Soldados rumanos en la estepa nevada, se encuentran dentro de una trinchera armados con un mortero. Créditos: Bundesarchiv (Archivos Federales Alemanes) Bild 101I-776-0046-23 - Fotógrafo: o.Ang. (FGF Colourised)
En la imagen francotiradores rumanos
El Grupo de Ejércitos Sur, al mando del Generalfeldmarschall Von Rundstedt, entró en Ucrania. No tardó en encontrar la ayuda de dos ejércitos Rumanos deseosos de recuperar Besarabia de los soviéticos que antes se la habían quitado . Su dictador y general en jefe, el Mariscal Ion Antonescu, había asegurado a Hitler diez días, "Por Supuesto estaré allí desde el primer momento!!""...Cuando se trate de actuar contra Eslavos puede usted siempre con Rumania"
La “Operación Barbarroja” prosiguió sobre Ucrania mediante un imparable avance del III Ejército Rumano que ocupó el Istmo de Perekop y entró en la Península de Crimea
El Reino de Rumanía que encabezaba el Rey Miguel I y el Conducator Ion Antonescu bajo un régimen de tendencia fascista, constituyó el más fiel socio del Tercer Reich con la esperanza de acabar con la amenaza del comunismo sobre Europa, recuperar la Besarabia y Bukovina en Moldavia, y el gran puerto de Odessa para ampliar el “espacio vital” Rumano sobre las tierras occidentales de Ucrania.
Cuando el Führer le comunicó a, Antonescu sus planes de invadir la Unión Soviética en junio de 1941, éste ofreció de inmediato su apoyo para acabar con el comunismo soviético. A cambio, el Führer le prometió que Rumanía recuperaría los territorios perdidos el año anterior. Al cabo de pocas semanas, las tropas rumanas habían conquistado el territorio de la recién nacida República Socialista de Moldavia, dentro de la cual se engloba la Besarabia y Bukovina, alcanzando la antigua frontera de 1940.
El 27 de julio de 1941, Hitler le envió una carta al General Ion Antonescu en el que le solicitaba la cooperación de las tropas rumanas más allá del Río Dniester. Antonescu aceptó; de hecho las tropas rumanas ya habían estado avanzando hacia la Unión Soviética desde el 17 de julio. Con el beneplácito del Rey Mihail I, autorizó a las fuerzas armadas rumanas seguir avanzando sin límites a través de Ucrania y ampliar el proyecto nacional de la “Gran Rumanía” con el importante puerto estratégico de Odessa.
Los soviéticos organizaron tres líneas defensivas: la primera tenía 80 km de largo y estaba situada entre 25 y 30 km de Odessa, la segunda era la más fuerte y se encontraba a sólo 7 km de la ciudad, con una longitud de 30 km, la tercera línea defensiva se encontraba dentro de la misma ciudad. Inicialmente se encontraban cuatro divisiones y dos regimientos en Odessa, lo que equivalía a 34.500 soldados y 240 piezas de artillería. El apoyo aéreo era reducido, aunque con el tiempo entrarían en acción algunas escuadrillas llegadas desde Crimea.
Inicialmente todo salió como se había planeado, y para el 10 de agosto, las fuerzas de Rumania ya habían penetrado la primera línea defensiva soviética.
Sin embargo las bajas habían sido altas en ambos bandos y Antonescu expresó su preocupación de que los soviéticos no renunciarían a Odessa fácilmente. Para el 24 de agosto, el Cuarto Ejército había sufrido 5.329 muertos, 18.600 heridos y 3.378 desaparecidos.
Tras quedar estancado el avance debido a los contraataques soviéticos, se planeó otra ofensiva para el 28 de agosto y se intentó reanudar la ofensiva rumana sin mayores resultados.
A inicios de septiembre, el Teniente General Ciuperca le sugirió al Mariscal Ion Antonescu que le permitiera realizar un ataque desde el oeste de Odessa, ya que creía que la infraestructura defensiva era débil allí.
Si bien la tercera ofensiva empezó a arrojar resultados mejores a las ofensivas anteriores, la fuerte resistencia soviética motivó a que las municiones se agotaron rápidamente y la nueva ofensiva tuviera que suspenderse.
A pesar del inexorable avance de las fuerzas rumanas terrestres, la derrota soviética ocurriría debido a dos acontecimientos independientes: la destrucción del depósito de combustible de Odessa y a que el General alemán E. Von Manstein lograra irrumpir en el Istmo de Perekop el 29 de septiembre, haciendo peligrar el suministro de Odesa desde Sebastopol.
Por esta razón, el Alto Mando Soviético ordenó evacuar el puerto soviético el 6 de octubre, si bien luego postergó la evacuación para el 14.
Desde el 14 de octubre el Ejército Rojo dio inició la evacuación, que no pasó desapercibida a los rumanos, lo que motivó que se intensificará el número de salidas aéreas. El 16 de octubre, a las 10:30 horas, patrullas de vanguardia han entrado en Odessa, prácticamente abandonada por las tropas soviéticas. A las 16:00 horas el puerto ha sido capturado, y por la noche la poca resistencia que quedaba ha sido aniquilada.
De 1941 a 1944, hasta 30 divisiones del Ejército rumano participaron en la guerra contra la Unión Soviética. En general, durante la guerra, del lado de Hitler, Alemania, Rumania perdió 600 mil hombres (de las cuales 400 mil fueron pérdidas irreparables). Como saben, el Ejército rumano fue el más grande entre las fuerzas aliadas de Alemania.
Aún mayor fue la contribución para proporcionar a Alemania productos derivados del petróleo. De 1940 a agosto de 1944, sus suministros a Alemania alcanzaron los 13,3 millones de toneladas, lo que cubrió más de un tercio de las necesidades del Reich alemán en productos derivados del petróleo. A esto hay que agregar que aproximadamente las tres cuartas partes de las necesidades de fuentes de energía del Ejército alemán se cubrieron a sus expensas.
El 22 de junio de 1941, ejércitos alemanes con apoyo rumano atacaron la Unión Soviética. Las unidades alemanas y rumanas conquistaron Besarabia, Odessa y Sebastopol, luego marcharon hacia el este a través de las estepas rusas por el curso del Don. Rumanía dio la bienvenida a la guerra. En una competencia con Hungría para conciliar el favor de Hitler y con la esperanza de recuperar el norte de Transilvania, Rumania reunió más tropas de combate para el esfuerzo de guerra alemán que todos los otros aliados de Alemania combinados. Hitler recompensó la lealtad de Rumanía devolviendo Besarabia y el norte de Bukovina y permitiendo que Rumanía anexara tierras soviéticas inmediatamente al este del Dniéster, incluida Odessa.
Sin embargo, pasada la euforia de Barbarroja, con la prolongación de la guerra en el este, la situación se fue tornando más dura para el Ejército rumano. El teniente coronel Alexander Kataescu hizo eco de la condición de los rumanos hacia los soldados alemanes: "La condición moral y política del Ejército rumano es muy baja porque los soldados no tienen interés de luchar en Rusia y combaten bajo la presión de Alemania".
Romanian POWs captured near the village of Raspopinskaya, November 1942 during the Battle of Stalingrad
El comando soviético entendió perfectamente que las unidades rumanas en los flancos eran las menos preparadas para el combate. Por lo tanto, el 19 de noviembre de 1942, decidieron atacar al grupo de tropas del Eje, precisamente en las posiciones de la defensa rumana. El ataque comenzó con fuego de preparación de artillería soviética, después de lo cual el Ejército Rojo entró en la ofensiva. Las unidades rumanas se encontraron en una posición difícil. A fines de noviembre, el frente cerca del 3° Ejército rumano fue forzado a retroceder 70 kilómetros. La victoria del Ejército Rojo en Stalingrado y los bombardeos aliados sobre suelo rumano cambiaron la posición de los líderes del país en cierta medida, según I. Antonescu, "después de la derrota de los ejércitos tercero y cuarto cerca de Stalingrado, se sacudieron los cimientos del gobierno rumano". Terminar la guerra lo antes posible era el sentimiento común para todos los rumanos.
Además de las enormes pérdidas humanas, el país sufrió un gran daño económico, que se estimó igual al presupuesto de Rumanía antes de la guerra durante 12 años. Mientras el ejército rumano luchaba en la URSS, en territorio extranjero, su país fue puesto al borde del desastre por los gastos militares y las requisas alemanas, y luego la ocupación por las tropas alemanas.
Cuando las tropas soviéticas entraron en territorio rumano, y las tropas alemanas y rumanas no lograron frenar el avance del Ejército Rojo, el rey Mihai I y sus partidarios derrocaron al gobierno de Antonescu en un golpe de estado. Es entonces que el rey alineó a Rumanía con los soviéticos y el bando aliado, al mismo tiempo que declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1944.
Habiendo cruzado la frontera rumano-ucraniana en la primera semana de abril de 1944, la Stavka soviética ordenó que el 2° Frente Ucraniano y el 3° Frente Ucraniano se embarcaran en la ofensiva Jassy-Kishinev, llamada así por las ciudades rumanas de Iasi y Chisinau (ahora parte de Moldavia), dos objetivos de entre otros que contemplaba esta operación. El 9 de abril, las tropas soviéticas capturaron Târgu Frumos, por sorpresa. Al día siguiente, la División Panzergrenadier Grossdeutschland (con 160 tanques de apoyo, incluidos 40 modelos Panther y 40 Tiger I) contraatacó desde el este, mientras que la 1° División de la Guardia rumana y la 7° División de Infantería rumana atacaron desde el sur, expulsando a las tropas soviéticas de la ciudad a las 22:00 horas. Aunque los soviéticos continuarían realizando ataques limitados en el noreste de Rumanía, el Grupo de Ejércitos del Sur de Ucrania (Heeresgruppe Südukraine) fue capaz de mantenerse firme. En la medida que ambas partes estaban agotadas, junio de 1944 estuvo relativamente tranquilo en Rumanía, pero los enfrentamientos a pequeña escala durarían todo el mes. Mientras tanto, a principios de junio, los líderes políticos anti-alemanes en Rumanía comenzaron a buscar negociaciones con la Unión Soviética por los términos de paz. En julio de 1944, las tropas soviéticas finalmente pudieron capturar a Iasi, pero fue más debido a la incapacidad alemana y rumana de mantener una defensa efectiva que condujo a la captura soviética.
En agosto, una segunda ofensiva fue lanzada por el 2° Frente Ucraniano y el 3° Frente Ucraniano. Mientras que el 2° Frente Ucraniano atacó al norte de Iasi, el 3° Frente Ucraniano atacó cerca de Tiraspol (ahora parte de Moldavia). La 13ª División Panzer alemana intentó contraatacar, lo que fue rechazado por los soviéticos; esta división panzer alemana sufrió tantas bajas que pronto dejaría de existir como una formación de combate efectiva. A fines del 21 de agosto de 1944, menos de dos días después del comienzo de la Segunda Ofensiva de Jassy-Kishinev, la línea de defensa germano-rumana comenzó a desmoronarse, y el 6° Cuerpo Mecanizado de la Guardia Soviética aprovechó la oportunidad de atacar, penetrando las líneas del Eje por 40 kilómetros.
Para el 23 de agosto, el 6º Ejército alemán y el 4º Ejército rumano estaban rodeados por los dos frentes soviéticos. El mismo día, 23 de agosto, el rey Mihai I de Rumania, respaldó a los comunistas rumanos, derrocó al dictador Ion Antonescu y envió negociadores a la Unión Soviética. Las tropas alemanas intentaron ocupar Bucarest el 24 de agosto, la capital del país, pero fueron rechazadas por tropas leales al rey. El 12 de septiembre, se firmó el armisticio; los términos eran tan unilaterales que el documento constituía efectivamente un instrumento de rendición de los rumanos a la Unión Soviética. Las tropas soviéticas, con sus nuevos aliados rumanos, fortificaron las fronteras rumano-yugoslava y rumano-búlgara a partir del 26 de septiembre de 1944.
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=176136264518542&set=pb.100063665072371.-2207520000..&type=3
(Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial)
https://www.facebook.com/hdlsgm/photos/a.105107930962361/208288620644291/
(Historia de la Segunda Guerra Mundial)
https://www.facebook.com/photo?fbid=173088794254972&set=gm.927427647726305
http://www.stalingradfront.com/
http://www.m.ww2db.com/
http://countrystudies.us/
Pedro Pablo Romero Soriano PS