La anexión de Austria: el Anschluss (1938)

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Postal austriaca de 1921 que muestra a un hombre agregando la piedra angular del 'Anschluss' a un puente que conecta Austria y Alemania. Publicado en Viena y Múnich, obra del pintor austriaco Alfred Pirkhert

El 12 de marzo de 1938, Alemania se anexiona Austria, el llamado Anschluss planificado por Adolf Hitler

En rosa el territorio del Reich alemán y en rojo el territorio de Austria (1938)

El canciller alemán dando un discurso en la plaza de Viena desde el balcón del palacio de Hofburg (15 de marzo)

El 13 de marzo de 1938 Austria fue incorporada al Gran Reich Alemán. El 10 de abril, los nazis organizaron un referéndum destinado a legitimar su acción militar. Más del 99% de la población austriaca votó a favor del Anschluss

La mañana del 12 de marzo de 1938, el ejército alemán invadió Austria con poca o ninguna oposición de la población o de otras potencias extranjeras. Hitler llegó más tarde ese día. Visitó su lugar de nacimiento y la tumba de sus padres

Sin duda el porcentaje fue tan alto porque el voto no fue anónimo. Los opositores no se atrevieron a votar en contra. A pesar de esto, al igual que en plebiscitos anteriores, quienes votaron estuvieron sujetos a una gran presión por parte de los nacionalsocialistas para que votaran de esta manera

Como tal, el resultado debe ponerse en duda. El 15 de marzo, pronunció un discurso en Viena y declaró oficialmente que Austria era ahora parte del Imperio alemán: el Anschluss

Austria se había convertido en una provincia alemana: el Ostmark. Hitler nombró gobernador a Arthur Seyss-Inquart




La historia de la Segunda Guerra Mundial es larga y compleja. La gran mayoría marca su comienzo en el momento en que Alemania comenzó la invasión de Polonia, pero el expansionismo alemán no comenzó aquel fatídico 1 de septiembre de 1939, sino con la anexión de Austria en 1938, planificada con muchos años de antelación.

Para entender el contexto real, lo mejor será remontarnos a los comienzos del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, más conocido como Partido NSDAP. Este partido político se fundó como tal en 1920, como una evolución del Partido Alemán de los Trabajadores, fundado un año antes por Anton Drexler.


Hitler en el tercer congreso del partido nacionalsocialista alemán, Núremberg (1927) 

Desde el comienzo, las ideas del partido fueron firmes desde un comienzo, haciendo especial ímpetu en el antiliberalismo, el antisemitismo y el pangermanismo. Esto último fue lo que le llevó a invadir Polonia en 1939, tierra que históricamente perteneció a la germano parlante Prusia. Pero la anexión de Austria, históricamente conocida como el Anschluss, fue mucho más sutil.

Desde su fundación y estructuración final tras el primer congreso del Partido NSDAP en Núremberg -tercer congreso del partido-, la vía planteada por el partido para ascender al poder, tanto en Alemania como en Austria, fue la vía democrática. Fue así como el NSDAP se presentó por primera vez a las elecciones alemanas de 1928, ocasión en la que únicamente obtuvieron un 2,6% de los votos.

El ascenso en Alemania fue rápido, pasando al 18,3% de los votos en las elecciones gubernamentales de 1930. Este ascenso se encumbraría en las elecciones de Marzo de 1933 en las que el partido NSDAP obtuvo el 43,9% de los votos, dando finalmente el poder a Adolf Hitler. En cuestión de días, Hitler disolvió el parlamento alemán, ilegalizó al resto de los partidos y convocó unas nuevas elecciones para noviembre de aquel mismo año en las que obtuvo el 92,1% de votos del electorado.

El 12 de marzo de 1938, unidades militares alemanas entraron en Austria sin encontrar resistencia. El mismo día, Hitler llegó a Viena, la capital austriaca, donde fue recibido por una multitud entusiasta. Al día siguiente, se llevó a cabo un referéndum en Austria, donde los austriacos fueron llamados a votar a favor de la anexión. El resultado fue abrumadoramente favorable a la unión con Alemania

El plan del partido NSDAP para Austria era semejante al ejecutado en Alemania, pero allí no tuvieron la misma suerte. Se presentaron por primera vez en las elecciones generales de 1927, obteniendo únicamente 779 votos. El ascenso de cara a las siguientes elecciones de 1930 no fue tan grande como se esperaba, llegando tan sólo al 3% de los votos posibles.

Engelbert Dollfuss 

En las elecciones que tuvieron lugar en 1932 en varios distritos austriacos, el partido NSDAP comenzó a recibir gran cantidad de votos, llegando a ser el segundo partido más votado. Siguiendo ese crecimiento, posiblemente el partido NSDAP hubiera conseguido algo en las siguientes elecciones generales, pero el canciller electo Engelbert Dollfuss disolvió el parlamento en 1933, instaurando una dictadura fascista.

Con Dollfuss en el poder en Austria, las cosas para completar el plan se complicaron. Dollfuss era un gran defensor del nacionalismo austriaco y un anti-alemán declarado, que llevó su régimen autoritario al máximo, ilegalizando al partido NSDAP y metiendo a todos sus miembros en la cárcel. Cuando la invasión de las tropas de Hitler era inminente en 1933, Dollfuss consiguió una alianza con el fascismo italiano que hizo recular a Hitler, ante el miedo de ganarse el descontento de su necesario aliado Benito Mussolini.

La situación en Austria se fue complicando con el paso de los meses. La presión de los socialdemócratas mediante protestas y atentados varios convirtieron el corto mandato de Dollfuss en un infierno que encontró su final en un alzamiento del partido NSDAP, que aprovechando la coyuntura quiso hacerse con el poder mediante un golpe de estado el 25 de julio de 1934. La falta de colaboración de la armada austriaca frustró el golpe de estado, pero con él se llevaron la vida de Dollfuss.

El poco apoyo popular que tenían los nacionalsocialistas en Austria y el hecho de que los socialistas y demócratas vieran en el austrofascismo un mal menor que el nazismo permitieron que tras Dollfuss llegase otro canciller, Kurt Schuschnigg, que mantuvo el mismo régimen. Pero en esta ocasión, Hitler y su partido decidieron no quedarse de brazos cruzados.


Kurt Schuschnigg 

En los cuatro años siguientes los alemanes pusieron a Austria al borde de la guerra civil. Hitler presionó de forma continua con la anexión de Austria a Alemania, mientras tanto su partido extorsionó a la nación mediante continuos atentados que se cobraron la vida de más de 800 austriacos. El desempleo a causa de la gran recesión y los éxitos conseguidos por el partido nacionalsocialista en Alemania hicieron que poco a poco el partido fuera ganando poder e influencia en Austria entre las clases más afectadas por el desempleo y la pobreza.

El 12 de Febrero de 1938, cuando la situación en Austria era insostenible, Hitler solicitó una reunión con Schuschnigg. En esa reunión Hitler expuso claramente aquello por lo que había luchado durante tantos años mediante la extorsión. Quería amnistía y cargos gubernamentales para todos los nacionalsocialistas retenidos en las cárceles austriacas y una anexión total de Austria, haciendo especial hincapié en la lealtad del Ejército austriaco y en la supresión de aduanas.

A su vuelta a Austria, Schuschnigg cedió en parte. Liberó a todos los presos nacionalsocialistas, pero propuso un referéndum nacional para la adhesión de Austria como una provincia más de Alemania. Hitler, al enterarse de las intenciones de Schuschnigg, ordenó a los nazis austriacos que causasen el caos completo en el país. Entre el 10 y el 11 de marzo, todas las grandes ciudades austriacas -Linz, Innsbruck o Viena- se sumieron en el caos a causa de multitud de incendios, saqueos y destrucción de edificios. Mientras tanto, Hitler comenzó la invasión pacífica de Austria.

El gobierno austriaco buscó ayuda en otras grandes potencias europeas como Francia o Gran Bretaña, pero ningún país mostró la mínima intención de intervenir por miedo a un gran conflicto internacional. Menos de una semana después de que Schuschnigg hubiera anunciado referéndum que nunca se llevó a cabo, Hitler ya había llegado con sus tropas a Viena, donde declaró la anexión de Austria ante 250.000 simpatizantes locales.

En apenas unas semanas, para legitimar sus acciones llevadas a lo largo de aquel marzo de 1938, Hitler anunció un plebiscito en el que preguntó a los votantes austriacos si le aceptaban como líder y si aceptaban la adhesión de Austria al Tercer Reich.

Papeleta del plebiscito austriaco (1938) 

El proceso estuvo cargado de trabas a los votantes para conseguir su objetivo. Además de la poca subjetividad mostrada por la papeleta mostrada arriba, donde el círculo grande representa el Sí y el círculo pequeño representa el no, no existió el voto secreto, ya que la papeleta debía ser rellenada delante de los oficiales de las SS entregándosela más tarde en sus manos.

El censo también excluyó a un 10% de los votantes, entre los que se incluían judíos, comunistas y todos aquellos que pudieran plantearse el voto en contra. Por todo ello el resultado de la votación no tuvo ningún tipo de sorpresa: un 99,73% del electorado optó por el sí, legitimándose así el Anschluss.



FUENTES:
https://recuerdosdepandora.com/historia/la-democratica-anexion-de-austria-a-la-alemania-nazi/
http://www.claseshistoria.com/2guerramundial/antecedentes-anschluss.html
https://www.eurasia1945.com/acontecimientos/causas-1918-1939/anexion-de-austria-anschluss/
































Pedro Pablo Romero Soriano PS

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