Tatsinskaya, era un aeródromo ubicado en el oblast de Rostov a 260 km de Stalingrado. Era el mejor punto estratégico para la Luftwaffe en el abastecimiento aéreo para las tropas de Paulus.
Ahí, los aviones podían reabastecerse y acortar horas de vuelos (estaba a 1.30 hs de Stalingrado) por lo que podía llevar más pertrechos, en lugar de combustible para una autonomía mayor. Cuando los alemanes lanzaron Wintergewitter, los primeros días hicieron buenos progresos.
Pero los soviéticos tenían un as bajo la manga. El día 16 lanzan la Operación Pequeño Saturno. Una maniobra para destruir al 8° Ejército Italiano, avanzar hasta Rostov y cortar la retirada al Grupo de Ejército A. Y a la vez vieron una oportunidad de aliviar la presión de Manstein hacia Stalingrado. ¿Qué punto estratégico podría hacer cambiar los planes alemanes? Si, Tatsinskaya.
El Stavka ordenó que el 24° Cuerpo Mecanizado de Badanov avanzara hacia el aeródromo el día 16 de diciembre. El avance empezó con buen ritmo. No había fuerzas importantes para impedir el avance soviético.
Manstein seguía su camino hacia Stalingrado. Hasta que llegaron al río Myshkova. Ahí las fuerzas alemanas fueron detenidas por elementos soviéticos. Esto era doblemente peligroso; perdían tiempo para llegar a Stalingrado y las tropas del 24° Cuerpo Mecanizado avanzaban a Tatsinskaya. Ante este nuevo panorama, Manstein desvió a la 6ª División Panzer para contener a los soviéticos. La suerte ya estaba echada.
Pese a los constantes informes de la inminente llegada de tropas soviéticas, Göering prohibió la evacuación del mismo. No fue hasta el día 23, que dio luz verde para la evacuación. Demasiado tarde.
Al día siguiente la avanzada soviética llegó al aeródromo. Estaba débilmente defendido por unidades rumanas con cañones Reşiţa de 75 mm, que poco pudieron hacer. La desesperación se apoderó en el lugar.
Los aviones alemanes se apresuraban a despegar para evitar ser destruidos. En el caos, dos Ju-52 colisionaron en la pista; por lo que complicó más aún los despegues de las otras aeronaves. De los aproximado 180 Junkers, 70 fueron destruidos. Pérdidas difícilmente de reponer para los alemanes. Aun así, la llegada de la 6ª División Panzer ayudó a retomar el aeródromo, aunque el 28 finalmente volvió a caer en manos soviéticas. El día 31, la zona era segura.
Con la caída de Tatsinskaya y con el aeródromo de Morozovskaya bajo amenaza, los alemanes tuvieron que buscar otros aeródromo para seguir suministrando a los asediados soldados de Paulus. El problema eran que estaban mucho más lejos. Los Ju-52 operaron en Salsk y los He-111 en Novocherkassk.
Pero no todo fue color de rosa para los soviéticos. El 24° Cuerpo Mecanizado tuvo cuantiosas pérdidas durante su travesía a Tatsinskaya. Dicho cuerpo operaba a 240 km de distancia desde su base de operaciones, por lo que en algunos casos, tuvo que depender de suministros capturados a los alemanes.
Además los fusileros no podían mantener el ritmo de los tanques por lo que en ocasiones, los blindados atacaban en solitario, sin la protección de la infantería. Aunque tomaron Tatsinskaya y desbarataron el plan alemán de intentar rescatar a Paulus, la casi total destrucción de dicho Cuerpo Mecanizado les prohibió explotar esta victoria y avanzar hacia Rostov.
De igual manera, este ataque en profundidad a la retaguardia enemiga les sacó muchas conclusiones al Alto Mando Soviéticos. La victoria estratégica en Tatsinskaya les dio la visión de que debían crear y mejorar Cuerpos Mecanizados independientes, que pudiesen atacar en profundidad la retaguardia enemiga; que antes, normalmente se hacía con caballería o unidades aerotransportadas ayudadas por partisanos.
Hoy, en lo que alguna vez fue el aeródromo de Tatsinskaya se erige un monumento al 24° Cuerpo Mecanizado.
FUENTE:
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General Invierno
Pedro Pablo Romero Soriano PS
