El final de Il Duce

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En la tarde del 27 de abril de 1945, una columna partisana detiene a las afueras de la localidad de Dongo a la comitiva donde viajaba camuflado Benito Mussolini, Urbano Lazzaro "Bill", un joven partisano, comandaba un destacamento de la 52a. Brigada Garibaldi que vigilaba la carretera a la altura de Dongo, junto al lago de Como, muy cerca de Suiza. Detenido el convoy alemán que se retiraba y a bordo del quinto camión repararon en un hombre que intentaba ocultarse en un rincón, bajo un casco y un capote de soldado. "Camarada borracho, vino", intentó explicar un oficial alemán.
Lazzaro se acercó e intuyó (de acuerdo a su propia versión), se dice que, por el tamaño de la cabeza, la identidad del presunto borracho. "Camarada", le llamó Lazzaro, sin reacción del aludido. "Excelencia", probó de nuevo. Cuando gritó "¡Cavaliere Benito Mussolini!", mostró una reacción de sobrecogimiento. "Salté al camión", explicaría más tarde Lazzaro, "En nombre del pueblo italiano, queda detenido". Una vez desarmado (Mussolini llevaba un subfusil y una pistola, armas de las que no intentó siquiera hacer uso), es oficialmente detenido y conducido al ayuntamiento de Dongo. Esa noche en Milán, Sandro Pertini, miembro destacado del Comité de Liberación Nacional (CLN), comunica la noticia por radio. El célebre político no oculta su opinión compartida por sus camaradas de partido: Mussolini debe ser fusilado.



El 28 de abril, los partisanos trasladan al Duce y a Claretta Petacci (la amante) en coche hacia el sur, deteniéndose en la aldea de San Giulino de Mezzegra. La pareja es conducida a una casa de labranza próxima ocupada por los partisanos. Poco después llegan unos comunistas con órdenes de Milán de aplicar a Mussolini y Claretta la justicia sumaria.
Conducido por un Fiat 1100 a las puertas de la Villa Belmonte, lugar de la ejecución, el vehículo se detiene de pronto el "Duce" acata resignado su destino fatal. Empujados contra una tapia, Claretta y él van a ser fusilados. Las armas fallan en un primer momento, pero finalmente la pareja cae acribillada por las balas. En el momento de la ejecución, mientras que el Duce exigía que el partisano Walter Audisio le disparase al pecho con su arma, Claretta intentó proteger a Benito con su cuerpo recibiendo la primera descarga.
Otros quince líderes fascistas serían fusilados también en Dongo. Los cuerpos serían expuestos posteriormente en la Piazzale Loreto de Milán. Inicialmente fueron tirados sobre el asfalto, donde la turba se ensañó con los cadáveres, hasta que fueron colgados por los pies en la marquesina de una gasolinera de la plaza. Como colofón mencionar que Urbano Lazzaro dijo durante posguerra, en contraste con la versión oficial de que había sido el partisano Walter Audisio quien apretó el gatillo del arma y acabó con los dos prisioneros, que el autor material de la ejecución había sido Luigi Longo, uno de los jefes de la Resistencia y futuro secretario general del Partido Comunista italiano.



FUENTES:
Historia de la Segunda Guerra Mundial 
Crónica Militar y Política de la Segunda Guerra Mundial 
Fuente: “Cinco días que estremecieron al mundo” de Nicholas Best (2017)


 




















Pedro Pablo Romero Soriano PS 

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