Infantería alemana y vehículos blindados en las calles de Járkov
Los búnkeres soviéticos utilizados en la defensa de Járkov
Calle Sumskaya en Járkov, 25 de octubre de 1941
Las tropas alemanas entrando a Járkov desde el oeste, cruzando la línea de ferrocarril principal que corre a través de la ciudad en el viaducto de la calle Sverdlov
El Ejército alemán entrando en el centro de Járkov
Las Batallas de Kharkov fueron una serie de enfrentamientos que se libraron sobre dicha ciudad entre las fuerzas del Eje y la Unión Soviética a lo largo de toda la Segunda Guerra Mundial en el Frente Oriental. A la conquista de dicha metrópoli por parte del Tercer Reich en la Primera Batalla de Kharkov de 1941, siguieron la Segunda Batalla de Kharkov en 1942 y la Tercera Batalla de Kharkov en 1943.
Al amanecer del 21 de Octubre de 1941, el LV Cuerpo Alemán inició la ofensiva contra Kharkov efectuando un bombardeo de artillería y aviación preliminar, antes de que las vanguardias de la 57ª División de Infantería y la 101ª División Ligera arrollasen las primeras líneas soviéticas, situándose a tan sólo 6 kilómetros de la ciudad. Simultáneamente la 100ª División de Cazadores Austríaca y la Legión Croata despejaron de enemigos los flancos del Río Dniéper con la misión de cubrir el avance del grueso principal, facilitando de este modo el asalto para la jornada siguiente.
La Primera Batalla de Kharkov constituyó la primera victoria del Ejército Alemán (Wehrmacht) sobre dicha ciudad. Tanto el inferior número de efectivos del enemigo, como la rapidez alemana a la hora de abalanzarse contra el objetivo, decidieron este enfrentamiento desde sus inicios claramente en favor del bando del Eje. La Unión Soviética sufrió unas 10.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. El Eje sufrió unas bajas mínimas.
Epílogo de la Segunda Batalla de Járkov, victoria alemana en el Dónets
En los primeros días de la ofensiva soviética, la penetración del sur continuaba su exitoso avance. Para la tarde del 14 de mayo, tercer día de la ofensiva, el Grupo Bobkin y el 6° Ejército de Gorodnianski habían penetrado las defensas alemanas hasta una profundidad de unos 40 km. En plena crisis, Von Bock solicitó nuevamente el empleo de tropas designadas para el Fall Blau (Caso Azul), en este caso, la transferencia de unidades desde el Armeegruppe de von Kleist (1° Panzerarmee y 17° Ejército) hacia el norte para defender Járkov. Hitler desaprobó tal cambio, pero permitió que von Kleist llevase a cabo una contraofensiva mucho mayor hacia el norte, en la retaguardia del avance soviético. Para este fin, Hitler autorizó la transferencia de más unidades aéreas desde Crimea, a las que seguiría, finalmente la 22ª División Panzer. De este modo, von Kleist desencadenó la mitad sur de la "Operación Fridericus", un plan alemán preexistente que pretendía acabar con el saliente soviético al oeste del río Dónets.
Esta ofensiva dio comienzo el 17 de mayo de 1942, justo cuando Timoshenko, tarde, lanzó a la batalla al XXI Cuerpo de Tanques de Kuzmin y al XXIII Cuerpo de Tanques de Pushkin con la intención de llevar a cabo la explotación hacia el noroeste desde el sector del 6° Ejército hasta Járkov. De este modo, todo el Frente Sur quedó con el pie cambiado, centrando su atención y fuerzas hacia el noroeste mientras los alemanes atacaban desde el sur. La vanguardia del Armeegruppe Kleist era el III Cuerpo Motorizado del General der Panzertruppen Leo Geyr von Schweppenburg, con un total de 170 carros de combate. Durante el primer día, el cuerpo cubrió en su avance una distancia de 24 km. hacia el norte, en dirección a Barvénkovo. En dos días, 11 divisiones alemanas atravesaron las defensas de los 9° y 57° Ejércitos del Frente Sur, avanzando hacia las profundidades de la retaguardia soviética. A su vez, Paulus desplazó a la 23ª División Panzer alrededor de la parte septentrional del saliente para lanzar otro ataque sobre el flanco norte de la penetración del 28° Ejército. Esto forzó a Ryabishev a emplear su fuerza de explotación principal, el III Cuerpo de Caballería de la Guardia, en la contención de este contraataque, lo que neutralizó de forman definitiva la pinza norte de la ofensiva de Timoshenko.
Los altos mandos soviéticos fueron notablemente lentos a la hora de reaccionar a esta nueva amenaza. Durante el 17 y el 18 de mayo, Timoshenko y sus oficiales de Estado Mayor, incluido su comisario Jruschov, continuaron centrando el foco en su propia ofensiva e incitaron a Stalin a creer que los 9° y 57° Ejércitos del Frente Sur, estaban en disposición de contener los contraataques alemanes. Vasilevski, que actuaba por primera vez como jefe del Estado Mayor General del Ejército Rojo, no pudo convencer al dictador de que detuviese a las puntas de lanza de tanques y las redirigiese contra el Armeegruppe Kleist. Para cuando Timoshenko se percató del peligro en la tarde del 19 de mayo, solo una huida inmediata podía salvar a las fuerzas de la ofensiva de Járkov. Pero el Frente Sudoeste no tenía planes de contingencia para una retirada de ese calibre. En esta confusa situación, los cuarteles generales de los ejércitos, cuerpos y divisiones soviéticos perdieron la comunicación y el control sobre sus unidades subordinadas. El 23 de mayo, la mayoría de los elementos de los 6°, 57° y 9° Ejércitos y del Grupo Bobkin se hallaban rodeados. Un intento desesperado de ruptura fracasó el 25 de mayo, aunque los alemanes tuvieron que lanzar al combate a la 1ª División de Montaña para sellar los huecos del cerco efectuado por el III Cuerpo Motorizado.
Tres días más tarde no quedaba nada de la fuerza ofensiva soviética salvo prisioneros y cadáveres. Los 6° y 57° Ejércitos fueron destruidos, al igual que grandes porciones de otros ejércitos involucrados en la ofensiva, incluidas muchas formaciones blindadas. De manera oficial, los soviéticos pagaron un precio muy alto en esta batalla: 266.927 bajas, de las que 46.314 fueron evacuadas a hospitales; otros 207.047 soldados resultaron muertos, capturados o desaparecidos; y perdieron 652 tanques, 1.646 cañones y 3.278 morteros. Los alemanes afirmaron haber capturado 239.036 prisioneros y haber destruido o capturado 1.249 tanques, 2.026 cañones y morteros y 540 aviones. En este botín se incluían al General Fiódor Yakovlevich, segundo al mando del Frente Sudoeste; el General Gorodnianski, comandante del 6° Ejército; el General Podlas, comandante del 9° Ejército; el General Bobkin; y, prácticamente, todos los comandantes de división de los 6° y 9° ejércitos.
A pesar de disponer de enormes cantidades de armas nuevas, los mandos soviéticos se mostraron tan inefectivos en 1942 como lo habían sido en el verano anterior. El pobre desempeño a nivel de Estado Mayor, la falta de tareas de inteligencia y reconocimiento, los problemas logísticos y la vacilación a la hora de emplear a los nuevos cuerpos blindados sacrificaron una oportunidad preciosa. Del lado alemán, las pérdidas serían de casi 20.000 hombres, que, en contraste con las pérdidas rusas, apenas si representan menos de la décima parte. El General Friedrich Paulus, fue condecorado con la Cruz de Caballero por la exitosa defensa.
En los primeros días de la ofensiva soviética, la penetración del sur continuaba su exitoso avance. Para la tarde del 14 de mayo, tercer día de la ofensiva, el Grupo Bobkin y el 6° Ejército de Gorodnianski habían penetrado las defensas alemanas hasta una profundidad de unos 40 km. En plena crisis, Von Bock solicitó nuevamente el empleo de tropas designadas para el Fall Blau (Caso Azul), en este caso, la transferencia de unidades desde el Armeegruppe de von Kleist (1° Panzerarmee y 17° Ejército) hacia el norte para defender Járkov. Hitler desaprobó tal cambio, pero permitió que von Kleist llevase a cabo una contraofensiva mucho mayor hacia el norte, en la retaguardia del avance soviético. Para este fin, Hitler autorizó la transferencia de más unidades aéreas desde Crimea, a las que seguiría, finalmente la 22ª División Panzer. De este modo, von Kleist desencadenó la mitad sur de la "Operación Fridericus", un plan alemán preexistente que pretendía acabar con el saliente soviético al oeste del río Dónets.
Esta ofensiva dio comienzo el 17 de mayo de 1942, justo cuando Timoshenko, tarde, lanzó a la batalla al XXI Cuerpo de Tanques de Kuzmin y al XXIII Cuerpo de Tanques de Pushkin con la intención de llevar a cabo la explotación hacia el noroeste desde el sector del 6° Ejército hasta Járkov. De este modo, todo el Frente Sur quedó con el pie cambiado, centrando su atención y fuerzas hacia el noroeste mientras los alemanes atacaban desde el sur. La vanguardia del Armeegruppe Kleist era el III Cuerpo Motorizado del General der Panzertruppen Leo Geyr von Schweppenburg, con un total de 170 carros de combate. Durante el primer día, el cuerpo cubrió en su avance una distancia de 24 km. hacia el norte, en dirección a Barvénkovo. En dos días, 11 divisiones alemanas atravesaron las defensas de los 9° y 57° Ejércitos del Frente Sur, avanzando hacia las profundidades de la retaguardia soviética. A su vez, Paulus desplazó a la 23ª División Panzer alrededor de la parte septentrional del saliente para lanzar otro ataque sobre el flanco norte de la penetración del 28° Ejército. Esto forzó a Ryabishev a emplear su fuerza de explotación principal, el III Cuerpo de Caballería de la Guardia, en la contención de este contraataque, lo que neutralizó de forman definitiva la pinza norte de la ofensiva de Timoshenko.
Los altos mandos soviéticos fueron notablemente lentos a la hora de reaccionar a esta nueva amenaza. Durante el 17 y el 18 de mayo, Timoshenko y sus oficiales de Estado Mayor, incluido su comisario Jruschov, continuaron centrando el foco en su propia ofensiva e incitaron a Stalin a creer que los 9° y 57° Ejércitos del Frente Sur, estaban en disposición de contener los contraataques alemanes. Vasilevski, que actuaba por primera vez como jefe del Estado Mayor General del Ejército Rojo, no pudo convencer al dictador de que detuviese a las puntas de lanza de tanques y las redirigiese contra el Armeegruppe Kleist. Para cuando Timoshenko se percató del peligro en la tarde del 19 de mayo, solo una huida inmediata podía salvar a las fuerzas de la ofensiva de Járkov. Pero el Frente Sudoeste no tenía planes de contingencia para una retirada de ese calibre. En esta confusa situación, los cuarteles generales de los ejércitos, cuerpos y divisiones soviéticos perdieron la comunicación y el control sobre sus unidades subordinadas. El 23 de mayo, la mayoría de los elementos de los 6°, 57° y 9° Ejércitos y del Grupo Bobkin se hallaban rodeados. Un intento desesperado de ruptura fracasó el 25 de mayo, aunque los alemanes tuvieron que lanzar al combate a la 1ª División de Montaña para sellar los huecos del cerco efectuado por el III Cuerpo Motorizado.
Tres días más tarde no quedaba nada de la fuerza ofensiva soviética salvo prisioneros y cadáveres. Los 6° y 57° Ejércitos fueron destruidos, al igual que grandes porciones de otros ejércitos involucrados en la ofensiva, incluidas muchas formaciones blindadas. De manera oficial, los soviéticos pagaron un precio muy alto en esta batalla: 266.927 bajas, de las que 46.314 fueron evacuadas a hospitales; otros 207.047 soldados resultaron muertos, capturados o desaparecidos; y perdieron 652 tanques, 1.646 cañones y 3.278 morteros. Los alemanes afirmaron haber capturado 239.036 prisioneros y haber destruido o capturado 1.249 tanques, 2.026 cañones y morteros y 540 aviones. En este botín se incluían al General Fiódor Yakovlevich, segundo al mando del Frente Sudoeste; el General Gorodnianski, comandante del 6° Ejército; el General Podlas, comandante del 9° Ejército; el General Bobkin; y, prácticamente, todos los comandantes de división de los 6° y 9° ejércitos.
A pesar de disponer de enormes cantidades de armas nuevas, los mandos soviéticos se mostraron tan inefectivos en 1942 como lo habían sido en el verano anterior. El pobre desempeño a nivel de Estado Mayor, la falta de tareas de inteligencia y reconocimiento, los problemas logísticos y la vacilación a la hora de emplear a los nuevos cuerpos blindados sacrificaron una oportunidad preciosa. Del lado alemán, las pérdidas serían de casi 20.000 hombres, que, en contraste con las pérdidas rusas, apenas si representan menos de la décima parte. El General Friedrich Paulus, fue condecorado con la Cruz de Caballero por la exitosa defensa.
FUENTES:
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Así fue la Segunda Guerra Mundial™
Claudio A Aguirre
Fuentes:
https://www.facebook.com/photo/?fbid=857360349748475&set=pb.100064235526662.-2207520000
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Fuente: "A las Puertas de Stalingrado" - David Glantz y Jonathan House
Pedro Pablo Romero Soriano PS