a su esposa, Beatrice, Patton le confesó sus intenciones de enviar una misión de rescate para liberar a su yerno. En vista de los deseos de Patton por rescatar al coronel Waters, puso al frente de la expedición al capitán Abraham J. Baum, de la 4ª División Blindada.
Pero Patton no desveló que en Hammelburg se hallaba preso Waters y ordenó un espectacular rescate que eclipsase a los rescates de prisioneros que los hombres de MacArthur habían llevado a cabo en las Filipinas.
Tanto interés tenía Patton por rescatar a Waters que envió al general de división Alexander C. Stiller con la columna blindada del capitán Baum. El propio Stiller revelaría a Baum, que Waters, el yerno de Patton, era uno de los prisioneros del campo que debían liberar.
Después de escaramuzas en las inmediaciones de Aschaffenburg, la fuerza de Baum se abrió camino hasta la autopista 26 en un 27 de marzo de 1945.
Los alemanes fueron sorprendidos por los disparos de los tanques y el fuego de ametralladora. Ante semejante vorágine de fuego, los teutones quedaron dispersados.
Al llegar a Gemünden, los alemanes volaron el puente y el capitán Baum resultó herido en la mano y en la rodilla. Por su parte, los estadounidenses optaron por desviarse al norte, liberando a su paso a unos setecientos prisioneros rusos.
Alrededor de las 15 horas arribaron a Hammelburg.
Los norteamericanos, avanzando desde el oeste, se toparon con un batallón de cañones de asalto que marchaba desde el este. Pese a que lograron rechazar el ataque alemán, las reservas de combustible americanas terminaron ardiendo y varios vehículos fueron destruidos.
En el campo de prisioneros resonaba la alarma y los guardias estaban en alerta. Los tanques Sherman irrumpieron en el recinto, neutralizando las torres de vigilancia y destruyendo un depósito de agua. Los prisioneros se lanzaron cuerpo a tierra y se les advirtió de apagar los cigarrillos y las luces.
El comandante alemán del campo optó por rendirse. Mientras tanto, el coronel Waters, a varios cientos de metros, caminando hacia la columna de rescate, resultó herido por el disparo de un tirador. Se le negó asistencia médica a Waters en un hospital cercano, por lo que tuvo que ser atendido en el campo de prisioneros.
La incursión fue un fracaso y sólo 35 hombres volvieron; el resto fueron muertos o capturados, y todos los 57 vehículos se perdieron. Otro prisionero liberado de Oflag fue teniente Donald Prell que fue recapturado y fue enviado a un campo POW sur de Nuremberg.
Patton informó este intento de liberar Oflag XIII-B como el único error que hizo durante la segunda guerra mundial.
Cuando se enteró de la misión secreta de Eisenhower, estaba furioso.
Patton dijo más tarde que lo sentía, que la decisión correcta hubiera sido enviar un Comando de combate, una fuerza tres veces mayor.
La descabellada operación para rescatar a Waters había terminado en una rotunda catástrofe. Patton había arriesgado las vidas de sus hombres de manera alocada, sin valorar las consecuencias. Sin duda, el intento de rescate de su yerno, era una enorme mancha en su historial.
Solo un puñado de hombres habían podido escapar del Oflag XIII-B, mientras los alemanes celebraban haber rechazado a los estadounidenses. El propio general de división Stiller, que había desvelado el objetivo de la misión, fue capturado y los soldados de Baum fueron trasladados a un campo cercano a la ciudad de Munich. Un mes después serían liberados por el 7º Ejército de Estados Unidos.
Patton trató de esquivar la responsabilidad de aquella lamentable operación de rescate, por lo que culpó al general Eddy del 12º Cuerpo, argumentando que no había enviado una fuerza lo suficientemente poderosa. Es más, Patton incluso se excusó ante la prensa, aduciendo que el ataque sobre Hammelburg había permitido engañar a los alemanes, haciéndoles creer que marchaban hacia Nüremberg.
Poco a poco, se fueron desvelando las verdaderas intenciones del rescate y diez días después del asalto al campo de prisioneros, el coronel Waters y el capitán Baum fueron liberados junto con los hombres cuya salud era demasiado delicada como para trasladarlos a Munich
El propio Patton condecoró en persona a Baum con la Cruz de Servicio Distinguido por el valor mostrado. Pese a la temeridad cometida por Patton, el carismático y polémico general se libró de ser amonestado.
Por su parte, un indignado Eisenhower se refirió a la misión de rescate como “la última acción disparatada de Patton”.


Abe Baum era un capitán de 23 años de edad cuando Patton le ordenó liberar el campo de prisioneros OFLAG XIII-B en Hammelburg, Alemania, semanas antes del final de la guerra. Oficialmente era una misión de rescate, pero lo cierto era que en esa prisión se encontraba el yerno de Patton, el teniente coronel John Knight Waters, aunque Patton negó posteriormente que él hubiera dado esa orden. Sobrevivió a la guerra Tenía 91 años de edad cuando falleció, el 2 de marzo de 2013

John K. Waters, era teniente coronel y yerno de Paton. Le habían capturado en Túnez el año anterior y enviado inicialmente al Oflag 64 de Schubin, Polonia. Pero en enero de 1945, ante el imparable avance del Ejército Rojo, se trasladó a todos los prisioneros (es un decir porque la mayoría tuvo que hacer a pie el camino de más de quinientos kilómetros) al Oflag XIII-B de Camp Hammelburg, hasta entonces destinado exclusivamente a oficiales serbios. Con la llegada de los nuevos internos, los serbios se concentraron a un lado y los americanos al otro, quedando el lugar saturado. Llegó a general y tuvo una meritoria carrera militar; murió en 1989

Los tanques derribaron las cercas del campo de prisioneros y a su paso salieron multitud de prisioneros, muchos más de los que Baum esperaba encontrar. Se temía que los alemanes regresasen y Baum solo pudo hacer hueco en sus vehículos para unos 100 hombres. Así, el resto debía escapar a pie o bien esperar a la liberación definitiva

Patton trató de esquivar la responsabilidad de aquella lamentable operación de rescate, por lo que culpó al general Eddy del 12º Cuerpo, argumentando que no había enviado una fuerza lo suficientemente poderosa. Es más, Patton incluso se excusó ante la prensa, aduciendo que el ataque sobre Hammelburg había permitido engañar a los alemanes, haciéndoles creer que marchaban hacia Nüremberg

El general Patton junto a su yerno, el coronel Waters



FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=481107774040403&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

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