El asedio de Odessa

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Tropas rumanas en Odessa 

El asedio de Odessa que tuvo lugar al inicio de la «Operación Barbarroja» fue una de las campañas más sangrientas de las acontecidas en el sector más meridional del Frente de Oriental en el año 1941.
Cuando el Führer le comunicó a, Antonescu sus planes de invadir la Unión Soviética en junio de 1941, éste ofreció de inmediato su apoyo para acabar con el comunismo soviético.
A cambio, el Führer le prometió que Rumanía recuperaría los territorios perdidos el año anterior.
Al cabo de pocas semanas, las tropas rumanas habían conquistado el territorio de la recién nacida República Socialista de Moldavia, dentro de la cual se engloba la Besarabia y Bukovina, alcanzando la antigua frontera de 1940.
El 27 de julio de 1941, Hitler le envió una carta al General Ion Antonescu en el que le solicitaba la cooperación de las tropas rumanas más allá del Río Dniester. Antonescu aceptó; de hecho las tropas rumanas ya habían estado avanzando hacia la Unión Soviética desde el 17 de julio.
Con el beneplácito del Rey Mihail I, autorizó a las fuerzas armadas rumanas seguir avanzando sin límites a través de Ucrania y ampliar el proyecto nacional de la “Gran Rumanía” con el importante puerto estratégico de Odessa.
Los soviéticos organizaron tres líneas defensivas: la primera tenía 80 km de largo y estaba situada entre 25 y 30 km de Odessa, la segunda era la más fuerte y se encontraba a sólo 7 km de la ciudad, con una longitud de 30 km, la tercera línea defensiva se encontraba dentro de la misma ciudad. Inicialmente se encontraban cuatro divisiones y dos regimientos en Odessa, lo que equivalía a 34.500 soldados y 240 piezas de artillería. El apoyo aéreo era reducido, aunque con el tiempo entrarían en acción algunas escuadrillas llegadas desde Crimea.
Inicialmente todo salió como se había planeado, y para el 10 de agosto, las fuerzas de Rumania ya habían penetrado la primera línea defensiva soviética.
Sin embargo las bajas habían sido altas en ambos bandos y Antonescu expresó su preocupación de que los soviéticos no renunciarían a Odessa fácilmente.
Para el 24 de agosto, el Cuarto Ejército había sufrido 5.329 muertos, 18.600 heridos y 3.378 desaparecidos.
Tras quedar estancado el avance debido a los contraataques soviéticos, se planeó otra ofensiva para el 28 de agosto y se intentó reanudar la ofensiva rumana sin mayores resultados.
A inicios de septiembre, el Teniente General Ciuperca le sugirió al Mariscal Ion Antonescu que le permitiera realizar un ataque desde el oeste de Odessa, ya que creía que la infraestructura defensiva era débil allí.
Si bien la tercera ofensiva empezó a arrojar resultados mejores a las ofensivas anteriores, la fuerte resistencia soviética motivó a que las municiones se agotaron rápidamente y la nueva ofensiva tuviera que suspenderse.
A pesar del inexorable avance de las fuerzas rumanas terrestres, la derrota soviética ocurriría debido a dos acontecimientos independendientes: la destrucción del depósito de combustible de Odessa y a que el General alemán E. Von Manstein lograra irrumpir en el Istmo de Perekop el 29 de septiembre, haciendo peligrar el suministro de Odesa desde Sebastopol.
Por esta razón, el Alto Mando Soviético ordenó evacuar el puerto soviético el 6 de octubre, si bien luego postergó la evacuación para el 14.
Desde el 14 de octubre el Ejército Rojo dio inició la evacuación, que no pasó desapercibida a los rumanos, lo que motivó que se intensificará el número de salidas aéreas.
El 16 de octubre, a las 10:30 horas, patrullas de vanguardia han entrado en Odessa, prácticamente abandonada por las tropas soviéticas.
A las 16:00 horas el puerto ha sido capturado, y por la noche la poca resistencia que quedaba ha sido aniquilada.



Ion Antonescu

A pesar del incuestionable triunfo de Rumanía por apropiarse de uno de los puertos más importantes y emblemáticos para la Unión Soviética en el Mar Negro, en el aspecto militar y operacional la campaña llevada a cabo por las Fuerzas Armadas Rumanas dejó mucho que desear porque las bajas propias fueron casi el doble de las soviéticas, algo que en parte se explicó debido a que las tropas rumanas no estaban preparadas para afrontar en soledad una batalla de grandes dimensiones contra los rusos, por lo que a partir de esta experiencia y durante todo el resto de la Segunda Guerra Mundial se coordinarían con el Ejército alemán.
La Batalla de Odessa fue considerada en Rumanía como una victoria exclusiva de su patria frente a la poderosa Unión Soviética. A pesar del elevado número de bajas y a las deficiencias del Ejército Real Rumano, el triunfo elevó la moral de la población en todo el país, no sólo por la conquista de este estratégico puerto en el Mar Negro, sino porque como recompensa los rumanos pudieron anexionarse toda la provincia de Transnistria a costa de la disuelta República Socialista Soviética de Ucrania. Gracias a esta gigantesca ampliación territorial defendida por las tesis nacionalistas de la «Gran Rumanía» y a la derrota infligida al Ejército Rojo, el Reino de Rumanía fue elevado a la categoría del «cuarto miembro del Eje» más importante y fuerte solamente por detrás de Alemania, Japón e Italia.

Tropas del III Ejército Rumano desfilando triunfales por Odessa. Aproximadamente el Ejército Rumano sufrió 92.454 bajas entre 17.729 muertos, 63.345 heridos y 11.471 desaparecidos; así como la destrucción de 19 tanques, 90 cañones, 115 morteros, 1.292 ametralladoras y 10.250 fusiles, además de ser derribados 20 aviones. Aproximadamente el Ejército Rojo sufrió 41.268 bajas entre 16.578 muertos y 24.690 heridos o prisioneros; así como el derribo de 151 aviones, la destrucción de 240 cañones y el hundimiento de 1 destructor, además de resultar dañados otros 4 navíos entre 3 destructores y 1 cañonero

Ion Antonescu (Piteşti, 2 de junio de 1882​-Jilava, 1 de junio de 1946) fue un militar y político rumano, que gobernó el país con poderes dictatoriales desde septiembre de 1940 a agosto de 1944, en estrecha alianza con el Eje. Considerado un criminal de guerra por su responsabilidad directa de la muerte de cientos de miles de personas, fue ejecutado en 1946. Junto a Mihai Antonescu abogado y político rumano, que sirvió de primer ministro adjunto y ministro de Asuntos Exteriores en Rumanía, durante la Segunda Guerra Mundial durante la dictadura de Ion Antonescu. Entre los cargos se encontraban el haber permitido la explotación y ocupación alemanas del país —por los que recibió cadena perpetua—, el haber llevado a cabo una guerra de agresión contra la URSS y el resto de Aliados, maltratado a los prisioneros de guerra y rehenes, ordenado matanzas por motivos racistas y políticos y de civiles en territorio ocupado o el haber utilizado las deportaciones y los trabajos forzados





FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=479959920821855&set=a.418790153605499
Historia de la Segunda Guerra Mundial

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de Hugo A. Cañete Carrasco 2021


 

























Pedro Pablo Romero Soriano PS

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