Los hombres-rana italianos de la Decima Flottiglia MAS

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En la foto de arriba hay un soldado italiano perteneciente a la Guardiamarina de Infantería de Marina Decima MAS en formación durante un desfile en Roma Italia marzo de 1944


Comandos italianos de la Decima Flottiglia MAS, son fotografiados en las calles de Turín. Esta unidad de comandos altamente entrenados, operó en todo el teatro de operaciones del Mediterraneo, realizando misiones de sabotaje, golpes de mano con vehículos anfibios, o ataques submarinos con torpedos dirigibles. Los británicos en especial les guardaban mucho respeto. En los meses finales de la guerra, fueron usados en acciones an-tipartisanas y lucha callejera. Turín, Piamonte italiano. Abril de 1944.
Norte de Italia 1944: Marines italianos de la Decima Flottiglia MAS. Se mantuvieron firmemente al lado de sus hermanos alemanes en armas hasta el amargo final. Parte de la "Decima Flottiglia MAS" se unió a los aliados o fueron hechos prisioneros de guerra, mientras que en la "República Social Italiana" en el norte de Italia una gran asociación llamada "Xa MAS" bajo el oficial naval Junio Valerio Borghese continuó luchando al lado de la Wehrmacht hasta el final de la guerra

Hombre rana de la Decima Flottiglia MAS (Decima Flottiglia Mezzi d’Assalto) mostrando su aparato respirador: el Auto Respiratore ad Ossigeno (A.R.O).
La Decima MAS, o Decima Flottiglia MAS, fue una flotilla de élite y efectiva de la Armada italiana. Estaba compuesto por hombres rana especialmente entrenados. La unidad también se conoce como X° Mas, 10ª Flottiglia MAS, o Decima Flottiglia MAS. Utilizando torpedos humanos y lanchas explosivas, estos hombres rana comando hundieron o inutilizaron por sí solos 20 buques mercantes y cinco buques de guerra por un total de aproximadamente 224,000 toneladas. Lugar y fecha desconocida



Durante el tiempo en que los buzos italianos tenían a Gibraltar como objetivo, otra operación se estaba planeando. El objetivo estaba al otro lado del Mediterráneo, en Alejandría. Los primeros ataques fueron poco reseñables en el caso de Alejandría, pero los italianos no estaban dispuestos a darse por vencidos y en el otoño de 1941 se preparó una nueva operación de la Decima Flottiglia MAS. La información de que disponían gracias a los espías en la zona y a las fotos de los aviones de reconocimiento era muy detallada, por lo que estaban al tanto de lo jugosos que eran los objetivos en la bahía, pero también eran conscientes de la calidad de las defensas que los aliados habían desplegado, desde minas en las redes de protección, hasta artillería y ametralladoras en la costa, pasando por constantes patrullas de vigilancia. Había una entrada en el extremo sur protegida con una red antisubmarinos, que era abierta cuando tenía que pasar algún barco autorizado para acceder a la bahía.
La experiencia de Gibraltar sirvió para renovar los deseos italianos de atacar Alejandría. Se reunieron varios de los hombres más experimentados y su comandante les comunicó con toda claridad que querían formar un grupo para una operación arriesgada, a realizar en un futuro cercano. No les ocultó que, una vez hecho el ataque, el escape sería muy difícil. Se solicitaron voluntarios y se formó el grupo de buzos submarinistas. Era un grupo formado por tres parejas, a las que se uniría una más como reserva por si ocurría algo con alguna de las tres principales. La operación contra Alejandría que iba a efectuar la sección submarina de la Decima Flottiglia MAS recibió el nombre de “Operación EA3”. El número tres indicaba que era el tercer ataque contra esa base.
A las 20.30 horas del 18 de diciembre de 1941 los tres torpedos tripulados italianos habían sido ya trasladados a la zona en el submarino “Scire”, con el máximo secreto, a poco más de una milla de la entrada al puerto de Alejandría. A bordo iban el teniente Luigi Durand de la Penne, jefe de la operación, y los otros cinco hombres seleccionados para ello. Tras ser dejados en el agua, con frío y con marejada, esperaban el momento adecuado para sortear las defensas y entrar en la bahía. El principal problema era la red antisubmarinos, pero se abrió para dejar pasar tres destructores británicos que se acercaban a la base, poniendo ante los italianos la oportunidad perfecta para acceder a la zona de operaciones. Se colocaron con precaución tras el último de los destructores y antes de que la red volviera a cerrarse, los tres mini submarinos la habían pasado, para inmediatamente después separarse y avanzar directamente hacia sus respectivos objetivos.
De la Penne enfiló su objetivo navegando en inmersión, a unos cinco metros bajo la superficie. En lugar de cortar la red de protección cercana al HMS “Valiant”, decidió sobrepasarla por encima, maniobra que concluyó con éxito, para encontrarse poco después pegado al casco del buque. Pero de pronto el torpedo comenzó a hundirse sin motivo aparente. Emilio Bianchi, el compañero de De la Penne, intentó solucionar el problema y colocar el torpedo en el lugar adecuado para que causara el mayor daño posible, pero tuvo dificultades con su dispositivo de respiración y al sentirse mareado y cansado decidió subir a la superficie para respirar aire fresco y recuperarse. Consiguió llegar hasta arriba, pero en la superficie perdió el conocimiento. Cuando lo recuperó, comprobó que no podía volver a sumergirse por problemas técnicos y decidió agarrarse a una boya y esperar a que lo vieran para entregarse. De la Penne, al ver que su compañero no regresaba, intentó ver qué ocurría. Colocó el torpedo bajo el buque y tras activar el detonador, salió también a la superficie, agotado, tras cuarenta minutos de trabajo bajo el agua, peleando con el enorme torpedo para situarlo donde quería. Igual que Bianchi, De la Penne acabó agarrado a una boya y allí los dos fueron descubiertos y capturados. Fueron subidos a bordo del HMS “Valiant”, el buque bajo el cual ellos mismos acababan de colocar el explosivo y fueron interrogados. No hizo falta que los italianos contaran a los ingleses los detalles sobre la operación que intentaban llevar a cabo, ya que era obvio por su captura que intentaban atacar el buque, así que los interrogatorios fueron cortos y tras ellos los italianos fueron encerrados en una sala en la parte inferior del navío.


Por otro lado, Antonio Marceglia y Spartaco Schergat tenían como objetivo el HMS “Queen Elisabeth”. Tras alcanzar sin problemas su objetivo, colocaron el torpedo bajo el casco y pusieron en marcha los temporizadores que debían provocar la explosión. En este caso toda la operación se llevó a cabo sin problemas, y los buceadores pudieron evitar las patrullas costeras y llegar a tierra para adentrarse en Alejandría. El plan marcado establecía que los buceadores italianos, tras lograr colocar el torpedo, debían hacerse con un bote e intentar llegar al punto de encuentro marcado en el mar, donde les estaría esperando el submarino Zaffro para devolverlos a casa.
El tercer grupo, formado por el capitán Vicenzo Martellota y el cabo Mario Marino, aunque tenía otro barco como objetivo marcado, tuvieron que cambiar de idea y colocaron el torpedo junto al petrolero “Sagona”, y con dificultades, ya que Martellota tuvo también problemas con su aparato de respiración bajo el agua y sufrió vómitos y malestar general. Colocado el torpedo, se dirigieron a tierra, pero acabaron siendo descubiertos y apresados.
Con mayor o menor esfuerzo y en mejor o peor posición, todos los torpedos estaban ya colocados junto a sus objetivos y con los temporizadores descontando el tiempo para activar los explosivos. Ocurriría a las 06.00 horas. Pocos minutos antes De la Penne pidió entrevistarse con el capitán del HMS “Valiant”. Una vez ante él le dijo que su barco pronto sería víctima de un ataque con explosivos y que no podía hacer ya nada para evitarlo. Aunque los británicos sabían desde el principio las intenciones de los italianos, ignoraban dónde habían sido colocados los explosivos. En realidad, ni siquiera sabían si habían llegado a poner explosivos y cuándo se activarían. El capitán del HMS “Valiant” intentó forzar a De la Penne a que le diera los detalles, pero no obtuvo respuesta satisfactoria y el italiano fue devuelto a la sala donde había estado encerrado. De nuevo estaba sentado sobre su propia bomba, casi literalmente.
Como estaba programado, a las 06.00 explotó el torpedo colocado bajo el HMS “Valiant”. Momentos después también el HMS “Queen Elisabeth” y el “Sagona” fueron sacudidos por el mismo motivo. La energía eléctrica se cortó a bordo de los buques, que comenzaron a hundirse por los boquetes que las explosiones habían abierto en los cascos. Tanto el HMS “Valiant” como el HMS “Queen Elisabeth” acabaron por posarse en el fondo del puerto, mientras el “Sagona” perdió la popa bajo el agua. Además, la explosión en este último afectó a otra nave que estaba junto a él repostando, el HMS “Jervis”. Ninguno de los dos buques de guerra atacados fue destrozados de tal manera que no pudieran volver al servicio activo, pero estuvieron en reparación mucho tiempo: seis meses en el caso del HMS “Valiant” y nueve en el del HMS “Queen Elisabeth”.
Fue un buen resultado global para una operación en la que tan solo participaron seis hombres, entre los que hay que destacar el valor de Bianchi y De la Penne, que encontrándose a bordo del barco antes de las explosiones, mantuvieron el secreto. Ambos sufrieron heridas a consecuencia de estas, pero no fueron graves y lograron desplazarse por el barco. Desde la cubierta pudieron observar las consecuencias del ataque en el resto de objetivos. Marceglia y Schergat, que habían llegado a tierra, no consiguieron salir de territorio enemigo y tres días más tarde fueron capturados por la policía egipcia, debido a su comportamiento extraño y a que intentaron usar billetes británicos que no eran de curso legal en Egipto.

Junio Valerio Borghese (1906-1974) fue un militar y político italiano, incondicional de Benito Mussolini, que participó en la segunda guerra mundial como oficial de la Regia Marina italiana, encargándose durante dicha contienda de ejecutar audaces ataques de sabotaje en el Mediterráneo mediante el uso de torpedos humanos en operaciones de comando. Su talento y naturaleza audaz pronto lo colocaron en la unidad de élite Decima Fottiglia MAS. Aquí, refinó y practicó las técnicas que hicieron de la Decima MAS la predecesora de los modernos equipos de comandos navales. También fue en su mandato aquí que desempeñó un papel en su expedición más famosa. La incursión de 1941 en Alejandría, uno de los mayores éxitos de unidades pequeñas de la Segunda Guerra Mundial


En 1935, los oficiales navales, Teseo Tesei y Elios Toschi, iniciaron el programa de “Torpedos Humanos” a partir de una idea que Tesei formuló en 1927. La Armada italiana, bajo el mando de Mussolini, tenía un programa sólido e innovador con sus hombres rana, que eran buzos profesionales. Se equiparía a estos hombres rana con los pioneros torpedos humanos SLC (Siluri a Lenta Corse) especializados, convirtiéndolos en una unidad de sabotaje naval de élite de la Regia Marina. El SLC Torpedo era un vehículo de asalto submarino para dos hombres, con un metro de altura y 7 metros de longitud, que normalmente se lanzaba desde un submarino, equipado al interior con una capacidad de carga explosiva de 300 kilogramos. Fue apodado "el cerdo" por su falta de maniobrabilidad y era el arma secreta de la Armada italiana. “el cerdo” podía sumergirse a 30 metros de profundidad, con una autonomía de 120 kilómetros y viajaba a una velocidad de 2,3 nudos (4,3 km/h)


Una de las armas más interesantes y poco convencionales utilizadas durante la lucha en el Mediterráneo de la Segunda Guerra Mundial fue el torpedo humano.
Aunque existió en versiones ligeramente diferentes, el torpedo humano era generalmente un torpedo operado por un hombre, tripulado por dos hombres en trajes de buceo para aguas poco profundas, que tenía una ojiva desmontable para su colocación y detonación retardada contra el casco de un barco.
En general, estas armas se desplegarían desde submarinos o embarcaciones convencionales para penetrar en puertos controlados por el enemigo y atacar embarcaciones ancladas ubicadas dentro del puerto.
Los italianos fueron los primeros en desarrollar y utilizar estas armas no convencionales. Después de algunos percances tempranos, incluida la destrucción de uno de sus submarinos originales, el Iride, en el Golfo de Bomba en agosto de 1940 y un intento fallido de atacar Malta en julio de 1941, el primer uso exitoso de esta arma ocurrió en la noche del 19 al 20 septiembre de 1941, cuando tres equipos de “torpederos humanos” italianos hundieron el buque mercante británico Fiona Shell de 2.444 toneladas y dañaron gravemente el carguero británico Durham de 10.893 toneladas y el petrolero naval británico Denbydale de 8.145 toneladas en Gibraltar.
Luego, en la noche del 18 al 19 de diciembre de 1941, los italianos obtuvieron un éxito sustancialmente mayor cuando llevaron a cabo un ataque similar contra la principal flota británica en Alejandría, Egipto. Utilizando el submarino Scirè especialmente modificado como transporte de torpedos humanos, tres equipajes de torpedos humanos penetraron en el puerto de Alejandría y colocaron sus cargas explosivas debajo de los acorazados HMS Queen Elizabeth y HMS Valiant y EN el petrolero noruego Sagona de 7.554 toneladas.
A la mañana siguiente, estas cargas detonaron y los tres barcos sufrieron daños suficientes como para quedar encallados en aguas poco profundas. Si bien las tres embarcaciones fueron reflotadas y reparadas posteriormente, el Valiant estaría fuera de servicio hasta agosto de 1942, mientras que el Queen Elizabeth requeriría la asombrosa cantidad de 20 meses para ser reparado y reacondicionado por completo.
Mientras tanto, el ataque dejó a la Flota británica del Mediterráneo temporalmente desprovista de sus principales buques insignia.
Si bien habría más operaciones de torpedos humanos italianos después de esto, ninguna aseguraría el nivel de éxito alcanzado en Alejandría.
En cambio, fueron los británicos quienes se colocaron cada vez más al frente de esta lucha con su propia versión del torpedo humano llamado Chariot. El primer ataque británico exitoso ocurrió el 3 de enero de 1942 cuando los submarinos británicos HMS Thunderbolt y HMS Trooper llegaron a Palermo, Sicilia, Italia, y lanzaron torpedos humanos HMS Chariot para atacar a los barcos ubicados allí.
Estos dos equipos de torpedos humanos penetraron en el puerto italiano y colocaron con éxito sus ojivas desmontables para hundir el crucero ligero italiano Ulpio Traiano y dañar gravemente el transporte Viminale de 8.657 toneladas.
Después de la salida de Italia de la guerra, los alemanes ocuparon la península italiana y los británicos, a menudo con la ayuda de Italia, continuaron usando torpedos humanos para atacar los barcos de guerra italianos que habían caído bajo el control alemán.
El 22 de junio de 1944, los torpedos humanos Chariot tripulados por británicos penetraron con éxito en el puerto de La Spezia, norte de Italia, y hundieron el crucero pesado Bolzano. Cuatro días después, buzos británicos e italianos realizaron una hazaña similar y paralizaron el crucero pesado Gorizia con cargas explosivas.
Luego, casi un año después, en abril de 1945, los torpedos humanos Chariot tripulados por italianos entraron en el puerto de Génova y hundieron el portaaviones Aquila casi terminado para evitar que se utilizara como buque de bloqueo.
Finalmente, para no quedar completamente excluidos, los alemanes también introdujeron su propia versión de un torpedo humano, el Marder, en la competencia del Mediterráneo a fines del verano de 1944 en respuesta a la invasión aliada del sur de Francia. El Marder era un torpedo tripulado sumergible de tres toneladas que poseía un segundo torpedo explosivo de 21 pulgadas colgado debajo de su cuerpo portador. Operando desde el puerto italiano de San Remo, los alemanes lanzaron dos misiones Marder en las noches del 4/5 y 9/10 de septiembre de 1944 pero no lograron ningún éxito por la pérdida de 14 de ellos.
En la foto, un equipo de torpedos humanos del Chariot británico que opera en la superficie durante un ejercicio de entrenamiento en Rothesay, Reino Unido.
Foto: Beadell, SJ (Lt), fotógrafo oficial de la Royal Navy, dominio público.
Para obtener más información sobre este y otros temas relacionados, esta el excelente libro (en inglés) Blue Water War, the Maritime Struggle in the Mediterranean and Middle East, 1940-1945.

Foto y texto: WWII Battles and stories




El de la foto de la publicación es un SLC Maiale (Siluro a Lenta Corsa) Italiano. Como curiosidad alguno sabia que en la madrugada del 30 de octubre del 1940 se lanzaron tres de estos torpedos humanos italianos desde Algeciras a atacar buques británicos anclados en Gibraltar y que el ataque fracasó totalmente por averías en los tres torpedos humanos, abandonando las tripulaciones de submarinistas los tres SLC Maiale y hundiéndolos sus propias tripulaciones, dos se hundieron pero el tercero tripulado por el oficial Teseo Tesei y el suboficial buzo Alcide Pedretti, que terminaron abandonándolo a su suerte, alcanzando ambos la costa a nado, costa que también alcanzaría poco después el propio torpedo tras, una vez a la deriva, quedar varado en la playa de la Línea de la Concepción por la acción del viento y las mareas.
A la mañana siguiente, tras ser descubierto por la Guardia Civil, estos dieron aviso a la Armada, que mandó personal para hacerse cargo del mismo, quienes lo trasladarían en un primer momento al Arsenal de La Carraca para su estudio, y posteriormente a la Escuela de Buceo de la Armada, en Cartagena, dado que se consideró que dicho torpedo, de ser posible utilizarlo, debía serlo por parte de buceadores. Abajo fotos de este Torpedo humano recuperado por España, expuesto en la Base de Submarinos de Cartagena.




FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=479560470861800&set=pb.100064235526662.-2207520000..

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fotografía absolutamente referencial
Fuente: “Operaciones Especiales de la Segunda Guerra Mundial” de Manuel J. Prieto 
Trabajo de investigación Álvaro Núñez de Pazos
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=183272767640396&set=p.183272767640396&type=3
https://www.facebook.com/photo/?fbid=10160564414012290&set=gm.1210994256208163&idorvanity=321067701867494





















 
Pedro Pablo Romero Soriano PS

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