Batalla de Budapest: Operación Konrad I

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Tras el cerco de Budapest, el mando alemán lanzó sucesivamente tres ofensivas importantes con el nombre en código Konrad, en un intento de aliviar el sitio de la capital y recuperar la sección oriental de la Línea Margit. Al contrario de lo que se ha escrito hasta ahora, la intención no era rescatar a las tropas del Eje, sino colocar más fuerzas en Budapest. Hasta febrero de 1945, todas las reservas disponibles, incluidas casi la mitad de todas las divisiones Panzer en el frente oriental se trasladarían a Hungría para este propósito.
El 24 de diciembre de 1944, antes del cierre definitivo del cerco, Adolf Hitler había ordenado al IV Cuerpo Panzer SS y las divisiones de infantería 96ª y 711ª, con unos 200 tanques y 60.000 hombres, movilizarse a Hungría, bajo el mando del SS Obergruppenführer Otto Gille, quien había sido condecorado por romper del cerco de Cherkasy. Himmler cablegrafió a Gille diciéndole que Hitler lo había elegido porque tenía la mayor experiencia en situación de estar cercado y porque su Cuerpo Panzer había demostrado ser el mejor en el Frente Oriental.
El mando del Grupo de Ejércitos Sur alemán y Guderian no estuvieron de acuerdo sobre el uso de las unidades reagrupadas, pero había consenso general de que Budapest debía abandonarse y aprobarse la fuga lo antes posible. Esta sugerencia se le hizo a Hitler casi a diario, pero fue en vano. La elección entre dos rutas de socorro diferentes fue difícil de tomar. Una ofensiva sobre Székesfehérvár en el sur (nombre en código Paula), consideraba una mayor distancia, hubiera requerido más combustible y retrasaría en cinco días la llegada de las tropas. La alternativa, una ofensiva en el norte (nombre en código Konrad) implicaba una distancia más corta y ofrecía el elemento sorpresa, pero conllevaba mayores riesgos debido al terreno. A pesar de que Guderian prefirió la Operación Paula, su representante, el Generaloberst Walther Wenck, fue persuadido por el razonamiento del Grupo de Ejércitos Sur alemán, y el mando supremo finalmente optó por la más rápida Operación Konrad.
Las unidades reagrupadas comenzaron a trasladarse a Hungría el 28 de diciembre, con la esperanza de que los soviéticos aún no hubieran establecido posiciones de defensa sólidas. El mando alemán dio órdenes de atacar antes de que se completara la llegada de las tropas germanas. En ese momento, sólo el 32% de la 5ª División Panzer SS “Wiking”, el 66% de la 3ª División Panzer SS “Totenkopf” y el 43% de la 96ª División de Infantería estaba en su lugar, y de la 711ª División de Infantería no había ninguna señal. El reagrupamiento no se completaría hasta el 8 de enero. Guderian había llegado a Tata el 7 de enero para supervisar la operación. Károly Beregfy, ministro de Defensa del gobierno de Szálasi, ofreció la participación de las tropas húngaras. Sin embargo, sus fuerzas, la 1ª División de Húsares, la 2ª División Blindada y la 23ª División de Reserva, estaban demasiado agotadas para ser utilizadas.
En la noche del 1 de enero de 1945, el IV Cuerpo Panzer SS, ahora como parte del “Armeegruppe Balck”, con solo la mitad de efectivos que ya habían llegado a Komárom, puso en marcha la "Operación Konrad I" lanzó un ataque sorpresa en la región Tata – Almásfüzito, mientras que la 96ª División de Infantería, cruzando el Danubio desde el al norte en botes de asalto, estableció dos cabezas de puente detrás de las tropas soviéticas. Los dos batallones del Grupo de Combate húngaro SS “Ney” fueron desplegados por primera vez, adjuntos como granaderos antitanques a la Divisiones Panzer SS “Wiking” y “Totenkopf”. Los atacantes capturaron la colina Gerecse, pero el 6 de enero los soviéticos detuvieron su avance cerca de Bicske y Zsámbék.
Dos factores topográficos pesaron contra la ofensiva: primero, en las colinas Gerecse y Pilis fue fácil para los soviéticos establecer barricadas con cañones antitanque; segundo, el embolsamiento estrecho y largo que se habría formado junto al Danubio, los soviéticos pudieron romperlo sin mucho esfuerzo. En estos hechos, los soviéticos fueron hábiles en ralentizar el asalto de los tanques alemanes y asegurar de que sus reservas tuvieran suficiente margen de maniobra.
El 2 de enero, el XVIII Cuerpo de Tanques soviético se unió a la batalla, seguido el 3 de enero por otras tres unidades de rápido movimiento. En la región de Bicske el principal objetivo de la ofensiva alemana, la 5ª División “Wiking”, se enfrentó a un regimiento de tanques pesados, cuatro regimientos de cañones de asalto, tres divisiones de fusileros, una brigada mecanizada y seis batallones técnicos, dos o tres veces la fuerza de los alemanes. Lo mismo sucedió en otros lugares a lo largo de la amplitud del ataque alemán, donde el 4 de enero el 1° Cuerpo Mecanizado de la Guardia también había llegado de Adony. Así, nada menos que cinco cuerpos soviéticos mecanizados, blindados o de caballería se habían alineado contra el principal impulso alemán para el intento de alivio, bloqueando cualquier avance hacia Budapest. Solo el grupo que atacaba en el norte pudo capturar Esztergom el 6 de enero y Pilisszentlélek el 8 de enero. Las pérdidas alemanas húngaras entre el 1 y el 7 de enero ascendieron a unos 3.500 hombres del IV Cuerpo Panzer SS entre muertos, heridos o desaparecidos, además de la pérdida de 39 tanques y cañones de asalto, pérdidas sensibles, con los escasos que eran a estas alturas de la guerra.
Mientras tanto, Fiódor Tolbujin al mando del III Frente Ucraniano también había hecho preparativos para evitar la fuga alemana desde Budapest. Había erigido líneas defensivas con cañones antitanques, enfrentando tanto a las fuerzas de socorro como a los posibles fugitivos, y el 3 de enero ordenó el cese de los ataques contra Buda para liberar más fuerzas. El 6 de enero, siete divisiones, aproximadamente iguales a todo las fuerzas alemanas y húngaras en la capital, fueron dispuestas entre Zsámbék y Tinnye. En el caso de una fuga, los fugitivos primero habrían tenido que romper el anillo de cerco alrededor de la ciudad y luego, después de una larga marcha, encontrarse con esta formidable segunda formación. Las posibilidades de una fuga organizada en cualquier dirección que no sea el norte eran, por tanto, impracticables, y una fuga hacia el norte sólo podría haber tenido éxito si los intentos de socorro alemanes en las colinas de Pilis no se hubiera detenido, como finalmente sucedió.
Heinz Guderian, inconsciente de la situación real, planeó incluir a los defensores en la ofensiva estancada: además de mantener la capital, lanzarían un ataque hacia el noroeste ayudando a las operaciones de las unidades de socorro. El comando del Grupo de Ejércitos alemán, de manera más realista, recomendó que se abandonara la cabeza de puente oriental el 9 de enero y romper hacia el noroeste o, en su defecto, abrirse camino a través del cerco en pequeñas unidades de combate independientes. Sin embargo, esto fue rechazado por Hitler. “Konrad I” no dio resultados satisfactorios y era el momento de poner en ejecución la segunda fase: “Konrad II”.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=470934994470349&set=g.489226501546424
Apocalipsis: la Segunda Guerra Mundial™

Pál Maléter

Fuentes:
“Battle for Budapest - One hundred Days in World War II” de Krisztián Ungváry (2003)
“Days of Battle – Armoured Operations North of River Danube, Hungary 1944-45” de Norbert Számveber (2013)


 












Pedro Pablo Romero Soriano PS

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