Un Hiwi soviético lleva las cajas de munición del ametrallador alemán
¿Quiénes eran los hiwis?
Los “hiwis” (apócope de Hilfswillige o “ayudante voluntario”), servían en la Wehrmacht alemana durante la Segunda Guerra Mundial en el Frente Oriental.
Algunos eran voluntarios genuinos que veían a los alemanes como unos libertadores que venían a liberarlos del comunismo y soldados del Ejército Rojo que habían desertado para unirse a los alemanes. La mayoría eran prisioneros de guerra soviéticos reclutados para realizar tareas no combativas al escasear el número de efectivos alemanes.
Al principio se dedicaban a realizar funciones auxiliares de logística, administrativas, asistencia y vigilancia, pero a medida que la guerra avanzaba y que se hacía más dura para los alemanes, comenzaron a participar en tareas de combate junto a éstos, como las secciones cosacas, que eran soldados movilizados y que estaban adscritas a las divisiones alemanas.
Naturalmente, los voluntarios recibían mejor trato que los prisioneros, aunque con cierto grado de desprecio.
El coronel Groscurth, jefe del estado mayor del XI cuerpo en el gran meandro del Don, comentaba en una carta al general Beck:
“Es preocupante que nos veamos obligados a reforzar nuestras tropas de combate con prisioneros rusos de guerra, que ya se están convirtiendo en pistoleros. Es una situación extraña que las bestias a quienes hemos estado combatiendo estén ahora viviendo con nosotros en la armonía estrecha”
Los “hiwis” de origen soviético que caían en manos de los rusos eran condenados por traición a la patria y ejecutados. Al final de la guerra, pocos de ellos pudieron evadir su captura, el que sí lo consiguió tuvo que ocultar su identidad o fingir otra nacionalidad distinta a la soviética.
Esta fotografía parece ser una pose para propaganda. La persona de la derecha, bien vestida y alimentada, armada y relajada, pertenece a un prisionero soviético reclutado por los alemanes para cuidar su seguridad en la retaguardia. Eran conocidos como los "Hiwis" (Hilfswilligen). Otros eran reclutados para luchar con las Ostlegionen. (Fuente: Hitler vs Stalin)
Los llamados hilfswilligen (ayudantes voluntarios), o hiwis, fueron empleados como centinelas, conductores, guardianes de almacén, estibadores y demás. Cientos de hiwis desempeñaron también labores de combates. En julio de 1941, por ejemplo, la 134ª División de infantería comenzó a alistar abiertamente a voluntarios rusos. En la primavera de 1942, había 200.000 hiwis detrás de los ejércitos alemanes y para finales del mismo año se decía que la cifra alcanzaba el millón
“Hilfswilligen” (auxiliares voluntarios) abreviado en alemán “Hiwis” era como denominaban los alemanes a los extranjeros que se presentaban como voluntarios para servir en la Werhmacht y las Waffen SS, en general muy bien tratados por los alemanes los Hiwis se nutrieron de voluntarios de origen africano, asiático, y hasta voluntarios británicos y franceses el grupo mayor de todos fue el de los soviéticos que se presentaron como voluntarios ya fuera por resentimiento hacia sus antiguos líderes moscovitas o por supervivencia porque de los millones de soldados soviéticos tomados prisioneros por los alemanes solo 930.000 sobrevivieron a las terribles condiciones de confinamiento, maltrato y hambre que les infringieron.
A pesar de la reticencia del liderazgo alemán a aceptar voluntarios de los considerados “pueblos inferiores” las bajas masivas que sufrieron los ejércitos alemanes en la URSS en 1941 los llevaron a abandonar sus resquemores racistas empleándolos en toda clase de tareas incluso como combatientes en un número que varía (según el autor) de 600.000 a 1.400.000 tropas, estos auxiliares se ganaron una mala reputación durante la guerra ya porque antes que nada eran traidores a sus países, ya porque muchos fueron empleados en acciones anti-partisanas o fueron directamente parte de los Einsatzgruppen donde cometieron horribles crímenes por lo que al final de la guerra todos lo que operaron en el Este fueron entregados a las autoridades soviéticas que les juzgaron sumariamente y les enviaron al Gulag o directamente los ejecutaron.
En Europa Occidental muchos fueron juzgados después de la guerra y cumplieron penas de prisión aunque fueron ejecutados “en caliente” (como los soldados de las Waffen SS franceses de la 33ª División de Granaderos blindados fusilados por Leclerc), pero algunos lograron sobrevivir indemnes ya que los anglosajones victoriosos vieron en los antiguos voluntarios, unos buenos aliados contra el comunismo (ya que de triunfar este en sus países su destino no sería muy distinto al de sus camaradas del Este) por lo que los englobaron en distintas organizaciones clandestinas e ilegales del estilo de GLADIO italiano donde operaron en Europa en acciones anti-izquierdistas hasta fines de los años 80, hace un par de años se descubrió que la RFA aún paga a sobrevivientes de los cerca de 25.000 ex SS holandeses una pensión de veteranos de guerra e incluso se negó a dar los datos de estas gentes al gobierno de Holanda.
Unos hiwis en el aeródromo de Gumrak, en plena evacuación alemana. No hace falta decir que ningún ayudante se subió a un avión
Los Hiwis, apócope de Hilfswillige (voluntario auxiliar) fueron soldados del Ejército Rojo, que se unieron (en algunos casos voluntariamente), en las filas del Ejército alemán.
Muchos se unieron por el descontento con el régimen de Stalin, para poder sobrevivir a las pésimas condiciones de los campos de prisioneros, porque fueron reclutados para cubrir las cuantiosas bajas teutonas y también, porqué en los primeros años de guerra, los alemanes parecían invencibles: apostaron por el "bando ganador".
Aunque en un principio Hitler estaba en contra de que se usaran ex soldados soviéticos como fuerzas de apoyo, los generales en el campo de batalla hacían caso omiso a esto. Primero se usaban en labores de retaguardia: controlar zonas ocupadas o custodiar campos de prisioneros (imaginen la cara de sus antiguos camaradas).
Con el correr del tiempo se usaron en primera línea: como guía para las avanzadas alemanas y como fuerzas de combate (el reconocido Ejército de Vlasov).
La verdad que desconozco la cantidad exacta de cuantos soviéticos se pasaron de bando, fueron muchos eso es cierto, pero los números no son confiables porque la ex URSS intentó ocultar estas cifras.
En el caso de Stalingrado, el 6° Ejército usó Hiwis. Para aquellos que me conocen de los grupos, habrán visto fotos que he publicado de estos ayudando a los teutones. Se usaron para localizar zonas, para descargar materiales y para el combate. Algunas fuentes hablan de 50.000 hiwis en las filas de Paulus, un número que se me hace un poco abultado.
Estos voluntarios ayudaron a los teutones a localizar los puntos claves de algunos enclaves: el saliente de Orlovka, en las fábricas (por ejemplo Barrikady, donde ayudaron a localizar cada sector de la fábrica). Y fueron usados para evacuar a los alemanes del Kessel.
Así que esa cara de pavor se habrá magnificado cuando los soviéticos derrotaron a la amenaza alemana en la ciudad y descubrieron como ex camaradas ayudaron al invasor.
El destino que les deparaba no les daba muchas opciones: gulag o fusilados.
Los hiwis apostaron por el bando que iba ganando... y esa elección fue la peor.
GALERÍA FOTOGRÁFICA
FUENTES:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=647626730450101&set=pcb.1460037917855647
https://www.facebook.com/photo/?fbid=647626770450097&set=pcb.1460037917855647
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Vientos de Guerra: Segunda Guerra Mundial™
Marcelo Ramon García Albornoz
Fuentes:
Beevor, Antony (2004). Stalingrado.
Davies, Norman (2007). Europe at War 1939–1945: No Simple Victory
https://www.facebook.com/photo/?fbid=10212855626759280&set=gm.1388142657961395
Alfonso Tienda Segura
Pedro Pablo Romero Soriano PS