Neger, minisubmarinos de la Kriegsmarine

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En 1944, las tropas del Ejército de EE. UU. examinan un extraño submarino de un solo hombre que apareció en la cabeza de playa de Anzio en Italia

El sumergible Neger, era un minisubmarino que tenía una longitud de 7 m y un diámetro de 0,53 m. Llevaba un torpedo externo 1x53,3 cm (G7e), disponía de una batería eléctrica de 12 CV de potencia, que lo impulsaba a una velocidad de 4-6 nudos, con una autonomía de 18 a 20 millas, dependiendo de las condiciones del mar donde operaba.
El nombre Neger (negro) derivaba de y por el apellido de su inventor, el Asesor de Construcción Naval Richard Mohr
La primera misión de los Neger tuvo lugar en Anzio, y los hombres al mando de Johann Krieg recibieron la designación de MEK 175 para la operación. La coordinación del ataque fue determinada por el Kapitän zur See Paul Friedrich Düwel, liberado de su posición en el Estado Mayor del Almirantazgo de Nordmeer, y actuando ahora como Einsatzleiter (director de operaciones) für 1-Mann Torpedos Nettuno. Düwel y Krieg decidieron lanzar el ataque durante la noche del 20-21 de abril (1944) con luna nueva, mientras que el comando Brandeburgo del Abwehr debía montar un ataque en las islas Pontine utilizando dos unidades de sus recientemente desarrolladas motoras explosivas.
El Neger (en alemán negro) fue la primera tentativa alemana de construir en serie el minisubmarino que se denominó Kleinkampfmittel.
Fue una solución sencilla la que adoptaron los marinos alemanes, sin tener que pasar por los trámites del diseño y dibujo de planos del proyecto.
La solución consistía en montar dos torpedos G7e, uno encima del otro; al torpedo superior se le retiró la cabeza explosiva y en su lugar se instaló una cúpula transparente y la cabina del único tripulante que cabía en él.
Una noche de los primeros días del mes de julio de 1944 en una playa al oeste de Trouville, poco antes desierta y abandonada, se llena de alemanes que maniobran una serie de tubos para llevarlos hasta el mar. Otros hombres entran en uno de los tubos y son encerrados en él fijando una cubierta de plexiglás con tornillos. Estos torpedos no son lanzados desde un destructor o desde un submarino, sino por una persona que los lleva a cortísima distancia de su objetivo y los suelta: el tubo superior, que aloja al hombre solitario que lo tripula, es en realidad un impulsor para llevar el verdadero torpedo en la parte inferior.
El elemento de puntería de este curioso artefacto consiste en una mira dibujada en el plexiglás y una guía formada por una varilla metálica soldada a la proa del aparato.
Las dificultades para su empleo son numerosas: no debe haber mucho viento, debe ser utilizado durante las noches claras, ya que su tripulante sólo está a 0.50 m de la superficie del agua.
El 29 de junio de 1944, el almirante mayor Karl Dönitz anuncia a Hitler el inicio de las operaciones de los “Neger” en la zona de desembarco.
Asimismo le anuncia que pronto intervendrán las lanchas explosivas y no omite detalle para aclarar que su uso está subordinado al estado del mar.
Hitler, totalmente iluso, sueña con destruir de seis a siete acorazados con esas pequeñas embarcaciones y ordena al almirante Dönitz que la Kriegsmarine actúe como en 1940 en Noruega contra los convoyes ingleses.
En 1944, con la flota de grandes navíos desmantelada, canibalizada y convertida en chatarra y los submarinos hundidos, Hitler pide a la Kriegsmarine que actúe como en 1940.
En 1944, sólo quedan torpedos monoplaza, lanchas explosivas y submarinos enanos Neger, Marder, Hecht, Biber, Molch y Seehunde, nombres de los diferentes tipos de submarinos enanos.
De los 23 Neger que comenzaron la operación de ataque, en Anzio, 10 no consiguieron regresar.
De estos diez, el Fähnrich Pettke consiguió evitar la captura en tierra y regresar a las posiciones alemanas. Del resto, los alemanes sólo consiguieron rescatar un cuerpo; el Neger había alcanzado las líneas alemanas, pero se había enterrado en la arena antes de que su piloto pudiera liberarse de su cabina, muriendo asfixiado. La operación, sin embargo, fue considerada un éxito, con dos barcos definitivamente impactados y posiblemente más de entre la confusión que había en el puerto de Anzio.
Los aliados confirmaron al menos cuatro Neger hundidos por sus patrullas y otro llevado sobre la playa unos siete kilómetros al norte de Anzio, siendo su piloto capturado por tropas americanas. Los aliados no confirmaron ningún impacto en sus navíos proveniente de los Neger.
Lo peor de todo para los alemanes fue que los aliados descubrieron más tarde un Neger intacto con el piloto muerto en la cabina por falta de oxígeno, sin que el motor hubiera consumido todavía su batería. El secreto de los Neger ya había sido descubierto, y la MEK175 retornada a Alemania.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=6134548083306008&set=gm.1649876792148050&idorvanity=489226501546424
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Álvaro Núñez de Pazos






















Pedro Pablo Romero Soriano PS 

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