Batalla de la fábrica "Octubre Rojo" Stalingrado 1942

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Varios soldados alemanes de infantería de la 389.ª División de Infantería moviéndose vigilantes y tomando posiciones entre la destruida fábrica de tractores "Krasny Oktyabr" (Octubre Rojo) en Stalingrado en octubre de 1942. El soldado del centro arriba se lo ve que lleva una ametralladora MG-34, mientras que los otros llevan varias granadas de mano (Stielhandgranate Modelo 24), además de fusiles de cerrojo Mauser Kar 98K. (FGF Colourised)

Soldados del Regimiento de Infantería 577 en Stalingrado. Cerca de la fábrica Octubre Rojo en octubre de 1942

Era la 1.00 de la madrugada del 23 de octubre de 1942, grupos de soldados alemanes se desplazaban, silenciosos, hacia los barrancos que iban a desembocar en la orilla en la que Stalingrado iba a morir, casi literalmente, en el Volga.
De las cinco batallas, la más violenta fue la del 14 de octubre, cuando, en tan sólo nueve días, Paulus dirigió sus fuerzas contra tres complejos industriales: "Barricadas", "Hiladores" y "Octubre Rojo", que surgen uno junto al otro a orillas del Volga y que dan nombre a sus correspondientes barrios. En un frente de cinco kilómetros, los alemanes utilizaron tres divisiones de infantería y dos acorazadas, conquistaron la fábrica de los hiladores y dividieron las fuerzas de Chuikov. El ataque de Paulus perdió fuerza en el momento en el que los rusos se retiraron a unos 50 metros del río.
En la madrugada del 23 de octubre de 1942, grupos de soldados alemanes se desplazaban, silenciosos, hacia los barrancos que iban a desembocar en la orilla en la que Stalingrado iba a morir, casi literalmente, en el Volga.
A medida que se recrudecía la Batalla de Stalingrado, la “Guerra Relámpago” o “Blitzkrieg” del Ejército Alemán dejó de surtir efecto sentido porque la campaña se convirtió en una “Rattenkrieg” o “Guerra de Ratas” debido a que los soldados germanos debían despejar de oponentes todos los muros, ruinas y tejados a un coste altísimo en bajas, a veces peleando entre las habitaciones y de pared a pared (en donde se escuchaba, a los rusos hablar y respirar), así como en rincones y escondites que tenían que ser rociados con lanzallamas o granadas, sin obviar los sótanos y los túneles de las alcantarillas bajo el subsuelo que solían estar atestados de agua sucia y ratas.
Entre las explosiones y la metralla la noche dio paso al amanecer, cayó la primera línea soviética, situada bajo una hilera de vagones ferroviarios, los atacantes siguieron adelante y el fuego de apoyo se desvió hacia el extremo este del objetivo, la fábrica metalúrgica Krasnyi Oktiabr («Octubre Rojo»), uno de los lugares míticos de la ciudad asediada.
En aquellos últimos días de octubre, la ciudad de Stalin parecía a punto de caer, por fin, en manos de los alemanes, que llevaban casi dos meses intentando hacerse con ella. Sin embargo, el Ejército Rojo había medido muy bien sus recursos y el 62.º Ejército soviético, casi siempre al borde de la asfixia, férreamente dirigido por el general Vasilii Ivánovich Chuikov, seguía agarrado a una estrecha franja de terreno donde cada noche desembarcaban las tropas de refuerzo y dejaban su sitio en barcazas y transbordadores a las camillas.
Unos entraban en el infierno, otros aún tenían que cruzar el cauce bajo los bombardeos y llegar a los hospitales de campaña para salir de él.
Finalmente llegó el aviso de que las tropas asaltantes habían conseguido cruzar la fábrica, pero en aquel laberinto de ruinas, explosiones y paredes a medio caer.
Sin embargo, las bajas, tras nueve horas de combate, han sido excesivas. Ya no hay hombres para volver a atacar, cubrir los flancos, acabar con los núcleos de resistencia que han quedado atrás. Es como batallar en medio de la melaza, todo es denso, el enemigo, atrincherado en un taller, en el fondo de una balka entorpece cualquier maniobra.
A última hora del día, de hecho, la planta número 10 seguía ocupada por lo más granado de la infantería soviética, dos regimientos pertenecientes a la 39.ª División de la Guardia del general de Brigada Gurev.
Aún iban a ser necesarios más combates, durísimos, a una distancia tan corta que los enemigos podían oírse respirar, antes de despejar el objetivo casi por completo.
La victoria del 23 se reabsorbe, de alguna manera se difumina, y al día siguiente un oficial alemán vuelve a escribir «tampoco en este día se alcanzaron los objetivos designados, a pesar del poderoso fuego de apoyo. No obstante, el frente en el extremo oriental de la factoría resistió contra todos los intentos soviéticos de romper y adentrarse en el interior».
La batalla durará días. Así, el 31 de noviembre sigue la pugna, los soviéticos reconquistan las plantas 10 y 4, aunque enseguida son expulsados de la primera.
Esta guerra a pequeña escala, aún va a durar casi tres semanas, hasta que el Ejército Rojo lance su ofensiva en la estepa, que cercará al Sexto Ejército alemán dentro de la ciudad maldita y será el inicio de una nueva fase de sufrimiento, pero esa es otra historia.

En la foto vemos el bombardeo de la Luftwaffe en la zona. La enorme fábrica que ven es la acería Octubre Rojo. Detrás de ella están los depósitos de combustible. Por ahí nomás se mudará el Cuartel General de Chuikov. También en esa zona, está la escuela N° 34, donde se lucharía ferozmente; como en cada rincón de Stalingrado



Combates en el distrito fabril en Stalingrado
La ofensiva alemana a gran escala que comenzó el 14 de octubre tenía como objetivo la toma de todos los complejos industriales de Stalingrado. La primera etapa consistió en una ofensiva masiva a través de la planta de tractores Dzerhezinsky, donde el flanco izquierdo se anclaría en el Volga. A continuación tras pivotar hacia el sur, las fuerzas de ataque avanzarían en esa dirección a lo largo del río, donde capturarían y despejarían sucesivamente la fábrica de ladrillos, la fábrica de armas Barrikady, la fábrica de pan n°2 y la lúgubre planta metalúrgica Krasny Oktyabr.
Para este gran asalto se había adelantado divisiones relativamente frescas al menos frescas en el sentido de que aún no se habían desangrado en la picadora de Stalingrado: La 305.ª División de Infantería fue trasladada desde posiciones defensivas situadas en la estepa, entre el Don y el Volga, y la 14.ª División Panzer fue enviada desde el sector de Beketovka, al sur de Stalingrado. También había sido designada para el ataque la 389.ª División de Infantería, una unidad que había estado en Stalingrado desde el principio, así como elementos más reducidos de la 24.ª División Panzer y la 100.ª División Jäger.
El primer día de la ofensiva fue una jornada brutal y sangrienta, pero terminó con éxito para los alemanes en las primeras horas del 15 de octubre, cuando el vasto complejo de la planta de tractores cayó en manos alemanas.
Se había completado la primera etapa de la ofensiva, pero las bajas fueron numerosas entre ambas, las 305.ª y 389.ª Divisiones de Infantería tuvieron unas pérdidas de 3 oficiales y 84 hombres muertos, 7 oficiales y 276 hombres heridos, y 15 hombres desaparecidos. La historia fue similar en la 14.ª División Panzer: 4 oficiales y 27 hombres muertos, 9 oficiales y 96 hombres heridos y 2 hombres desaparecidos, así como la pérdida de 6 Panzer III de cañón corto, 15 Panzer III de cañón largo, 7 Panzer IV de cañón corto y 2 Panzer IV de cañón largo (muchos de los cuales volverían a estar, no obstante, en servicio el 16 de octubre). Por los éxitos conseguidos, varios oficiales fueron condecorados con la Cruz de Caballero. El teniente general Arthur Schmidt, jefe del estado mayor del Sexto Ejército, recordaría este ataque como el único "éxito rotundo y completo" durante el asalto a la ciudad.
El 15 de octubre, las fuerzas de asalto alemanas se reorientaron hacia el sur. Algunas unidades, incluyendo la mayor parte de la 305.ª de Infantería aseguraron las áreas recién tomadas. Emplearon mucho tiempo, energía y sangre en acabar con la tenaz resistencia soviética en las ruinas de la planta de tractores y sus barrios obreros, situados al oeste y al noreste. Ese día la 305.ª División de Infantería tuvo pérdidas de 53 muertos, 7 oficiales y 122 hombres heridos y 1 desaparecido. La 14.ª División Panzer sufrió muchos heridos pero pocas muertes: 3 muertos y 2 oficiales y 83 hombres heridos.


FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=490186776465836&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fuentes;
Stalingrado: La ciudad que derrotó al Tercer Reich, de Jochen Hellbeck
La batalla de Stalingrado de William Craig 2004
Armagedón en Stalingrado-David M. Glantz
Stalingrado (Antony Beevor)1998
https://www.facebook.com/photo/?fbid=349334717479969&set=g.4051594701624543

Facundo Colourised

Créditos: Notas sacadas del libro "ISLA DE FUEGO" La batalla por Barrikady y el distrito fabril en Stalingrado, de Jason D. Mark


 
























Pedro Pablo Romero Soriano PS

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