Miseria y muerte en Stalingrado

0

Colorización de Olga Shirnina. Foto de propaganda rusa; el soldado soviético lleva a un prisionero de guerra alemán al cautiverio y la muerte más segura en los campos. Se dice que la fotografía fue tomada en el centro de Stalingrado en febrero de 1943

Espectacular colorización del amigo Fgf Colourised en donde vemos la unión de las pinzas acorazadas soviéticas en torno a Kalach, cercando así a las tropas del Eje en Stalingrado

Noviembre de 1942. Ese fue el fatídico mes en el que el sueño ruso de Adolf Hitler dió sus últimos coletazos hasta casi evaporarse por completo.
Aquella fecha supuso la culminación de un crudo invierno en el que la obcecación del «Führer» por la conquista de Stalingrado provocó una sangría contante de muertes.
Miles de alemanes cayeron ante la fuerza del invierno y la determinación soviética. Todo ello, para tomar la ciudad que llevaba el mismo nombre que el «Camarada jefe».
El 6º Ejército rodeado no solo estaba muriendo de hambre, sino que se estaban quedando sin municiones. Sin embargo, continuaron resistiendo obstinadamente, en particular, los llamados Hiwis, ciudadanos soviéticos que luchaban en la Wehrmacht, no se hacían ilusiones sobre su destino si eran capturados.
Fuera como fuese, aquella decisión le valió a los soldados alemanes que habían luchado en Stalingrado una agonía lenta y gélida.
Y es que, en la llamada «Operación Urano», los soviéticos rodearon la ciudad y se dispusieron a esperar que sus enemigos -ahora totalmente aislados- murieran de hambre y frío. (Por primera vez en todo el conflicto germano-soviético el Ejército Rojo logró penetrar en profundidad las defensas tácticas del Eje.)
La única esperanza que hacía que los alemanes siguieran rechazando las oleadas de enemigos día tras día radicaba en las fuerzas mecanizadas de Erich von Manstein.
Este veterano mariscal recibió órdenes de romper el cerco ruso y enlazar con sus compañeros atrapados. Crear, en definitiva, un corredor a través de ese anillo de fuerzas estalinistas por el que pudieran llegar refuerzos hasta los hombres del VI Ejército al mando de Paulus, Hitler no barajaba la retirada de la ciudad, en todo caso.
Esta misión de salvamento fue llamada Operación Wintergewitter o "Tormenta de Invierno" fue una ofensiva alemana desarrollada, cuando en diciembre de 1942 fuerzas de la Wehrmacht alemana trataron vanamente de romper el cerco establecido por el Ejército Rojo sobre el Sexto Ejército.
Quizá fue por eso (o simplemente porque ya empezaban los mismos delirios de grandeza de Hitler que se harían más patentes todavía en el búnker de Berlín) por lo que el líder germano se negó a que sus tropas se retiraran de la urbe aquellas navidades a pesar de verse muy superados en número por el Ejército Rojo.
De los aproximadamente 90.000 que se rindieron en Stalingrado, solo unos 5.500 regresaron a Europa.
Ya debilitados por las enfermedades, el hambre y la falta de atención médica durante el cerco, fueron enviados a campos de trabajo en toda la Unión Soviética, donde la mayoría de ellos murió de maltrato y desnutrición. 27.000 prisioneros de guerra alemanes murieron en unas semanas.
No fue hasta 1955 que el último del puñado de supervivientes fue repatriado tras una petición al Politburó del canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer.
Más de 11.000 soldados alemanes se negaron a deponer las armas en la rendición oficial del 2 de febrero de 1943, presumiblemente creyendo que luchar a muerte era mejor que un final lento en los campos soviéticos.
Desde el comienzo de la campaña italiana en el Soviet, unos 30.000 italianos habían muerto y otros 54.000 murieron en cautiverio soviético, según el Ministerio de Defensa italiano.
Después de la casi destrucción del Octavo Ejército italiano durante la Batalla de Stalingrado, Benito Mussolini disolvió lo que quedaba del Octavo Ejército y las tropas italianas supervivientes, de las cuales 34.000 resultaron heridas y congeladas, fueron llevadas sin ceremonias a Italia.
Solo unidades italianas menores participaron en el frente oriental más allá de ese punto. El Ejército rumano perdió alrededor de 159.000 hombres muertos, desaparecidos y heridos entre noviembre de 1942 y enero de 1943.
Esto representó 16 de las 18 divisiones comprometidas en Stalingrado. Las fuerzas armadas rumanas no fueron capaces de recuperarse después de pérdidas tan catastróficas y, a partir de este momento, solo librarían batallas defensivas desesperadas en su camino de regreso a Rumania.
El Segundo Ejército húngaro fue virtualmente eliminado como una unidad de combate efectiva por la abrumadora fuerza soviética durante la Batalla de Stalingrado. De una fuerza inicial de unos 200.000 soldados húngaros y 50.000 judíos trabajadores forzados, unos 100.000 murieron, 35.000 resultaron heridos y 60.000 fueron hechos prisioneros. Solo alrededor de 40.000 regresaron a Hungría después de la derrota en Stalingrado.
Finalizó de esta forma el combate por la ciudad arrasada, la mayor batalla de la Segunda Guerra Mundial.
Desde el 10 de enero, el Ejército Rojo eliminó 22 divisiones de la Wehrmacht, y otras 160 unidades enviadas a socorrer al 6.º Ejército. Los 11.000 soldados alemanes que no acataron la rendición y siguieron luchando hasta el final, a principios de marzo los soviéticos acabaron con los últimos reductos de resistencia en los sótanos y túneles.





FUENTES:
https://www.facebook.com/photo?fbid=4371922599568574&set=gm.1255970211538712

(Álvaro Núñez de Pazos)

Jaris Almazani.
https://stabswache-de-euros.blogspot.com/
https://www.abc.es/historia/
https://www.despertaferro-ediciones.com/2014/operacion-urano
https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Stalingrado 































Pedro Pablo Romero Soriano PS

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios