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Soldado alemán vuelve a casa sólo para descubrir que su familia ya no está allí, 1946. La foto de un prisionero de guerra alemán que regresa a su ciudad natal de Frankfurt para descubrir su casa bombardeada y su familia ya no está allí, muestra el tipo de momentos deprimentes de sujetos abatidos que asociamos con imágenes de guerra. No ajeno a las escenas de desesperación, el fotógrafo Tony Vaccaro atrapó al hombre derrotado en medio de la pena, mientras los proyectiles bombardeados de antiguas casas se ciernen inquietantemente detrás de él. Es un dolor inimaginable, ser arrastrado a una guerra que marcaría a un país durante las generaciones venideras y luego regresar a casa, en busca de alivio después de todo el infierno por el que pasaste, para no encontrar a nadie allí. Habiendo pensado en ellos una y otra vez conduciendo él mismo para llegar a casa sano y salvo. Aquí se evoca un dolor silencioso, una confusión interior silenciosa que rabia dentro del hombre destrozado por las abrumadoras noticias de sus seres queridos

Un soldado alemán regresa después de la guerra para encontrar una casa bombardeada y su familia ya no está allí, Frankfurt, Alemania, marzo de 1946. Tony Vaccaro

La situación en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial era terrible. Millones de alemanes se quedaron sin hogar debido a las campañas de bombardeo de los Aliados que arrasaron ciudades enteras.
Y otros millones de alemanes que vivían en Polonia y Prusia Oriental se convirtieron en refugiados cuando la Unión Soviética los expulsó. Con la economía y el gobierno alemanes destrozados, los Aliados llegaron a la conclusión de que Alemania debía ser ocupada después de la Segunda Guerra Mundial para asegurar una transición pacífica a un estado post  nacionalsocialista.
Sin embargo, lo que los Aliados nunca pretendieron fue que su solución temporal de organizar Alemania en cuatro zonas de ocupación, cada una de ellas administrada por un ejército aliado diferente, acabaría conduciendo a una Alemania dividida.
Junio de 1945. Supuestamente ha llegado la paz y han callado las armas. Sin embargo, ello no implica en absoluto que hayan cesado las violencias y las exacciones en Europa.
Más que la paz, en determinadas regiones del continente lo que ha llegado es la hora de la venganza.
En Checoslovaquia, en Yugoslavia, en Polonia o en Rumanía se desencadena la caza al Volskdeutsche, es decir, al “alemán étnico.” Cientos de personas, muchas de las cuales mujeres y niños son ejecutadas a lo largo de los meses de mayo y junio de 1945.
Una guerra perdida es una carga pesada, para algunos...pero para otros se le agregaron hasta 10 años adicionales como prisioneros de guerra en Siberia, con lo que ello implicaba.
Muchos murieron en los campamentos, otros murieron después de regresar a casa cuando se comieron la primera gran comida después de pasar muchos años comiendo malamente.
Otros descubrieron que su esposa se había vuelto a casar o se había suicidado. O que simplemente lo que él consideraba hogar ya no existía.....O quizás había una familia a la que no conocía.
Los que sobrevivieron, no fueron reconocidos por lo que habían hecho, pero tampoco fueron despreciados.
En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en los que un gran número de civiles alemanes y soldados capturados fueron obligados a trabajar por las fuerzas aliadas.
El tema de usar a los alemanes como sujetos de trabajos forzados para reparaciones se abordó por primera vez en la conferencia de Teherán en 1943, donde Stalin, exigió 4.000.000 de trabajadores alemanes.
El "interés propio y el deseo de retribución jugó un papel importante en el destino" de los prisioneros alemanes, y ejemplifica al señalar que los prisioneros enfermos o no aptos fueron utilizados por la fuerza para el trabajo, y en Francia y Los países bajos que también incluían trabajos como la limpieza de minas altamente peligrosas; "En septiembre de 1945, las autoridades francesas estimaron que dos mil prisioneros eran mutilados y asesinados cada mes en accidentes"
Pero los que consiguieron regresar a casa y escapar de los trabajos forzados por toda europa y en el peor de los casos en Rusia, se encontraron un panorama desolador.
Las ciudades más grandes o capitales del territorio alemán; quedaron destruidas y devastadas por los constantes bombardeos, explosiones y asaltos del frente contrario.
La economía de Alemania había quedado totalmente destruida y sin ningún tipo de contingencia o ayuda posible; dado que Adolf Hitler, había gastado todo los recursos económicos en fines bélicos y planes de contingencias para apoderarse de otras naciones, el pueblo alemán había sacrificado involuntariamente, los recursos básicos e indispensables como los alimentos, la electricidad, el agua potable y demás en recursos para el país, como las armas o vehículos de guerra.
Pese a que las tropas del frente contrario estaban dispuestas a reunificar Alemania; regresando nuevamente a un país demócrata y devolverle la paz a sus habitantes, una nueva pesadilla apareció para los Alemanes, la Guerra fría.
Otro drama fue el de los expulsados de los territorios ocupados.
En total, unos 14 millones de personas, la mayoría pertenecientes a minorías germanófonas asentadas desde el siglo XIII en regiones entre el Danubio y el Volga, entre ellas la histórica Prusia Oriental o los Sudetes, tuvieron que abandonar sus hogares e instalarse en una Alemania reducida a escombros. Las más de las veces estos refugiados fueron recibidos con desconfianza, incluso con hostilidad, por sus supuestos compatriotas.
Unos 600.000 murieron durante la huida o el viaje.
Aunque actualmente estas cifras se han duplicado...y colocan las estimaciones mas acertadas en un mínimo de 1.100.000 muertos aunque algunas fuentes probablemente exageradas llegaron a cifrar en 3.000.000 millones de civiles incluidos mujeres y niños. Sea como fuere las cifras nos ponen en contexto del gran drama de los Alemanes finalizada la contienda.
El destino de los millones de alemanes desplazados tras la guerra ha sido durante decenios materia espinosa en este país, por resultar incómodo presentar a alemanes de entonces como víctimas. Además, parte de ellos habían recibido con entusiasmo a los ocupantes nacionalsocialistas.
A todo esto se le sumaba que mientras llegaban oleadas y oleadas de alemanes, a su vez millones de personas trataban de regresar a sus países desde las ruinas del Tercer Reich.
Solo en Alemania estaban varados ocho millones de trabajadores esclavos de toda Europa, que habían traído los Alemanes y que querían volver sin recursos en medio del caos.
El final de la Segunda Guerra Mundial también representó el principio de la construcción europea.
Los países vencedores habían aprendido del error del Tratado de Versalles y comprendieron que solo una Europa unida, que incluyese a Alemania, podría evitar un tercer conflicto mundial.
Sobre las ruinas de Europa, en aquel desolador y a la vez esperanzador año 1945, se empezó a construir el futuro.
Más de medio siglo después, una controversia es estimulada por polémicas demandas de algunas organizaciones de los expulsados (o sus descendientes) que exigen a los gobiernos de Polonia, Rusia o la República Checa el pago de indemnizaciones por la pérdida forzada de sus propiedades.
Sin embargo, el gobierno alemán liderado por Angela Merkel ha manifestado que no apoya a nivel oficial los reclamos de personas privadas para lograr la devolución de propiedades.



FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=490975556386958&set=pb.100064235526662.-2207520000.

Historia de la Segunda Guerra Mundial




























 












Pedro Pablo Romero Soriano PS

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