Pensadas las Waffen-SS como un “ejército nórdico” según sus teóricos, el Reichsführer de las SS, Heinrich Himmler, decidió poner en marcha su idea entre finales de 1940 e inicios de 1941.
Fue así nació el proyecto de las “Legiones Nórdicas” integradas por voluntarios extranjeros de raza nórdica o escandinava procedentes de las ocupadas Noruega, Dinamarca, Holanda y la parte de Flandes en Bélgica, e incluso de las neutrales Suiza y Suecia o la cobeligerante Finlandia.
Entre las unidades más famosas estuvieron la Legión Noruega “Norwegen” compuesta por voluntarios noruegos, el Cuerpo Danés “Freikorps Danmark” por daneses, la Legión Holandesa “Niederlande” por holandeses, la Legión Flamenca “Flandern” por belgas flamencos y la 3ª Compañía SS de Granaderos Sueca “Schwedische” por suecos, las cuales se acabaron fusionando en la 11ª División SS de Granaderos “Nordland”.
Simultáneamente se crearon nuevas formaciones mixtas de alemanes con nórdicos y escandinavos como la 5ª División SS Panzer “Wiking” o “Vikingo” al mando del general Félix Steiner o la 6ª División SS de Montaña “Nord” que incluyó algunos esquiadores finlandeses. No obstante también se continuó con la organización de fuerzas exclusivamente alemanas como la ampliación de la División SS “Verfügdung” en la 2ª División SS Panzer “Das Reich” liderada por el general Paul Hausser.
Los noruegos fueron posteriormente transferidos a la División Nordland.
De haber terminado la Segunda Guerra Mundial entre 1940 y 1941 tal y como esperaban los altas esferas del Tercer Reich, las Waffen-SS habrían sido un ejército puramente ario y nórdico como inicialmente habían planteado sus impulsores.
Sin embargo factores como la prolongación de la contienda en el tiempo, la extensión del conflicto más allá del Norte de Europa hacia otros escenarios (Mar Mediterráneo, Europa Oriental, los Balcanes, África, Asia…) y sobretodo mantener una alianza con los más dispares países que racialmente en nada se asemejaban a Alemania (Italia y Rumanía con la raza latina, Bulgaria y Eslovaquia con la raza eslava, Japón y Manchukuo con la raza asiática, Hungría con la raza magiar o Irak e Irán con razas perso-árabes, entre otros ejemplos); echaron por tierra la propaganda nacionalsocialista de justificar la guerra como una defensa de la limpieza de la sangre alemana.
De hecho, este inesperado devenir geopolítico de la situación diplomática y estratégica, forzó al Tercer Reich a amoldar sus postulados dentro de un mundo que poco a poco se iba globalizando y por tanto a las Waffen-SS a ir dejando de lado de puertas hacia fuera la doctrina nacionalsocialista e ir incluyendo la mucho más sugestiva doctrina fascista (precisamente el fascismo a diferencia del nacionalsocialismo era una ideología antirracista y universal que había surgido como contrapeso de la Internacional Comunista, el “Komintern”).
Gracias a ello, las Waffen-SS dejaron de ser un ejército compuesto de “Legiones Nórdicas” para convertirse en un ejército de “Legiones Extranjeras” sin importar la raza, etnia, nacionalidad o religión.
FUENTES:
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Pedro Pablo Romero Soriano PS