Stalingrado: La inteligencia alemana antes de Operación Urano

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1942. Stalingrado. Artillería alemana. Foto de Süddeutsche Zeitung

A partir de fecha tan temprana como el 25 de octubre de 1942 y durante la primera semana de noviembre, el órgano de inteligencia del OKH, el FHO (Fremde Heere Ost [Ejércitos Extranjeros del Este]), dirigido por el general Reinhard Gehlen, recibió preocupantes reportes de inteligencia de una variedad de fuentes, incluidos el reconocimiento aéreo, las intercepciones de radio y agentes de campo de la Abwehr que operaban en la retaguardia del Ejército Rojo. Estos indicaban un “débil pero constante flujo de refuerzos” encaminado a fortalecer a las tropas soviéticas que se enfrentaban al 3° Ejército rumano en el Don. Aunque Gehlen afirmó más tarde que “no fue hasta la última parte de esta fase cuando las intenciones soviéticas se hicieron evidentes para nosotros”, el 29 de octubre informó al general Zeitzler, jefe del Estado Mayor del Ejército, de que en “ningún sitio se aprecia indicio alguno de preparativos para un ataque a gran escala, pero todo el área necesita una vigilancia continuada”.
El FHO recibió pronto más informes, procedentes sobre todo de los reconocimientos aéreos, relativos a los refuerzos soviéticos que llegaban a la región de Serafimovich, un intenso tráfico de transportes y actividad de carga y descarga a lo largo de la línea de ferrocarril que se dirigía a Serafimovich y un intenso movimiento a través del Don en Kletskaya. En repetición de su evaluación anterior, Gehlen advirtió el 31 de octubre al OKH que “podían producirse ataques localizados sobre la posición rumana en Serafimovich”. Durante los días siguientes, el FHO recibió más comunicaciones sobre la llegada de refuerzos soviéticos al sector al oeste de Serafimovich, además de otras sobre el traslado de tropas soviéticas a la misma región desde los 65° y 21° ejércitos del Frente del Don.
El gran volumen de estas señales, y la mejor de su credibilidad, llevaron a Gehlen a advertir a sus superiores del OKH el 2 de noviembre que: “debemos esperar que se produzca un refuerzo paulatino del enemigo apostado ante el 3° Ejército Rumano y, posiblemente, incluso un ataque”; sin embargo, como había sucedido con anterioridad, calificó este juicio al agregar: “Debemos esperar a que hayan más indicios”.


Al día siguiente, después de que un reconocimiento aéreo informase de que se trasladaban tanques y artillería de campaña desde el frente norte de Stalingrado a la región de Serafimovich, Gehlen informó al OKH: “Ahí se vislumbra una imagen cada vez más clara de preparativos para un ataque sobre el 3° Ejército rumano, aunque está en sus primeros estadios”. De nuevo, añadió una apostilla: “Todavía no tenemos certeza de si el propósito es un asalto cebo diseñado para alejar a nuestras tropas de Stalingrado o una maniobra con unos objetivos más amplios”. Tras detectar, además, un flujo de refuerzos hacia la región de Stalingrado, Gehlen decidió el 4 de noviembre que “el enemigo no había renunciado en absoluto a la lucha por la ciudad” y que también reforzaba a sus elementos de la cabeza de puente de Beketovka, al sur de Stalingrado. Pero, al mismo tiempo, informó al OKH de que los soviéticos todavía estaban desplazando fuerzas desde el área del pasillo entre los ríos Don y Volga a la región de Serafimovich y de que estaban enviando numerosos vehículos, a la región al norte de Kletskaya.
Basado en estos informes de inteligencia y en otras intercepciones de radio que indicaban que nuevos cuarteles generales, los del Frente Sudoeste, habían tomado el control de las unidades soviéticas en la región de Serafimovich, al norte del Don, Gehlen decidió que una ofensiva soviética, era, en efecto, probable. Por tanto, el 10 advirtió con rotundidad a Zeitzler: “la aparición de cuarteles generales soviéticos para el Frente Sudoeste en algún lugar al noroeste de Serafimovich indica la inminencia de un ataque enemigo a gran escala”.

Entre los escombros de la zona industrial un oficial alemán con sus binoculares colgados, señala la estación desde la que los soviéticos siguen disparando. Noviembre de 1942, Stalingrado. (FGF Colourised)

"Stalingrado es el infierno en la tierra, es Verdún, el Verdún rojo, con nuevo armamento. Atacamos cada día. Si por la mañana conseguimos avanzar unos 20 metros, por la tarde los rusos nos vuelven a hacer retroceder…” 
Extracto de la carta del cabo Walter Oppermann nº 44.111, a su hermano, con fecha 18-11-1942. 

Un grupo de soldados soviéticos caminando entre las trincheras durante la batalla de Stalingrado, conocida por ser la batalla más sangrienta de la historia de la humanidad. 1942



FUENTES: https://www.facebook.com/photo/?fbid=508290514655462&set=a.418790153605499

Historia de la Segunda Guerra Mundial

Fuente: “Armagedón en Stalingrado – Tetralogía de Stalingrado – Volumen II” de David Glantz con Jonathan House (2019)

https://www.facebook.com/photo/?fbid=205309158549193&set=g.4051594701624543

Facundo Colourised




















 



Pedro Pablo Romero Soriano PS

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