Komsomolets T-20

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Unos soldados finlandeses inspeccionan un Komsomolets T-20 y a su conductor principal soviético muerto, 15 de julio de 1941 Nuijamaa.
Los finlandeses atraparon casi 200 tractores blindados Komsomolets durante las Guerras de Invierno y Continuación

La tripulación de un tractor blindado T-20 Komsomolets, fotografiado antes de entrar en combate el 25 de junio de 1943

Un T-20 Komsomolets en el Museo Militar Manege, Helsinki

Este vehículo era un pequeño tractor blindado que fue diseñado para remolcar piezas de artillería. Desempeñaron su papel en la motorización de las unidades de artillería a fines de la década de 1930 y vieron una acción extensa en la Guerra de Invierno y la primera mitad de la Segunda Guerra Mundial en el Frente Oriental. Este vehículo incluso se convertiría en el cazador de tanques ZIS-30 en 1941, pero quizás era más conocido por su uso múltiple no intencionado como transporte blindado de personal, portador de municiones, portador de armas, así como un tankette como resultado del falta de tanques que enfrentó el Ejército Rojo durante las primeras etapas de la Segunda Guerra Mundial.

Tropas finlandesas montadas en un tractor de artillería T-20 Komsomolets soviético capturado

A lo largo de la década de 1930, hubo un aumento significativo en el tamaño y la potencia de los cañones AT, lo que significó que la maniobrabilidad de estos cañones y sus tripulaciones se volvía cada vez más limitada. Los soviéticos sintieron la necesidad de unidades antitanques cada vez más móviles, pero no tenían medios efectivos para lograrlo. El tractor Komsomolets estaba destinado a ser el diseño que le daría a las tropas de artillería motorizadas del Ejército Rojo y, por lo tanto, la flexibilidad requerida de dicha unidad. Las especificaciones requerían un vehículo ligero y móvil que pudiera cambiar de posición rápidamente, especialmente cuando estaba cerca de unidades enemigas, aproximadamente a 500-1.000 m de distancia, pero también tenía que igualar al menos la velocidad de las unidades blindadas enemigas. Sin embargo, una exigencia de especificación más importante era que tenía que ser barata y fácil de producir en masa, ya que el Ejército Rojo necesitaba urgentemente una mecanización rápida.


A medida que el Ejercito soviético crecía y se modernizaba, incorporaba nuevas armas y doctrinas, en especial en el campo de la artillería. Tradicionalmente las piezas de artillería eran arrastradas por tiros de caballos, pero los planes de modernización abogaban por apostar por unidades motorizadas, por lo que a finales de la década de 1930 se solicitó diseños para las diferentes necesidades.
Una de las solicitudes pedía un tractor ligero que permitiese cambiar de posición rápidamente, aún con el enemigo en sus proximidades (a un alcance estimado de 500 a 1000 metros), lo que requería que fuera un vehículo ágil, rápido (al menos igual que los blindados enemigos) y fácil de manejar. Este vehículo debería remolcar piezas de artillería ligera, como el cañón antitanque de 45 mm y el mortero pesado de 120 mm. Debía además transportar una pequeña cantidad de munición (en un armón o remolque), y la dotación necesaria (6 hombres).
Pero sobre todo, los requisitos incluían que debía ser barato y fácil de producir en serie, ya que debía incorporarse cuanto antes al Ejército Rojo. Para alcanzar este último requisito los diseñadores apostaron por incorporar elementos de tanques ligeros, como el chasis, caja de cambios y motor.
En 1937 se fabricó una tanda de 50 de un primer diseño, y aunque participaron en el desfile del en la Plaza Roja del 7 de Noviembre de ese mismo año, no fueron aceptados para el servicio por su pobre estabilidad, poca tracción y capacidad de giro. A pesar de dos revisiones, se decidió seguir adelante con un diseño diferente que había comenzado en 1936, y que se convertiría en el T-20 Komsomolets.


El Komsomolets era un vehículo mucho más espacioso que su predecesor, y sus dos tripulantes (conductor y comandante, que manejaba además una ametralladora DT) estaban mejor protegidos. Como detalle curioso, los controles estaban duplicados, por lo que si el conductor quedaba incapacitado, el comandante podía dirigir el vehículo. La parte posterior estaba abierta, con asientos para 6 pasajeros (o si fuese necesario, cajas de munición), aunque podía instalarse una lona para protegerlos de las inclemencias del tiempo.
Las pruebas demostraron que un vehículo totalmente cargado podía alcanzar velocidades de 15-20 km/h (bastante elevada para un vehículo de este tipo), aunque se demostró que el motor sufría bastante. Hay que tener en cuenta que para facilitar la producción se empleó un motor GAZ-M, esencialmente un motor de automóvil civil, y que no estaba preparado para los rigores del servicio militar. Aunque se buscaron alternativas, no había un sustituto adecuado del mismo tamaño, por lo que se decidió seguir adelante con esta unidad motriz.
El T-20 entró en acción en 1938 contra los japoneses en el lago Lake Khasan, siendo empleado en Khalkhin Gol y durante la Guerra de Invierno, sirviendo hasta 1941, cuando fue retirado del frente para ser convertidos en el cazacarros ZiS-30. Durante este periodo, además de tractor de artillería, sirvió de transporte de personal (tarea en la que fue muy apreciado por los guerrilleros tras las líneas del frente, y en alguna ocasión, como tanqueta.
Los ejércitos alemán y finlandés incorporaron a sus unidades los vehículos capturados. Rumanía también lo hizo, aunque tras sustituirles su débil motor por un Ford fabricado bajo licencia en Bucarest.
Como nota anecdótica, Komsomolets hace referencia a los miembros del Komsomol o Unión Comunista Leninista de la Juventud de la Unión, organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética.



FUENTES:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10214915442373383&set=p.10214915442373383&type=3
 
https://www.facebook.com/photo/?fbid=3517908918303284&set=gm.1051691858633216
Apocalipsis: la Segunda Guerra Mundial™
Álvaro Núñez de Pazos
 

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