El conductor italiano del camión ligero Fiat-SPA CL39 yace muerto a su costado en la periferia de Stalingrado, 1943. Fotógrafo: Arkady Shaikhet/(FGF Colourised)
Cuando por fin Berlín se dió cuenta del desastre que se estaba gestando, envió a las pocas tropas de las cuales podía prescindir en el Heeresgruppe Mitte para tratar de contener la desbandada. Hans Roth, de la 299.ID, había luchado durante toda la campaña rusa, participando en la captura de Kiev el otoño anterior como parte del 6.Armee, antes de que su división fuera reasignada a Mitte. Ahora lo volvían a enviar al sur, una vez más. Al llegar al frente no estaba con ánimo para juzgar favorablemente a sus aliados: "Lo tengo claro, estos tipos se están yendo, están huyendo...sus rostros están amarillos y probablemente sus pantalones no estén mejor". Pero incluso Roth pudo ver que este comportamiento no era general entre los italianos, con algunos que "intentaban afanosamente establecer posiciones en las que reagrupar a los que están huyendo".
Las pérdidas italianas eran catastróficas. Ugo Reitani, capitán de artillería, había empezado la Operación Azul con 230 hombres, 160 mulas y suficiente armamento y equipo para llenar un tren de camino a Rusia, y ahora se encontraba al mando de "catorce hombres, 13 mulas, unos cuantos fusiles vacíos, algunas pistolas y la rabia que tenemos...." Era la misma historia de todo el Octavo Ejército. La División Tridentina, por ejemplo, que antes disponía de casi 17.000 efectivos, se había reducido a menos de mil quinientas almas heladas y medio muertas de hambre. Su oficial al mando, Luigi Reverberi, escribió: " Mis oficiales y alpini han sido heroicos, pero faltan muchos. En comparación con los de las otras divisiones que en su mayoría han caído prisioneros, los míos están muertos o heridos. En Nikolayevka, en un solo día perdí 40 oficiales". Algunos italianos continuaron retirándose hasta bien entrado febrero.
Uno de ellos, Nuto Revelli, describió cómo se estaban "desmoronando, enfermos, más o menos congelados, con diarrea ininterrumpida... ahora somos una masa de hombres desarmados...no servimos para nada".
DATO: El Fiat SPA CL-39 fue diseñado como un camión ligero más moderno para complementar el camión de montaña, serie SPA OM. Fue producido y utilizado en gran medida en todos los frentes desde la URSS hasta los Balcanes y el norte de África. Su única variante fue la versión Colonial que tenía aire acondicionado y la opción de neumáticos de artillería o neumáticos normales. Con 5.640 fabricados hasta 1944 se convirtió en el más extendido de los camiones ligeros, distribuidos entre las compañías de morteros, obuses, antitanque y AA, utilizados también por la Regia Aeronáutica.
FUENTES:
Notas sacadas del libro: Stalingrado "la batalla vista por los alemanes" de Jonathan Trigg.
Facundo Colourised
Pedro Pablo Romero Soriano PS