En la foto tomada en la Ciudadela de Parma, un Fiat-Ansaldo 75/18 Semovente es requisado por tropas de la División Panzer Grenadier «Leibstandarte» En los días posteriores al armisticio del 8 de septiembre de 1943, las tropas alemanas comenzaron las operaciones para desarmar a sus antiguos aliados italianos.
El armisticio firmado por el Reino de Italia con los Aliados el 8 de septiembre de 1943 marcó un punto de inflexión decisivo en la Segunda Guerra Mundial. Con el anuncio público del mariscal Pietro Badoglio, Italia abandonaba formalmente su alianza con Alemania y buscaba reinsertarse en el bando aliado. Para el Tercer Reich, sin embargo, este viraje constituyó no solo una traición política y militar, sino también un desafío estratégico inmediato. En cuestión de días, las fuerzas armadas alemanas desplegadas en Italia y en los Balcanes ejecutaron un plan previamente preparado para neutralizar a su antiguo aliado. Este plan, bajo el nombre clave de Operación Achse, supuso una de las mayores operaciones de desarme de toda la guerra y modificó radicalmente el equilibrio militar en el Mediterráneo.
Ya desde julio de 1943, tras el desembarco aliado en Sicilia y la destitución de Benito Mussolini, Adolf Hitler y el Alto Mando de la Wehrmacht comenzaron a sospechar que Italia se encontraba en proceso de negociar con los Aliados. Como medida preventiva, se elaboraron directivas que contemplaban la ocupación militar del país y la desarticulación de las Fuerzas Armadas Reales Italianas en caso de defección. El plan definitivo, aprobado a finales de agosto, establecía una reacción inmediata y coordinada por parte de las unidades alemanas ya desplegadas en suelo italiano y en territorios bajo administración italiana en los Balcanes, Grecia y el sur de Francia.
El dispositivo militar alemán estaba considerablemente reforzado en vísperas del armisticio:
-En Italia peninsular se encontraban ocho divisiones, incluidas unidades blindadas de élite como la 16. Panzer-Division y la 26. Panzer-Division.
-En los Balcanes operaban alrededor de 12 divisiones, destinadas originalmente a cooperar con las fuerzas italianas en la lucha antipartisana.
-En las islas del Egeo y el Dodecaneso, destacamentos alemanes convivían con guarniciones italianas muy superiores en número, pero menos cohesionadas.
El 8 de septiembre de 1943, a las 18:30 horas, la radio transmitió el anuncio oficial del armisticio por parte de Badoglio. La noticia cayó como un rayo sobre la cadena de mando italiana: muchos comandantes carecían de órdenes precisas sobre cómo actuar ante los alemanes. El rey Víctor Manuel III y el propio Badoglio huyeron de Roma en dirección a Brindisi, dejando a las tropas sin coordinación centralizada. Esta ausencia de liderazgo aceleró el colapso de la resistencia italiana frente a las operaciones alemanas.
Desarrollo de la Operación Achse
En las horas y días posteriores al anuncio, las unidades alemanas pusieron en práctica el plan previsto:
-Roma y el centro de Italia: La capital fue el principal objetivo inmediato. La 2. Fallschirmjäger-Division, apoyada por blindados, avanzó hacia la ciudad. Tropas italianas, entre ellas la División "Granatieri di Sardegna", ofrecieron cierta resistencia el 9 y 10 de septiembre, especialmente en Porta San Paolo, pero la desorganización y la falta de apoyo aéreo condujeron a la rendición. Roma quedó bajo control alemán en cuestión de 48 horas.
-Italia septentrional y central: Las divisiones alemanas desarmaron sistemáticamente a las guarniciones italianas. En ciudades como Florencia, Milán y Turín, el proceso se llevó a cabo sin combates de gran envergadura, aunque sí se produjeron incidentes aislados. La rapidez del avance germano garantizó el control de las principales vías de comunicación y de los centros industriales.
-Sur de Italia: En Campania y Calabria, los alemanes se enfrentaron al desembarco aliado en Salerno (Operación Avalanche, 9 de septiembre). La Wehrmacht realizó una retirada escalonada, mientras contenía simultáneamente a las fuerzas italianas que aún no habían sido desarmadas.
-Islas y Balcanes: En Córcega, Dalmacia, Grecia continental y el Egeo, las guarniciones italianas fueron atacadas con dureza. Casos emblemáticos fueron la masacre de la División Acqui en Cefalonia y Corfú, donde, tras resistirse al desarme, miles de soldados italianos fueron ejecutados sumariamente por la 1. Gebirgs-Division alemana.
-Francia meridional: En la Costa Azul, las tropas alemanas desarmaron rápidamente a las guarniciones italianas y asumieron el control de la administración, lo que reforzó la defensa del litoral contra posibles desembarcos aliados.
El resultado de la Operación Achse fue la captura de más de 800.000 soldados italianos, muchos de los cuales fueron deportados al Reich como “internados militares italianos” (IMI) y sometidos a trabajos forzados. Solo una minoría logró unirse a los Aliados o a los movimientos de resistencia. El territorio italiano quedó dividido: el sur bajo control aliado, el centro y norte ocupado por Alemania. A partir de octubre de 1943, se fundó la República Social Italiana (RSI), un estado títere encabezado por Mussolini, liberado por los paracaidistas de la SS en la célebre operación de Gran Sasso (12 de septiembre).
La reacción alemana al armisticio italiano constituye un ejemplo de planificación preventiva y ejecución militar rápida en un contexto de crisis. Sin embargo, también puso de manifiesto la brutalidad de la ocupación alemana y la vulnerabilidad de un ejército, el italiano, desprovisto de liderazgo y dirección política. El desarme de septiembre de 1943 no solo modificó el equilibrio estratégico en el Mediterráneo, sino que abrió el camino a la guerra civil italiana y a una ocupación caracterizada por represalias, deportaciones y la colaboración forzada de la RSI.
FUENTES:
Historia de la Segunda Guerra Mundial
Fuentes y lecturas;
-De Felice, Renzo. Mussolini y la República de Saló. Barcelona: Editorial Crítica, 1997.
-Rochat, Giorgio. La Italia fascista y la Segunda Guerra Mundial. Madrid: Alianza Editorial, 2008.
-Knox, MacGregor. Hitler y Mussolini: la política de la guerra. Barcelona: Paidós, 2002.
-Liddell Hart, Basil. Historia de la Segunda Guerra Mundial. Madrid: Alianza, 2000.
Pedro Pablo Romero Soriano PS