En la foto, posiblemente, la primera baja alemana de la Segunda Guerra Mundial. Georg Richter, murió el mismísimo 1° de septiembre de 1939; en Polonia, tenía 22 años. Pertenecía a la 9ª Kompanie, 49° Regimiento de Infantería (Regimiento Breslau), de la 28ª División de Infantería
El 1 de septiembre es una fecha icónica de la Segunda Guerra Mundial. Todos sabemos que sucedió en esa fecha allá por 1939. Ese día, a las 4.45 am las tropas alemanas ejecutan la operación Fall Weiss (Caso blanco), la invasión a Polonia.
Justamente a esa hora, el acorazado alemán Schleswig-Holstein, abre fuego sobre la guarnición fortificada polaca de Westerplatte, siendo los primeros disparos de la contienda.
En tierra, 58 divisiones alemanas (aproximadamente 1.800.000 de hombres) fueron desplegados en dos Grupos de Ejércitos, Sur y Norte; invadían a su vecina Polonia. Para apoyar a este grueso de tropas, había más de 3.000 blindados, 5.000 piezas de artillería, 2.500 aviones. La diferencia numérica sobre su adversario era absoluta en todos los rubros; pero aún así, los polacos que contaban con buenos materiales bélicos y sus soldados poseían una valentía excepcional dieron batalla a los alemanes.
El plan de batalla era sencillo. Tres ejes de ataque caerían sobre el vecino país.
El ataque principal, ejecutado por el Grupo de Ejércitos Sur, bajo el mando de von Rundstedt. Un eje de ataque secundario por el norte, desde Prusia Oriental, ejecutado por el Grupo de Ejércitos Norte, bajo el mando de Fedor von Bock y un tercer eje de ataque, por parte de los aliados eslovacos, con apoyo de unidades alemanas, bajo el mando de Ferdinand Čatloš.
Los tres ejes de ataque debían converger sobre Varsovia, con la intención de embolsar y aislar la fuerza principal del ejército polaco al oeste del Vístula para ser posteriormente destruida.
La batalla duró un mes. Una batalla rápida, un paseo militar se dice normalmente. Pero para los alemanes, Polonia fue un hueso durísimo de roer. Y lejos está, de ser un paseo.
Como bien dije, la superioridad armamentística alemana sobre Polonia era inobjetable.
Esta superioridad se debía a las diferencias económicas entre ambos países y al gasto que destinaban a sus fuerzas militares. Por ejemplo; entre 1935 y 1939 el presupuesto de defensa alemán, en ese período, sumó 24.000 millones de dólares, 30 veces más que los 760 millones gastados en Polonia en dicho período. Y esa diferencia se hacía más notoria en las armas más técnicas, como la fuerza aérea y la marina.
Seguimos con los ejemplos, en tiempo de paz el Ejército alemán equivalía unas 3 veces al polaco; unos 600.000 hombres contra 210.000 aproximados. La capacidad de movilización de Alemania era mayor, con una fuerza activa de 51 divisiones y de 102 en caso de guerra. Polonia tenía 30 divisiones, y podía desplegar 15 divisiones más de reserva.
Estos números y la rápida caída polaca, alimentan el mito de que el Ejército polaco era malo tirando a paupérrimo. Algo que es totalmente falso. El combatiente polaco fue tenaz, si nos ponemos a pensar, combatió al alemán desde el comienzo de la guerra hasta el final y, poseía armas muy eficaces y bastantes buenas (el tanque 7TP, las tanquetas TKS, los cañones Bofors, el antitanque wz.35...)
El problema radica en la confianza de los generales polacos, sobre la ayuda prometida de Francia y Gran Bretaña. Lo que les hizo tomar malas decisiones. Y también, cabe recordar, la invasión soviética, lo que partió a Polonia en dos y la obligó a luchar en dos frentes dentro de su mismo país.
Más alla de eso, Polonia combatió bien. Wilna, Mokra, Bzura, Varsovia, el primer as tanquista fue polaco...la victoria alemana fue costosa. Demasiado diría viendo las abismales diferencias entre ambos.
Fall Weiss le costó a los germanos, 16.000 muertos y 32.000 heridos. Un total de 700 carros fueron puestos fuera de combate, además 319 auto-ametralladoras, 195 piezas de artillería y 6.000 vehículos. Y dejó en evidencia algunas fallas tácticas y técnicas que los alemanes debían limar en el futuro...
El 15 de agosto de 1939, Karl Dönitz, (Führer der Unterseeboote) desde el 28 de enero de 1939, recibe un mensaje codificado. Se le indica que envíe la flota de submarinos al mar y establezca estaciones frente a las costas de Gran Bretaña. Esta es una consecuencia directa de la reunión del Führer en Berchtesgaden.
Mientras tanto, en una reunión trascendental, el embajador alemán en la URSS Friedrich Werner von der Schulenburg tiene una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores soviético, Viacheslav Molotov. Schulenburg presenta a Molotov un memorando de 6 puntos del ministro de Relaciones Exteriores alemán Joachim von Ribbentrop. Solicita "una rápida aclaración de las relaciones germano-soviéticas". Molotov recibe el memorando "con el mayor interés" y promete una respuesta después de discutir el asunto con Stalin. Él plantea sus propias preguntas en respuesta, que incluye la única pregunta que esperan los alemanes: ¿les gustaría a los alemanes hacer un pacto de no agresión con la Unión Soviética?.
Imagen: Plan de invasión y despliegue de los ejércitos de Alemania, Unión Soviética y Eslovaquia contra Polonia
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=379114256985757&set=gm.1225954284540305
(Pál Maléter)
https://www.facebook.com/La2daGuerraMundial2/photos/a.104858351106596/173099480949149/
Pedro Pablo Romero Soriano PS