Banda de música del Heer. Marca el ritmo del paso del resto de soldados participantes en el desfile. Detrás de ellos, puede verse el Arco de Triunfo. París 1940
Francia 1940: Un grupo de soldados de la Leibstandarte premiados con la EK II en una gira turística por París
Un panfleto que hicieron los soviéticos, allá por octubre de 1942, en donde le dan la bienvenida a una División Panzer proveniente de Francia; más o menos decía; "Bienvenidos al Frente Oriental, se acabó la tranquila vida parisina".
Obviamente que cualquier soldado que estaba luchando en la URSS le hubiese gustado estar en Noruega, Dinamarca o Francia.
"Vivimos como dioses en Francia. Si necesitamos carne, se sacrifica una vaca de la que solo se toman las mejores partes, y el resto se descarta. Hay muchas cosas en abundancia: espárragos, naranjas, lechugas, nueces, cacao, café, mantequilla, jamón, chocolate, vino espumoso, vino, licores, cerveza, tabaco, puros y cigarrillos, así como juegos completos de ropa blanca.
Como nuestro avance se realiza en largas marchas por etapas, perdemos contacto con nuestras unidades. Con el fusil en mano, irrumpimos en las casas para saciar el hambre. Horrible ¿no os parece?. Pero uno se acostumbra a todo. Gracias a Dios que en nuestra patria no se vive en estas condiciones".
Soldado alemán de la 269ª División de Infantería, en una carta dirigida a los suyos y fechada el 20 de mayo de 1940, durante la invasión de Francia.
Nada mal no?. Durante la ocupación, las tropas alemanas vivían de lujo en Francia, acudían a sus bares, se abarrotaban para comprar chucherías en los comercios..
En contraparte, sus camaradas en el este se rompían los dientes al tratar de comer las papas congeladas, se debían hacer un agujero en sus pantalones para hacer sus necesidades y no exponer en demasía sus partes para que no se congelarán y, en breve, recurrirán al canibalismo.
Wilhelm Hoffmann escribiría:
️"Se nos ha racionado la comida al mínimo y estamos esperando el rescate que nos prometió el Führer.
Mando cartas a casa, pero no hay respuesta". Wilhelm Hoffmann, 3 de diciembre de 1942.
"El hambre –comentó el doctor Hans Dibold- cambiaba la psicología y el carácter visiblemente en los patrones de comportamiento e invisiblemente en los pensamientos de los hombres. Tanto los soldados alemanes como los rumanos recurrieron al canibalismo para mantenerse con vida. Se hirvieron finas tajadas de los cuerpos congelados. El producto final era ofrecido como «carne de camello».
FUENTE:
https://www.facebook.com/GeneralInviernoww2/photos/a.103202941918233/165726045665922/
Pedro Pablo Romero Soriano PS