Max Schmeling

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Max Schmeling, paracaidista alemán de la Luftwaffe, campeón mundial de boxeo. En 1930, Schmeling se convirtió en el primer boxeador europeo campeón mundial de pesos pesados. Schmeling era consciente de que el partido NSDAP utilizaba su imagen, pero nunca se mostró a favor del nacionalsocialismo. No aceptaban que tuviera un mánager judío. No aceptaban que se hubiera casado con una actriz judía. No aceptaban que no hiciera declaraciones en favor del nacionalsocialismo.
Pero siguieron utilizando su imagen, claro. Era muy útil para el III Reich. Y aquello provocó también que Max Schmeling pudiera sacar ventaja. Consiguió que su mánager judío Joe Jacobs y su mujer Anny Ondra pudieran salir del país cuando los judíos comenzaron a verse amenazados tras la Noche de los Cristales Rotos. Las autoridades lo sabían, pero se lo permitieron.
En cuanto estalló la Segunda Guerra Mundial, fue obligado a alistarse en la Luftwaffe, y enviado al frente de batalla.
Conseguiría sobrevivir. Pero lo haría con los tobillos maltrechos, debido a los saltos que ejecutaba como paracaidista de élite. No pudo regresar al boxeo, aunque lo intentó, y en 1948 anunció de manera definitiva su retirada.
Mucho tiempo después de la Segunda Guerra Mundial, surgió cierta evidencia de que Schmeling había arriesgado su propia vida para salvar la vida de dos niños judíos en 1938.
Años después de aquellos convulsos años, Max Schmeling cultivó una estrecha amistad con el boxeador afroamericano Joe Louis, quien le arrebatara su título mundial años atrás en el primer asalto y le dejara dos costillas rotas.
Tal es así que cuando el estadounidense sufrió serios problemas de salud (cardíacos y psiquiátricos ocasionados por la cocaína), el alemán le costeó parte de los tratamientos. Cuando Louis murió en 1981 en la pobreza, Max Schmeling, que fue uno de los portadores del féretro del de Detroit; pagó todo el funeral.
Max Schmeling se involucró también en el equipo de fútbol benéfico Datschiburger Kickers de Augsburgo, dedicado a recaudar fondos para causas benéficas.
Además, hizo algunas generosas donaciones al municipio mancomunado de Hollenstedt (al que pertenece el municipio de Wenzendorf, donde vivía); por ejemplo, pagó un tobogán acuático de 70 metros de largo y 7 metros de alto para la piscina al aire libre de Hollenstedt y prestó apoyo financiero a los clubes deportivos locales (por ejemplo, una gran suma para la construcción de otro pabellón deportivo).
En 1971 Max Schmeling fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania, y en 1977 se publicó su autobiografía Memorias. Tuvo que aceptar un duro golpe del destino cuando su esposa falleció el 28 de febrero de 1987.
En 1991 se creó la Fundación benéfica Max Schmeling. Ese mismo año, Schmeling fue el primer y hasta ahora único alemán en ingresar en el "Salón Internacional de la Fama del Boxeo".
La hora de Max Schmeling llegaría el 2 de febrero de 2005. Estaba a punto de cumplir 100 años.
En 2003, Schmeling fue clasificado en el puesto 55 en la lista de la revista The Ring de los 100 boxeadores más grandes de todos los tiempos.
Todavía se le considera uno de los atletas más populares de Alemania. En octubre del 2010, el director alemán Uwe Boll estrenó una película sobre su vida




Corría el año de 1930, y el alemán Max Schmeling se convertía en el primer europeo en ganar el título mundial de los pesos pesados, algo que lo convirtió en toda una celebridad en su país, y como no podía ser de otra manera, fue algo que terminó por cambiarle la vida.
Max provenía de una humilde familia de Brandeburgo, y saltó súbitamente a la fama a raíz de su victoria sobre el campeón norteamericano Jack Sharkey, a quien venció en una memorable noche de boxeo en Nueva York, llevándose el título para su país.
A su regreso a Alemania fue recibido como un ídolo y ovacionado por multitudes. 
La fama y la suerte le sonreían a este joven, ya que al margen de su carrera deportiva, empezó a ganar mucho dinero cuando se arriesgó a invertir en plantaciones de tabaco. 
Para completar el feliz panorama, al poco tiempo se casó con Anny Ondra, una de las actrices más famosas de la Alemania de aquella época.


Max defendió el título en varias peleas durante dos años, y lo llegó a perder por puntos en Long Island ante el mismo Jack Sharkey, a quien se lo había despojado en Nueva York. 
De todas formas siguió compitiendo y entrenando duro para volver a recuperarlo.
Por aquellos años también empezaba a despuntar un joven boxeador de color en los Estados Unidos, que ya los 22 años había recibido el sobrenombre de El bombardero de Detroit. 
Se trataba del gran Joe Louis, quien más tarde se convertiría en leyenda del boxeo mundial. 
La carrera de Joe Louis fue meteórica, y en poco tiempo llegó a ser campeón mundial de los pesos pesados, un ídolo de masas norteamericano, el ícono del pueblo, especialmente porque mucha gente se identificaba con los orígenes del nuevo campeón negro, ya que los púgiles de color no habían tenido oportunidad de disputar el título desde la última vez en que fuera campeón Jack Johnson en 1915. 
Max Schmeling decidió probar suerte retándolo.


Pesaje previo al combate

La pelea se pactó para el 19 de junio de 1936 en el estadio de los Yankees, y fueron 12 intensos asaltos donde ambos púgiles entregaron lo mejor de sí. Joe Louis dominaba el cuadrilátero, mientras el alemán Schmeling resistía estoicamente y respondía de la misma manera. 
De todas formas parecía que el combate se decidiría por puntos a favor del americano, cuando en el momento menos pensado del último asalto, el alemán sacó un furibundo golpe de derecha directo al hígado de Joe Louis, quien cayó a la lona ante la incredulidad y la mirada atónita de su público que se resistía a creer que su gran ídolo era derrotado por aquel mismo alemán que les había despojado del título seis años antes.


Max Schmeling derrotando al campeón Joe Louis

Enseguida Hitler se adueñó de la victoria de Max Schmeling, y con su aplastante maquinaria propagandística proclamó que "la fuerza de este boxeador alemán demostraba la superioridad de la raza aria". Fue elevado a la categoría de “Héroe de la raza superior”.

Max Schmeling y su esposa junto a Hitler

La prensa mundial no tardó en hacerse eco de la excesiva idolatría que le prodigaba el tercer Reich a su joven boxeador y pronto empezó a llamarle “Perro de los nazis” o “La mascota de Hitler”, algo que obviamente molestaba al deportista sobremanera. 
Lo que el mundo no sabía es que no podían estar más equivocados, ya que Max Schmeling no compartía para nada aquel enfermo sentimiento nacionalsocialista, y de hecho, su entrenador era un judío, al que Max se negó a despedir cuando empezaron las persecuciones. 
Es más, se convirtió en su protector ya que con su estatus de deportista de élite –y mimado del régimen- se podía permitir ciertos privilegios.


Mientras Hitler gritaba al mundo: "Podéis mostrarme algo mejor que Schmeling", el boxeador ayudaba a esconder judíos en su casa y después de un tiempo salvó a algunos de los campos de concentración. Incluso pidió al Führer que protegiese a los americanos en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.
El púgil alemán siempre trató de alejarse de aquella imagen que quería mostrar el régimen, y lo hizo con hechos concretos. 
En la famosa noche de los cristales rotos escondió en su casa a dos amigos judíos, los hermanos Lewin, hasta que pudo sacarlos a escondidas de su país con rumbo a los Estados Unidos. 
Aún así, para la prensa deportiva internacional Max Schmeling era un símbolo de la Alemania nazi y lo retrataba de esa forma, por lo que llegó a ser el deportista más despreciado del mundo.
Para 1938, Hitler ya había anexado a Austria y pensaba en una invasión a Polonia, cuando se produjo la esperada revancha entre Joe Louis y el alemán. 
Este fue el combate de box más mediático y políticamente manipulado de la historia, ya que mientras en Estados Unidos se lo anunciaba como “el combate entre el bien y el mal”, para los alemanes se trataba del enfrentamiento entre una raza superior y otra inferior.


Portada de la influyente Revista Liberty previa al combate
La expectativa llegó a ser tan grande, que hasta el propio presidente Roosevelt envió un conmovedor telegrama a Joe Louis en el que le exponía que:
“Ahora más que nunca América necesita de sus músculos para enfrentar y vencer a la Alemania nazi. Recuerde usted que cuando una causa es justa, los americanos nunca pierden.”
La "Batalla del siglo" como fue denominada por la prensa, fue pactada a 12 rounds y se llevó a cabo el 22 de junio de 1938 en el Estadio de los Yankees.
 Aquella noche el ambiente no podía estar más caldeado. Más de 70.000 ansiosos norteamericanos esperaban la hora del combate para que su boxeador de ébano recuperase la corona y el honor perdido de hace tres años.

Primer asalto

Joe Louis fue una tromba desde el primer asalto y se dedicó a perseguir a golpes al asustado alemán, que se notaba, había sido intimidado por el ambiente adverso. 
Los jabs y derechazos del “Bombardero de Detroit” pronto surtieron efecto, y en una rápida combinación de golpes, el alemán no tuvo más remedio que refugiarse en las cuerdas sin aire. 
Cuando volvió al centro del ring recibió otra andanada de golpes sobre el rostro y el abdomen. El árbitro intentó parar la pelea dos veces, pero la velocidad del afroamericano pudo más, ya que cuando el alemán cayó a la lona, no pudo volver a levantarse. 
El castigo había sido tan intenso, que Max Schmeling tenía dos costillas rotas en apenas dos minutos de combate.


Max Schmeling derrotado en el primer round

Tan importante fue este triunfo para los norteamericanos, que mientras Joe Louis volvía a ceñirse el cinturón de campeón, el país estallaba en festejos porque "la democracia americana, había vencido al fascismo". 
En el Harlem, 500.000 negros salieron a las calles y se saludaban unos a otros simulando el saludo y gritando "Heil Louis!". Se calcula que el 67% de estadounidenses que tenían radio siguieron las incidencias del combate.
En el otro lado de la medalla se encontraba Max, a quien este lamentable traspié deportivo le marcó su futuro, ya que ahora lo despreciaban hasta en su propio país. 
Fue blanco de escarnio y burlas cuando regresó a Alemania, y Hitler le quitó todo el apoyo. De hecho enseguida lo obligaron a enrolarse sin privilegios en el ejército, y lo enviaron a combatir como un soldado más en Creta.

Vor 19 Jahren (2. Februar 2005) starb Boxweltmeister Max SCHMELING. Er diente während des Krieg im Fallschirmjäger-Regiment 3 und kämpfte auf der Insel Kreta in Mai 1941

Obligado a servir en el Ejército alemán

Max fue reclutado en el cuerpo de paracaidistas y durante un salto se destrozó las rodillas, lo que le impidió volver a participar en la alta competencia, y en consecuencia su situación económica empeoró.
Aún viviendo toda esta mala racha, Max Schmeling se sentía mucho más cómodo y a gusto como un anónimo ciudadano alemán, que siendo parte de la maquinaria publicitaria de Hitler y representando al nazismo.
De todas formas el boxeador alemán había hecho muchas amistades durante su carrera como deportista, a quienes se había mostrado como el tipo sincero y alejado de la política que era, y esa fue su tabla de salvación, ya que gracias a algunos buenos contactos que mantenía en los Estados Unidos, logró adjudicarse la licencia de la Coca-Cola para Alemania, lo que en poco tiempo le ayudó a arreglar su situación económica nuevamente y vivir sin apremios durante el resto de su vida.


Y la vida también le permitió devolver el favor, ya que estuvo presto para ayudar económicamente a Joe Louis años más tarde, con quien había llegado a forjar una entrañable amistad poco después de que fueran rivales. 
De hecho fue uno de los pocos amigos que ayudó a pagar el entierro del mítico boxeador afroamericano, cuando éste murió en la pobreza en 1981.


Joe Louis y Max Schmeling se convirtieron en íntimos amigos poco después del último combate.
Max siempre dio gracias de su derrota de 1938, la que le permitió caer en desgracia y alejarse para siempre del sobrenombre que más odiaba: “La mascota de Hitler”.
En 1987 la prensa especializada lo eligió como el deportista alemán más importante de todos los tiempos. Murió a la edad de 99 años en Hamburgo, el 2 de febrero del 2005.


El boxeador alemán que fue campeón de peso pesado del mundo entre 1930 y 1932. 
Sus dos peleas con Joe Louis en 1936 y 1938 fueron de los eventos más trascendentales de esa época.
Durante la guerra, Schmeling fue reclutado, donde sirvió en la Luftwaffe y fue entrenado como paracaidista. 
Participó en la batalla de Creta en mayo de 1941, donde termina herido en una de sus rodillas por fuego de mortero (otras fuentes dicen que fue en un tobillo después del salto). 
Después de recuperarse, fue dado de baja del servicio activo después de ser considerado médicamente no apto debido a su lesión.
Sin embargo, en julio de 1944, un rumor de que fallecido en acción llegó a los portales de todas las noticias mundiales. 
Simple rumor que no fue cierto , entre su actividad visitó los campos de prisioneros de guerra estadounidenses en Alemania y trató de ayudar a mejorar las condiciones y tratos a los prisioneros.
A mediados de 1945, estaba haciendo exhibiciones en eventos y peleas con boxeadores de las fuerzas aliadas que ocuparon Alemania 
Después de la guerra, Schmeling se radica en Hamburgo, donde en 1947 corto de dinero, se embarcó en un regreso bastante exitoso en el boxeo, ganando tres de sus cinco combates con dos derrotas por puntos, se retiró en octubre de 1948. 
Tiempo después le ofrecieron la representación de Coca-Cola en Alemania, que aceptó, y pudo llegar a tener un muy buen nivel económico, sabida es la relación con su antiguo adversario Joe Louis, siendo que este se empobreció, pero Schmeling lo ayudó hasta que Louis fallece, pagando todos sus gastos médicos y hasta su funeral.
Entre las anécdotas de Schmeling está que tras la noche de los cristales rotos, Schmeling saca del país a su mánager Joe Jacobs y a su mujer Anny Ondra, que eran judíos y los envía a Estados Unidos.




Atenas, Grecia, junio de 1941, el boxeador y paracaidista alemán Max Schmeling, reposa en la cama de un hospital junto a su médico, Max, tuvo la desgracia de caer mal en su lanzamiento durante la Operación Mercurio, resultando herido

Con Joe Louis, antiguo rival y grandes amigos.
Al conocerse la noticia del fallecimiento, el 4 de Febrero de 2005, a los 99 años, las grandes figuras de la política y del deporte de Alemania le rindieron tributo, desde el premier Gerhard Schroeder hasta el multi-campeón de Fórmula 1 Michael Schumacher. 
Y millones de personas recordaron a ese deportista grandote que no sólo acertó golpes en los ring sino que eligió jugarse por la vida. "Quien salva una vida, salva al mundo".
La frase le cabe a Max Schmeling, alguien que, en el sentido más profundo de la existencia, siempre será un campeón



FUENTES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Max_Schmeling
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/schmeling.htm
https://www.facebook.com/106890305037109/photos/a.106912105034929/266412002418271/

Soldados de la Segunda Guerra Mundial WW2

https://blogs.20minutos.es/quefuede/2014/01/17/quien-fue-max-schmeling-el-campeon-que-no-quiso-entrar-por-el-aro-de-hitler/
https://www.taringa.net/+info/la-mascota-de-hitler_13oj68
Segunda Guerra Mundial WWII. Grupo Oficial (Wilson Ferreira Urcion)








































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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