Los días finales del Kessel

0

 


Los soviéticos siguen presionando hacia el centro de la ciudad, y sorprendentemente, los alemanes aún se mantienen, jadeantes y a los tumbos; y presentan una encarnizada lucha.
Pero las esperanzas son nulas, los soviéticos están próximos al aeródromo de Gumrak. Pitomnik ya había caído día atrás, si caía Gumrak, ya nadie podría salir del caldero.
Más allá de eso, como les vengo diciendo, la lucha era en vano, Paulus pedía la libertad de acción para poder rendir a sus tropas. Recordemos que ya varios generales habían hablado con el Führer para que acepte la petición; pero todo cayó en oídos sordos.
Aquella terquedad de su líder, hicieron que las tropas del 6° Ejército no sólo se sintieran abandonadas, sino también decepcionadas:
"Todo se derrumba a mi alrededor, todo un Ejército se muere, día y noche se consume en fuego [...]. No sé mucho de la guerra. Jamás he matado a un ser humano. Pero esto sí sé: el otro bando nunca mostraría semejante falta de interés por sus hombres".
Muchos ya no luchaban por Hitler o el régimen; luchaban por ellos, para volver a ver sus familias:
"Aquí estoy, aún de una sola pieza, con un pulso relativamente normal y una decena de cigarrillos. Antes de ayer tomé sopa, hoy conseguí una lata de jamón. Estoy acuclillado en un sótano, quemando muebles; 26 años de edad y a pesar de ser joven, no soy ningún tonto; uno de esos que ansiaba ser condecorados y gritar "Heil Hitler" con todos vosotros; y ahora se trata de morir como un perro o acabar en Siberia".
La realidad era ahora, para el líder de Alemania, que la importancia de Stalingrado pasaba por no perder ese duelo ante Stalin, en la ciudad homónima de este último: el impacto propagandístico y moral era desafiante para uno; catastrófico para el otro.
Desde hacia tiempo, muchos avisaban que la lucha se volvió más simbólica que estratégica y justamente el tiempo les dió la razón.
Volviendo a Paulus, si con dos aeródromos disponibles la Luftwaffe no podía abastecer adecuadamente a la tropa, imagínense con uno sólo y en horas con ninguno.
Para colmo en estos días la temperatura sería de -30°. A la muerte por las balas soviéticas, se sumaban por frío, enfermedades y hambre: "Si he de decir la verdad, preferiría una muerte rápida a languidecer así", decían algunos soldados.
Pero la noticia del día fue el mensaje que recibió Paulus del mismísimo Führer.
"Capitulación excluida. Se defenderá hasta la última tropa. Si es posible, sostenga una fortaleza con las tropa aún capaz. La previsión y la perseverancia de la fortaleza han brindado la oportunidad de dirigirse a una nueva operación de frente. El 6° Ejército ha hecho así, una contribución histórica en la lucha más poderosa de la historia alemana"...
Esto fue la estocada final a la moral de las tropas encerradas en Stalingrado... y peor aún muchos, después esto, dudarían de las palabras de Hitler, ante el inexorable avance soviético.

Foto coloreada por el amigo FGF Colourised en donde vemos a unos pilotos de la Luftwaffe, fumando junto a un soldado alemán rescatado de la caldera, durante una pausa merecida


FUENTE:

https://www.facebook.com/GeneralInviernoww2/photos/a.103202941918233/265443099027549
https://www.facebook.com/GeneralInviernoww2/photos/a.103202941918233/294482419456950/

General Invierno



























Pedro Pablo Romero Soriano PS

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios