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Operación Barbarroja en el ensayo

El plan preliminar de la Operación Barbarroja se probó en un ejercicio del Estado Mayor conducido por el Asistente de Operaciones del Jefe de Estado Mayor del OKH, General Friedrich Paulus.
Los oficiales del Estado Mayor responsables de la redacción del plan actuaron como líderes del grupo. Paulus dividió el ejercicio en tres fases: La primera fase comenzó el 29 de noviembre de 1940 con la invasión y las batallas iniciales cerca de la frontera; la segunda a partir del 3 de diciembre, continuó las operaciones ofensivas a la línea Kiev-Minsk-Lago Peipus; y la última fase, realizada el 7 de diciembre, se ocupó de alcanzar los objetivos potenciales más allá de esta línea.
En cada fase, Paulus indicó las premisas para el inicio de la siguiente parte del ejercicio, explicando la línea de fase que se había alcanzado, la condición de las tropas, la situación de los suministros, las estimaciones de inteligencia, etc. Todos los participantes basaron sus ideas en los mismos datos. Durante la tercera fase del juego de guerra se hizo evidente que las fuerzas terrestres alemanas difícilmente serían lo suficientemente fuertes como para abrirse paso a través del teatro ruso en forma de embudo si, al contrario de la opinión general, el Ejército Rojo era capaz de ofrecer resistencia continua.
Paulus reportó los resultados y las lecciones aprendidas a Franz Halder, Jefe del Estado Mayor del Ejército (OKH). El General Eduard Wagner, Jefe División de Suministros y Administración, preparó ejercicios logísticos, que se realizaron en diciembre y enero. Wagner también trabajó en un plan logístico que debía servir como contraparte de la prueba estratégica preparada por la División de Operaciones. Se hizo especial hincapié en el establecimiento de un sistema de suministro eficiente en las áreas de ensamblaje y en la elaboración de un sólido plan de desarrollo de base para garantizar el flujo de suministros durante la ejecución de operaciones de gran alcance en el teatro ruso.
Simultáneamente con estos ejercicios, pero independientes de ellos, se pidió a los jefes de estado mayor de los tres grupos del ejército que trabajaran en los problemas involucrados en una campaña contra la Unión Soviética. Fueron informados por Halder, quien limitó el alcance de sus investigaciones a derrotar a las fuerzas rusas en Bielorrusia y el oeste de Ucrania. Paulus les proporcionó todos los datos necesarios, y cada oficial recibió instrucciones de llegar a una solución sin consultar a sus compañeros de trabajo. Los estudios presentados a principios de diciembre de 1940 fueron cuidadosamente examinados por Halder y Paulus. Las ideas que estaban en gran variación con las presentadas en el plan preliminar se seleccionaron como temas de discusión para una conferencia de todos los jefes de personal de grupos de ejércitos y ejércitos que tuvo lugar en la sede del Alto Mando del Ejército los días 13 y 14 de diciembre de 1940. Las discusiones sirvieron para aclarar una serie de problemas para los que no se encontró solución durante los diferentes ejercicios. También se concluyó que la Unión Soviética sería derrotada en una campaña que no excedería las 8-10 semanas de duración.

El Aspecto Económico

En noviembre de 1940, el Mariscal del Reich Hermann Goering ordenó al General der Infanterie Georg Thomas, Jefe de la Oficina Económica de la Wehrmacht, que estudiara las implicaciones económicas de una campaña contra la Unión Soviética. En el resumen de su informe, Thomas llegó a las siguientes conclusiones:
a).- Durante los primeros meses de una operación que conduciría a la ocupación de la Rusia europea, excluyendo a los Urales, Alemania mejoraría su posición en materia de alimentos y materias primas, si se pudiera evitar la destrucción de los suministros soviéticos, si la región petrolera del Cáucaso se inmovilizara en forma intacta, y si el problema del transporte se resolviera.
b).- En caso de que las hostilidades continúen por algún tiempo, Alemania se beneficiaría solo si el problema del transporte se resolviera y la población civil fuera inducida a cooperar. Más específicamente:
(1) La destrucción de los equipos y maquinaria de producción debería evitarse y la producción de nueva maquinaria agrícola debería reanudarse sin demora. Los suministros de petróleo, aceite y lubricantes tendrían que asignarse para fines del impulso de la agricultura.
(2) La producción industrial dependería de la disponibilidad inmediata de plantas de energía eléctrica y la entrega de materias primas generalmente no disponibles en la Rusia europea.
c).- Hasta el establecimiento de un vínculo con el Lejano Oriente, Alemania carecería de materiales estratégicos como caucho, tungsteno, cobre, platino, zinc, asbesto y yute.
d).- El área al sur de los estuarios del Volga y Don, incluido el Cáucaso, debería incluirse entre los objetivos de la operación. El petróleo producido en la región del Cáucaso sería esencial para la explotación de cualquier territorio ocupado en Rusia. Al ocupar la Rusia europea, Alemania tomaría el 75% del potencial total del armamento soviético y casi el 100 % de las industrias de herramientas de precisión. El estudio fue presentado a Hitler, quien, aunque reconociendo su valor intrínseco, no realizó ningún cambio básico en sus planes generales político-militares.


Fotografía coloreada por Faku Gastón Filipe (FgF Colourised)


Era el 22 de Junio de 1941, cuando inesperadamente una devastadora tormenta de fuego cubrió un extenso territorio continental desde el Ártico hasta el Mar Negro. Instantes después, millones de hombres se abalanzaron sobre la Unión Soviética. Europa había comenzado el ataque, su objetivo, la conquista del espacio vital en Oriente que se conoció como la «Operación Barbarroja».
Nunca la Unión Soviética ni Stalin esperaron agresión alguna por parte del Tercer Reich a pesar de que los vuelos de reconocimiento indicaban una alta presencia de tropas alemanas y rumanas en la frontera.
Tampoco los soviéticos hicieron caso a la información que el Reino Unido descifró acerca de la invasión (los servicios británicos acertaron incluso el día), ni a las 84 advertencias distintas por otras fuentes. Tal fue la obcecación del Kremlin que cuando el sábado 21 de Junio de 1941 (24 horas antes del ataque), un soldado alemán desertó y cruzó la frontera para revelar el plan de Hitler a los rusos, Stalin desoyó al muchacho y ordenó fusilarlo.
LLegaron con sus flamantes uniformes y se fueron como saliendo del infierno, ya nada sería lo mismo. La operación acabó el 5 de diciembre de 1941 con la retirada del ejército alemán.
A finales de 1941, en un momento de pánico, Stalin le dijo al embajador búlgaro que pensaba que Moscú iba a ser capturada y todo quedaría hecho pedazos.
Pero Stamenov, el embajador, respondió: “Está loco. Incluso si se retira hasta los Urales, acabará ganando”.
Para mí, esto ilustra una clave por la que la Operación Barbarroja no iba a funcionar. El tamaño del país significaba que la Wehrmacht y sus aliados rumanos y húngaros nunca tuvieron tropas suficientes para la conquista y ocupación de un territorio tan vasto.
A fines de septiembre de 1941, tras liquidar la bolsa ucraniana, los alemanes aseguraron que las pérdidas rusas desde la invasión eran de 2.500.000 soldados, 22.000 cañones, 18.000 tanques y 14.000 aviones, a lo que habría que añadir las ulteriores pérdidas de las grandes batallas de Viazma-Briansk; 663.000 hombres, 1.242 tanques y 5.412 cañones.
Por infladas que puedan parecer estas cifras, no por ello dejan de apuntar la magnitud de la catástrofe.
Los rusos se han guardado, por si acaso, de proporcionar su lista de pérdidas.
En diciembre de 1941, según historiadores los alemanes habían ocupado el 26,6 por 100 de la Rusia europea, que contenía el 40 por 100 de su población, el 39,3 por 100 de su producción agrícola, el 49 por 100 de sus caballos, el 45 por 100 de su ganado, el 66,6 por 100 del hierro y el 60 por 100 del carbón. (Cit. por el coronel Léderry, La défaite Allemande á l´est, 1951, pag. 58.).
Las fuentes rusas lo corroboran.
Según las anotaciones del Diario del general Halder, jefe del Estado Mayor del Ejército alemán, del 22 de junio al 10 de diciembre de 1941 las pérdidas alemanas fueron, sin contar aliados ni enfermos, de 775.000, equivalente a la cuarta parte del total. Hasta el 26 de noviembre los muertos se aproximaban a los 200.000, incluyendo 8.000 oficiales. Por contraste, la campaña occidental de 1940 supuso a los alemanes 156.000 bajas, de ellas 30.000 muertos.
¡Y la guerra con Rusia no hacía más que empezar! De julio a noviembre de 1941 fueron evacuadas y reinstaladas en la profunda retaguardia 1.523 empresas, de ellas 1.360 grandes fábricas, la mayoría de guerra.
En algo más de cinco meses fueron utilizados para la evacuación 1.500.000 vagones de ferrocarril. Con las empresas se evacuó del 30 al 40 por 100 de sus obreros.
La principal fábrica de aviones evacuada al otro lado del Volga terminó su primer caza a los catorce días de la llegada del último vagón con equipo industrial.
En el segundo semestre de 1941, la URSS fabricó 8.000 aviones de combate, contra 3.950 en el primer trimestre, y la producción de tanques aumentó un 150 por 100 el segundo semestre respecto al primero. (La Gran Guerra Patria).
Se nos quedan en el tintero grandes batallas y movimiento de tropas por uno y otro bando...y por supuesto el sufrimiento y padecimiento de la población civil, las matanzas sistemáticas los Einsatzgruppen (en alemán, «grupos operativos» o «grupos de operaciones») era el nombre de un conjunto de escuadrones de ejecución itinerantes especiales formados por miembros de las SS, SD y otros miembros de la policía secreta. Como el mayor asesinato masivo perpetrado por el Einsatzgruppen tuvo lugar los días 29 y 30 de septiembre de 1941 en Babi Yar, un barranco al noroeste de Kiev.
La batalla de Moscú, el cerco de Leningrado, o tantas y tantas batallas, que nos es imposible hacer un post para cada una de ellas.
La Operación Barbarroja significó un duro golpe para las desprevenidas fuerzas soviéticas, que sufrieron fuertes bajas y perdieron grandes extensiones de territorio en poco tiempo.
No obstante, la llegada del invierno ruso acabó con los planes alemanes de terminar la invasión en 1941.

 El objetivo fundamental de la Operación Barbarroja no era llegar a Moscú. El objetivo fundamental era destruir al ejército soviético, hacerlo al oeste de la línea formada por los ríos Dvina y Dniéper, y hacerlo en un plazo máximo de ocho a doce semanas. Esta creencia llevó más tarde a disputas entre Hitler y varios generales alemanes, como Heinz Guderian, Gerhard Engel, Fedor von Bock y Franz Halder

Durante el invierno, el Ejército Rojo contraatacó y anuló las esperanzas de Hitler de ganar la batalla de Moscú.
La operación acabó el 5 de diciembre de 1941 con la retirada del Ejército alemán.
Un espléndido verano ayudó a las divisiones alemanas a realizar avances espectaculares, pero el invierno de 1941 los entorpeció severamente. Los ejércitos alemanes sufrieron bastante a causa de las bajas temperaturas, sobre todo porque contaban con pocos abrigos (casi ningún general alemán esperaba que la guerra continuaría hasta el invierno).
La falta de abastecimientos: la logística alemana no estuvo a la altura de las necesidades del frente.
Oficialmente el 18 de Septiembre de 1941, las tropas del Tercer Reich entraron triunfalmente en Kíev bajo los gritos de bienvenida de los habitantes ucranianos, poniendo fin a la conquista definitiva de Ucrania Central y la primera parte de la “Operación Barbarroja”. Hasta ese momento la marcha bélica de la «Guerra del Este» había sido una completa y rotunda victoria para el Eje.
Por un error de cálculo Hitler creía posible aniquilar al Ejército Rojo en seis semanas y no dio órdenes para que las tropas germanas se preparasen para una guerra prolongada.
Esto generó graves dificultades para vestir, armar y alimentar a las tropas mientras combatían en sitios muy distantes entre sí.
Y así podríamos relatar innumerables errores tanto por los invasores como por los soviéticos.
Así como La falta de la experiencia en el terreno por parte de Hitler, quien tomaba decisiones militares de carácter técnico sin ser oficial profesional, y desoyendo el consejo de sus generales más expertos.
Stalin también ansiaba mostrarse ante las masas como líder político-militar de la Unión Soviética pero en cuestiones tácticas y técnicas dejaba la iniciativa a oficiales profesionales como Gueorgui Zhúkov o Konstantín Rokossovski.
Los constantes cambios de pensamiento de Hitler sobre los objetivos a los que marchar trastornaron a sus generales.
Con la consiguiente destitución por Hitler de oficiales competentes como Fedor von Bock, Heinz Guderian y Walther von Brauchitsch, retirándolos del mando en medio de campañas importantes.
Aun con todo... Tal fue la magnitud de la victoria del Eje sobre la URSS, que el líder soviético Iósif Stalin afirmó: “Todo lo que Lenin ha creado, lo hemos perdido para siempre”. Y eso pensaron la mayoría de estadistas no sólo en la abatida Rusia y en la vencedora Alemania, sino en potencias como Gran Bretaña o el mismo Estados Unidos que consideraron a la Unión Soviética irremediablemente por perdida.

Instantánea que muestra la retirada alemana desde Moscú en condiciones climatológicas extremas

Catastrófico fue el resultado de la «Operación Barbarroja» para la Unión Soviética. Con los más de cinco millones de bajas producidas la tropa del Ejército Rojo fue reducida a un 40% del total, los tanques fueron pulverizados al 90% de sus cifras iniciales y la aviación aniquilada al 80%; mientras que en el ámbito marítimo la Flota Roja del Báltico fue disminuida al 75% de su capacidad naval y la Flota del Mar Negro al 50%. Tales cifras que supusieron el mayor desastre militar encajado por una potencia en la Historia de la Humanidad, estuvieron a punto de colocar a la URSS al borde del abismo de su existencia.
Solamente las razones ajenas posteriores del por qué Alemania no venció a la URSS tras la impresionante victoria cosechada en la “Operación Barbarroja” (y que no se volvería a dar en otras circunstancias de la Historia) ensombrecieron mucho los frutos de esta gigantesca campaña a nivel intercontinental.
Fuese cual fuese el resultado posterior de la Segunda Guerra Mundial, lo cierto fue que la invasión de Rusia en 1941 cambió la concepción del mundo, de las guerras y hasta del ser humano.



FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=522981559853024&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

https://www.facebook.com/photo/?fbid=477471801070667&set=pb.100064235526662.-2207520000..

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Segunda Guerra Mundial Volumen 25, Noguer (1972),
La Némesis Soviética», Planeta Deagostini (1959),
OPERACION BARBARROJA , la invasión alemana de rusia,1941
Álvaro Lozano. 2014
Operación Barbarroja La invasión alemana de Rusia de Álvaro Lozano. 2008
OPERACIÓN BARBARROJA: La derrota de Alemania en el Este de David Stahel 2022
Álvaro Núñez de Pazos 
Fuente: The German Campaign in Russia-Planning And Operations (1940-42) - Department of the Army Pamphlet of United States









































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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