La mayor catástrofe ambiental de la historia militar

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 Soldados chinos son transportados a través del río Amarillo inundado. Imagen tomada por Robert Capa



 LA PEOR CATÁSTROFE AMBIENTAL DE LA HISTORIA MILITAR


Un 7 de junio de 1938, se produjo una de las mayores catástrofes humanitarias -y la más grande ambiental- de la historia militar. En el marco de la Segunda Guerra Sino-Japonesa, el Ejército nacionalista chino bajo el mando de Chiang Kai-shek, destruyó los diques del río Amarillo en Huayuankou, en la provincia de Henan, en un intento desesperado para detener el avance las fuerzas japonesas. Según fuentes chinas, el río Amarillo inundó un área de 54.000 kilómetros cuadrados, provocando 890.000 muertes y 12 millones de desplazados.
La inundación coincidió con la temporada alta de agricultura, cuando el trigo estaba maduro en los campos o recién cosechado, listo para ser trillado. Reacios a abandonar cultivos y campos, los residentes rurales dejaron sus granjas solo a regañadientes. Algunos aldeanos intentaron construir o fortalecer diques para proteger sus tierras y hogares, pero cuando llegaron las aguas, muchas personas decidieron huir. Aquellos que no fueron sorprendidos por completo apilaron sus pertenencias en carretillas y carretas tirados por bueyes o las cargaron en postes al hombro, uniéndose a las largas filas de refugiados.

La gente intentó rescatar a niños pequeños y ancianos. Intentaron salvar herramientas, ganado, cereales y otras pertenencias, pero no hubo tiempo suficiente para salvarlo todo. Mucha gente se ahogó en las inundaciones; pero muchos más sucumbirían a la enfermedad o al hambre en los difíciles meses y años que siguieron.
Estratégicamente, destruir los diques le dio al ejército nacionalista tiempo para retirarse y reagruparse, atascando los tanques japoneses y la artillería móvil en inmensos campos de barro, mientras las fuerzas chinas aseguraban sus defensas. Asimismo, el desvío del río pospuso la toma de Wuhan por varios meses, lo que dio tiempo al gobierno nacionalista para trasladar su capital al suroeste de China, en la ciudad de Chongqing.
Con su avance detenido, el ejército japonés ocupó la mayoría de las líneas ferroviarias y centros urbanos en el norte y este de China. El régimen nacionalista chino consolidó su control sobre las partes noroeste y suroeste del país. Las líneas del frente se definieron en gran medida por las características topográficas: el ejército japonés no podía librar una guerra mecanizada en las montañas y colinas que dividían los territorios ocupados y desocupados de China, ni podía funcionar en la enorme área inundada creada por el río Amarillo.

Pero cualquier beneficio estratégico inmediato obtenido de la táctica de convertir el río Amarillo en un arma tuvo un precio tremendo. Al igual que las numerosas tácticas de tierra arrasada que emplearon los nacionalistas durante la guerra chino-japonesa, la ruptura de los diques del río Amarillo se llevó a cabo en una atmósfera de desesperación y pánico que surgió de la guerra de terror japonesa.
Por otro lado, el régimen nacionalista mostró su voluntad de sacrificar personas junto con recursos para mantenerlos fuera del alcance de los japoneses. La destrucción de los diques del río Amarillo fue el mejor ejemplo de esta tendencia. A los ojos de los líderes nacionalistas, al igual que otros regímenes modernos del mundo del siglo XX, “salvar la nación” podría justificar un sacrificio ilimitado por parte de la población civil.
Durante la guerra, el gobierno nacionalista se negó a asumir la responsabilidad de los desastres causados por la desviación intencional del río Amarillo. Ellos afirmaron que los japoneses bombardearon los diques y causaron las inundaciones, presentando el desastre como otro ejemplo de las atrocidades japonesas contra los civiles chinos.
Los informes de los periódicos chinos publicados en el verano de 1938 siguieron la versión oficial de los hechos. Los japoneses negaron estas acusaciones y enmarcaron la inundación como prueba del desprecio de China por la vida humana.
Cuando las verdaderas causas del desastre finalmente salieron a la luz después de 1945, el régimen nacionalista cambió la narrativa y presentó la inundación como evidencia de los sacrificios hechos por el pueblo de China para salvar a la nación durante la “Guerra de Resistencia”.


Fortis Leader para Fortis Leader - The Pacific & Asia



FUENTE:
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Pedro Pablo Romero Soriano PS

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