La cobra que fuma
En la imagen, el soldado Francisco de Paula, carga un cartucho de 105mm que dice "La Cobra está fumando"
El país sudamericano que más soldados envió a la Segunda Guerra Mundial.
En 1944 Brasil envió 25.834 hombres y mujeres a Italia a combatir contra el Eje y logró que 20.174 enemigos se rindieran. Es el país sudamericano que más contingentes movilizó.
La insignia que los soldados de la Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB) llevaron como identificación a la Segunda Guerra Mundial fue el de una cobra fumando una pipa; un símbolo inequívoco del entredicho en el que se encontraba el país: era más probable que una cobra fumase a que Brasil entrase en guerra.
La fuerza expedicionaria Brasileña:
En la década de 1930 y 1940, Brasil era un país de rápida industrialización, por lo que era popularmente considerado como "el gigante dormido de las Américas." También se reconocía su capacidad como emergente potencia mundial. Desde el 3 de noviembre de 1930 hasta el 29 de octubre de 1945, el Presidente de Brasil fue Getúlio Dornelles Vargas, quien era un nacionalista acaudalado pro-industria y anti-comunista, que favorecía el desarrollo capitalista y las reformas liberales. Sin embargo, la oposición a sus políticas propulsó un estado centralizado a lo largo de las líneas fascistas.
En noviembre de 1937, Vargas removió el gobierno constitucional electo y lo reemplazó con una dictadura denominada Estado Novo. Los diplomáticos estadounidenses y agentes de inteligencia se alarmaron al presenciar desfiles callejeros de tipo fascista, llamados integralistas. Las calles estaban llenas de ciudadanos vestidos con camisas verdes. De igual manera, se percibía una admiración abierta de parte de los oficiales brasileños que apoyaron la dictadura hacia el ejército alemán, como señales de la influencia nazi.
Sin embargo, el gobierno de Vargas hábilmente construyó los cimientos de una sólida economía industrial. En el proceso, Brasil trató de crear un entorno económico que favoreciera la relación con los Estados Unidos, de forma tal que la economía del país tuviera acceso a los préstamos y los mercados de América. Al mismo tiempo, el comercio internacional cobró mayor importancia para Brasil, y Alemania se convirtió en un importante socio comercial.
Entre 1933 y 1938, Alemania se convirtió en el principal mercado para el algodón de Brasil, y su segundo mayor importador de café y cacao. Ya en noviembre de 1938, el Embajador de Brasil en Washington, Mario de Pimentel Brandao, aconsejaba al Ministro de Relaciones Exteriores Oswaldo Aranha que era necesario decidir entre los Estados Unidos y Alemania.
Brasil mantuvo una posición inicial de neutralidad cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó en 1939 con la invasión alemana de Polonia, al igual que los Estados Unidos. Sin embargo, el comercio brasileño con Alemania, que había florecido hasta el estallido de las hostilidades, fue interrumpido por el bloqueo naval británico. Al mismo tiempo, la voluntad norteamericana de proveer apoyo financiero, técnico y material para la industrialización de Brasil generó un incremento en las relaciones económicas y diplomáticas entre ambas naciones.
En 1941, Brasil le permitió a los Estados Unidos establecer bases aéreas en los estados de Bahía, Pernambuco y Río Grande do Norte. (De hecho, Natal, en Río Grande do Norte sirvió como un "trampolín a la victoria", ayudando a resolver los problemas de suministro de los aliados en 1942 y 1943). La creciente cooperación con los aliados obligó al gobierno brasileño a romper relaciones diplomáticas con las Potencias del Eje el 28 de enero de 1942. Por ello, los submarinos alemanes comenzaron a atacar los navíos de Brasil, y en agosto de 1942 sobre 20 barcos brasileños habían sido hundidos en su costa, perdiéndose casi 1,000 vidas. Un barco en particular, el Baependi, se hundió con doscientos cincuenta soldados y oficiales, junto con dos baterías de artillería y otros equipos. El ejército exigió venganza y el 22 de agosto de 1942, Brasil declaró la guerra a las Potencias del Eje.
Poco después de Brasil haber declarado la guerra, se comenzó a crear una fuerza expedicionaria para luchar en Europa. La Fuerza Expedicionaria Brasileña, de 23,000 hombres, (Fuerza Brasileira Expedicionária o FEB) fue comandada por el General Mascarenhas de Moraes. La 1ra División de Infantería Expedicionaria de Brasil (Divisão de Infantaria Expedicionária) estuvo integrada por los siguientes Regimientos de Infantería:
1. 1er Regimiento de Infantería (Sampaio) de
la zona de Río de Janeiro.
2. 6to Regimiento de Infantería (Ipiranga) de
la zona de São Paulo.
3. 11vo Regimiento de Infantería (Tiradentes)
de la zona de Minas Gerais.
Las FEB se autodenominaban las “Cobras Fumadoras”, por lo que su parche de hombro mostraba una serpiente fumando una pipa. De acuerdo con la creencia popular, la razón para esto era que en Brasil se decía con sarcasmo que: "las serpientes comenzarían a fumar pipa antes de que Brasil se uniera a los aliados."
La FEB también disponía de un grupo de 500 efectivos de la Fuerza Aérea (1er Grupo de Caza), enviado a Italia e integradas en la Grupo de Caza 350 de la Fuerza Aérea del Ejército de EU. Los pilotos eran parte de uno de los 20 escuadrones del XXII Mando Aéreo Táctico y pilotaban aviones P-47. Su papel fue muy importante para las fuerzas aliadas en Italia y los pilotos brasileños fueron elogiados también por sus importantes operaciones aire-tierra.
Al llegar a Europa en el verano y el otoño de 1944, la FEB se incorporó al IV Cuerpo del Quinto Ejército de EU. A su llegada a Italia, comenzaron a tomar posiciones en el terreno montañoso que ocupaban las fuerzas alemanas a lo largo de una posición defensiva conocida como la Línea Gótica. El objetivo del Quinto Ejército era romper a través de la Línea Gótica alemana y descender hasta el valle del Po para tomar Bolonia.
El IV Cuerpo se enfrentaba a una imponente montaña en la cordillera que estaba impregnada de artillería alemana y morteros, con el potencial de interrumpir el tráfico en el oeste de la autopista # 64. La División 92 norteamericana, llamada "Búfalo Negro", y la 10ma División de Montaña se enfrentaban a este retante terreno. La FEB se ubicó en una colina que sobresalía por debajo de la parte superior de la cresta montañosa.
Desde la posición elevada en que se encontraban, los alemanes podían atacar las laderas más bajas hacia el oeste desde posiciones bien atrincheradas. La colina, que en los mapas alemanes se había denominado simplemente "101/19", era conocida por la gente local como Monte Castello.
Subir la colina hoy día apenas requiere esfuerzo, pero subirla bajo fuego de artillería, rifles y morteros en aquella época era una suicidio.
La FEB trató de asaltar y controlar Monte Castello sin éxito en cuatro ocasiones (24, 25 y 29 de noviembre y el 12 de diciembre). Finalmente, la colina cayó en sus manos el 21 de febrero de 1945. Un capitán alemán le dijo a un teniente capturado del FEB en febrero: "Francamente, ustedes los brasileños están locos o son muy valientes. Nunca vi a nadie avanzar en contra de fuego de ametralladoras y posiciones bien defendidas con tal desprecio por la vida...ustedes son unos demonios."
El 16 de abril, la FEB tomó Montese después de una dura batalla de cuatro días, en la cual se perdieron 426 vidas. En los siguientes días, la FEB batalló contra la 148ª División alemana y contra las Divisiones Fascistas italianas Monte Rosa, San Marco e Italia, las cuales se rindieron al General Mascarenhas en abril 29.
En cuestión de días los brasileños atraparon a dos generales, 800 oficiales y 14.700 soldados. La 148 fue la única división alemana intacta que se rindió en ese frente. A pesar de que los brasileños tenían poca preparación y estaban bajo el mando de extranjeros, mientras luchaban contra un enemigo experimentado, las "Cobras Fumadoras" demostraron su grandeza, al igual que el tema de una de sus canciones: "grandeza de nossa gente".
El 2 de mayo, los brasileños llegaron a Turín y se reunieron con las tropas francesas en la frontera. Mientras tanto, en los Alpes, la FEB le estaba pisando los talones a las fuerzas alemanas que se encontraban en retirada cuando llegó la noticia de que Hitler se había suicidado y Alemania se había rendido.
Durante ocho meses de campaña en Italia, la Fuerza Expedicionaria Brasileña logró capturar 20.573 prisioneros del Eje, incluyendo dos generales, 892 oficiales y 19.679 tropas. 443 de sus hombres murieron en combate, 2.064 fueron heridos y 34 desaparecieron en acción. Los 443 soldados enterrados en el cementerio de la FEB en Pistoia, Italia, se trasladaron más adelante al Mausoleo de la Segunda Guerra Mundial construido en Río de Janeiro, al inicio de la década de los 60’s. En el mismo, se encuentra la llama eterna encendida en la tumba del Soldado Desconocido.
La participación de la Fuerza Expedicionaria Brasileña en la campaña italiana pudiera parecer un detalle menor de una guerra que involucró a millones de hombres y mujeres, pero lo cierto es que gracias al efecto combinado de tropas como las del FEB es que los aliados ganaron la guerra. No podemos olvidar que los valerosos soldados de la FEB superaron obstáculos terribles para salir victoriosos.
Un tratado de cooperación militar fue firmado en 1942, a través de la creación de la Comisión de Defensa Conjunta Brasil-Estados Unidos (JBUSDC), organismo que incluía a varios oficiales brasileños que favorecían la cooperación con los Estados Unidos en la causa aliada. Alguno de estos oficiales propuso la idea de levantar un gran cuerpo expedicionario cuerpo de una división blindada y tres de infantería; en el caso, menos ambicioso, la FEB que sería enviada a Europa implicaba la organización de una sola división de infantería y varias unidades de apoyo y elementos de servicio. En total, unos 26.000 efectivos brasileños navegarían hacia Europa en 1944-1945; la gran mayoría eran tropas de infantería y artillería, pero unos 500 de ellos eran pilotos y personal de tierra del 1° Escuadrón de Enlace y Observación de la Fuerza Aérea (1ª Esquadrilha de Ligação e Observação), y 1° Grupo de Cazas (1° Grupo de Aviação de Caça), sirviendo este último como una unidad componente del 350° Grupo de Combate de la USAAF.
Se acordó que las unidades de la Fuerza Expedicionaria Brasileña debían ser reorganizadas de acuerdo con las Tablas de Organización y Equipo de los EE.UU. (TOE), y capacitados en la doctrina de combate americana. La infantería brasileña estaba compuesta de tres regimientos; cada uno contaba con compañías de soporte y servicios convencionales, y tres batallones de fusileros, cada uno con un cañón pesado y tres compañías de fusileros. La división de artillería contaba con cuatro batallones de obuses (Grupos de Obuses): tres con obuses de 105 mm y uno con obuses 155 mm. Los elementos estándar de soporte y servicio a nivel de división, incluían un batallón médico y un batallón de zapadores, una tropa de reconocimiento, de caballería, compañía de señales, artillería e intendencia y un pelotón de Policía Militar. La unidad principal del primer escalón de las tropas brasileñas fue el 6° Regimiento de Infantería (coronel João de Segadas Viana), que llegó a Italia el 15 de julio de 1944, junto con un batallón de artillería, una compañía de zapadores y uno médico, y un pelotón de la 1ª Tropa de Reconocimiento.
El 6° Regimiento de Infantería entró en la primera línea el 15 de septiembre, bajo el mando general del General Zenóbio. su principal misión consistió en “incrementar la capacidad combativa” en el área del río Arno en la Toscana. Con la orden de patrullar activamente las líneas del frente, los brasileños del 6° Regimiento de Infantería progresivamente adquirieron una pequeña experiencia durante aproximadamente 45 días de escaramuzas, avances del tamaño de una compañía, y combates menores. En esta temprana etapa de la campaña, sufrieron sus primeras bajas y tomaron unas pocas decenas de prisioneros. Mientras tanto, los restantes regimientos de la FEB habían llegado por barco. El 6 de octubre, el 6° Regimiento de Infantería fue trasladado al valle del río Reno para unirse con sus compatriotas escasamente entrenados. La 1ª División de Infantería Expedicionaria por fin se unieron en suelo extranjero.
Con la llegada de las últimas unidades de la FEB, General de División Mascarenhas de Moraes asumió el mando general de la división, y entre el 3 y 7 de noviembre los brasileños sustituyeron a las tropas americanas en la zona del río Reno. Como fue habitual durante casi toda la campaña italiana, los alemanes controlaban el terreno elevado. Entre estas características estaba Monte Castello, que iba a ser atacado cuatro veces antes de que la FEB la capturara finalmente en febrero de 1945.
La fuerza expedicionaria brasileña.
El águila alemana se rinde a la serpiente brasileña en Pontecagnano, Italia 29/04/1945
El águila alemana se rinde a la serpiente brasileña en Pontecagnano, Italia 29/04/1945
En las acciones más significativas desarrolladas, el primer y segundo ataque contra Monte Castello se produjeron secuencialmente en dos días, 24 y 25 de noviembre de 1944. La operación estuvo a cargo de la Fuerza de Tareas 45 estadounidense, apoyada por el 3° Batallón brasileño, del 6° Regimiento de Artillería más tropas de reconocimiento y algo de artillería. El ataque no logró tomar el Monte Castello, aunque otra elevación importante, Monte Belvedere, fue capturado (sorprendentemente, por artilleros antiaéreos estadounidenses empleados como infantería). El batallón brasileño tuvo tres muertos y 30 heridos. El ataque reveló deficiencias del mando brasileño en reconocimiento, en coordinación entre las fuerzas brasileñas y estadounidenses, y en la cantidad de artillería empleada. Sin embargo, el principal factor fue la subestimación de las fuerzas alemanas.
Después de las defecciones iniciales en Monte Castello, las palabras del informe del teniente coronel Nathan Mathewson dejaron en claro al 5° Ejército estadounidense que los brasileños no estaban listos para llevar a cabo alguna operación ofensiva importante, enfatizando que el factor preponderante era la falta de entrenamiento. Muchos brasileños entraron en las filas después solo una semana de entrenamiento de combate en Italia, porque el ejército necesitaba hombres y los comandantes brasileños estaban ansiosos por mantener una presencia en el frente.
La toma de Monte Castello fue una especie de rito de iniciación para la división. “Monte Castello era la barrera que se interponía entre la FEB y la madurez como fuerza de combate. Le esperaban otras batallas difíciles, pero se había ganado la lucha por la confianza en sí mismo y con el respeto de los comandantes de campo estadounidenses”, escribió el historiador estadounidense Frank McCann. en su libro “The Brazilian-American Alliance, 1937–1945”. Con Monte della Torraccia finalmente en manos de la 10ª División de Montaña, y los brasileños despejando La Serra, el 25 de febrero marcó el final de la primera fase de la ofensiva limitada del IV Cuerpo aliado.
La segunda fase de la Operación “Encore” fue pospuesta para unos días por el mal tiempo, pero se inició el 3 de marzo, de nuevo con la 10ª División de Montaña a la izquierda y los brasileños a la derecha. Es difícil exagerar la importancia del apoyo mutuo brindado por las dos divisiones; como escribe McCann, si una de estas dos divisiones hubiera fallado, entonces la ofensiva final habría tenido que posponerse. Otras alturas fueron tomadas con éxito. En dos dias de intensos combates se completó la operación; la FEB pasó por Castelnuovo y tomó posiciones en las alturas del pueblo de Vergato: fue un cambio saludable para los brasileños, que finalmente observaban al enemigo hacia abajo.
En resumen, la BEF logró éxitos en el campo de batalla en Massarosa, Camaiore, Mount Prano, Monte Acuto, San Quirico, Gallicano, Barga, Monte Castello, La Serra, Castelnuovo di Vergato, Soprassasso, Montese, Paravento, Zocca, Marano sul Panaro, Collecchio y Fornovo di Taro. En la última ofensiva, los brasileños llegaron a Turín y luego, el 2 de mayo de 1945, se unieron a las tropas francesas en Susa. El mismo día se anunció el fin de las hostilidades en Italia.
Durante sus ocho meses de batalla en Italia, las “Cobras Fumantes” perdieron 450 soldados y 13 oficiales, pero a su vez lograron capturar a 20.573 soldados del Eje. La Fuerza Expedicionaria Brasileña (FEB) fue enviada a Europa con un importante papel político y social, y las principales contribuciones militares de Brasil se concretaron durante la Campaña de Italia. Aunque la participación de Brasil en la Segunda Guerra Mundial puede no haber sido decisiva, está claro, dejó su propia huella en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
FUENTES:
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2da Guerra Mundial sin Ideologías
Misael Pérez
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Historia de la Segunda Guerra Mundial
Fuentes:
“Brazilian Expeditionary Force in World War II” Osprey Publishing - de C.C. Maximiano & R. Bonalume N. (2011)
“A Military Force on a Political Mission – The Brazilian Expeditionary Force in World War II” de Derreck Calkins (2011)
Pedro Pablo Romero Soriano PS