Batalla de Hamburgo. Operación Gomorra

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24 DE JULIO DE 1943: OPERACION GOMORRA

Todo comenzó la noche del 24 de julio, cuando el cielo de Hamburgo estalló en pedazos. Las fuerzas aéreas de Reino Unido, con apoyo de EE.UU, lanzaron la Operación Gomorra (llamada así por la ciudad del Antiguo Testamento que fue devastada por el fuego), un ataque aéreo sin precedentes, sobre la industriosa ciudad del Elba, uno de los mayores puertos del mundo y punto estratégico con astilleros, refinerías de petróleo e industrias metalúrgicas. Esa medianoche los aviones británicos descargaron 2.300 toneladas de bombas incendiarias. Atónito contempló Nossack cómo el horizonte reventaba en un millar de bengalas. "Era como si del cielo cayeran unas gotas de metal candente sobre las ciudades. Más tarde desaparecían tras una nube de humo, iluminada de rojo desde abajo por el incendio de la ciudad."
Hamburgo estaba destinada a convertirse en el centro económico más importante de Europa en el Reich de los Mil Años soñado por Hitler. La ciudad hanseática, que había recibido del Führer el título de Tor zur Welt (“Puerta hacia el mundo”), iba a ser remodelada para reflejar esa pujanza, con rascacielos alineados a lo largo de la orilla del río Elba. Entre ellos destacaría el conocido como Gauhaus, de 250 metros de altura, con una esbelta forma rectangular y la azotea coronada por una enorme estatua humana. También se construirían nuevos puentes sobre el Elba, incluyendo uno de dimensiones gigantescas. Sin embargo, esas megalómanas ensoñaciones del dictador germano se verían arrasadas literalmente por la ofensiva aérea emprendida por los Aliados contra esta ciudad del norte de Alemania en el verano de 1943.






Lo peor llegó tres días después. La diabólica intensidad del bombardeo causó un fenómeno imprevisto. Los zonas que ya ardían seguían siendo machacadas una y otra vez con más bombas, de manera que la temperatura se elevó descomunalmente. Los bomberos no podían sofocarlas y el tiempo seco y caluroso hizo el resto. El aire supercaliente lanzó corrientes de fuego de 240 kilómetros por hora, a temperaturas de 800 ºC, y desató un gigantesco tornado de fuego. Es lo que se conoce como Feuersturm o tormenta de fuego. Las llamaradas se elevaban varios metros. El petróleo derramado incendió los canales. El asfalto se derritió. La falta de oxígeno y el fuego acabaron con muchos de los que intentaron alcanzar los refugios antiaéreos. La mayoría de víctimas del ataque pereció esa noche infernal.
La breve crónica de Nossack, apenas un centenar de páginas, es un texto pionero de las obras alemanas que medio siglo después, de la mano del ensayo Sobre la historia natural de la destrucción, del novelista alemán W. G. Sebald (1944-2001), darían voz al sufrimiento de la población civil alemana durante la guerra. "La sensación de humillación nacional sin parangón sentida por millones [de alemanes] durante los últimos años de la guerra nunca encontró expresión verbal de verdad, y aquellos directamente afectados por la experiencia ni la compartieron entre sí ni la transmitieron a la siguiente generación", escribe el autor de Austerlitz.
El propio Sebald subrayó el valor testimonial de El hundimiento: "Mérito innegable de Nossack es que fue el único escritor que intentó escribir sobre lo que había visto realmente de la forma más sencilla posible". La devastación de la Operación Gomorra la han abordado de manera exhaustiva durante los últimos años el historiador alemán Jörg Friedrich, en El incendio, y el británico Keith Lowe, en Inferno. The Devastation of Hamburg, 1943. Lowe recoge testimonios escalofriantes. Como el de un ingeniero de vuelo británico que iba a bordo de un bombardero Lancaster. A 17.000 pies de altura divisó cómo una columna de humo les rodeaba. "Podíamos oler claramente... Bueno, era como carne quemada. No es algo de lo que mes guste hablar".
El regreso de Nossack a la ciudad días después fue un peregrinaje apocalíptico. Subido a un camión de refugiados, describe la destrucción del centro histórico. Las hileras de edificios de oficinas de ladrillo rojo en los canales de St Annen, que parecen intactas aunque teme que no sean más que fachadas huecas. Ante el campanario decapitado de la Katharinenkirche, evoca cómo el desaparecido "verde azulado de la cubierta barroca hechizaba las aguas opalescentes del canal. Su mera visión, especialmente en primavera y en otoño, te transportaba a un mundo de ensoñaciones". Entre casas derruidas, puentes partidos y senderos que se abren entre cristales y escombros, Nossack recorre la catástrofe desde la antaño elegante Jungfernstieg hasta la céntrica Hohe Bleichen y los sótanos atestados de cadàveres carbonizados.
Aturdidos y desmoralizados, los ciudadanos se sintieron abandonados por las instituciones, que huyeron de la ciudad durante el ataque, según consigna Nossack. Caminando entre la devastación ("todo en un silencio absoluto, sin movimiento ni variación; despojado del tiempo, había devenido eterno"), el novelista lamenta la transformación del carácter de los ciudadanos. "La codicia y el miedo se mostraban con una desnudez impúdica y reprimían todo asomo de ternura". Con todo, admira que la mayoría no busque venganza. Más bien, ven a los aliados y a los atacados como sometidos a las mismas fuerzas destructivas.
Algunos especialistas sostienen que más allá del valor estratégico de la ciudad, el ataque buscaba machacar a los ciudadanos alemanes. "Clara e inequívocamente tenía como objetivo la población civil de una gran ciudad, que fue bombardeada de noche para conseguir su fin, descrito gráficamente en las palabras de sir Arthur Harris [comandante británico de la Operación Gomorra] de 'aplastar al Boche [apelativo despectivo aplicado a la población alemana], matar al Boche, aterrorizar al Boche'. Si la Operación Gomorra ya fue un acto inmoral, cuánto más lo serían Dresde, Hiroshima y Nagasaki", se pregunta el filósofo británico A. C. Grayling en Among the Dead Cities.
Tras la conmoción, que duró ocho días y siete noches, Nossack se sintió impelido a dar testimonio de la catástrofe cuanto antes. "Es cierto que ya han transcurrido tres meses desde entonces -escribió-, pero como la razón no alcanzará nunca a comprender lo que ocurrió ni a preservarlo en la memoria como un hecho real, temo que se vaya desdibujando poco a poco como una pesadilla". Las cifras de la Operación Gomorra serían luego trágicamente superadas por los bombardeos de Dresde, Hiroshima y Nagasaki, pero, como subraya Nossack, "Hamburgo fue la primera gran ciudad en ser aniquilada".




 El bombardeo de Hamburgo que sufrió Alemania en el verano de 1943 fue uno de los ataques aéreos más devastadores de la Segunda Guerra Mundial. Con más de 40.000 muertos durante la ofensiva lanzada por Gran Bretaña y Estados Unidos, la “tormenta de fuego” que se desató en la ciudad constituyó una tragedia humana sin precedentes hasta la fecha, así como un antesala de lo que iba a suceder a otras metrópolis de las potencias del Eje.

Bajo el nombre de “Operación Gomorra”, los Aliados Occidentales centraron sus miras en bombardear el puerto de Hamburgo, una ciudad ostentosa en industria y fuente de riqueza del comercio marítimo exterior. El artífice de dicho plan fue el mariscal del aire Sir Arthur Harris que propuso realizar una serie de ataques coordinados de la Fuerza Aérea Real Británica (RAF o Royal Air Force) por las noches y la Fuerza Aérea Estadounidense (USAF) por el día, con los que pretendía asesinar al mayor número de civiles para supuestamente minar la moral de la población y propiciar un levantamiento contra el Gobierno del Tercer Reich.
Durante el resto de 1943 y la mitad de 1944, la ciudad de Hamburgo no sufrió ninguna incursión hasta que 120 aviones británicos la bombardearon el 29 de Julio con escaso resultado y después de perderse 22 aparatos. Similares raids se produjeron entre Marzo y Abril de 1945 con una destrucción modesta de las infraestructuras de submarinos y el incendio de las refinerías petrolíferas, a pesar de que durante los ataques se perderían 14 aparatos entre 13 ingleses y 1 estadounidense. Finalmente el último bombardeo tendría lugar con 87 bimotores Mosquitos la noche del 13 al 14 de Abril de 1945, sólo un mes antes de concluir la Segunda Guerra Mundial.
Terminada la Segunda Guerra Mundial en 1945, la ciudad de Hamburgo había resultado totalmente destruida y 50.000 de sus habitantes alemanes muertos; todo ello a costa de perderse un total de 240 aviones entre 224 británicos y 16 estadounidenses. Sorprendentemente la mayor parte de estas cifras se produjeron en la “tormenta de fuego” de Julio a Agosto de 1943, que comprendió una de las mayores tragedias en la Historia de los Raids Aéreos.


Submarinos alemanes incompletos abandonados en el astillero Blohm y Voss

Hamburgo tras el bombardeo de 1943

Vista aérea de las ruinas destrozadas por la bomba de Hamburgo 1945

Astilleros de submarinos en el puerto de Hamburgo

Un tanque británico Sherman Firefly en el centro de la ciudad después de la batalla

Vista aérea de Hamburgo Blohm Voss U-Boot Werk Werft Hafen mayo de 1945

Fue una de las últimas batallas de la Segunda Guerra Mundial, donde las tropas restantes del 1.º Ejército de Paracaidistas alemán lucharon contra el VIII Cuerpo británico por el control de Hamburgo, entre el 18 de abril y el 3 de mayo de 1945. Las tropas británicas se encontraron con una feroz resistencia dentro de la ciudad, ya que Hamburgo fue el último foco de resistencia en el norte. Una vez que los británicos capturaron la ciudad, continuaron su avance hacia el noreste, encerrando a las tropas restantes del 1.º Ejército de Paracaidistas y el Grupo de Ejércitos Noroeste en la península de Jutlandia

Ruinas de una casa de apartamentos alemana en Hamburgo 1945




FUENTES:
Fuentes:
https://www.facebook.com/groups/642254580048938
https://elpais.com
https://www.dw.com
https://www.laaventuradelahistoria.es
https://historia.nationalgeographic.com.es
http://www.guntherprienmilitaria.com.mx
https://www.eurasia1945.com
https://www.worldwarphotos.info
https://es.wikipedia.org
https://www.worldwarphotos.info
https://www.facebook.com/groups/642254580048938
https://www.eurasia1945.com/.../con.../bombardeo-de-hamburgo
https://www.worldwarphotos.info
https://historia.nationalgeographic.com.es
































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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